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Una semana caliente en tierra caliente (2)
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Tiempo de lectura: 7 minutos

Continuando con mi relato… en la madrugada del viernes desperté sintiendo suaves caricias en mis nalgas, ahí estaba desnuda compartiendo mi cama con aquel veterano recién conocido, me empecé a mover suavemente demostrando agrado por sus caricias, su mano empezó a acariciar mi espalda de arriba a abajo, y mi piel de gallina mostró la reacción a sus suaves caricias, decido decir- buen día!-su inmediata respuesta- delicioso buen día.

Aún no amanecía, pero ya estábamos listos para continuar con nuestra caliente semana.

Dije-tomamos una ducha juntos? – Me palmeó una nalga y respondió -tomemos una ducha entonces.

Juntos bajo los chorros de agua nos enjabonábamos y nos acariciábamos mutuamente, el me enjabonaba mis pechos y yo ya le estaba enjabonando su verga que ya estaba activa, empezamos a besarnos nuevamente con pasión, mientras lo masturbaba bajo la ducha empezó dar gruñidos que eran música para mis oídos, me puse de rodillas frente a él y empecé a comerme esa rica verga lo sujetaba con fuerza por las nalgas y él empezó a mover su cadera de adelante a atrás, sus gruñidos y gemidos me mostraban cómo le gustaba lo que estaba habiéndole, en ese instante pensé, cómo es posible que este veterano funcione tan bien! Continuamos así por varios minutos yo le daba fuertes mamadas y el sonaba encantado, para cuando me tomo de los brazos para ponerme de pie pude ver en sus ojos ese deseo sexual que me tenía tan caliente desde el día anterior, ya de pie me recostó en los azulejos del baño y empezó a acariciar mis labios vaginales mientras me besaba, separé más mis piernas para dar la bienvenida a sus dedos anular e índice dentro de mi, me penetraba con ritmo fuerte mientras ahogaba mis gemidos con besos apasionados, luego añadió otro dedo y aumentó el ritmo, y mis gemidos fueron aumentando, nunca se detuvieron sus besos hasta que estalle en el orgasmo, me dio la vuelta y empezó a penetrarme con fuerza, por la diferencia de nuestras estaturas yo tenía que empinarme un poco y él se agachaba para ajustarnos, sus penetraciones eran fuertes con el deseo presente, decidimos salir de la ducha para volver a la cama y continuar con nuestra faena, así mojados estábamos ahora sobre la cama besándonos y dándole rienda suelta a esta calentura.

Aún pienso que este hombre algo tenía que consumir para tener esta vitalidad sexual a sus años, cuando estaba a punto de darme su leche me pregunto- bebé donde quieres tu lechecita – le respondí -dámela toda en la boca- me la voy a comer toda, ya venía lo sentí por el calor de su verga, salió de mi y dijo de rodillas mamacita, rápidamente se paró sobre la cama y yo de rodillas con la boca bien abierta estaba esperando mi leche, cuando empezó a lanzar sus chorros de semen, envolví mis labios en esa verga y empece a chupar con fuerza- ah ahhh- me encantaba cómo gruñía- me tragué toda esa rica leche, abrí mi boca para mostrarle que no tenía nada en ella y le lamía suavemente su miembro dejándolo limpio y tembloroso.

Estuvimos toda la mañana desnudos, desayunamos nos acariciábamos, nos besábamos compartiendo esta deliciosa atracción sexual.

Decidimos ir a la piscina me puse un bikini blanco que también era hilo, por mi bronceado del día anterior su contraste con mi piel se veía realmente divino.

Con nuestras cosas y algunas cervezas nos tumbamos en unas sillas reclinables bajo el sol bebiendo Plácidamente cerveza y hablando parecíamos una pareja cualquiera nadie pensaría que recién nos habíamos conocido. La piscina nuevamente estaba sola para nosotros, decidimos meternos en ella y mientras hablábamos en la orilla bajo el agua yo le acariciaba su verga y el a mi la conchita, nos besábamos cada rato, ya nuevamente con la calentura a mil nos dirigimos al vestidor y ahí estábamos otra vez teniendo sexo, definitivamente lo mejor que me pudo pasar fue encontrarme con este hombre.

Cuando nos disponíamos a regresar a casa me dijo – muy pronto llegara mi gran amigo Rodrigo- que se quedara hasta el domingo.

No sabía si con estas palabras me quería informar que hasta después del domingo podíamos retomar nuestra caliente semana o si quería incluir a su amigo.

Solo le devolví una sonrisa y ya estábamos en casa preparando algo para comer.

Después de terminar con nuestro almuerzo Julio recibió una llamada, era su amigo Rodrigo quien anunciaba que ya estaba en el condominio que el donde estaba.

