He vuelto después de unos meses… Y he vuelto deseosa de hacerlos palpitar, jadear e imaginar mi historia con Vincent la cual apenas empieza. Si no has leído la parte 1 y 2 te recomiendo hacerlo antes de leer el siguiente relato.
Siento el sonido de la película de fondo un poco lejano, las velas están casi consumidas por completo y el olor a sexo en la sala de mi casa es impresionante. Estamos sudados, jadeando y llenos de nuestros fluidos después del mejor sexo qué he tenido en mi vida, estoy temblando y con mi conchita aún resentida después de que Vincent me la partiera de esa manera, por Dios entre más me acuerdo más excitada me pongo.
– Beca, nunca me había venido tan fuerte – Me dice Vincent mientras mira al techo algo incrédulo
Volteo a mirarlo y muerdo mis labios
– Siento que quiero más, me siento muy satisfecha pero es como si necesitara más de ti
Vincent sonríe y voltea a verme
– Eso tiene solución…
Se acerca a mi y empieza a besarme el cuello mientras baja por mis pechos, los coge con sus enormes manos y empieza a chupar mis pezones
– Ahhh, están muy sensibles – Le digo mientras lo miro con el ceño fruncido y mordiendo mi labio
– Están deliciosos, pero tengo sed de tu conchita
Escuchar esto hizo que me mojara inmediatamente, soñé tantos años con que Vincent me tocara, me hablara sucio y me hiciera suya todos los días
Empieza a bajar por mi abdomen y se detiene a mirar mi conchita hinchada y mojada después de la deliciosa faena que tuvimos, se acerca a ella y pasa su lengua por el centro
– Vincent, chúpame por favor… Te necesito – Le digo mientras observo esa escena y muerdo mis labios de la excitación
Vincent se vuelve loco con mis palabras y empieza a chupar deliciosamente mi conchita, la abre con los dedos y pasa su lengua desde la entrada de mi vagina hasta mi clítoris. Siento que me la come como si fuera un plato delicioso, empieza a succionar mi clítoris y a meter dos dedos en mi cosita
Los dedos de Vincent son unas 5 veces los míos, sus manos de jardinero son grandes y con venas brotadas… Esos dedos me hacen maravillas
– Vincent mi amor, siento que voy a explotar – Le digo gimiendo y casi llorando. ¿Les ha pasado que cuando están cogiendo y se está sintiendo demasiado bien sienten ganas de llorar? Es como si las emociones no tuvieran por donde más salir y el placer fuera tanto que solo puedes llorar. Así me siento en este momento, les juro que nunca me había mojado tanto como en este momento
– Quiero sentir como te corres en mi lengua, como esa conchita palpita en mi boca…
– Sigue, sigue, sigue, si así, justo ahí…
Siento que ya viene, mis piernas empiezan a temblar y siento un calor desde la planta de los pies hasta mis mejillas… Y ahí está, otro delicioso orgasmo apoderándose de mí, empezó a gritar porque no puedo controlarlo, convulsiono delicioso mientras Vincent sigue pegado a mi conchita…
El orgasmo va cesando pero siento que duró muchísimo, empiezo a temblar por lo sensible qué quedo mientras acaricio la cabeza de Vincent la cual sigue atrapada entre mis piernas
– Beca, me estoy volviendo adicto a verte venir… Me dice Vincent mientras sube por mi abdomen dejando besos a su paso
Lo miro y agarro su rostro con ambas manos, lo beso con mucha intensidad saboreando mis propios jugos, me excita ver su boca y barbilla mojadas por mis juguitos.
– No quiero que te vayas, duerme conmigo
– Beca, no creo que sea prudente con tus padres afuera
– Con mayor razón quiero que duermas conmigo, por favor necesito tenerte cerca… Además estaremos solos hasta mañana en la tarde. Por fis, ¿si? – Le digo mirándolo como perrito
– Antes me causaba ternura tu rostro así pero ahora me calienta, me recuerda cuando te la estaba metiendo…
– Dios Vincent, no me hagas calentar otra vez
Él sonríe y me da un beso.
– Esta bien, me quedaré a dormir esta noche
No puedo más de la felicidad, no veo la hora de restregarle mis nalgas en ese paquetote qué tiene mi Vincent… "Mi Vincent" Se escucha delicioso, ese hombre será mío a partir de ahora y lo dejaré seco de tantas cogidas que tendremos…
Continuará.
muy bueno, muy bien escrito, pero demasiado corto como todo lo que procura placer