back to top
InicioVoyerismoVacaciones calientes

Vacaciones calientes
V

el

|

visitas

y

comentarios

Apoya a los autores/as con likes y comentarios. No cuestan nada.
Tiempo de lectura: 23 minutos

Al fin llegaron las esperadas y merecidas vacaciones para Nati y Alex. Dejaron a sus dos hijos al cuidado de los abuelos y se escaparon durante 15 días a una pequeña ciudad marítima a descansar de la rutina, de los hijos, del trabajo, a desconectarse y pasar momentos juntos e intentar revivir aunque sea un poco todo eso que fueron durante el noviazgo.

Nati es una mujer de 32 años, 1,62 m de altura, pelo largo hasta mitad de la espalda castaño claro, con una cara hermosa angelical, linda voz, pecosa (Alex le suele decir pequitas cariñosamente), tiene un cuerpo voluptuoso, un culo parado grande y duro de tantas horas de gimnasio, y lo mejor que tiene son sus tetas… 120 de talla, bien puestas a pesar de haber amamantado a dos hijos.

Alex tiene 36 años, 1,95 m de alto, delgado pero no escuálido, bien llevado, pelo castaño claro.

Día 1: El bikini azul.

Llegaron a destino a media mañana, una linda cabaña con una habitación, un baño y una cocina-comedor. No era grande, pero para ellos dos era más que suficiente.

¿Está linda la cabaña no amor? – dijo Alex.

¡Me encanta! Y lo mejor es que desde el ventanal se puede ver el mar.

Ahí nomás se besaron y terminaron de acomodar los bolsos y demás bártulos.

Vamos un ratito hasta la playa que todavía quedan unas cuantas horas de sol, ¿te parece? – dijo Alex.

Dale, esperá que me ponga la malla y vamos.

Alex enseguida se puso su short de baño y ya estaba listo.

Cuando la vio salir a Nati del baño se sorprendió, había cambiado su bikini floreado y amplio de siempre y en su lugar tenía puesto un bikini azul tornasolado, la parte de arriba eran los típicos triángulos que cubrían pezones y solo un poco más, atados por tiras muy finitas. La parte de abajo era muy chica, apenas cubría con un triángulo adelante y atrás desaparecía casi por completo. Se veía como una auténtica diosa.

Wow! Uff! Estás terrible amor! Y ese bikini?

¿Te gusta? Es nuevo, una sorpresita para vos, pero si te parece muy atrevido también traje el floreado… me puedo cambiar.

No no, me encanta, me dan ganas de cogerte ahora mismo

Jaja no ahora no, vamos a la playa, dale!

Nati se puso un pareo blanco encima, y salieron para la playa de la mano.

Por suerte, como ya era final de temporada, no había mucha gente en la playa y pudieron encontrar un lugar rápidamente.

Extendieron las toallas y llegó el momento: Nati se sacó el pareo y lució su cuerpazo enfundado en el bikini azul. Alex miró disimuladamente como los hombres de los alrededores no perdían detalle de su mujer. Si bien eso le generó cierto sentimiento de celos, también le dio morbo. Enseguida caminaron juntos hasta la orilla del mar

Vos viste como te miran todos los tipos?

Ay! ¡Callate! Mirá si me van a mirar a mí habiendo tanta pendeja linda?

Nada que ver vos con una pendeja, vos sos una tremenda hembra. Y además todavía sos joven.

Jajaja gracias por el “todavía”.

Jajaja tonta.

Nati se quedó en la orilla donde el agua solo le llegaba poco más arriba de los tobillos, pero Alex se metió unos 40 metros a nadar un poco, el mar estaba tranquilo y se podía nadar bien. Después de un ratito miró hacia donde estaba Nati pero ya no estaba, había vuelto a las toallas y la vio acostada boca abajo tomando sol y a pocos metros dos hombres de unos 40 años estaban parados charlando entre ellos sin perder detalle del cuerpo de Nati.

Alex los observó por un ratito hasta que se fueron, y recién ahí salió del mar y fue con su mujer mientras pensaba: ¿Qué estaba pasando? ¿Nati no se daba cuenta de que tenía a dos tipos mirándole el culo a menos de 5 metros? ¿Por qué me quedo pasivo ante esto y no hago nada, será que me calienta la situación de mi mujer siendo objeto de deseo?

Ya era pasado el mediodía, el sol estaba muy fuerte y decidieron ir a la cabaña a comer algo. Como estaban apenas cruzando la calle que bordea la playa, Nati ni se puso el pareo y fue con el bikini. Esta actitud a Alex lo sorprendió. ¿Qué le estaba pasando a su recatada esposa?

Ese día ya no regresaron a la playa, se quedaron a descansar en la cabaña.

Día 2: Los amigos.

Se levantaron a eso de las 9 de la mañana, desayunaron algo rápido y fueron para la playa solo con lo puesto, Alex con el short de baño y Nati con el bikini azul tornasolado, ambos con las gafas de sol y una pequeña riñonera donde llevaban algo de efectivo por las dudas. Tenían pensado caminar por la playa un rato por eso querían ir livianos.

Cruzaron la calle y emprendieron el camino, caminaron por la orilla del mar, serían las 10 de la mañana, todavía había poca gente en la playa. Alex no perdía detalle de las tetas de su mujer, que si bien las conocía de memoria, en ese bikini quedaban super sexi y excitantes.

Estuvieron caminando más de 40 minutos cuando de repente escucharon que alguien les gritaba:

¡Alex! ¡Ey acá, acá!

Alex miró al lugar de la playa de donde provenían los gritos y vio a Lucho haciéndole señas con los brazos extendidos. Lucho era un ex compañero de trabajo, con quien siempre había tenido una muy buena relación y amigos en común, un pibe super divertido y carismático, muy fachero, rubio de ojos claros, alto (no tanto como Alex) de cuerpo delgado con algo de pancita cervecera pero de muy buen ver. Estaba acompañado por otro hombre, morocho, con el cuerpo que se notaba más trabajado de gimnasio, sin llegar a ser un patovica, tenía los músculos muy marcados.