Julio aún con el celular en mano se dirigió a la puerta y ahí estaba frente a su casa que era la del lado, lo invito a pasar aunque no era tan guapo cómo Julio también tenía lo suyo era un veterano sexy de piel color canela y ojos miel, alto y también muy conservado, este par de hombre debieron ser muy atractivos en su juventud porque aún llaman la atención por su porte y sus rasgos físicos.

Nos presento y ambos me sonreían con una pícara mirada, fue ahí cuando supe que mi semana caliente tenía un nuevo integrante.

Fueron a casa de Julio y después de aproximadamente una hora regresaron a la casa de mi primo.

Recién bañados, vestían pantalones cortos y camisa de manga corta, olían delicioso este par de sexys veteranos, nos dirigimos al pueblo en el carro de julio yo me puse un short de jean y un top color rosa con sandalias de tacón alto de unos 10 centímetros, deje mi cabello atado con una moña alta y solo apliqué un poco de pestañina para realzar mi mirada color miel.

Muy animados en el carro escuchando música a buen volumen y respondiendo nuestras preguntas para conocernos más decidimos ir a un gastro bar del pueblo, pedimos algo de comer y después unos cócteles bailábamos los 3 otras veces solo con julio o con Rodrigo, ya avanzada la noche nos dirigimos al condominio para continuar la fiesta en privado, julio no bebió mucho porque debía conducir, ya en casa nuevamente esta vez continuamos la fiesta en casa de julio quien preparan mojitos para los tres, pusimos música y seguimos bailando por un largo rato.

Después de varios mojitos ahí estaba yo besándome con Julio frente a Roberto bailando de manera sensual, ellos no dejaban de cruzar miradas cómplices, Rodrigo ser acerco por atrás bailando muy cerca tomando mi cintura fue cuando giré mi cara hacia él y también lo besé, así seguimos por un rato los besaba a los dos y bailábamos juntos mientras suavemente me acariciaban, ahí estaba tan caliente, alegre por los mojitos bailando súper sexy moviendo mis caderas al ritmo de la música, empecé a hacer twerk y a menear mis nalgas muy cerca de sus vergas que para ese entonces ya se notaban man duras bajo su ropa, segura, mojada y dispuesta a continuar con mi caliente semana bailaba para ellos, en cuanto Julio dice mucha ropa, empecé a quitarme el top dejando al aire mis tetas, enseguida sentí el tacto de Rodrigo masajeándolas suavemente y pellizcado mis pezones, me dirigí al sofá para seguir mostrándoles mi sensual twerk antes de ponerme de rodillas sobre el sofá y sostener mis manos en su espaldar para seguir rebotando mis nalgas, desabroche mi short y me lo baje hasta los tobillos dándoles un primer plano de mi entre pierna ya muy mojada, ya se sentía sus respiraciones agitadas, desnuda solo con mis sandalias altas me arrodillé abierta de piernas en el sofá me incliné sobre el espaldar apoyado mis brazos para hacer mi sexy twerk mas fuerte retobando mis nalgas con fuerza y dejándoles ver mi ano y mi conchita jugosa, ellos tenían sus ojos llenos de lujuria, no demoraron en acercarse y se iban quitando la ropa, ya totalmente desnudos con sus vergas duras y venosas se acercaron a mi, mientras Julio me propinó un par de nalgadas Rodrigo me pasó sus dedos por mis labios vaginales los movía de extremos a extremos empapando sus dedos yo los invitaba con mis movimientos a hacer conmigo lo que quisieran.

Roberto decía -que cosita más rica tienes aquí,- mientras me empezó a meter sus dedos Julio me acomodo para poder chuparme los pezones, ya no había vuelta atrás me iba a comer dos vergas veteranas yo solita.

Me devoraba la boca de estos dos veteranos Roberto me tomo de la cintura y me penetro sin más demoras cómo estaba tan mojada entro fácilmente a pesar de estar muy grueso mientras que me fui agachado y empecé a comerle la verga a Julio que estaba sentado en el sofá.

Ahí estaba siendo penetrada por la boca y la conchita, tenía dos vergas duras, gruesas y venosas dentro de mi, me sentía lo máximo, inmersa en la calentura mis gemidos eran ahogados por esa rica verga.

