Antes que nada me presento, soy Antonella de la ciudad de Salta en Argentina, soy morocha de bueno cuerpo o eso creo. Lo que cuento me paso a mis 19 años cuando sin saber que hacer de mi vida y ante el continuo reclamo de mis padres quienes siempre me decían que debía dejar de andar de fiesta en fiesta y de una vez por todas enderezar mi vida es así que decidí presentarme de voluntaria en el ejército todo fue bien por suerte pude ingresar sin mayores problemas.
Una de las tantas noches de guardia en la oscuridad recibí la orden de mi superior inmediato, un hombre de una altura de casi 2 metros y de un físico impresionante casi tirando a gordo me ordenó que vaya a hacer guardia a la zona de depósito de armas lo hice y fui a cumplir con la orden.
Eran como las 3 de la mañana cuando siento un ruido y me asusté porque ese es un lugar alejado de todo y solo quien hace guardia anda por ahí. Asustada fui a ver que sucedía y de repente veo a mi superior el sargento y me dice:
-Que pasó soldado?
-Nada señor no sabía que era Ud. (me pareció raro que a esa hora se apareciera por ahí)
Sargento: soldado no puedo dormir así que vine a ver como estaba Ud.
Soldado: bien señor sin novedad
Sargento: no me digas señor ahora la autorizo a que me digas Ricardo
Soldado: está bien señor, perdón Ricardo.
En ese momento se abalanzó y agarrándome fuerte de los brazos me dice “a partir de ahora vas a ser mi putita” yo intente zafarme, pero me fue imposible, era un hombre grande y me superaba ampliamente en fuerzas.
Me manoseaba por todos lados y de repente me obligo a arrodillarme, me sujetó de la cabeza y sacó su pene que al verlo me asustó era un pene como de 20 cm y muy grueso, me obliga a chupar mientras me dice “chupa putita”. Me tuvo un rato chupando y me dijo “bueno putita llegó la hora desnúdate”.
Yo llorando le decía:
Soldado: por favor señor déjeme ir, prometo no decir nada a nadie, pero no me haga nada.
Sargento: mira putita quieras o no hoy te voy a coger así que obedece y sacate el uniforme que no quiero que se ensucie.
Llorando me desnudé, entonces me hizo acostar en una colchoneta me abrió las piernas y empezó a pasarme la lengua por todo mi cuerpo, por mis pechos y fue bajando hasta llegar a mi vagina me empezó a chupar y yo aunque no quería empecé a excitarme, pero intentaba no demostrar mis sentimientos.
Sargento: mmm putita que rica estas y ya estás mojadita.
Se separó de mí y empezó a apuntar su enorme pene en mi vagina en ese momento sentí terror, empezó a introducir su pene y yo lloraba de dolor no era virgen, pero nunca había sido penetrada por un pene tan grande.
Me lo metió completo haciendo que mi vagina se estirara empezó el mete y saca a un ritmo infernal lo sentía llegar a mi estómago sentía mi vagina abrirse.
Después de un rato me dio vuelta y me dijo “ponete en cuatro putita quiero ver ese culito”, yo me negué, pero él me pegó un puñetazo en las costillas que me dejó sin aire. Él aprovechó y me acomodó, yo llorando le pedía que por favor parara, a él mi llanto parecía excitarlo más, me escupió el culo y de un golpe me metió todo su pene rompiéndome el culo, lancé un grito desgarrador a lo que él me tapó la boca con su manaza, empezó a entrar y salir de mi dolorido culo, no podía aguantar el dolor, estuvo dándome un rato hasta que dijo:
Sargento: toma mi leche putita -empujando con todo su pene dentro de mi culo descargando una gran cantidad de leche. Se salió de mi y me dijo- anda a lavarte y volves a la guardia, apúrate putita.
Yo llorando agarré mi uniforme y apenas podía caminar por el dolor, me higienice y volví a la guardia todavía me quedaban 2 horas. Al salir del cuartel a las 8 de la mañana lo único que quería era llegar a mi casa y dormir, pero el estaba afuera esperándome.
Sargento: Antonella a partir de ahora vas a ser mi asistente ya no vas a hacer guardia, pero vas a ser mi putita personal, me gustó mucho usar tu culito y quiero volver a hacerlo.
Yo lo miré con tristeza y no contesté, me fui a mi casa y debía pensar que hacer, por mi mente pasaba abandonar todo aunque eso implique pelear con mis padres.
Espero les haya gustado mi primer relato perdón si no fue lo que esperaban trataré de mejorar. Acepto todas las críticas muy pronto les contaré lo que decidí hacer con respecto a lo que me propuso el sargento Ricardo.
Se reciben sugerencias besos a todos.