Ey! Luchito! ¡Mirá donde nos venimos a encontrar!

Alex tomó de la mano a Nati y fueron acercándose hasta ellos.

¿Cómo andás papá? Tanto tiempo! ¿Qué hacés por acá?

Nos vinimos unos días a descansar de los niños jaja – dijo Alex al mismo tiempo que se daban un abrazo amistoso.

¡Qué bien che! Hola Nati, ¿cómo estás? – Dijo dándole un beso en la mejilla. Se conocían de alguna que otra vez que se habían cruzado.

Bien, acá estoy disfrutando un poco de la tranquilidad de la playa y el mar. – respondió Nati algo cortada e incómoda, no le hacía mucha gracia cruzarse con un conocido usando ese bikini tan sugerente.

Que bueno, yo me vine unos días a parar a la casa de mi primo Javi – Dijo señalando a quien lo acompañaba

Hola un gusto – dijo Javi saludando también con beso a Nati y luego a Alex, sin perder detalle en ningún momento de las hermosas tetas contenidas por ese pequeño bikini azul.

¿Para dónde están yendo? – preguntó Lucho

Salimos a caminar por la playa, a ningún lugar en específico – respondió Alex mientras miraba disimulado por sus gafas de sol como Javi y Lucho daban miradas furtivas a su mujer.

Quédense acá con nosotros si quieren, tenemos la conservadora llena de birras y unos sanguchitos de fiambre.- dijo Lucho

No es mala idea eh! – respondió Alex mirando a Nati buscando su aprobación.

Nati realmente no quería quedarse ahí, prefería estar sola con Alex y no con estos dos que si bien Lucho siempre le había caído muy bien, al otro que la devoraba con la mirada no lo conocía. Además estar con el bikini diminuto delante de ellos no le hacía gracia y la hacía sentir avergonzada “¿porque mierda no me traje el pareo?” Fue lo primero que pensó. Pero al ver a Alex tan contento de cruzarse con su amigo, no quiso ser aguafiestas, total sería solo un rato y después volvían a estar solos.

Si dale, nos quedamos un rato.

Lucho y Javi tenían solo dos reposeras (obviamente no esperaban visitas) pero enseguida le ofrecieron una a Nati, quien aceptó con gusto sentarse, estar parada con ese bikini junto a tres hombres la ponía nerviosa, por más que uno de ellos fuese su marido.

Las cervezas empezaron a girar, cada uno con una lata y la verdad es que con el correr de los minutos descubrieron que Javi era tan carismático como Lucho.

La charla iba mucho por el pasado en común de Alex y Lucho, recordando viejas y divertidas anécdotas tanto en el trabajo que compartían en la oficina, como en juntadas y salidas.

Lucho sacó un porro y lo prendió.

Cosecha propia jeje – dijo al encenderlo

Que rico aroma que tiene – sentenció Alex

El porro fue pasando de mano en mano, de boca en boca, para dejar a los cuatro muy entonados.

¡Qué calor hace! Voy al agua, ¿vienen? – dijo Javi

Vamos – respondieron todos al mismo tiempo lo cual los hizo reírse a carcajadas por la casualidad

Cuando Nati se levantó de la reposera sintió el efecto de las 3 latas de cerveza y el porro. Alex también estaba entonado. Lucho parecía un dibujo animado. Y Javi parecía ser el menos afectado por las sustancias.

El agua estaba hermosa.

Nati y Alex se fueron juntos un poco más adentro.

¿Lo estás pasando bien amor? – preguntó Alex – Si querés nos volvemos

No no, los chicos son copados y la estamos pasando bien.

Si, la verdad que si. Muy buena onda.

Siguieron un ratito más en el agua y vieron que Lucho y Javi ya habían vuelto a las reposeras.

Salieron también ellos del agua y la sorpresa de Alex fue enorme al ver que el bikini de Nati al estar mojado se transparenta más de la cuenta. Sin llegar a ser totalmente transparente, se adivinaban las areolas y los pezones con bastante facilidad, en especial cuando el sol le daba de lleno. Eso le generó mucho morbo y decidió no decirle nada a Nati para que no se sienta incómoda, aunque le costaba imaginar que ella no se hubiese dado cuenta, pero quizás por el efecto del alcohol y el faso, no se percató de su transparencia.

Cuando llegaron a donde estaban los chicos, los dos se quedaron embobados mirando los pechos semi-transparentes de Nati y rápidamente intentaron disimular.

No hay mas birra – dijo Lucho

Acá a unos 200 metros hay un kiosco que vende – dijo Javi – Voy a comprar

No no, ustedes ya invitaron la primera vuelta, ahora invitamos nosotros – dijo Alex – Voy yo a comprar

Te acompaño amor – dijo Nati

No no, está bien, quedate acá que ya vuelvo.

Seguro? Bueno dale. No tardes mucho.

Mientras se estaba yendo vio como Lucho sacaba de la mochila una pelota de vóley.

Vamos a jugar un ratito así movemos las cachas

En la playa, a unos 30 metros de donde estaban, había colocada una red de vóley entre dos postes para uso público, y como había tan poca gente nadie la estaba utilizando.

Enseguida fueron los tres entre charla y risas hasta la red, a todo esto Nati seguía con el bikini mojado y sus pezones se notaban duros, como queriendo romper la tela que los mantenía prisioneros y al estar tan despistada, ella todavía no se había percatado de esto.

