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Zulema mi nueva puta
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Ahí me tenía, sentado en su sofá desnudo mientras ella metía mi verga en su boca, ¡yo disfrutaba apretándole su larga cabellera rubia y gimiendo al sentir su lengua en mi glande!

Y es que, Zulema, pese a ser transexual, sabia como calentarme, me encantaba como se veía y lo puta que era conmigo, por eso todas las tardes después del trabajo, pasaba a su casa y me quedaba hasta las 10 de la noche, ¡dándole verga hasta que me dejaba de salir semen, me había vuelto su chulo!

La rutina ya llevaba dos semanas, dos semanas de estar dándole verga hasta el cansancio, ella siempre me esperaba con un vestidito o alguna lencería hermosa que lucía para su macho, yo como buen macho alfa, le chuleaba lo rica que se veía, ¡haciendo un lado su pequeño pene que parecía más bien un clítoris, Zulema era una mamasota!!

Esa tarde no fue la excepción, llegue impaciente a su casa, ella me esperaba con un hermoso vestido blanco que le llegaba a penas a cubrir sus nalgas grandes y debajo una lencería muy coqueta, la muñeca sabia calentarme, al vernos, comen<amos con unos besos y unas caricias, olía muy rico, tenía todo lo que la mujer perfecta debe tener, todo el tiempo que pasaba con ella me olvidaba de mi mujer, que a pesar d estar buenísima y todo no lograba que me olvidara de mi rica transexual.

¡Ella estaba también desesperada por verme, por eso unos instantes después ya estaba totalmente desnudo mientras ella comía mi duro palo!

L: ¡Ah, nena, así!!!

Z: Te extrañe, ¡extrañe tu rica verga papi!

L: Adoro tus mamadas, son de lo mejor, ¡uhm!!!

Z: ¡Mmm, me encanta tu sabor!

Me hacía gemir y gritar, ¡solo le basto un par de chupadas más para hacerme venir a chorros!

L. Ah, uhm!!!

Z: ¡Si, uhm, sácala!!!

L: Trágate mi leche, vamos, ¡trágala!!!

Z: ¡Uhm, bebe, sabe de lujo!!!

Esa corrida fue el inicio de una larga tarde, me dio una cerveza mientras se quitaba el vestido y me modelaba, ¡con un poco de música bailaba sensualmente para endurecerme nuevamente mi polla!

¡La sensual transexual consiguió ponerme duro en muy pocos minutos y nos fuimos a su recamara!

La acosté en su cama y le lamía las piernas, le besaba el cuello y me comía sus duras tetas, mis manos apretaban sus carnosos muslos, admito que me encantaba besarla, ¡me encantaba que mi lengua y la suya se enrollaban en un gran momento de placer!

Baje por su plano abdomen y le quite su tanga, aun no me atrevía a llevar su pequeño pene a mi boca, ¡peor si le chupaba las entre piernas y les daba pequeñas mordidas!

Ella no me presionaba para nada, de hecho, lo que yo le hacía, la derretía, ¡la tenía siempre caliente y siempre terminaba contenta y más se aferraba a mí!

Z: ¡Uhm!!! ¡Así rey, sigue, agh!!!

L: ¿Te la meto ya?

Z: ¡Si mi amor, dame verga!!

Levante sus piernas doblándole las rodillas a su cara y empecé meterle la puntita, así estuve unos minutos, haciéndole grande su ano con mi pura punta.

Poco a poco fui acelerando mis movimientos, me excitaba como gemía, como mi verga se abría paso en su apretado ano, ella me apretaba las nalgas, me empuja más para que mi verga entrar por completo, ¡así estuvimos follando un buen rato en esa pose!

Z: ¡Ah, papi, uhm!

L: ¡Toma, uhm!

Me acosté en la cama y ella me comenzó a cabalgar, sus movimientos eran ricos, mientras ella me trituraba la verga con sus duros movimientos, yo le masajeaba las tetas y le comía los pezones, mi puta cogía rico y me tenía hinchad ala verga de tanto placer.

L: Así nena, ¡uhm!!

Z: Ah, ¿te gusta?

L: Me encanta, que rico culo, ¡aprieta rico!!

Z: Soy tuya papi, ¡uhm!!!

La puse en cuatro en la cama, ella se empino dejándome su rico ano abierto, yo la tome de las nalgas y me empuje con todo, ella gritaba, pero se movía, le daba con violencia, ¡jamás una mujer me había permitido penétrala de esa forma y ella me permitía romperle el culo!

Z: ¡Ah, me duele, agh!

L: ¡Toma, uhm!!

Z: Mi culo, papi, agh, no la saques, hazme llorar, ¡ah!

L: Toma perra, aquí está mi verga, apriétala, ¡uhm!!!

¡El placer era enorme, le daba de nalgadas, el arañaba la espalda, se la metía más y más, la estaba empalando por completo, sus gestos y muecas me ponían más bestia, esa rica transexual me tenía súper loco!

Poco apoco sentí que me vendría, ella empezó a chorrear por su “clítoris” le estaba dando su orgasmo yo jalándole el cabello como bestia casi casi arrancándoselo, ¡la embestía mientras mis testículos se inflaban para expulsar su néctar!

Pronto la tenía tirada en la cama recibiendo mi tremenda tunda, en eso comencé a venirme, no lo resistí más, le llené su culo de mi semen, ella se movía para mover mi leche caliente dentro de ella, ¡mi verga estaba a tope y continuaba expulsando liquido!!

Z: ¡Ah, sí préñame papi, agh!

L: Uhm, toma mi leche, ¡tómala!!

¡El orgasmo fue riquísimo y termino chupando nuevamente mi pija hasta limpiarla por completo de nuestros fluidos de placer!

Satisfecho de darle a mi puta lo que más le gusta, me fui a asear, me vestí y me dispuse a retirarme, dejándole todo el culo abierto y adolorido, un sensual beso recibí por parte de mi perra y me fui a casa a volver a mi vida normal.

Pero los encuentros con ella se hacían más a menudo, comencé a sentirme otro hombre, ya no lo hacía con mujeres, solo buscaba satisfacerme con esa transexual que me había embrujado y se había vuelto mi puta, eso, aunque era difícil de entender comenzó a generarme problemas en casa con mi sabrosa esposa, pero eso se los relatare más adelante.

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