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Volviendo a las andadas
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Tiempo de lectura: 7 minutos

Antes de comenzar la pandemia me registre en una app de citas, las mujeres que he conocido en ella son pocas, pero las experiencias únicas.

Esta es la historia de mi encuentro con Olga, una madura de 50 años, recientemente divorciada y con ansias de coger. La historia y lo que puedo contar de Olga es breve, estuvo mucho tiempo casada con una persona religiosa, la mentalidad mediocre de su ex esposo los llevo a alejarse con el tiempo y finalmente a separarse de una manera bastante desagradable después de una infidelidad, por lo que llevaba poco mas de dos años sin coger y solo masturbándose para sobre llevar la situación.

Después de mucho platicar por fin pudimos ponernos de acuerdo y quedamos de vernos el jueves de la semana pasada en un restaurante cerca del aeropuerto de la ciudad.

Nos quedamos de ver temprano para irnos a pecar, me preguntó que si yo quería algo especial o que me gustaba y le dije que me encanta la lencería, los ligueros principalmente y si no era mucho pedir que se llevará una tanga muy muy pequeña que apenas le quedará y se le perdiera entre las nalgas y los labios y que fuera completamente depilada.

Durante todo el tiempo que platicamos salió varias veces el tema del sexo anal y me dijo que le gustaba pero que era muy estrecha y había tenido problemas por lo mismo, sobre todo porque cuando probaba le llegaba a doler, así que le dije que le iba a regalar un juego de plugs, el cual compre desde hace tiempo anticipandome a la oportunidad.

Entonces cuando nos estábamos poniendo de acuerdo le pregunté que que prefería, si se los mandaba o se los llevaba el día que nos viéramos y escogió la segunda opción, me dijo "quiero que me enseñes a usarlos mientras estamos en el hotel".

Llegue al restaurante a las 10 de la mañana y después de unos minutos llegó ella, la cuestion es que siempre fue un poco insegura por su edad y me dijo varias veces que si me quería echar para atrás ella comprendía, así que en cuanto llegó le di un beso en la boca, algo sencillo y rápido, pero que la hiciera sentir segura, de ahí nos subimos a su carro y nos fuimos luego al hotel, escogí ese restaurante porque a la vuelta de la calle hay un motel bastante discreto.

Ya en el cuarto del motel fue que pude verla bien, traía un vestido negro ligero, medias de malla y tacones, se veía bastante bien aunque como siempre estaba un poco insegura, así que me acerque a ella y la volví a besar, está vez lento, con calma mordiendo ligeramente sus labios, mientras con mis manos la jale hacia mi y comencé a apretar sus nalgas con fuerza, después de unos cuantos besos mis manos fueron subiendo a sus pechos, traía brasier, así que lo desabroché y ella se lo termino de quitar, el escote del vestido me ayudó a liberar fácilmente sus senos y comencé a lamer sus pezones mientras mis manos recorrían de nuevo sus nalgas y subían su vestido para disfrutarlas directamente, con los dedos descubrí que traía una tanga que no cubría nada, justo como se la pedí y las medias eran parte del liguero.

Termine de sacarle el vestido y le pedí que me dejara verla completamente, ella tomo mi mano y dio una vuelta como si estuviera bailando, desde que la vi en el restaurante me causo una erección y tenerla ahí desnuda frente a mi totalmente disponible termino de ponerme al 100, Olga comenzó a acariciar mi verga sobre el pantalón y luego a desvestirme, voló la camisa, luego el pantalón y solo me quedé en boxer frente a ella.

Se acostó en la cama y abriendo las piernas me dijo "soy tuya, tómame como quieras, úsame" me acerque a ella, su tanga estaba completamente mojada y se perdía entre sus labios, lentamente empecé a lamerlos, empezando por los labios exteriores, puso sus piernas sobre mis hombros, la escena era excitante, ella totalmente abierta de piernas y sobre mis hombros con todo y tacones y yo lamiendo su vagina sobre la tanga, la hice a un lado y comencé a lamer su clítoris, lamidas largas y lentas, todo el camino desde su ano hasta el clítoris, su sabor era delicioso y siempre que pasaba entre sus labios aprovechaba para penetrarla un poco con la lengua, se dió la vuelta poniéndose en cuatro, se veia tan sexy, con la tanga corrida de lado, totalmente abierta.

Empecé a lamer su ano, despacio, sin prisa, penetrandolo con mi lengua, lubricandolo, mientras la masturbaba con mis dedos, en esa posición llego el primer orgasmo, pude sentirlo en mis dedos y en la lengua, comenzó a gemir con más fuerza y a mover las caderas.