Empiecen ustedes y cuando llega Alex me sumo a pelotear – dijo Lucho

Dale – dijo Javi tirando la pelota hacia Nati desde el lado opuesto de la red

Nati había jugado de chica muchos años al vóley en un club de su barrio, pero ahora estaba fuera de práctica, aunque se notaba en sus movimientos que la técnica estaba ahí latente, solo había que practicar. Se pasaban la pelota de lado a lado, y Lucho no perdía detalle de todo el cuerpo de Nati, aprovechando que ella estaba concentrada en la pelota y no lo veía. Sus tetas se tambaleaban de arriba a abajo en cada movimiento amenazando con escapar de su tela, su culo vibraba en cada salto que daba. Era un poema ver a esta mujer así, con un bikini semitransparente, diminuto, con un cuerpo de infarto. Hasta que pasó lo inevitable, una pelota larga de Javi provocó que Nati se deba estirar más de la cuenta pegando un salto para poder devolver la pelota, pero dejando afuera su pezón derecho. Nati no se percató de esto, pero Lucho que estaba al costado de la cancha de vóley sí y se quedó embobado mirando. Javi obviamente también vio ese pezón duro y puntiagudo lo cual lo “obligó” a perder la atención en la pelota y tirarla a cualquier lado. En eso Nati lo mira a Lucho que está perdido en sus tetas, y al mirar para abajo descubre que su pezón está afuera.

Ay! Perdón! ¡Qué vergüenza! – dijo Nati acomodando el bikini y poniéndose roja como un tomate pero sintiendo una extraña sensación, la de sentirse deseada, y esto la hizo humedecer y provocó que sus pezones se pongan más duros, si es que esto era posible.

En eso vieron que Alex ya había guardado las latas de cerveza en la conservadora y venía con 4 latas en mano hacia donde estaba el “partido” de vóley (que más que partido era una exhibición de su mujer a dos hombres).

Acá traigo las birritas – dijo Alex notando cierta tensión en el ambiente y mirando los pezones super duros de su mujer a través del bikini, que al estar ya más seco no se transparentaba tanto, pero si se notaban perfectamente la dureza de sus timbres.

Dale sumate al vóley en el equipo de Javi que yo juego con Nati – dijo Lucho no sin antes darle un buen trago a la cerveza (cosa que todos imitaron)

Alex no podía creer lo que veía: su mujer en un bikini azul tornasolado que dejaba muy poco a la imaginación con los pezones durísimos marcándose en la tela, era demasiado. Y lejos de generarle enojo, esta situación le generaba mucho morbo y excitación. Ver como Javi y Lucho se la devoraban con la mirada, le provocaba sensaciones encontradas: celos por un lado, y calentura por el otro.

Nati a esta altura, y después de haber mostrado un pezón, no estaba ajena a toda esta situación. Como toda mujer, se daba cuenta de las miradas que generaba con su cuerpo, como se quedaban embobados mirando sus tetas y su culo, y esto si bien la ponía incómoda y le daba pudor, también inevitablemente le generaba una humedad muy cálida en su entrepierna y los pezones los tenía super duros (una mezcla de la excitación y de la brisa fresca del mar).

Empezaron a jugar, y si bien costó entrar en partido (sobre todo a los tres hombres que no perdían detalle de Nati) en un momento la tensión bajó y el vóley se puso lindo. Entre jugada y jugada Nati se acomodaba el bikini, impidiendo así que sus tetas 120 se escaparan, los pezones ya no estaban duros y el partido iba muy parejo. Era la última jugada y el equipo de Nati y Lucho sacaba para partido. Pelota al otro lado, Alex la levanta y Javi salta a rematar y empatar la contienda, pero Nati da un salto al mejor estilo voleibolista profesional estirando los brazos para arriba bloqueando el remate no solo logrando así el punto para su equipo y ganando el partido, sino también provocando que sus dos tetas salgan en su totalidad del bikini, lo cual en la euforia del momento no notó. Enseguida Lucho se acercó por detrás al grito de “dale campeón” a abrazar a su compañera de equipo ya que al estar a espaldas de Nati todavía no había visto esas tetas. Nati rápidamente se dio vuelta y se abrazaron con Lucho y empezaron a saltar abrazados “dale campeón dale campeón!!” Pero enseguida sintió la piel del torso de Lucho directamente en sus tetas y pezones por lo que instantáneamente se le pusieron duros como rocas.

Del otro lado de la red Alex y Javi no daban crédito a lo que veían. La mujer de uno de ellos saltando abrazada en tetas con un amigo del marido.

Enseguida se separaron y Nati, sin mucho apuro, guardó primero una teta y después la otra. Todo esto lo hizo de frente a los tres hombres que la miraban y no perdían detalle de nada.

¡Qué bien que les ganamos! – dijo como si nada

Y también con el bloqueo final que hiciste, nos dejaste rendidos – dijo Javi en un tono medio de doble sentido.

Necesito ya un chapuzón – agregó Nati. Mientras pensaba ¿qué me está pasando? Acabo de abrazar en tetas al amigo de mi marido mientras él nos miraba. Y encima después me las guardo en el bikini delante de ellos sin ningún tapujo. Uff, y estos pezones que no se me bajan con nada!

Terminaron lo poco que les quedaba en la lata de cerveza a cada uno y fueron al agua.

Una vez fuera del mar, se dispusieron a comer los sándwiches de fiambre.

Nati, con el bikini mojado y su transparencia, se sentó en una de las reposeras.

En la otra reposera se sentó Javi, y Lucho y Alex se sentaron en la arena.

La comida vino muy bien.

Ya eran cerca de las 3 de la tarde, el sol pegaba muy fuerte y el porro otra vez entró en escena (la cerveza en ningún momento se había ido).

Los cuatro ya estaban bastante mareados.

A pesar de lo fuerte que estaba el sol, se levantó un viento playero algo fresco, lo cual impedía que los pezones de Nati bajaran su dureza, sino todo lo contrario, ella sentía que estaban cada vez más duros, como queriendo atravesar el bikini diciendo “acá estamos, disfruten la vista”. La charla y las risas seguían, Nati ya estaba muy mareada, y en un arrebato de sensatez, y miedo tal vez, porque su calentura iba en aumento con tanta mirada que recibían sus tetas, de tres hombres que estaban solo con shorts de baño y sus torsos desnudos, de los cuales dos eran desconocidos para ella, fue demasiado… y le dijo a Alex:

¿Vamos volviendo amor? Tenemos una larga caminata hasta la cabaña

Dale, termino esta birrita y volvemos – respondió Alex.

