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Vacaciones en Brasil (parte 1)
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Tiempo de lectura: 6 minutos

Les cuento unas de nuestras vacaciones en Brasil. Pasó hace unos años atrás.

Viajamos en auto solos, paramos en distintos lugares hasta que llegamos a Canasvieiras. Recorrimos varias playas, todas hermosas. Hasta que unos chicos argentinos de la posada donde parábamos, hablando entre ellos contaban que habían estado en una playa nudista. Ahí José paro la oreja, luego nos acercamos a ellos para recopilar todos los datos para llegar. Nos dijeron que es una playa muy tranquila, con poca gente, guardavidas y un bar.

La playa no quedaba lejos de donde parábamos 10 minutos en auto, luego se llega caminando. Siempre quisimos ir a conocer, pero por una cosa u otra nunca habíamos ido.

Lo charlamos y al día siguiente después de almorzar en la playa de nuestra posada partimos con el auto, lo dejamos y empezamos a caminar tal cual nos dijeron los chicos. El día no era muy caluroso, nublado con nubes grandes, como de tormenta. En la mochila llevamos el mate y unas galletas.

Ni bien llegamos, después de caminar unos 20 minutos, vemos muy poca gente, algunos con malla, los menos, la mayoría desnudos y a los pocos metros, los chicos de la posada en la orilla del mar, ahí me dio como un poquito de cosquilleo al verlos desnudos y saber que nos podemos volver a ver en la posada. Así que le dije a José, vamos a la otra punta de la playa para que no nos vean. Seguimos caminando y nos ubicamos a unos metros del agua, casi al final. La mayoría eran parejas gay y lesbianas, algunos chicos solos, y algunas parejas como nosotros.

Así que le digo a José: -¿nos desnudamos? Ante una sonrisa me dijo: -Claro, a eso vinimos, te quiero ver desnuda delante de todos… jajaja.

Él se sacó la malla primero, ya la tenía casi dura. Por eso se sentó enseguida, para disimular. Yo me saqué el corpiño, demoré en sacarme la tanga. Había unos chicos que se nos acercaron y no me gustaba. Al ratito llega otra pareja y se desnudan por completo, se acomodan cerca nuestro. La verdad que ya estaba caliente y me quería sacar la tanga. Ellos fueron los que me dieron coraje. Cuando me la saqué me di cuenta que estaba toda mojada, José también lo noto, y me dijo estás más caliente que yo. Nos reímos.

Así que me dijo vamos al agua a ver si se me baja un poquito la pija y salió corriendo y yo detrás. Nos bañamos, el agua estaba hermosa, volvimos a nuestro lugar y empezamos el mate.

Mientras tomábamos mate, se nos acerca la pareja que estaban cerquita nuestro, y nos pide si le convidamos uno. La situación que se nos acerque una pareja desnuda y nos hable a mí me calentó mal, estaba empapada. José se le noto al instante su erección, eso provocó risas, que Cristiano (era su nombre) diga: no pasa nada si lo los incomodamos nos vamos. Por supuesto que le dijimos que no molestaban. Ellos tenían más o menos nuestra edad, eran de un pueblo a unos 150 km de ahí, vienen todos los años de vacaciones y son nudistas hace mucho.

El mate no les gustó mucho, así que Cristiano fue a buscar unas cervezas frías al bar y quedo Marcia sola con nosotros, ella era una mujer más alta que nosotros, con unos pechos grandes, flaca, pero con una cola y piernas bien marcadas.

Llega Cristiano caminando con 4 cervezas, él también era más grande que José, más alto, con unos kilos de más, un poco de panza, pero portaba un pene gordo que se sacudía de una pierna a la otra.

Dejamos el mate y empezamos a tomar cervezas, fueron varias vueltas, a las que se mezclaron algunas caipiriñas. José no podía disimular su calentura, tuvo la pija parada durante toda la tarde, era tema charla, risas. Iba al agua para bajarla, al bar y al ratito otra vez dura… jajaja.

Ellos con mucha más experiencia que nosotros lo cargaban, aunque a Cristiano en algunas ocasiones también se le levantaba y todo era risas. La tarde empezó a caer, yo con varias cervezas encima y caipiriñas ya estaba un poquito tocada, me reía de todo y sobre todo estaba recaliente. Creo que todos se dieron cuenta de eso.

Empezamos a juntar las cosas, a vestirnos y emprendimos el regreso hacia el auto caminando, charlando nos dijeron que tenían que esperar un bus a que los lleve a Canasvieiras. Así que le ofrecimos llevarlos, o casualidad su posada estaba a 7 cuadras de la nuestra. Los dejamos, pero antes ellos nos invitan a cenar juntos, aceptamos de inmediato. Llegamos a nuestra posada y ni entramos a nuestra habitación cogimos tan fuerte que creo que toda la posada nos escuchó. Estábamos tan calientes y yo un poquito borracha que no nos importó nada los gritos que di.

Nos bañamos y descansamos un rato. Al salir de la habitación y al pasar por el patio estaban los chicos argentinos y uno nos pregunta si nos gustó la playa, nos habían visto y que estaban enojados por no haberlos invitado con mate… nos reímos todos. Seguimos la charla, mientras yo pensaba, estos me vieron en bola, que pensarán ahora, me habrán escuchado mis gritos del rico polvo que nos echamos recién. Nos despedimos y salimos hacia el restaurante donde nos juntábamos a cenar con Cristiano y Marcia.

Cuando llegamos, ellos ya estaban sentados en una mesa con los lugares reservados para nosotros. Cuando se acerca el mozo Cristiano pide 4 caipiriñas. Nos reímos agregando unas pizzas para comer. Yo estaba recuperada, pero apenas terminé la primera caipiriña, me di cuenta que ya me reía de cualquier cosa, que me estaba calentando otra vez.