Con la voz entre cortada me dijo "cogeme, cogeme duro, llevo tiempo esperándolo".

Ella estaba en cuatro, con las nalgas bien levantadas y el pecho pegado al colchón empecé a penetrarla, sus gemidos sabían a gloria, sus caderas se movían al compas de cada embestida y el sonido del choque de mi cadera contra sus nalgas inundó el cuarto, mis manos estaban en su cadera y la jalaba con fuerza para llegar lo más adentro posible.

Llegó el segundo orgasmo (si, si los conté casi todos) mientras ella mordía una almohada y clavaba sus uñas en las sábanas y gemía al punto de empezar a gritar, su vagina apretaba riquísimo con cada contracción.

Sin salirme la dejé descansar un poco, seguia penetrandola pero despacio, con calma, saliendo casi del todo y entrando hasta el fondo, con media sonrisa perversa volteo a verme y me preguntó "trajiste mi regalo?".

Con la promesa de lo que venía me separé de ella para buscar los plugs, era un paquete de 3, de diferentes tamaños, de látex, rojos con imitaciones de gemas color blanco en un extremo, se los enseñe y totalmente excitada me dijo "enséñame a usarlos", tomé el más pequeño y le dije "vamos a empezar de a poco, si te duele dime para detenerme, el chiste es que lo disfrutes, no que te duela".

Sentada en la cama tomo el plug que tenía en mis manos y mirándome con toda la lujuria del mundo me dijo "mi culo es tuyo, haz con el lo que quieras" mientras lamía el plug para lubricarlo.

Se puso en cuatro de nuevo, con una mano separo sus nalgas y con la otra empezó a masturbarse lentamente, comencé a lamer su ano de nuevo, lubricandolo con saliva lo más posible, penetrandola con mi lengua hasta donde era posible, tomé el lubricante y desde lo alto deje caer unas gotas sobre su ano, con los dedos empecé a distribuirlo mientras la penetraba poco a poco, primero haciendo círculos sobre su ano, luego poco a poco, primero la punta de los dedos y avanzando con calma, hasta que mi dedo entro por completo.

Lo metia y sacaba lentamente, en un punto me di cuenta que había dejado de masturbarse y simplemente disfrutaba de mis manos, use un poco más de lubricante, dejandolo sobre la abertura de sus nalgas, con una mano tomé el plug y lo lubrique hasta que quedó totalmente brilloso, retire mi mano y apoye despacio la punta del plug sobre su ano, ella comenzó a mover las caderas y a gemir, poco a poco fui empujando el plug, cuando entro del todo comencé a jugar con el, sacándolo un poco y metiendo lo de nuevo, cuando su ano se adapto al plug empecé a sacarlo hasta la parte más gruesa para que su ano se fuera dilatando, no pude aguantar más y metí mi verga en su vagina, totalmente húmeda, escurriendo y empezamos a coger de nuevo.

"masturbarte para mí" le dije y así en cuatro llevo su mano de nuevo a su clítoris y comenzó a frotarlo con fuerza mientras yo la penetraba, unos minutos después se separó de mi, se acostó boca arriba y abriendo las piernas todo lo que podía me dijo "tómame".

Su tanga ya solo estorbaba, así que se la quite y entre en ella, sus piernas rodeaban mi cadera, sus uñas se clavaban en mi espalda y yo lamía sus pezones con fuerza.

Cada que entraba en ella sentia el plug en su ano y eso me excitaba más, mientras la besaba tuvo un orgasmo, estridente, fuerte, de esos que sacuden tu mundo por completo.

Después de unos minutos se levantó de la cama, se acomodo juntos en la orilla, puso sus manos sobre el colchón y levantando la cadera me dijo "termina lo que empezaste, son 3 plugs y apenas haz usado uno".

Me levanté de la cama, lentamente saque el plug de entre sus nalgas, tomé de nuevo el lubricante y prepare el segundo plug, poco a poco lo fui metiendo, jugando con su ano, metiendolo y sacándolo poco a poco, ese costo un poco más de trabajo porque no podía meterlo por completo y ella misma lo empujaba hacia afuera, cuando entro por completo gimió con fuerza y luego se levantó, tomo mi verga entre sus manos y poniéndose en cuclillas comenzó a lamerlo como si fuera un dulce.

Yo la veía por el espejo mientras hacía esto y pude verla como comenzó a masturbarse se nuevo, después de lamer un rato, metió mi verga por completo en su boca, sus labios tocaban mi cadera y lo hacía de forma magistral, se que tuvo otro orgasmo en ese momento porque sentí como su garganta y su boca oprimian mi pene.