Si quieren puedo acercarlos, tengo el auto acá en la salida de la playa – se ofreció Javi muy gentilmente.

Alex y Nati se miraron, y entendieron enseguida que preferían volver caminando, la ventaja de conocer a alguien por tantos años, que con solo una mirada se entienden.

No gracias Javi, volvemos caminando que nos va a venir bien mover las piernas. – respondió Alex.

Terminaron la cerveza, y quedaron en mensajearse para encontrarse otro día de estos. Se despidieron y emprendieron el regreso.

Lucho y Javi se quedaron mirando el culo de Nati alejándose en la playa.

El camino de regreso a la cabaña fue bastante silencioso. Los pensamientos de ambos eran muchos como para encima tener que mantener una conversación.

Alex sentía una mezcla de celos con excitación, pero esta última era tan fuerte que opacaba a los celos. No podía quitarse de la cabeza la imagen de su mujer en tetas delante de su amigo y el primo de este. Aunque fueron pocos segundos, fue una imagen muy fuerte. Tampoco podía dejar de pensar en esos pezones marcándose en la tela del bikini y en los momentos en que se transparentaron, ni en las miradas de Lucho y Javi, primero disimuladas, pero con el correr del tiempo (y las cervezas) casi descaradas… Pero lo que más lo ponía era la actitud de Nati, esa actitud de “yo no fui” que se hace la distraída, mezcla de niña inocente con puta de lujo… una actitud muy extraña nunca antes vista en ella.

Por su parte Nati sentía una mezcla de arrepentimiento con excitación. ¿Por qué se había mostrado tan descaradamente frente a esos dos hombres, y encima en presencia de su marido? ¿Acaso eso la calentaba? Incluso llegó a rozar con sus pezones en el festejo voleibolero mientras Alex miraba embobado la escena. ¿Por qué Alex no dijo ni hizo nada al respecto? ¿Será que eso lo calentaba? ¿O no quiso armar una escena? Si, seguro es eso, no quiso armar una escena delante de los amigos. Definitivamente fue el alcohol que nos hizo poner como locos. No va a volver a pasar nada igual. Todo esto se preguntaba y respondía Nati a sí misma. Aunque ni ella se lo creía…

Llegaron a la cabaña. Estaban liquidados. Entre la extensa caminata, todo el día al sol, las cervezas y el porro, apenas pudieron darse una ducha, picar algo rápido y dormir. La vida de casados con hijos (y los treinta y pico) los tenía fuera de estado en las prácticas que incluían alcohol y otras sustancias. Faltó rematar el día con sexo, pero ambos estaban liquidados como para eso. Ya habría tiempo después, las vacaciones recién comenzaban…

Día 3: Topless

La luz entraba por el ventanal, el sol se notaba radiante en el horizonte, serían las 8:30 de la mañana y ya se notaba que el día pintaba espectacular.

Buen día pequitas – le dijo Alex a Nati mientras le daba un beso suave en los labios

Hola amor, ¿qué tal dormiste?

Como un tronco. ¿Qué te parece si nos levantamos y aprovechamos el día playero?

Me encanta la idea. Preparo el mate y vamos.

¿Te parece si vamos a otra playa? Ayer Javi me comentó de una playa muy linda y poco concurrida que queda a media hora en auto.

Si dale, me encanta la idea. Pero no van a estar Lucho y Javi, ¿o si?

No no, hoy nosotros dos solos. A disfrutar de nuestra compañía.

¡Siii, que lindo! – respondió Nati dando un abrazo y beso en la boca.

En menos de 1 hora, ya estaban en el auto camino a la playa escondida. Alex llevaba puesto el short de baño y ya iba en cueros porque el calor era infernal. Nati tenía el bikini azul y el pareo blanco encima. Iban tomando unos mates y esta vez traían la conservadora con cervezas y algunas cosas para picar en el día.

Estacionaron el auto y el último tramo para llegar a la playa debía ser a pie, unos 300 metros de sendero entre médanos y vegetación. Iban cargados con la conservadora.

Al finalizar el sendero, justo en la desembocadura a la playa, había un cartel que decía:

“En esta playa está permitido practicar nudismo”

Y más abajo, en letra más pequeña aclaraba:

“la práctica de nudismo NO es obligatoria”.

Alex!! Este boludo de Javi te recomendó una playa nudista! ¡¿Vos sabías?!

Nooo te juro que no, estoy tan sorprendido como vos – sentenció Alex diciendo realmente la verdad.

No me pienso poner en pelotas – dijo Nati algo enojada

Dice que no es obligatorio, ya que estamos acá podemos entrar y ver que onda, la playa se ve muy linda y gente todavía no vimos… sería una picardía irnos ahora.

Mmm, está bien, pero si no me gusta nos vamos!

Dale, trato hecho.

Siguieron caminando, y se encontraron con que la playa tendría unos 500 metros de orilla rodeada por médanos y vegetación muy tupida, con un único accesos: el sendero por el que entraron, ya que en ambos extremos de la playa había rocas y acantilados que la hacían inaccesible. Realmente era una playa paradisíaca e ideal para la práctica de nudismo ya que no era apta para mirones.

Había pocas personas, 3 parejas desparramadas a lo largo de la playa: 1 de las parejas estaban vestidas con sus respectivos trajes de baño, la otra pareja la mujer hacía topless, y la tercera estaban en pelotas (al estar lejos no se distinguían muy bien sus partes íntimas). Todos cincuentones, pero muy bien llevados. Que el ambiente sea así de relajado y que cada quien esté en la suya a Nati la tranquilizó. Se situaron en una parte de la playa cerca de unos arbustos alejados de la orilla, extendieron las toallas, Nati se quitó el pareo y se quedó con su bikini azul tornasolado. El sol estaba fuertísimo y no había nada de viento, era un día hermoso de playa.

