Después que Daniela se fuera, me dirigí directo al baño a buscar las cosas de Keyra, casi me arruina la vida con ese detallito. Me quede pensando que hacer, era obvio la intención de ponerme en un aprieto, pero no entendía porque. Ya era de noche cuando Daniela me llamo para decirme cuanto disfruto la noche, que lo repitiéramos nuevamente.
-Como se te ocurrió lo de las fragancias y las sales aromáticas? -me preguntó.
-pues recuerdo que lo mencionaste una vez
-mmm, pues no lo recuerdo
-no? Bueno, si lo recordé, es porque lo dijiste
Tocaban a la puerta y me dirigía a ver, aun hablando con Daniela, pero cuando vi por la mirilla, era ella. Nuevamente en mi apartamento tenia a Daniela.
-aquí estuvo Keyra verdad?- Me quede mudo aun con el teléfono en la mano. No habían pasado ni 12 horas desde que se fue.
-pero que es esto? Por qué dices eso?
-Estuvo aquí contigo verdad!?
Lo dijo con más vehemencia y al entrar se fue al baño a buscar, yo de idiota no tire las cosas, estaban a plena luz, creo que pensé en tenerlas como trofeo o algo así, gran error…
-Lo sabía! Esa perra estuvo aquí, ese es su lipstick y ese aroma que pusiste es el mismo que ella me regalo para mi cumpleaños; te la cogiste?
-Nooo! Solo me…- no pude aun con la seguridad que ella lo decía, decirle la verdad, pero ella si estaba más que segura.
-Te la chupo? Eso le encanta! Con esa cara de seriedad, pero así le gusta ir enredándose poco a poco, ella sabe cuándo un cabrón se la quiere tirar!
No respondí, estaba incrédulo ante lo que pasaba.
-Y yo pensando que era esa perra de tu vecina, pero al ver ese lipstick me quedo claro!
Como que estaba en medio de la tormenta no importaba como, ella seguía caminando y caminando haciendo círculos frente a mí.
-No importa, yo sé que te la quieres tirar, ella lo sentía, ya me lo había dicho!
Me quedé helado, pero ella pareció relajarse un poco, luego se sentó y me conto una larga historia. Me conto que hace años cuando estaban en la universidad a ella le gustaba un amigo de ambas, pero Keyra también lo quería y se le adelantó, primero le dijo a ella le gustaba otro amigo, que en verdad estaba tras Keyra, pero como a ella no le era atractivo por ser muy moreno, no le parecía.
-así que una noche en que estaban los cuatro, ella hizo que nos quedáramos en la sala, cuando ella convenció al chico que me gustaba de ir al cuarto
-ahí ella se lo llevó al cuarto y al rato escuchamos los ruidos que venían de el, me enfado tanto que solo me monte encima de Pato, el que estaba enamorado de Keyra, lo calenté, le deje ver mis pechos y que los tocara, lo usé para desahogarme así que lo deje chupar mis pechos y le hice una mamada, se lo dije y el me entendió, dijo que también se sentía vendido por Keyra, no pensé que volvería a hacérmela!
Se quedó callada un rato, se fue a la sala, se sentó en el sofá, yo también me acomodé, aunque un poco apartado, pero frente a ella.
-Me la tengo que cobrar! Y me vas a ayudar!- me dijo, viéndome fijamente.
-Pero cómo? Y con eso que te hizo porque siguen de amigas?
-es cosa de nosotras, pero le tengo que devolver el golpe!
-y que quieres hacer? Que piensas?
-voy a llamar a Pato, y… hare que se la coja y ella no se dé cuenta…
-Como!?
-Sí, se siente tan superior de elegir a quienes se come, que quiero arruinarle su juego!
-Estás loca? Y como piensas que vas a lograrlo?
Me describió un loco plan en el cual yo la convenciera de volver a mi apartamento para coger y ella traería al amigo para que se la cogiera, sin que se diera cuenta hasta el último momento.
-Lo dices en serio?- le dije, aun procesando la locura que estaba contándome.
-Se te ve en la cara que te la quieres coger, y para mi estará bien, siempre que me sigas el juego y ella caiga en la trampa, no antes!
Acepté seguí el juego, era una faceta que nunca vi en ella, aparte de que me convenció dándome nuevamente una gran mamada y dejarme darle por detrás, algo que no habíamos intentado aun.
A Keyra comencé a coquetearle de a poco, le escribí que nunca me habían dado una mamada como ella, que Daniela no se aguantaba mucho, que era mi turno para quedar a mano. Daniela me vigiló que le escribía, para no ser que yo le jugara la vuelta y me la tirara antes de que ella arreglara la trampa. Tanto que me dijo que la dejara chupármela, o incluso que la masturbara, pero que no la fuera a coger, que eso no.
