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Viendo una película con mamá
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Pilar, mi madre estaba hablando por teléfono esa tarde con Sonia, su mejor amiga, ella le dice que había venido para desconectar del trabajo al menos durante el fin de semana, aunque Sonia le dijo que pensaba quedar con ella para ir de compras, mi madre declinó la oferta diciéndole que este fin de semana no iba a poder ser. Entonces Sonia le dice que todo el grupo de amigas venían a la ciudad, algo que a Pili, mi madre le dejó descolocada ya que llevaban mucho tiempo sin venir por la ciudad, aun así mi madre le dice que no la iba a convencer, mientras que Sonia le dice que ya que venían una vez a la ciudad que debíamos aprovechar el momento. Es en ese momento cuando empiezan una discusión que termina con mi madre colgándole la llamada a Sonia, su mejor amiga.

Casualmente después de colgar, entré por la puerta de casa, al ver a mi madre sentada en la butaca fui hacia ella y me senté sobre el reposabrazos y le pregunté ¿cuál es el problema? Entonces mamá me explicó lo ocurrido “casualmente el fin de semana que venimos tu y yo a la casa del lago para desconectar vienen todas mis amigas”, yo preocupado por ella le dije “¿quieres que volvamos a la ciudad?”, ella dijo que no, que estaba muy bien aquí y que ya tendría tiempo otro fin de semana de quedar con ellas.

Entonces ella me dijo que si tenía algo que hacer por la noche, yo le dije que nada, porque no tenía nada pensado, al llegar aquí salvo desconectar al igual que ella, así que me dijo que había pensado en hacer algo para por la noche, pero que era una sorpresa y que no me diría nada, así que tampoco insistí. Mientras hablábamos de que hacer por la noche, con la idea de sonsacarle algo a mamá, Sonia me volvió a llamar, pero pasé de cogerle el teléfono y le expliqué más detenidamente a Raúl, lo sucedido.

Por la noche, mamá salió de su habitación con un vestido negro de tirantes con escote precioso, le quedaba muy bien y estaba preciosa, entonces me dijo "bienvenido a la sorpresa que te tengo preparada", entramos en el salón, había una tele y un reproductor de dvd, cerré la puerta mientras mamá ponía sus manos sobre mis dos hombros pidiéndome que me sentara en el sofá enseguida le pregunté “¿qué sorpresa es de la que me has hablado?”.

La verdad es que estaba nervioso, no sabía de qué iba nada de esto y estaba algo inquieto. Me pidió que le pasara unos dvd que había al lado derecho del sofá sobre una mesita, así que se los di, ella eligió una de esas películas, la cual se quedó bastante impactada al ver la carátula de dicha película, yo no estaba pendiente de ello porque estaba configurando el dvd para ver la película en cuestión, de repente a mamá se le cae una de esas películas, mientras intentaba esconderla debajo del sofá, la cogí, mamá estaba avergonzada no sabía ni que hacer así que le dije “¿por qué no vemos esta?”, ella me dijo “pero ¿cómo vamos a ver esta?” yo le dije que era una película como otra cualquiera y que no pasaba nada porque estuviera con el montón de películas que era totalmente natural que pudiera tener alguna película sobre sexo, entonces ella me dice que está bien que de echo estaba interesada en las partes de la historia que tenía era bastante interesante.

Finalmente ella aceptó, la puse en el reproductor mientras ambos nos poníamos cómodos para ver la película en cuestión, a medida que avanzaba la película, se ponía la cosa más y más caliente, la temperatura estaba ya bastante elevada, y la polla se me empezó a poner dura así que disimuladamente cogí un cojín y me lo puse sobre las piernas mientras comentaba la película pero inmediatamente mamá me lo quitó diciéndome "oh, venga ya no pasa nada cariño (riéndose) no hace falta que te tapes con el cojín por que tengas una erección y quieras que la vea. Es algo totalmente normal y natural".

Más tarde tenemos una discusión debido a que una de las protagonistas era una mujer cuarentona bastante atractiva, y solté un comentario diciendo "es normal que aguante más al tener más edad más experiencia se adquiere" entonces mamá me dijo que no necesariamente, normalmente si pero que había muchas mujeres de su misma edad que hay tipos de sexo que no le gustan o tipos de posturas que no les gustan. Entonces le pregunté “¿lo estás diciendo por ti?”

