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Una pareja buscaba emoción y yo estaba dispuesto a todo
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Tiempo de lectura: 7 minutos

Un día estaba paseando por el centro de Buenos Aires, cuando una pareja de extranjeros me frena para preguntarme por una dirección. Era a varias cuadras de donde estábamos, y como yo no tenía nada que hacer, decidí acompañarlos para que no se pierdan. En el trayecto íbamos charlando y me contaron que eran de España, y habían venido a pasar unos días a Buenos Aires. Era una pareja muy simpática y linda. Clara y Ángel era sus nombres. Ella era alta, muy lindas piernas, cara de nena y llevaba un vestido corto que dejaba adivinar un cuerpo hermosísimo. Él se lo veía musculoso, una persona que pasa mucho tiempo en el gimnasio, pero sin exagerar. Muy atractivo también. Estaban yendo a buscar un chip de telefonía, para poder estar comunicados durante su visita, y luego ya estarían libres. Acababan de llegar y no sabían que hacer, así que me ofrecí a llevarlos a conocer la ciudad.

Al cabo de un par de horas, habíamos visto los lugares más emblemáticos: la Plaza de Mayo, el Congreso, el Obelisco y demás lugares. Como ya era cerca de la hora de la cena, fuimos a un restaurante muy lindo y tranquilo. Allí pudimos charlar un poco más, y entre copa y copa de vino, me contaron de sus vidas. De que trabajan, sus hobbies, y algo más que me llamo la atención. Desde hace un par de años empezaron a experimentar en el mundo swinger. Habían tenido ya varias experiencias en intercambio de parejas, e incluso habían compartido cama con terceros y terceras, pero querían experimentar más. Un poco inocente de mi parte, les pregunte que más podrían querer, si ya hicieron de todo.

-Bueno… hay una cosa más que nos gustaría. En realidad es algo que a mí me da morbo y me gustaría agregar a nuestra vida -me dice ella sin animarse a decirlo.

-Hace un rato, mientras estabas en el baño, Clara y yo estuvimos hablando -continúa diciendo Ángel.- Nos pareces simpático y pensábamos que si te gustaría acompañarnos esta noche.

Yo no podía creer lo que escuchaba. Al verla a Clara, ella hace un leve movimiento abriendo ligeramente el escote de su vestido, permitiéndome ver parte de la redondez de sus pechos, y haciendo que sea imposible rechazar la invitación. Terminamos de cenar rápidamente, y sin siquiera pedir postre, pagamos y nos fuimos.

Se alojaron en un hotel muy cerca de donde estábamos cenando, por lo que llegamos rápidamente. Y aquí estoy, junto a Clara y Ángel, en su habitación, tomando vino y creando la atmosfera.

Clara me agarra de la mano y me invita a sentarme junto con ella en el sofá. Me toma de la cara y me da un beso suave en los labios que hace subir mi temperatura de forma inmediata. Luego de unas caricias y besos muy fogosos, Ángel decide poner música y Clara y yo empezamos a bailar. Al cabo de un rato, y luego de un par de botellas de vino, me dice Clara:

-Hay algo que no termine de decir cuándo cenábamos. Mi… fantasía. Quiero que la sepas, pero si no te gusta, podemos hacer de cuenta que no dije nada. Te parece bien?

-Si claro -le contesto presuroso por saber de qué se trata, mientras seguimos bailando muy pegados.

-Pues… mi fantasía es que me hagas tuya… y luego seas de Ángel.

En ese momento lo siento a Ángel muy cerca de mí, pasando su mano por mi espalda, mientras le da un beso en la boca a Clara. Luego del beso ambos me miran, esperando mi respuesta.

Siempre fue una fantasía para mí. No hacer tríos, eso es algo que ya había realizado. Mi fantasía era hacer ciertas cosas con un hombre… tocar, acariciar, verlo disfrutar… pero nada más. Esto en cambio, no sabía hasta donde llegaría. Y me sorprendí a mí mismo cuando de mi boca salió un "me gusta la propuesta".

Al escuchar mis palabras, Clara me agarra fuerte por la cara y hunde su lengua en mi boca. Ángel se para detrás de ella y baja el cierre de su vestido, el cual cae inmediatamente al piso. Clara agarra mi remera y me la saca. Luego hace lo mismo con mi pantalón, y quedamos ambos en ropa interior, bailando pegados mientras nos besamos apasionadamente. Veo que Ángel se desnuda, quedando también solo en ropa interior y se acomoda en el sofá, manoseando su entrepierna.

