Es la primera vez que me atrevo a escribir, espero les guste y me den su opinión.
Soy colombiano mi nombre es Ángel, complexión normal, y tengo 26 aunque en este relato tenía 18. Comienzo.
Resulta que mi madre administraba varios hoteles en la ciudad que vive, una ciudad turística muy cerca a Panamá por lo que ahí constante personal extranjero. Yo le ayudaba en algunos turnos principalmente de noche para hacerme de dinero. Una de las noche en las que trabajaba, llegó una huésped frecuente una mujer mayor tendría 40 años, tez morena, alta, comerciante de Medellín, venía por negocios rumbo a Panamá para comprar mercancía en la zona libre.
Siempre se quedaba en la misma habitación ya todos sabíamos. Resulta que la noche en cuestión yo llegué de jugar básquet con unos amigos así que llegué sudado, y quise darme una ducha antes de comenzar turno, no tomé la llave del personal de la habitación, al ingresar me desnude y me dispuse a darme un duchazo de agua tibia justo por eso escogí esa habitación por el agua caliente.
Estaba yo bajo el agua cuando entró Carmen y al sentir la ducha funcionando se asomó al baño a ver porque una habitación "libre" había gente en ella, al entrar nos vimos frente a frente yo desnudo como pude me tape mientras tomaba la toalla y muy apenado salía de la habitación.
Ya más tarde de lo ocurrido yo en recepción, suena el teléfono la habitación de Carmen.
C: hola me puedes vender un cuarto de Wiskey.
A: claro si gusta termino un ingreso y se lo llevo.
C: ok acá te espero
Me dispuse a llevar lo pedido.
A: noches, traigo lo que pidió
C: pasa déjalo en el nochero estoy en el baño.
Deje el wiskey y salí, como a la media hora nuevamente carme al teléfono.
C: me traes media de wiskey y algo para picar.
A: enseguida.
Al llegar a habitación me invitó a pasar, tenía una bata de satín color ocre. Y se veía que había tomado muy pronto el anterior cuarto de wiskey
C: gracias, te quieres tomar uno conmigo?
A: no como cree, debo estar pendiente de recepción
C: a esta hora no viene nadie, y si algo te das cuenta por el timbre.
A: no que pena
C: vamos ya te vi las vergüenzas así que no ahí pena.
Debido a la insistencia y a que sacara el tema de la ducha acepte, fuimos al balcón y serví dos vasos, ya con varios tragos me atreví a decirle.
A: en verdad estoy tan mal que doy vergüenza?
C: jejeje no como crees, solo era chiste, aunque lo poco que vi no estaba en su esplendor así que en realidad no se toca volver a ver qué tal
A: ya en confianza y con el efecto del licor, pues cuando quiera.
C: ojo con lo que dices niño
A: se bien lo que digo, así que no tengo que tener cuidado
La verdad es que desde hacía rato esa bata medio abierta le dejaba ver un par de pechos muy tentadores y las piernas ufs.
C: no sabía que el servicio incluía eso pero me gusta la idea.
A: y yo no sabía que la clienta más fiel fuera alguien tan descomplicada sino hace tiempo me hubiera exhibido y adrede (mientras le pasaba mi mano por la espalda hasta sus nalgas)
C: así, entonces será mejor que entremos, no quiero dar show en el balcón
Ya a dentro la bese y empezar a destapar la bata y debo decir que sabía que tenía buen cuerpo pero que mujer.
Carmen me tiro a la cama mientras se denudaba luego se subió a mi y me devoraba a besos. Yo recorría su cuerpo. Y agarraba sus nalgas
C: quítate eso quiero ver que es lo que tienes.
A: es todo tuyo pero tendrás que quitarlo tú, para que puedas calificarlo
Ya sin nada de ropa, debo acertar que Carmen me dio el mejor oral de mi vida hasta ese entonces. Como lo chupaba y devoraba dándome pequeños mordiscos al glande.
A: si sigues así no creo aguantar mucho…
C: no me importa pero quiero probar tu néctar
Luego de unos 10 minutos más de oral y tratando de resistir todo lo posible tuve suculenta corrida que Carmen no tuvo reparo en recibir y no desperdiciar ni una gota.
C: mmmm niño no Estas mal creí que duraría menos, pero espero no pienses dejaré así.
A: ni de chiste, ante todo agradecido así que lo mínimo es devolverte el placer
Fui bajando por su cuello llegue a su pecho y devoré esos senos que se veía jugosos con el pezón como roca podía morderlo y chuparlo a placer, mientras con mi mano jugaba con su vagina sobre la tela de la tanga que usaba.
Lentamente seguí bajando hasta llegar a su vulva que ya estaba mojada y lista para recibir mi lengua, lamí y chupé su clítoris como si no hubiera mañana y trataba de meter mi lengua lo más profundo posible con tal de hacerla venir y dio resultado.
C: ahí niño que rico sigue así, no pares que rico me vas a hacer venir, me vengo me vengo uff que rico.
A: vamos dámelo todo, no te contengas (decía mientras seguía chupando y devorando esa vagina)
Mientras todo eso ocurría yo recuperaba fuerza y sin perder tiempo aprovechando la sensibilidad y excitación de ese orgasmo acerque mi pene a su entrada y la penetré completamente sin darle tiempo de nada, pues no me gusta usar preservativos.
De misionero la penetraba lento, rápido, duro, mientras la besaba y jugaba con sus pezones, Carmen me rasguñaba la espalda o tomaba de las nalgas para que entrará lo más profundo posible.
Continuamos haciéndolo por unos 45 minutos más hasta que logré sacarle un par de orgasmos más y le advertí que estaba por venirme, en vista de que no tenía preservativos pues Carmen me pidió parar y se dedicó a chupármela para que me viniera en su boca.
Ya cansados pero satisfechos, nos tiramos a la cama ambos.
C: veo gratamente que si sabes corresponder, pero espero que esto no sea todo y me empezó a besar mientras con su mano me estimulaba el pene.
El cual supo responder y recuperar vigor listo para otro raund, el cual espero compartir en otra ocasión sobre cómo terminó la noche con Carmen.
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Espero les haya gustado mi relato y espero sus comentarios y opiniones.