Podrías hacer topless, total por lo que cubre el bikini que tenés puesto…

Jaja que tonto, no sé si me animo…

Dale tonta, acá no nos conoce nadie, además esas tetas merecen ser mostradas al mundo

Jajaja que nabo!! – respondió una Nati ya mucho más relajada – No se.. Quizás en un rato me anime… vamos a ver.

Mmm que lindo, espero que si. Tomá, tomate una birra así te vas desinhibiendo – y le extendió una lata bien fría.

No me quieras emborrachar Alexito – dijo una sonriente Nati.

Así pasaron el rato, se tomaron dos latas de cerveza cada uno mientras charlaban.

Como te comieron con los ojos ayer Lucho y Javi, ¡los volviste locos!

Ay! Vos decís? – dijo Nati haciéndose la desentendida.

Dale, me vas a decir que no te diste cuenta?? Primero que con ese bikini es muy difícil no mirarte el cuerpazo que tenés, segundo cuando se te moja se semitransparenta, más motivos para no perder detalle, y tercero jugando al vóley se te escaparon y las vimos en su plenitud… los dejaste atontados. Corrijo: NOS dejaste atontados jajaja

Ay qué vergüenza, perdón amor… no sé qué me pasó.

¡No me pidas perdón! Estuvo bueno, me gusta lucir a mi mujercita, que todos vean la hembra que tengo de compañera.

Jajaja siempre el mismo calenturiento vos…

Hacé topless, dale! Animate!

¿Vos decís? – Comenzaba a aflojar Nati… en realidad le causaba curiosidad y excitación estar en tetas en un lugar público.

¡Claro mujer! Si acá cada quien está en la suya, a lo sumo te van a mirar las tetas y nada más…

Ni nada menos… no se…

Dale, es hoy o nunca.

Está bien, pero si me siento incomoda me vuelvo a poner el bikini

Si obvio, como vos digas.

Ahí nomás Nati dio el último trago que quedaba en la lata de cerveza, se llevó las manos a la espalda y desató el nudo del corpiño y se lo sacó por la cabeza. Sus tetas quedaron al aire, desafiando la gravedad, blancas y enormes, con la areola marrón clarito y esos pezones que ya de por sí eran grandes y puntiagudos. Alex, a pesar de conocer esas tetas de memoria, se excitó con la situación y la pija se le puso morcillona, y se lo hizo saber a Nati:

Ufff ya se me está parando…

Jajaja me alegra que todavía te gusten.

Te las chuparía acá mismo, ¿te las chupo?

Ni se te ocurra! Porque me las cubro de nuevo

Está bien, está bien… voy a intentar contenerme… jeje

Alex sacó un porro que le había dado Lucho el día anterior y lo encendió, ambos fumaron un poco.

Vamos al agua que hace un calor infernal – dijo Alex

Esperá que me pongo el bikini

Nooo! Dale! Vení así!

Mmmm eeeh bueno… – dijo Nati luego de dudarlo un poco, total al fin y al cabo estaban en una playa donde nadie los conocía y con muy poca gente.

Fueron caminando de la mano hasta la orilla, el agua estaba fresca, pero no helada, temperatura justa. Se metieron bastante rápido hasta la altura del pecho. Alex no perdía detalle de las hermosas tetas de Nati que asomaban entre ola y ola .

Nati sentía algo totalmente nuevo para ella, la libertad de andar en tetas no estaba nada mal, al contrario de como había imaginado se sentía muy a gusto. Todavía nadie la había visto directamente, pero algo le decía que podría soportarlo. “Al fin y al cabo son solo tetas…” pensaba Nati…

En eso estaban cuando escucharon desde la orilla que alguien los llamaba

Alex! Nati! Hey!! – gritó Lucho

“No por favor, otra vez no, no puede ser” pensó Nati. “No lo puedo creer, no alcanzó con que me vieran ayer con el bikini que ahora me van a ver las tetas”.

Luchito!! – gritó Alex saludando con los brazos desde el mar

¿Vos sabías que venían? – preguntó en voz baja Nati, en un tono molesto

Te juro que no amor, es casualidad. – respondió Alex, nuevamente con la verdad.

Estoy en tetas, no sé si te acordás. ¿Qué hacemos?

Y nada, ¿qué vamos a hacer? Estás en una playa nudista haciendo topless, ¿qué tiene de malo? Además, técnicamente, ayer ya te vieron las tetas.

Eso fue diferente, un accidente. Ahora estoy en tetas.

Relajate amor… y disfrutá del día. Y si te sentís incómoda te vestís. Pero por mí no tengo problema. – Dijo Alex seguro de lo que decía y con el medidor del morbo en aumento.

Nati, dubitativa, recordando lo vivido el día anterior, sumado al efecto de la cerveza y el porro y pensando en que estaban de vacaciones y repitiendo para sí misma “son solo tetas, solo tetas” se animó.

Está bien, voy a intentar ser lo más natural posible – dijo finalmente Nati

Se miraron y se sonrieron cómplices. Algo había en ese cruce de miradas y sonrisas que los hizo sentir seguros. Estaban de vacaciones y tenían pensado disfrutar.

Comenzaron a salir del agua, y a medida que se acercaban a la orilla quedó en evidencia el topless de Nati, que entre el agua fresca y la situación tenía los pezones enormes y super duros. Se fueron acercando a Lucho y Javi que estaban embobados mirando esas tetas moviéndose al compás de la caminata, coronadas con dos pezones marrones y en punta, era imposible no mirarlos.

¡Qué casualidad! – rompió el hielo Alex

Si, hermosa casualidad – soltó Javi sin dejar de mirar las tetas.