La tomé por el cabello con fuerza mientras lamía mi verga y la sacaba de su boca para jalar aire.

Se levantó con calma, subiendose a la cama separo sus nalgas y me dijo "estoy lista, ven por mi culo", tenia el plug completamente adentro, me costó un poco de trabajo tomarlo, entre el lubricante y lo profundo que había llegado me complicaron las cosas unos segundo, pero tomándolo con firmeza comencé a sacarlo lentamente, ella solo gemía y seguía separando sus nalgas, cuando el plug salió lo reemplace con mis dedos, está vez eran dos y entraban y salían con facilidad, con la otra mano comencé a masturbar su clítoris y penetrarla con los dedos.

Estaba completamente lubricada, así que fue bastante sencillo, mientras frotaba con fuerza su clítoris la penetraba analmente con los dedos, ella soltó sus nalgas y comenzó a gemir con fuerza mientras se agarraba del colchón, con la voz entre cortada y gimiendo me dijo "que me haces que se siente tan bien, hazme gozar, hazme tu puta, cogeme".

Saque los dedos y acerque mi verga a su ano, poco a poco comencé a entrar en ella, hasta que mi cadera choco con sus nalgas, ella solo gemía y disfrutaba del momento, le di unos segundos para que se acostumbrara a mi pene y ella fue la que empezó a moverse lentamente.

Después de unos minutos entraba y salía con toda la facilidad del mundo, ella gemía y en un momento se quedó completamente en silencio, "estás bien?" Le pregunté, "si por favor no te detengas" fue lo único que me dijo, seguí penetrandola hasta que me dijo "súbete a la cama", me subí y ella se montó sobre mi, con sus manos guío mi verga hacia su ano y comenzó a cabalgarme con fuerza, con sus manos tomo sus senos y comenzó a apretarlos y a jugar con sus pezones.

Pude sentir su orgasmo mientras se desplomaba sobre mi, gimiendo en mi oído, susurrando "mira como me tienes, montada sobre tu verga, completamente descontrolada y gimiendo mientras me coges por el culo".

La dejé descansar un poco, el último orgasmos había sido intenso, nos quedamos así un rato acostados, ella sobre mi y yo dentro de ella.

Después de un rato acostados ella se levantó al baño, "necesito hacer pipí" me dijo y se fue contoneando el trasero sabiendo que la observaba.

Después de unos minutos regreso a la cama, se puso de rodillas y masturbándose despacio me dijo con lujuria en los ojos "quiero más, puedes?" Yo todavía no me había corrido, claro que podía, se acostó sobre la cama, abrio las piernas y con su mano en el clítoris me pidió que lo lamiera, de nuevo mi lengua recorrió su clítoris, sus labios y la entrada de su vagina, ella acariciaba mi cabello y me decía "así, así, sigue, me estás volviendo loca".

Minutos después me dijo "recuerdas mi fantasía?, Me la vas a cumplir", "estás segura?" Le pregunte y solo me sonrió y asintió con la cabeza.

Empecé a penetrarla de nuevo, su vagina era increíblemente cálida y apretada, minutos después salí de ella y la penetre por el ano, despacio, lento, con calma, solo para cambiar de nuevo a su vagina, su fantasía siempre había sido esa, que se la cogieran pasando de la vagina al ano y de regreso y pues quién soy yo para negarle semejante gusto.

Al principio gemía con fuerza, jugaba con sus pechos y se mordía los labios, pero después de un rato se quedó callada, con los ojos cerrados y mordiendo sus labios, antes de que pudiera preguntar comenzó a correrse con fuerza y a respirar con dificultad, de su vagina salió disparado un chorro, estaba teniendo un squirt, el segundo del día después me enteré y al entender lo que sucedía empecé a penetrarla con más fuerza, hasta que simplemente se dejó caer en la cama totalmente agotada, tomamos un tiempo para que se recuperará, pensé que iba a tardar más pero a los pocos minutos se levantó de nuevo, quitándome el condón llevo de nuevo mi pene a su boca, "termina en mi boca" fue lo único que alcance a escuchar.

No voy a mentir, la maestría con la que lo hizo y la excitación del momento me hicieron terminar pocos minutos después.

Casi se me va el alma, las piernas me temblaron y eso acabo conmigo.

Nos quedamos acostados en la cama un rato, platicando de todo y nada a la vez, después de un buen rato nos levantamos a bañarnos e irnos del motel, pasamos un buen rato ahí y la verdad es que valió un chingo la pena.

Ya tenemos planeado vernos de nuevo esta semana, después les contare como me fue.

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