-Déjalo que mire, él va a disfrutar más tarde -me dice Clara al oído.

Luego empieza a bajar, besando todo mi cuerpo, hasta quedar arrodillada frente a mí. Su boca besa por sobre mi ropa interior, haciendo que mi excite aún más. Abre los botones en el frente de mi bóxer, mete su mano, y saca mi pija. La besa, primero por la punta, luego el tronco y al legar a los huevos los succiona de a uno. Ángel ya está con su pija en la mano, tocándose, jugando con la cabecita, muy excitado, viendo como su chica me la chupa. Bajo la mirada y en ese momento veo como Clara mete todo mi tronco en su boca, haciendo que la punta llegue hasta su garganta. Me está dando una mamada increíble, haciéndome volar de placer cada vez que entro en su boca.

Me masajea los huevos mientras sus labios se cierran sobre mi tronco y me lleva hasta lo más profundo de su boca. Al cabo de un rato estoy a punto de explotar cuando ella se frena. Me mira. Pasa la lengua por el tronco. Me da un beso en la puntita. Y se levanta. Se dirige a la mesa, y dándome la espalda, se inclina sobre ella. Se corre la tanga y mientras se pasa la mano, me pide que me acerque. Busco mi pantalón para sacar un preservativo, pero escucho la voz de Clara decirme:

-No te preocupes, tomo la pastilla.

No pude pensar en nada más que no sea meterme entre sus piernas. Me acerco a ella, le apoyo la punta en la entrada de su concha. Ella lleva las manos hacia atrás y me agarra de la cintura, empujándome contra ella. Mi pija se hunde entre sus labios vaginales. Clara gime a medida que me meto en ella. Al girar la cabeza lo veo a Ángel masturbándose, viendo como su chica esa siendo penetrada, y esa imagen me excita aún más. La agarro por la cintura y sin dudarlo empiezo a clavar fuertemente mi pija en ella, haciéndola gritar de placer. Tal vez por lo caliente que estábamos, no duró mucho la situación. Ella arquea su espalda, y lanza un gemido al aire indicándome que esta cavando. Los músculos de su vagina se contraen haciendo que yo también acabe, dentro de ella. Con un último empujo, dejo mi pija hundida en lo más profundo de su concha mientras expulso rítmicamente la leche dentro de ella.

Luego de unos segundos retiro mi pija, y parte de la leche sale de su concha, bañando sus piernas. Clara la junta con los dedos y se la lleva a la boca.

-Que hermoso como me llenaste! Y qué lindo como me hiciste acabar. -Se da vuelta y lo mira a Ángel.- Nuestro nuevo amigo me dio mucho placer… Crees que también quiera darte placer a vos?

Clara me toma de la mano y me acerca hacia Ángel, guiando mi cara hacia la de él. Nos incita a besarnos. Y al mismo tiempo lleva mi mano hacia el miembro de Ángel. La tiene muy dura y caliente. Se siente raro, es la primera vez que hago algo así. Pero al mismo tiempo me gusta.

-Querés seguir?

La miro a Clara, quien espera mi respuesta. Miro hacia el miembro de Ángel. Sin dudarlo respondo que sí, quiero seguir. Me arrodillo entre las piernas de Ángel, quedando su pija frente a mi cara. Lo masturbo y paso la lengua por la puntita. Ángel cierra los ojos y se entrega al placer. Al cabo de unos minutos ya estoy con su pija entrando y saliendo de mi boca. Clara al lado nuestro, tocándose, viendo se la como a su chico.

-Qué lindo como se la chupas! -dice Clara.- Ojala te quedes toda la noche para que podamos jugar mucho… y hacer más cosas… te gustaría?

Aunque sin saber a qué se refería con "más cosas", acepté la propuesta. En ese momento Clara se acomoda en el piso junto a mí, y me masturba mientras se la chupo a Ángel.

-Cuál es tu límite? -me pregunta al oído.

-Ninguno

-Ninguno? Me gusta escucharte decir eso. Estas dispuesto a que yo sea tu puta?

-Si! Claro que sí! -Sus palabras y el movimiento de sus manos hacen que se me ponga muy dura.

Clara se levanta, me tiende la mano y me pide que la acompañe a la habitación. Ángel se queda junto a la mesa, sirviendo un poco más de vino.

-Yo estoy lista para ser tu puta -dice y después me besa en los labios.- Tú estás listo para ser la puta de Ángel?

No sabía a qué se refería, pero asentí. Clara abre el placard y empieza a sacar ropa. Me mira con complicidad, y al ver que no la detengo, se muerde los labios y sigue eligiendo ropa.