Hola chicos, ¿cómo están? – dijo Nati algo nerviosa, pero segura.

Bien, vinimos a pasar el día acá, trajimos la parrillita para hacer unas hamburguesas.

Qué bueno. Nosotros también vinimos a pasar el día acá, la verdad que tenías razón Javi, esta playa es el paraíso. – dijo Alex

¿Viste? No te mentí, está muy buena.

Solo omitiste un pequeño detalle: ¡es nudista! – dijo Nati en chiste

Bueno, solo un detalle, pero se nota que a vos mucho no te molesta jaja – soltó Javi haciendo alusión a sus tetas al aire

Todos rieron por la ocurrencia. Esto a Nati la hizo sentir más cómoda. Lucho y Javi hacían un esfuerzo sobrehumano para no estar embobados mirando las tetas, y esto a Nati le causaba mucha gracia y a la vez la excitaba. Alex por su parte no perdía detalle de la situación y su morbo seguía creciendo, tener a su mujer en tetas delante de dos amigos era más excitante de lo que hubiese imaginado.

¿Qué les parece si unimos fuerzas y pasamos el día juntos? Nosotros trajimos hamburguesas de sobra – dijo Lucho con la mejor de las intenciones. Era evidente que no querían perderse el espectáculo de tetas (y de todo el cuerpo también) que estaba dando Nati.

Me parece excelente – respondió Alex.

Caminaron hasta donde estaban las cosas y enseguida Javi se encargó de preparar todo para hacer el fuego.

¿Querés que me ocupe del fuego Javi? – se ofreció Alex. Siempre fue un gran asador y era el parrillero designado de todas y cada una de las reuniones familiares y de amigos.

En serio? Estaría buenísimo, yo soy medio queso para esto.

Dale, despreocupate, yo lo hago.

Estuvieron charlando, cada uno con una cerveza y Nati se sentía mucho más a gusto, ya la vergüenza era mínima, eso sí, los pezones seguían duros, era lo único que un poco la incomodaba. Pero al ver que los chicos ya habían pasado el primer encontronazo con sus tetas y se iban acostumbrando a tenerlas ahí a la vista, ella se fue relajando cada vez más, hasta llegar al punto en que ya ni pensaba en sus tetas al aire libre y también, gracias a Dios y todos los santos, sus pezones volvieron a su estado natural.

Amor, me ponés protector solar? El sol está muy fuerte. – le dijo Nati a Alex

Alex en ese momento estaba en plena faena preparando el fuego y tenía las manos sucias con carbón.

Uh estoy con las manos todas negras…

Si querés yo te paso la crema Nati – se ofreció Javi amablemente.

Alex y Nati se miraron y ambos entendieron sin palabras que había luz verde para aceptar la propuesta. Total, ¿qué podría pasar?

Bueno dale, tomá – le dijo Nati extendiendo el pote de crema en sus manos – Me acuesto en la toalla.

No, mejor así de pie, más cómodo.

Ok – dijo Nati situándose de pie dándole la espalda (y la perfecta visión de su enorme culo entangado) a Javi, pero quedando de frente a Lucho y Alex.

Javi se puso crema en las manos, y comenzó a pasar suave y lentamente crema en la nuca, en los hombros, en la parte alta de la espalda.

En ese momento Nati sintió un escalofrío que la recorrió desde los dedos de Javi directamente hasta su concha. Casi al mismo tiempo sus pezones, como era de esperar, comenzaron a crecer. “Nooo otra vez no, la puta madre” pensó Nati. Para colmo, de frente estaban su marido y el amigo de éste sin perder detalle de la situación. Javi agregó más crema y siguió lentamente aplicando crema, “va muy lento” pensó Nati. Y claro, una oportunidad así no era para desaprovecharla rápido, Javi eso lo sabía y quería disfrutar de la piel de esa hembra lo más posible. Fue bajando por toda la espalda, y de a poco fue acercando sus manos a los bordes de las tetas para también embadurnar con crema. Los pezones explotaban y su concha ya estaba muy húmeda, instintivamente Nati se mordió el labio inferior y cerró los ojos por 2 segundos. Esto no pasó desapercibido por los dos mirones (Lucho y Alex). Javi siguió bajando hasta que tuvo que ponerse en cuclillas, quedando el culo de Nati a escasos 30 cm de su cara, firme y grande, con un pedacito de tela azul que se perdía en esa raya. Sin pedir permiso, agregó más crema en sus manos y comenzó el masaje (si, porque eso ya era un masaje) por la parte exterior de los muslos y poco a poco fue cubriendo la totalidad del culo.

Nati no podía creer lo que estaba pasando, estaba muy excitada, las manos firmes y grandes de Javi amasando su culo la estaban volviendo loca, pero lo que más la calentaba de toda esta situación, era que Alex, su marido desde hace 10 años, con quien tenía dos hijos, estuviese parado a 3 metros expectante de la situación, sin decir nada y notablemente caliente. Eso la ponía a mil. Javi siguió bajando por sus piernas hasta dar por terminada la faena. Se incorporó y sin dejar pensar a Nati le dijo:

Ahora por delante y terminamos

Y se puso rápidamente delante de Nati, notando enseguida esos dos pezones duros como rocas apuntando directamente al horizonte. Esto hizo que Javi se envalentonara más (y eso que ya estaba envalentonado)

Enseguida comenzó a pasarle crema por la cara hasta bajar al cuello, luego siguió con los brazos y volvió al pecho, la parte entre el cuello hasta donde comienzan a nacer las tetas. En esa parte se quedó más de la cuenta, como si estuviese meditando si seguir bajando o no. Pero al ver que Nati no decía nada, y que Alex estaba atento de la situación, también sin decir nada sumado a que los pezones lo miraban como diciendo “dale, vení” no lo pensó más, se puso nuevamente crema en las manos y fue directo a las tetas, sin amasarlas, sino pasando la palma y dedos de la mano suavemente, sin tocar los pezones, pero rodeándolos lentamente, dándoles varias vueltas alrededor…

Nati no entendía porque permitía esto, estaba en una playa con su marido y dos tipos más de los cuales uno le estaba tocando las tetas y ella estaba cada vez más caliente, sentía que le iban a explotar los pezones y los jugos de su concha ya habían formado una pequeña manchita de humedad que se notaba en la tela del tanga.

