Me llamo Roberto y a continuación les contaré ciertos hechos que sucedieron en las vacaciones pasadas. Como cada verano a mi novia Lucía y a mí nos gusta reservar en un hotelito cerca de la playa para despejar de tanto trabajo. Habíamos alquilado una habitación para todo el fin de semana.
Llegamos el viernes en la tarde, como es habitual el personal del hotel nos dio la bienvenida junto con el resto de huéspedes que no eran más de 50, casi todos de avanzada edad con sus respectivas familias pues este era un hotelito pequeño que no tenía espacio para muchos más, solo contaba con un restaurant, una piscina que tenía un bar junto a esta y por supuesto unas hermosas vistas que daban a la playa. Terminada la reunión inicial no fuimos a desempacar a la habitación. La habitación no era muy grande pero si acogedora y con unas estupendas condiciones, estaba en la planta baja y daba justo al frente de la playa por lo tanto teníamos gran libertad para ir a bañarnos a esta.
Nos cambiamos de ropa, yo me puse un bañador azul cielo, bastante tropical y mi novia se puso un bikini blanco, bueno un mini bikini ya que era una tanga con un pequeño sujetador que apenas alcanzaba a cubrir sus grandes y redondos senos. Mi novia es rubia, 1.70, 22 años y con un cuerpo que hace que se te tuerza el cuello cuando pasa a tu lado, además tiene algo en la cara que hace que pienses que es toda una guarra, cosa que además es verdad. Como les decía, dejamos todo organizado en la habitación, agarramos dos toallas junto con una bolsa térmica que llevábamos para guardar las cervezas y echamos una docena para los dos.
Salimos del cuarto, pusimos las toallas a la orilla, cogimos cada uno una cerveza y corrimos a disfrutar del agua. La playa estaba vacía pues todos estaban en función de ir a cenar, con excepción de nosotros claro está. Eran las 7 de la tarde y aquello parecía el paraíso, tenía un alucinante atardecer, cervezas al gusto y a mi novia colgada del cuello dándome apasionantes besos. Con tantos besos y caricias nos íbamos poniendo cada vez más cachondos cuestión a la cual las cervezas ayudaron bastante. Lucia estaba como loca, de hecho se podría decir que ya estaba un poco borracha y me daba unos morreos increíbles mientras me sobaba la polla por debajo del agua. Yo estaba muy excitado y le propuse salir y darnos un revolcón sobre las toallas a la luz de la luna puesto que con todo esto ya era de noche y además a esas horas ya nadie iba a pasar por allí, ella se quedó pensándolo unos segundos pero con la excitación que traía encima y la cantidad de cervezas no lo dudo más y quitándose el sujetador me miro a los ojos me agarro por la polla y me dijo: -vamos ya.
Cuando íbamos saliendo del agua nos percatamos de que se había asomado un chaval en las escaleras del hotel, eso me cayó como una patada en los huevos le dije:
Yo: Ya se nos fastidió todo.
L: Tranquilo seguro se marcha rápido, vamos a acostarnos a ver qué pasa.
Nos acostamos sobre las toallas y seguimos con el juego de caricias y besos esperando a que se fuera el chico. Mi novia estaba que se salía de lo caliente y yo igual, pero aquel chico no se iba. Así que le dije a mi novia:
Yo: Cariño ahora vuelvo le voy a pedir que por favor se marche
L: Déjalo y acaba de metérmela qué más da quien mire.
Me quedé atónito cuando Lucia me dijo esto pues si es verdad que cuando toma no distingue se pone más puta de lo habitual. Yo seguí dispuesto a hablar con el chico, pero cuando iba de camino algo me pasó por la mente, recordé lo que me había dicho antes mi novia y además el estado en que se encontraba, así que me decidí a realizar una de mis fantasías. Me le acerque al muchacho y le dije:
Yo: Buenas noches.
Él: Muy buenas -contesto él sonriendo un poco.
Yo: Te propongo algo: que te parece si cuando te haga una seña te acercas a nosotros y dejas que mi novia te la mame; el chaval no sabía que decir así que le dije bueno te voy a dar unos minutos para pensar, y volví con mi novia.
L: Que te dijo?
Yo: Dice que si no se la chupas no se ira.
L: Bueno que hacemos entonces -no lo podía creer se lo estaba pensando!!!
L: Creo que mejor le decimos que sí y ya cogemos tranquilos no???
Yo: Está bien -respondí fingiendo estar molesto.
Levante a mi novia la bese apasionadamente mientras agarraba sus nalga que estaban prácticamente afuera con aquel tanga, luego le apretujé sus tetazas y le mordisquee los pezones, vi que el chico sonrió así que esa era su aceptación. Le di la vuelta a mi mujer y de forma brusca le indique que se inclinara, dejando su culo pegado a mí y sus tetas de frente al chico. No espere más le corrí el tanga a un lado y de una se la clave en su encharcado agujero, esta gimió de placer mirando fijamente a nuestro observador, seguí penetrándola con fuerzas haciendo que su tetas se balancearan. Con la cabeza le hice una seña al muchacho para que se acercara, este rápido vino, se paró enfrente de mi novia, saco su rabo del short, cuál fue mi sorpresa al ver semejante tranca, era demasiado grande y muy muy gruesa. Lucia también se sorprendió pero rápidamente la agarro con sus dos manos y abriendo la boca lo más que pudo se la trago de una.
Aquello fue lo más morboso y excitante que habíamos hecho, era una imagen única la de mi novia siendo penetrada una y otra vez por su vagina y además chupando la polla de un desconocido justo enfrente de mí. El joven no duró mucho en llegar al orgasmo, así que comenzó a llenarle la boca con una espesa y abundante leche, mi novia trago como si siguiera tomando cervezas y yo me quede loco. Hasta que no le dejo brillante la cabeza del nabo a aquel chaval no paro. Cuando termino este se la guardó y se retiró con un amplia sonrisa y dándonos las gracias. Yo no aguante mucho más y vacié mis huevos en el interior de su coño llegando ambos a un orgasmo increíble debido a lo que acababa de pasar. Mi novia se recompuso, recogió las cosas y me dio un beso dándome a probar el sabor de aquellos jugos que recién había tomado. Volvimos a la habitación y continuará…