-Yo me voy a vestir como puta, para que me mires y te excites mucho. Y vos también te vas a vestir como puta, para que Ángel se excite con vos. Estás de acuerdo?

Miro la ropa sobre la cama. Lencería, polleras, zapatos, toda la ropa necesaria para ser una puta. Vuelvo a mirar a Clara y le digo que si con un suave y tímido movimiento de cabeza. Empezamos a vestirnos los dos, yo con más timidez, pero Clara me incentiva a no detenerme.

Luego de un rato, Clara se para delante de mí. Tiene un vestido de cuero negro muy ajustado, medias negras, y unas botas hasta las rodillas. Me excito al verla así, aunque me corto un poco al notar como estoy vestido yo. Para mi eligió un estilo más sexy. Una pollera a cuadros, cortita, medias con portaligas, tanga y corpiño de encaje, una remera ajustada, y para completar el "uniforme", unos zapatos muy altos, con los cuales me cuesta mantenerme en pie, pero que realzan mi culo. Me toma de la mano, me da un beso en la boca, y me lleva hacia donde esta Ángel. Sin mediar palabra, Ángel se acomoda en el sofá, y Clara y yo nos arrodillamos a chuparle la pija. Al cabo de muy poco tiempo, me doy cuenta que Clara se levanta y me deja solo chupándosela a su chico. Me esmero en hacer que disfrute de la mamada, hasta que Ángel de agarra del brazo, me levanta y me da un beso fuerte en la boca, mientras me agarra una nalga. Antes que pudiera darme cuenta, ahora soy yo quien esta recostado sobre la mesa, el culo levantado. Miro sobre mi hombro, y lo veo a Ángel poniéndose un preservativo. Clara está en el sofá, abierta de piernas, con la tanga corrida, y usando un vibrador en su clítoris. Siento el frio del lubricante en mi culo, y los dedos de Ángel preparándome. Antes de poder arrepentirme, siento que su pija ya está apoyada contra mí. Como por instinto, llevo mis manos hacia atrás y separo mis nalgas. Ángel agarra la tanga y la corre. Despacio siento como se me abre el culo dándole paso primero a su cabecita y luego al tronco. Aunque duele al principio, en poco tiempo me acostumbro y empiezo a disfrutar de tener su pija enterrada en mi culo. Se mueve, cada vez más rápido, y de repente me encuentro gimiendo y gritando de placer. De placer por la penetración de Ángel. Mis gritos hacen excitar a Clara quien ahora también comienza a gritar de placer. Miro hacia atrás y lo veo a Ángel, dándome muy duro, y a punto de llegar. Llevo una mano contra su abdomen haciendo que se detenga. Sin entender por qué lo hago, hace caso y se frena. Saco su pija de mi culo. Lo miro.

-Querés que sea tu puta? Igual que como Clara fue mi puta?

Ángel me mira sorprendido, sin entender del todo, y afirma con un movimiento de su cabeza. Acto seguido agarro su pija y le saco el preservativo.

-Ahora si Ángel, convertirme en tu puta y lléname de leche.

Sin perder un segundo Ángel entierra su pija en mi culo y al cabo de unas pocas embestidas, siento su leche llenándome.

Cuando ya no sale más nada de su pija, siento que sale y si sienta en el sofá. Toco mi culo. Esta mojado. La leche empieza a salir y moja la ropa. Me incorporo. La tanga se vuelve a acomodar sola entre mis nalgas. Bajo mi pollera caminando lo más sexy posible me acerco a Clara y Ángel. Tomo el vibrador que usaba Clara, y la masturbo con él. Al mismo tiempo le limpio la pija a Ángel con mi boca. Con mi mano libre me masturbo, hasta que el piso se llena de mi propia leche. Luego que Clara acaba, y con la pija de Ángel totalmente limpia, me levanto y voy a la habitación. Allí vi algo que podía ser interesante, y voy a buscarlo. Al cabo de unos segundos vuelvo hacia ellos, meneándome como puta al caminar, y al mismo tiempo con la pija muy parada, abultando mi pollera. Le doy a Clara lo que traje de la habitación. Me pongo en cuatro patas delante de Ángel y pareciendo lo más puta posible, le chupo la pija. Esta vez quiero seguir hasta hacerlo acabar en mi boca. Mientras tanto, siento como Clara se pone el cinturón, y se acomoda detrás de mí con una enorme pija de plástico…

Y eso fue tan solo el comienzo de una noche maravillosa, disfrutando todos con todos…

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