Javi ya había pasado crema en ambas tetas, así que por más que le doliera en el alma, ya no tenía excusas para seguir masajeando esas enormes mamas. Siguió bajando por el vientre, la cintura y finalmente la parte frontal de las piernas, no sin antes notar la pequeña manchita de humedad.

Listo! Ya estás protegida del sol! – dijo Javi como si nada.

Gracias Javi – respondió Nati con la voz algo entrecortada por la excitación.

Nati se sorprendió al ver que debajo del short de Javi se marcaba un bulto enorme, evidentemente tanto masaje le había despertado la verga, “debe tener una pija gigante” pensó Nati. Javi la sorprendió mirando su entrepierna y hubo un cruce de miradas con cierta complicidad…

En un ratito están las hamburguesas – rompió el silencio Alex.

Buenísimo, estoy muerta de hambre – Agregó Nati parada al sol esperando a que su cuerpo absorbiera toda la crema que tenía embadurnada.

Si alguien le hubiera dicho a Nati apenas unas horas antes que iba a estar en tetas con los pezones duros delante de tres hombres, siendo unos de ellos su marido, en una playa pública, y que Javi le iba a tocar las tetas a plena mirada de su marido y Lucho, que iban a estar charlando como si nada, tomando cerveza y fumando, y que encima su excitación iría en constante aumento, jamás lo hubiese creído. Pero era la realidad, ya estaba mucho más desinhibida, después del episodio del protector solar estar en topless no le incomodaba para nada, todo lo contrario, le gustaba, la hacía sentir poderosa ante esos tres hombres, y comenzó sentir muchas ganas de coger, “en cuanto volvamos a la cabaña quiero que Alex me de mi ración de pija” pensaba. Las miradas, ya sin disimulo, de Lucho y Javi, lejos de incomodarla, le causaban cada vez más calentura. Estaba irreconocible, ella no era así, así de putita. ¿o si lo era? “mejor ni lo pienso y sigo el consejo de Alex: disfrutar del día…”

Por su parte, Alex no era indiferente a todo lo sucedido, a pesar de que un extraño como Javi había manoseado a su mujer descaradamente delante de sus narices, esto lejos de ponerlo celoso o desplazado, contrariamente lo excitó muchísimo. Ver a su mujer disfrutar, con los pezones duros, con sus expresiones de excitación que él conocía mejor que nadie, inevitablemente le despertaron algo que no sabía que existía en él. Sumado al hecho de que cada vez la notaba a Nati con más naturalidad en topless, que Lucho y Javi no dejaban de mirar su cuerpo y que en sus shorts se notaban, al menos, dos pijas en estado morcillona. ¿Por qué permitía esto? La respuesta era fácil: calentura. Cuando uno se calienta hay un punto de no retorno en donde todo vale. ¿Hasta dónde estaba dispuesto a llegar? ¿Y Nati, hasta dónde estaría dispuesta a llegar? “Me la quiero coger ya mismo” pensaba Alex, mientras la miraba con ojos inyectados en fuego.

Las hamburguesas vinieron muy bien para el bajón, eran muy necesarias para calmar, al menos por un rato, toda esa tensión sexual que flotaba en el ambiente. La playa seguía super tranquila, con algunas pocas personas además de ellos repartidas a lo largo de la playa.

Voy al agua – dijo Alex

Vamos – dijeron los demás.

Y se pusieron en marcha los cuatro camino al mar, Nati ya estaba disfrutando desde hace rato el estar exhibiendo sus tetas, ver cómo la miraban ya sin cortarse ni un pelo, y como ella se mostraba de la misma manera. Entraron al agua, se refrescaron, lo necesitaban.

Después de un rato de estar cada uno en la suya fueron saliendo.

La primera en salir fue Nati, que fue directo hasta las toallas.

Al minuto la siguió Lucho y pegadito a él salió Javi. Alex se quedó nadando, siempre le gustó nadar en el mar.

Se encontraron los tres en las toallas, y se pusieron a charlar de lo bien que estaba el clima y lo linda que era esa playa, Nati estaba, como casi todo el día, con los pezones durísimos y notaba como las miradas de Lucho y Javi, se desviaban en todo momento a sus tetas sin disimulo. Esto la tenía excitada, muy excitada.

Alex volvió del agua, y la escena de ver a su mujer charlando con dos hombres a escasos centímetros, con las tetas al aire y los pezones duros y con un tanga diminuto que apenas cubría su intimidad le generaron un morbo y un estado de calentura enorme.

El día siguió pasando, se veían en el horizonte unas nubes negras que cada vez se acercaban más y a eso de las 6 de la tarde, Alex y Nati decidieron irse.

Bueno, nosotros ya nos vamos yendo – dijo Alex

Dale, nosotros en un toque ya nos vamos también, esta noche jugamos al fútbol con los pibes -. Dijo Javi

Qué bueno un fulbito! – dijo Alex

Si, se arman lindo partidos, si querés vení, nos falta uno para completar.

Es que no traje botines…

Por eso no te preocupes, yo te presto

Ey! Y yo que hago mientras tanto?? – dijo Nati fingiendo enojo y poniendo cara de pobrecita.

Podés venir a vernos jugar, a veces van algunas novias de los chicos.

Bueno, si Alex quiere jugar, yo hago el sacrificio, ¡qué buena esposa que soy! Jaja

Jaja gracias amor, sos la mejor!