Seguimos tomando, yo tomé una más y la tercera no me la pude terminar. Ellos tres no sé cuántas tomaron, pero todos ya estábamos muy alegres. Cuando nos levantamos de la mesa, fue como si se me hubiera movido el piso, todo se movía. Marcia me pregunta si estaba bien, le digo que sí, aunque me tenían entre ella y José para caminar derecha. Nos invitan a tomar un café a su posada que quedaba muy cerquita. Cuando llegamos, nos dicen si me quería acostar, porque no me veían bien. Me llevaron a su habitación, me acosté, creo que me dormí al segundo.

Cuando llega el café, Marcia y Cristiano estaban desnudos y José sacándose los pantalones, eso me despertó de golpe, encontrarme en la cama con ellos desnudos, tan cerca. Mientras tomo el café, todo seguía moviéndose en mi cabeza, menos la pija de Cristiano que era un cristal de dura. Marcia me pregunta si me quiero sacar algo, y sin que llegue a responderle me quitó el vestido y mi corpiño.

Cristiano con su vergota bien dura se acuesta al lado mío, no podía sacarle los ojos de encima, se acerca ella por la punta de la cama se sube y empieza a cabalgar despacio sobre él, yo no podía creer lo que veía, estaban cogiendo a mi lado, ella me empieza acariciar mis tetas. Yo estaba descolocada, no se me había pasado la borrachera, José me levanta la cola y me saca la tanga, mientras ella le ayuda y pasa su mano entre mis piernas, eso me voló la cabeza, nota que estoy mojada, sonríe y chupa los dedos con mi flujo, José se tira entre mis piernas con su boca y me empieza a chupar bien la concha. Ella me sigue tocando, tetas y todo lo que llega con su mano.

Se tira encima de mí con su cuerpo me da un beso muy suave y me dice: la vamos a pasar genial. Se suman las manos de Cristiano sobre mí, mientras ella sigue cabalgando suave, cierro los ojos y siento que se acerca un muy rico orgasmo, que no lo puedo contener, empiezo a gemir fuerte a respirar profundo, sentir las manos de ellos, la lengua y los dedos de José en mi concha hacen que explote en un orgasmo formidable, donde gemidos mezclados con gritos salieron de mí que sin dudas se deben haber escuchado desde muy lejos.

Quedo rendida boca arriba, sintiendo las manos de ellos tres que todavía recorrían mi cuerpo. José se arrodilla, se pone detrás de Marcia y empieza acariciar su espalda, tetas, caderas que seguían moviéndose sobre Cristiano, él tenía una vista privilegiada de ellos, comienza a darle unos chirlos en sus nalgas carnudas, hasta que se anima con sus dedos a presionar su ano. Ella de detiene y lo mira, quedo rígido, se asustó pensó que no le gusto. Al contrario, ella le dice: con un poquito de saliva, a lo que él enseguida puso en sus dedos y la penetro por el culo con dos dedos.

Ella cambio el ritmo empezó a moverse más rápido, yo me puse al lado de José para tener mejor vista, y colocarle un preservativo y la empecé a tocar, primero las tetas y después su concha, tocando también la hermosa verga de Cristiano que entraba y salía.

Ella dice: dame tu pija. José saca los dedos e inmediatamente le pone la pija. Ahí si se notaba que estaba a punto de estallar, empieza a moverse fuerte, a gemir, me acerco le chupo la oreja y le digo acaba bien rico. Ella en un segundo exploto en un orgasmo, junto con José que le daba embestidas bien violentas por el culo.

Cae sobre Cristiano y José se tira sobre la cama a lado de ellos. Ella se incorpora y veo que Cristiano todavía sigue con su vergota bien dura. No había acabado. Ahí ella se tira sobre su pija con el culo apuntando a José y la empieza a chupar sacando todo el flujo que ella misma le dejo. Yo me arrimo desde los pies y se la agarro con una mano y con la otra le acaricio los huevos y el culo, me doy cuenta que le gusto que lo tocara, así que puse saliva en mis dedos y lo penetre hasta que comencé a frotar su próstata y me acerque con mi boca a esa vergota a la que chupábamos juntas, mientras nos besábamos.

Notamos que él ya se venía, yo le frotaba cada vez más la próstata, no aguanto más y el primer lechazo fue sobre la cara y el pelo de Marcia, la segunda ella no dejo escapar una gota, fue toda a su boca, con la que siguió succionando. Caímos rendidos, yo sobre José mientras le seguía acariciando la pija, ya no tan dura.

Nos pegamos un baño rápido, nos acomodamos los 4 rendidos en la cama. No estábamos cómodos, Marcia y yo al medio, nos dormimos hasta que notamos claridad. Durante toda la noche sentí las manos de Cristiano que me acariciaba, sobre todo el culo.

Cuando nos levantamos ellos nos dicen que es su último día de vacaciones, que tienen el bus al mediodía. Quedamos en volvernos a ver. Nos vestimos y con José nos fuimos a nuestra posada, donde después de comer fuimos otra vez a la playa nudista. Al llegar caminamos hasta el mismo lugar donde estuvimos, nos cruzamos con los Argentinos que querían tomar mate con nosotros. A lado nuestro había una pareja gay, muy simpáticos y una pareja joven, donde solo ella estaba en toples. No pasó nada y después de andar desnudos toda la tarde volvimos a nuestra posada.

Continuará… la historia con Marcia y Cristiano.

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1 COMENTARIO

  1. Hola saluditos desde costa rica, q. Rico relato, me Encanto , espero la. Segunda parte.. Espero algún día tener una pareja asi

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