Después varios minutos julio me saco su miembro de la boca y nuevamente nos besábamos locos de pasión mientras me pellizcaba los pezones Rodrigo me seguía clavando desde atrás, Julio le dice – comparte viejo que yo también quiero – me saca su dura verga, julio se recuesta en el sofá me subí sobre él iniciando mi cabalgata, mientras empecé a engullir la verga de Rodrigo que tenía mi sabor, mientras Julio me la hundía con fuerza en la vagina, Rodrigo lo hacía por mi boca, lamió su pulgar y empezó a buscar mi año, lo movía haciendo círculos, se sentía rico pero no me iba a dejar hacer sexo anal aún no lo había probado y sabía que no estaba preparada para eso, sin embargo disfruté como lo acariciaba con su pulgar, decido cambiar de posición sacando la verga de Rodrigo de mi boca y la de Julio de mi conchita, me puse de pie y le pedí a Rodrigo que se sentara en el sofá que era muy amplio, y mientras me arrodille frente a él le empine el culo a Julio para que me volviera a penetrar mientras continúe lamiéndole la verga a Rodrigo, me metía la bolas en la boca y las chupaba, los provocativos gemidos retumbaban por la casa pasaba mi lengua por toda si verga bolas incluso por su ano, así como él me había hecho círculos con su pulgar en el mío yo le había círculos pero con mi lengua, me agrado mucho esa sensación mientras le movía la verga con mi mano, continué así por un largo rato chupándole el ano moviendo mi legua desesperada, sus gruñidos y gemidos me prendían cada vez más, sentía como Julio me lo metía duro desde atrás y con su mano derecha me estimulaba el clítoris con ritmo fuerte y rápido, volví a engullirme la verga de Rodrigo tan duro que sentí activar mi reflejo de náuseas pero no me importaba seguía metiéndola con fuerza y profundo mientras las lágrimas producto de las náuseas bajaban por mis mejillas, sentí que ya estaba por llegar esa sensación de ganas de orinar, saque la verga de Rodrigo y dije fuerte y jadeante – más, más quiero más duro así dame duro!!! – Volví a comerme la verga de Rodrigo profundo cuando llegó mi squirt, Rodrigo abrió los ojos y dijo – cabron no me dijiste que hacía eso!, que ricooo!! Eres deliciosa!!!- mientras Julio reía y jadeaba cerca de llenarme mi conchita de leche, con mis piernas temblorosas aún me ayudo a sostenerme con sus dedos enterrados en la cadera y me lleno de leche mientras besaba y pasaba su lengua por mi espalda, seguí con la gran mamada a Rodrigo que no tardo en hacerme tragar toda su leche.

Estuvimos en silencio unos segundos, respirábamos fuerte, recuperábamos energías ya los tres sentados en el sofá absolutamente complacidos; Julio dice que rico que fue conocerte bebé, nos reímos y nos quedamos un buen rato recuperando la energía. Luego nos fuimos al patio trasero donde había un amplio jacuzzi a seguir charlando y beber unos cócteles por un rato mas.

Esa noche dormí en medio de estos dos grandotes, me tenían encantada por su virilidad quien pensaría que con más de 60 años fueran tan calientes y resistentes.

En la mañana ya entraba la luz por la ventana y el mejor despertar sentía una lengua recorrer mi conchita, cuando mire a mi lado estaba Julio aún dormido y Rodrigo me daba un rico sexo oral, abrí mis piernas por completo para darle todo el acceso, tome su cabeza y acariciaba su cabello, Julio seguía dormido después de varios minutos le dije- ven te quiero dentro de mi- el se recostó y me senté sobre su verga, empecé a moverme de adelante a atrás con fuerza tome sus manos y la lleve a mis tetas para que las apretara, cuando vi a Julio ya había despertado y tenía duro ya listo su miembro con mi sonrisa pícara lo invité a hundirlo en mi boca hasta la garganta, nunca me había sentido tan golosa, con hambre y aunque mi cuerpo ya estaba adolorido por el sexo de los días anteriores no me importaba quería más.

Después de que terminamos y que me llenaron las tetas de leche. Nos fuimos a bañar juntos para poder hacer algo de desayuno, esta vez no íbamos a tomar el sol en la piscina lo haríamos desnudos en el patio trasero y en el jacuzzi la ventaja es que solo los tres podíamos estar desnudos todo el tiempo, no volvimos a salir de casa de julio y cada vez que teníamos ganas y energía volvíamos a tener sexo duro, delicioso; se llegó el domingo y ya Rodrigo debía regresar con su esposa tenía un compromiso familiar por el cumpleaños de uno de sus nietos, me despedí con un apasionado beso e intercambiamos número para no perder el contacto igual todos vivíamos en Bogotá.

Nos quedamos solos con Julio y pese a la activa semana y lo adolorido de nuestros cuerpos continuamos teniendo sexo duro hasta el día que regresamos a la cuidad.

Hasta el momento el mejor sexo de mi vida fue durante esa caliente semana, a diferencia de mi primera experiencia con un maduro esta vez si lo disfruté y pude dejarme llevar porque si me sentía altamente atraída por estos bellos maduros, especialmente por Julio.

Al igual que con Rodrigo intercambie número con Julio luego de nuestra despedida con sexo regresamos a Bogotá, nos escribimos por WhatsApp todos los días incluso ayer creé un grupo en el que sólo estamos los tres y les envío fotos calientes con la promesa de poder continuar con nuestros encuentros sexuales.

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