Entonces mi juego fue haciéndose de vernos los martes y jueves en la tarde al salir de mi trabajo, tomar un café, en el carro pues ya le ponía la mano en la pierna y ella al principio me apartaba la mano y simplemente la llevaba hasta donde tomar un taxi, pero ya a la tercera ocasión ya alcance a que nos diéramos unos besos, a la cuarta ya me dejo acariciarle los pezones y le metía dos dedos entre las piernas hasta hacer que se corriera, para la quinta ocasión ella me al fin quiso tocarme la verga, y yo le masajee las nalgas. Daniela calculaba el tiempo que yo pasaba con ella, así no quería que terminara comiéndomela antes de tiempo y siempre después me encontraba con Daniela en mi apartamento y cogíamos con ansia, ella se excitó mucho más a partir de que le contaba que partes del cuerpo de Keyra había tocado, no sé porque pero al sentir que mi cuerpo tenía un olor de mujer, en mi verga por las chupadas y en mis dedos impregnados del aroma de su concha, cogíamos con más ganas.
Ya como a la cuarta semana ya estaba todo orquestado. Quedamos que Daniela diría que saldría de viaje con sus papas a visitar unos parientes el fin de semana y yo estaría libre en el departamento.
-Tengo una fantasía que Daniela nunca quiso hacer…- Le dije a Keyra ese sábado que ella acepto ir a mi apartamento.
-Qué es?
-Amarrarte las manos y vendarte, te parece?
-Y con qué?
-Tengo unas esposas de cuero y… una máscara para la cara y unos pañuelos para el cuello…
-Que perverso! Quieres cogerme así?- a ella la idea le intrigó porque me acarició la pierna y su cara reflejaba mucha curiosidad.
-Sí, es que, Daniela es muy a la antigua, no le atraen esas cosas
-bueno, pues a mí sí me excitan! De verdad quieres eso conmigo?
-Sí, lo necesito!- Le dije, y ella en respuesta llevó su mano a apretarme la verga.
Daniela esperaba que le mandara un mensaje diciéndole que estaba listo todo, así que calculara el tiempo en que llegar y esperar a que la tuviera en la cama. Mientras tanto aproveche a comerle el coño a Keyra, la verdad si tenía muchas fantasías con ella.
Nos fuimos desnudando, primero le quite la blusa y sus pechos apretados quedaron ante mí, alce sus brazos y le puse las esposas, ella entornó los ojos, le brillaban de la curiosidad, fue cuando le fui comiendo un pecho y alcance a chuparle un pezón ella soltó un bufido, seguí tocándoselos, hasta quitarle el sostén, volví a besarla y a agarrar con fuerza sus nalgas, ella puso los brazos sobre mí y la levante, llevándola hacia la cama, ahí alce sus brazos sobre su cabeza y enganche las esposas al respaldar de la cama con un lazo que tenía ya preparado, saque de debajo de la cama la máscara que le había dicho, ella me sonrió y se la coloque, mientras le acariciaba la entrepierna, a este punto ella estaba muy caliente.
Ella estaba solo con el biquini me deleite con la vista de su vientre agitado, sus caderas hermosas y las piernas moviéndose con la tortura del deseo y no poder mover los brazos y no ver nada… la verdad me fui a bajarle la prenda y comencé a meterle los dedos y a chuparle… ella soltó un bufido… me entretuve cuanto pude, hasta me jale la verga, pero tenía un propósito ya… le envié el mensaje a Daniela, vi hacia afuera de la habitación y ya estaban adentro, pero ella venia besando al amigo y jalándole la verga con el pantalón ya abierto, eso me sorprendió, pero al verme ellos se separaron, él se terminó de bajar el pantalón y venia hacia el cuarto, yo vi hacia Daniela y me di cuenta que estaba muy excitada, la blusa entreabierta y el cabello revuelto.
-Que pasa papi? Te estoy esperando! Dijo Keyra
-Ahora lo sentirás… me gusta que lo estés deseando!- le contesté
Ahí pato, que ya venía empalado se puso entre las piernas de ella, comenzó a chuparle las piernas, a masajearlas y ella comenzó a jadear…
-Ya papi! Ya… métemela!
Y entonces pato se acomodó un condón y comenzó a bombearla, a darle con ganas, se notaba. Sentí que me había quedado sin premio, pero en eso Daniela llego hacia mí y comenzó a darme una gran mamada de verga, ya se había quitado la blusa y dejaba ver su hermosa espalda y sus nalgas redonditas, enfrascada en meterse todo mi miembro en la boca, me senté en un sillón viendo hacia donde Keyra era penetrada y gemía ante las embestidas que le estaban dando…
Sus pechos rebotaban y ella estiraba los brazos y se arqueaba cuando chocaba con el cuerpo de Pato… yo sentía la boca de Daniela dándome unas lengüetadas fenomenales, ella me agarraba las bolas y las acariciaba como me gustaba…
-Ya papi? Sigue! sigue! no me dejes así… dale!