En ese momento mamá empezó a ponerse nerviosa, algo agitada, no sabía muy bien cómo responderme a la pregunta que le acababa de hacer y le dije que estaba seguro de que ella sabía hacer la mayoría de esas posturas, entonces surgió un silencio bastante inquietante e incómodo en la habitación, mientras mamá empezaba a jadear, por la agitación podía sentir que la temperatura seguía subiendo. A los pocos instantes, mamá metió su mano derecha por dentro de la manta y aunque ella pensaba que no lo había visto estaba confundida, le había visto perfectamente aunque no dije nada, me empecé a poner cachondo, tenía el pene bastante duro, no podía dejar de pensar en el momento en el que mamá había metido la mano por dentro de la manta, empecé a notar como mamá no paraba de mirarme de reojo, al igual que yo a ella, era un momento incómodo, entonces supe que mamá se estaba tocando delante de mí, no me lo podía creer, tenía la mejor suerte del mundo, veía como mamá se cogía toda la manta para ella para taparse y que no viera que se estaba masturbando, pero era imposible no escuchar sus jadeos de placer.

Los dos nos miramos de reojo y volvimos a mirar hacia la pantalla de la tele, me empecé a tocar el torso, hacía calor, así que decidí acercar mi mano lentamente y empecé a tocarle el brazo tímidamente, ella sorprendida me miró de reojo y desde fuera teniendo en medio la manta acerqué mi mano para tocarle el chocho con la mayor discreción posible aunque ella estaba claro que sabía lo que estaba haciendo.

Empecé a frotarle el chocho lentamente, ella empezó a jadear de inmediato mientras me miraba, al final y tras unos instantes a escasos centímetros el uno del otro terminamos besándonos, empecé a tocarle las tetas mientras ella producía un jadeo de placer con su boca, me pidió que parase.

Le dije que no pasaba nada, le quité la manta mientras continuamos besándonos, le metí un dedo en el chocho y mientras le besaba el cuello ella me apartó nuevamente susurrándome "cariño, me encanta, me tienes cachonda" ella empezó a besarme nuevamente hasta que me interrumpió.

Le quité las bragas, me lancé a sus tetas, sin apenas bajarle los tirantes del vestido, cosa que hizo ella enseguida, me pegó la cara a sus tetas, no quería despertarme de este sueño hecho realidad, que ricas estaban sus tetas entonces me di cuenta de que cuanto más le salivaba los pezones con la lengua más cachonda se ponía mi madre, a continuación, le moví la cabeza para darle un beso mientras ella se acomodaba en el sofá.

Entonces, se levantó del sofá para quitarse el vestido, menudo cuerpazo tenía mi madre, mientras se lo quitaba, aproveché para tocarle las tetas, a continuación se puso a cuatro patas para hacerme una de las mejores mamadas, le metí los dedos en el chocho aprovechando la mamada que me estaba haciendo, podía ver lo mucho que le estaba gustando, entonces me tumbé en el sofá y mamá se puso encima, se salivó el chocho previamente antes de penetrarla por el chocho, empezamos a follar, mientras mamá me daba un beso, ella no tardó en empezar a gemir placenteramente, la rodeé con el brazo mientras nos besábamos apasionadamente.

Al terminar, ella me empezó a hacer una mamada, se llevó la polla a la boca diciendo "todo esto para mi" mientras le sonreía. Más tarde ella me dijo “¿quieres repetir?”, me quité la camiseta en el acto y empecé a penetrarla por el chocho, ella no paraba de pedirme que siguiera así que lo estaba haciendo muy bien y que no parase, cada vez gemía más le salivé el chocho provocando que le diera aún más placer haciendo que pusiera inconscientemente los ojos en blanco durante unos segundos hasta que al final me corrí dentro del chocho de mamá, al sentirlo, me puse totalmente colorado y le dije "lo siento" ella se echó a reír diciéndome que no pasaba nada y poco después volví a meterle la polla por el chocho penetrándola nuevamente mientras le agarraba las tetas ella cada vez gemía más fuerte, no quería que parase hasta que poco después paramos, no podía más.

Se puso a cuatro patas en el sofá y la penetré por el chocho bastante fuerte, ella no podía creer lo duro que le estaba follando, al sacarla, ella me hizo una pequeña mamada metiéndose la polla entera en la boca y volví a penetrarla una última vez por el chocho observando su bonita cara de satisfacción previamente a que empezara a gemir de placer hasta que finalmente terminé corriéndome en su pierna y su barriga metiéndole la polla en la boca para terminar.

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