Bueno, jugamos a las 7 de la tarde, en unas canchitas que quedan acá a unos 20 min en auto – avisó Javi – así que podemos hacer un ratito más de tiempo acá y vamos directo, total tengo toda la ropa en el auto, hasta los botines de más.

Yo tendría que ir a cambiarme de ropa, solo traje el pareo! – dijo Nati

Y… Lo que pasa que si van hasta donde están parando, ya no van a llegar a la hora del partido – dijo Lucho – además no te hagas drama, estamos en ambiente playero, ir en pareo es lo más normal.

Ay pero no se… andar en la playa en pareo si, pero en otros lados…

No pasa nada Nati, es una hora, jugamos al futbol y nos vamos – le dijo Alex

Bueno, ya me debés unas cuantas vos eh! A ver cuando me las pagás jiji – dijo Nati en tono de broma

Gracias!

Nati se puso la parte de arriba del biquini, todo ante la atenta mirada de sus tres admiradores, y después se colocó el pareo blanco, que al ser de una tela muy fina se transparentaba tanto que era casi como no tener nada.

Lucho sacó un porro y dijo – el último antes de irnos. Y todos fumaron un poco y terminaron una última lata de cerveza cada uno.

Bueno, es hora de irnos – dijo Javi

Caminaron hasta los autos y Javi le indicó a Alex que lo siga hasta las canchitas, no sin antes comprobar que los botines le quedaban justo para sus pies.

Subieron al auto, y emprendieron el viaje, las nubes que antes estaban en el horizonte, ya estaban sobre sus cabezas. Estaba pronosticado tormenta para esa noche.

Llegaron 2 minutos antes de las 7 a las canchas, era un lugar con 2 canchas de fútbol 5 descubiertas, ambas estaban ocupadas con tipos jugando.

Se bajaron del auto y caminaron al encuentro de los demás que ya estaban todos esperando. Se quedaron todos sorprendidos al ver a Nati con su pareo blanco que dejaba notar debajo un bikini azul diminuto, haciendo notar lo buena que estaba y el tamaño de sus tetas. Nati se sintió un poco cohibida, pero como ya venía entonada por todo un día haciendo topless ante desconocidos, no le dio tanta importancia, al fin y al cabo estaba vestida.

Los hombres se pusieron a hablar entre ellos, todas esas boludeces que hablan los hombres, riendo y cargándose entre ellos. Alex enseguida fue uno más de ellos. Nati, sin embargo, quedó medio aislada de la conversación y se fue a sentar a unos bancos. Enseguida se desocupó una de las canchas y entraron a jugar, 5 vs 5.

Mientras el cielo se ponía cada vez más negro, Nati se entretuvo mirando el partido los primeros 10 minutos, pero enseguida se aburrió, miró a su alrededor y vio que había vestuarios femeninos. Decidió aprovechar el tiempo y darse una ducha para quitarse la sal del mar, fue al auto a buscar la toalla y se dirigió a los vestuarios.

Al entrar se encontró con un área de unos 3 x 3 metros con un banco largo en el medio en un costado 2 bachas y un espejo, en el otro costado dos baños y en el fondo una entrada que llevaba a las duchas las cuales eran 4 sin separaciones entre sí, simplemente duchas una al lado de otra.

Se quitó el pareo y el bikini y los dejó hechos un bollito en el banco, y encima colocó la toalla y se fue a las duchas desnuda, solo con el shampoo y el jabón.

El agua estaba caliente y la presión era ideal.

Afuera, mientras tanto se desató la tormenta perfecta, viento y lluvia torrencial que enseguida inundó las canchas e hizo imposible poder seguir jugando. De todo esto Nati no se enteró, y seguía tranquilamente debajo de la ducha enjabonándose.

Las canchas se fueron vaciando y la mayoría se iban yendo a sus autos, y algunos a los vestuarios, estaban tan acostumbrados a que nunca había mujeres que ambos vestuarios eran de uso de hombres siempre, era lo más normal. Alex se fue hasta el auto, imaginando encontrar a Nati ahí refugiada. El masculino estaba lleno así que Lucho, Javi y 4 chicos más de los que estaban jugando se dirigieron al femenino…

Ninguno se percató que debajo de la toalla que había en el banco, estaba el pareo y el bikini, por lo que imaginaron que alguno se estaría dando una ducha. Enseguida Lucho, Javi y otro de los chicos que se llamaba Pablo se sacaron la ropa y enfilaron para las duchas. Los otros tres se quedaron cambiándose en el banco, no pensaban ducharse.

Al entrar a las duchas lo que vieron los dejó pasmados, Nati con todo el pelo lleno de espuma, con los ojos cerrados, desnuda, una diosa. Las tetas grandes, curvas hermosas, una conchita totalmente depilada, con el agua y la espuma recorriendo el cuerpo. Realmente era una imagen impactante. Los tres se quedaron embobados mirándola. Nati sintió una presencia, abrió los ojos.

Lo que vio la dejó sin reacción. Lucho, Javi y un tercer tipo que ni conocía, a escasos 2 metros de ella en pelotas observándola embobados. Instintivamente miró las tres pijas, la del desconocido (Pablo) era una pija de tamaño normal aunque bastante gruesa y con los pelos prolijamente recortados. La de Lucho era más grande, bien depilada, bastante parecida a la de Alex. Pero la de Javi era impresionante, también estaba depilada, y era gruesa y larga y circuncidada. No pudo evitar excitarse con la vista y sus pezones hicieron lo suyo: otra vez se pusieron duros y largos.

Continuará…

Compartir relato
Autor

Comparte y síguenos en redes

Populares

Novedades

Comentarios

1 COMENTARIO

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Los comentarios que contengan palabras que puedan ofender a otros, serán eliminados automáticamente.
También serán eliminados los comentarios con datos personales: enlaces a páginas o sitios web, correos electrónicos, números de teléfono, WhatsApp, direcciones, etc. Este tipo de datos puede ser utilizado para perjudicar a terceros.