Volteé a ver y Pato se levantaba de Keyra, se corrió, pero no había aguantado el ritmo de Keyra, ya se había cansado, ella le apremiaba a que siguiera, pero el ya daba signos de no seguir, creo que le ganó la ansiedad de poderla tener así… y dirigí la mirada a mi novia, que también se dio cuenta del hecho, pensando que si no habría sido que también estaba yo en un juego en el que ella había aprovechado a cogerse a su amigo…
Ella me dio una última gran mamada, antes de que me corriera en su boca, un chorro de leche que le llenó la boca y comenzó a escurrirle por los labios… me electrizo y deje de pensar en mis sospechas, pero de repente paró y se levantó, fue directamente hacia donde Keyra. Se subió a la cama, al tiempo que pato estaba chupando las hermosas tetas que yo estuve acariciando antes y sin mediarlo mucho le dio un largo beso en la boca, pasándole parte de mi leche a la boca, poco reaccionó aquella hasta que se dio cuenta que era alguien más disfrutando con su cuerpo.
No podía hablar con la boca llena de leche, así que le toco tragar, porque Daniela no la dejo escupir
-Qué diablos! Quien está ahí!??- dijo casi gritando
Entonces Daniela le quito el antifaz y muy sonriente se quedó sobre ella.
-Sorpresa amiga!!
–Pero qué?!
-Te acabas de tragar la leche de mi chico, pero te la pase de su verga a mi boca a la tuya!
-Perra!- le grito con una voz chillona amortiguada por la saliva y semen que le escurría por la boca.
-Perra, serás tú querida… sabes quién te estaba cogiendo? Mira… es pato!
-Hija de puta y el de donde diablos apareció!- Se movía tratando de soltarse pero era inútil, estaba atada y encima tenia a un hombre chupándole los pechos
-Me debías una, así que… le di a pato chance de cogerte- Le dijo Daniela muy ufana, acariciándole la cara con las manos con que había recibido mi corrida.
Ella iba a decir algo más cuando Daniela se lanzó a besarla nuevamente y a acariciarle los pechos, alcanzando después la verga ya flácida de pato, que colgaba sobre la entrepierna húmeda de Keyra, le quito el condón y lo acercó a la cara de ella.
-Dime… aun quieres coger con mi chico?- Le dijo a Keyra, con el condón en una mano y en la otra agarrándole la verga a Pato.
Y le comenzó a pasar el condón lleno de leche por sobre el rostro
-Dime… no mientas… verdad que todavía quieres cogerte a mi chico
-Sí, si… todavía quiero!
-Bueno, entonces… deberás tragarte esto…
-Que?
-Si… te voy a dar la leche de pato y te la tragas, después mi chico te hará lo que tú quieras, porque él también quiere hacerte montón de cosas
-Ok, está bien, sí… dámela!
Y a mí total asombro Daniela le exprimió en la cara el condón con la leche de pato, le pringo la boca, las mejillas y parte de la barbilla, esta comenzó a lamerse los labios y Daniela acerco su boca y le lamio todo el rostro, luego dándole un largo e intenso beso, en el que se intercambiaron de todo… eso me la puso dura, muy dura nuevamente…
Daniela se levantó, estaba irreconocible, la cara brillaba con sudor y semen por toda la piel.
Agarro de la mano a pato y paso a mi lado con expresión de placer, yo me acomode entre las piernas de Keyra, esta me miraba en silencio, su cara acariciada y lamida por la boca de Daniela, la pintura de sus labios estaba más que corrida, su cuerpo tenía el sudor del sexo, sus pechos parecían vibrar solo por la incertidumbre de que más le pasaría, aún tenía las manos atadas, pero no se quejaba, me estaba viendo con una mirada acusadora a momentos y después como ansiosa de que tome de ella lo que quiera.
Comencé colocando sus piernas apoyadas sobre la cama, haciendo que se abriera más su entrepierna, tenía un color precioso, un ligero bronceado en sus piernas, incluso entre sus muslos y entrepierna, me acomode sintiendo alrededor de mi cuerpo sus piernas, le fui acariciando los muslos y le palmee las nalgas, su vientre subía y bajaba tratando de mantener un ritmo sereno, pero se sentía su agite…
-qué hijo de puta sos!- me dijo con expresión furiosa y aun con la respiración agitada
-Sin insultos nena- pase un pañuelo húmedo por entre sus piernas y luego pase mi lengua por sobre sus labios vaginales, eso la hizo estremecerse nuevamente.
-Te portaras obediente?- le dije, levantando la mirada
-Si! Cabrón, si!- dijo ella rápidamente
-Abre bien
Entonces abrió ampliamente las piernas y me acomode, agarre mi verga y se la puse en la entrada, comencé a frotar y ella me sonreía embelesada, quería que la soltara, pero no me deje convencer, quería tenerla así, atrapada, indefensa, la embestía muy lento y solo le rozaba mi verga sin penetrarla, ella soltaba bufidos largos, después de la mamada que Daniela me dio, tardaba más en ponerme al 100, pero tenía aún mucho para darle además de estar con todo el deseo de tener a esta mujer para mí, después del juego completado por Daniela, voltee a ver hacia el pasillo y vi a Daniela sobre la cintura de pato, le estaba dando una fuerte masturbada, ya se había quitado el sostén, sus pechos pequeños pero de pezones duros y parados se rozaban entre las piernas de aquel, me acorde que ella tenía una fijación desde siempre con hacerlo con alguien más trigueño…
Cuando empecé a bombear en serio a Keyra, mi querida novia estaba ya quitándose la falda y montándose sobre pato, tenía unas nalgas pequeñas pero redondas, una piel suave y bonitas piernas, se acomodó de forma que se deslizara sobre él, ella subía y bajaba acomodándose, mientras el otro le mordisqueaba los pezones. Ellos comenzaron su propio ritmo y concierto de gemidos.
-Dame, dame!- exigía Keyra ahora que si me tenía dentro de ella. Seguí bombeando cuando llegó a un orgasmo.
Se la saque después de que el orgasmo que tuvo se fue pasando, me quite el condón y se lo escurrí en la cara, ella muy obediente se lo trago, incluso se lamio los labios, la giré de modo que estaba de espaldas a mí, comencé nuevamente a manosearla con la mano, tenía cerca un lubricante, se lo pase por todo su trasero y entre sus agujeros, ella dio un respingo al sentir que le pasaba la lengua entre sus nalgas, estaba empapada de sudor, le di varias nalgadas y ella arqueaba la espalda, le mordí una nalga y le alcance un pecho, apreté sus pezones, con eso ella metió la cabeza entre los brazos y alzo más su trasero…
Enculaba a Keyra y vi otra vez hacia el pasillo, la escena ya había acabado, pato estaba casi dormido recostado en el sofá mientras Daniela aún se contoneaba sobre su cuerpo, sus nalgas abiertas sobre su cintura, el cabello revuelto, me miró con cierto aire cómplice, mirando luego hacia Keyra que tenía su culo dispuesto y que jadeaba ante mis embestidas.
Seguí bombeando y Daniela se quitó de sobre pato, se la había montado sin condón, pero apenas veía sudor entre las piernas de ella, me volvió a ver, pero esta vez como esperando que yo terminara, nada más lejos de lo que quería… verla a ella montando a otro y con las ganas que me mostró, me hizo querer tomar más de Keyra.
La saque de su culo solo para que descansara un rato y su culo se volviera a estrechar y disfrutar otra vez del roce intenso de clavársela… ella soltó un bufido, un gritillo agudo, le agarre las nalgas con más fuerza, abriéndoselas… en la cuarta embestida me corrí en su culo, ella arqueo la espalda y gimió fuerte, se estremecieron sus rodillas y le temblaban las piernas.
En la sala todo había pasado, pato se levantó y se fue, así que Daniela estaba masturbándose en el sofá, con las piernas abiertas viendo como me comía los pechos de Keyra y le masajeaba la entrepierna con mis dedos… entre los gemidos y lamidas después de un rato, escuche un portazo y me levante a ver… ya no estaba Daniela en el apartamento, había recogido sus cosas y se había ido.
Seguí con Keyra, ella estaba ya cansada, me pidió que la soltara, pero lo que hice fue ir a la cocina y traer un botella de un licor dulce, le di a beber un poco, para que humedeciera sus labios; ella me quedo viendo desconcertada, pensando que la soltaría, pero le di un largo beso, que ella me devolvió diligentemente, luego me acomodé para que su cara estuviera a mi cintura, me miro a los ojos y le dije:
-Aun te falta media noche y todo un día para que te suelte
Ella se acomodó y comenzó a chupármela con avidez, yo acariciaba sus nalgas y le masajeaba el clítoris, alcance su cara también y le pase los dedos por la boca, ella los chupo igual, entonces seguí masajeando su espalda, alcanzando sus nalgas levantadas y le palmeaba cada vez que ella dejaba de chupar para tomar aire y solo me masturbaba con la mano, me chupó el miembro hasta que ya no me quedo leche, ella se quedó dormida con mi verga sobre su cachete, le quite las esposas y la acomodé en la cama, luego yo también me acomodé para dormir.