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Una noche que me prometí nunca olvidar
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Tiempo de lectura: 3 minutos

En este primer relato me describo: soy una chica de 1.70 y si sé que soy algo alta y más con tacones, pero no le hago el feo a los chaparritos ya me han sorprendido jajaja, soy de tez morenita, mis medidas son 80-60-105 si estoy algo caderona y me fascina, aunque algo de pecho no me caería nada mal, me fascina la música el buen ambiente entre amigos y conocidos y más que nada el sexo que es el clímax que se necesita en la vida. En este pequeño relato explico una situación que viví a los 19, quizás mi primera vez, que fui sintiendo la emoción del sexo y de cómo decidí abrir mi mundo.

Era en el mes de abril cuando justo estaba por terminar días de estudio por los exámenes de admisión de la universidad y estaba algo realmente estresada, vivía en un circuito que por detrás de mi casa estaba un pueblito casitas de una economía un poco baja y desde mi ventana se podía ver algunas casas, eran más de las 11 de la noche y noté que aún me faltaba estudiar bastante para la admisión de la universidad y necesitaba algo que me levantara para evitar dormirme.

Decidí buscar algo de café y en casa cuando todos duermen suelo andar algo ligera una blusita sin brasier y un shortcito fuera de mi habitación, pero dentro generalmente solo ando en bikini, busqué y preparé mi café. En eso escucho unos ruidos medios raros de parte del vecino y busco pegarme a la pared y se escucha un ajetreo y busco concentrarme un poco más y en eso escucho un pequeño gemido deduciendo que mis vecinos estaría cogiendo, ignoré un poco la situación y busqué terminar de preparar mi café para proceder seguir estudiando.

Después de unas horas ya casi la 1 de la mañana, noté que a lo lejos se veía una luz de una casita, tenía unos binoculares que mis hermanos dejaron en mi cuarto por jugar ellos a los soldados y decidí ver qué pasaba en esa casita y cuál fue mi sorpresa ver a una pareja en pleno acto sexual ella con un par de tetas grandísimas y él penetrándola duramente, cuál fue mi expresión que decidí apagar todo lo que había en mi habitación y poder evitar ser vista busqué un mejor ángulo sentada en mi cama a la orilla y seguir apreciando el acto ofrecido por mis vecinos.

Si, quizás se estén diciendo que está mal, pero para mi una chica de 19 años, fue una situación realmente fuerte lo cual me calentó muchísimo. Comencé a notar como mi cuerpo empezó a calentarse, mis tetas a ponerse más duras y sentir la humedad de mi vagina expresarse que no aguanté y con una mano tocaba mi clítoris por encima de mi ropa interior, con la otra apreciaba con los binoculares a esa pareja en donde el sujeto era de tez muy morena y muy flaco y la chica era un poco gordita y sus tetas rebotaban cada vez que este la penetraba, no se alcanza a ver con claridad su verga, pero si los gestos que hacia la chica.

Mi cuerpo pedía más y dejé de lado los binoculares, me quité el bikini e introduje mis dedos, en mi mente estaba la imagen de ellos cogiendo entrando en la fantasía metía y volvía a ver como seguían en el acto estaba muy excitada tanto por ver como por el inicio de mis vecinos al estar cogiendo también todo mundo cogía y yo también quería, no paraba, sentía una sed necesaria de ser complacida.

Tanta era mi excitación que tomé un peine que tenía y un condón de esos que te dan en las explicaciones sexuales de las escuelas y decidí ponerme en cuatro y comenzar a penetrarme hasta sentir un rico orgasmo. Mi piel estaba erizada, mis pezones duros, mi mente daba vueltas y en mi mundo buscaba un sinfín de situaciones sexuales que podría vivir, que quizás yo fuera esa chica que estaban cogiendo o ese ruido lo estuviera haciendo con algún chico sabiendo que hay gente cerca o que se sentiría ser cogida por dos chicos.

En ese momento mi mente se adueñó y mi persona se aferró a tomar iniciativas de por qué me estoy poniendo a pensar en eso, debería de vivirlo, experimentarlo, entre todo esto mis pezones los apretaba y sentía la necesidad de sentir una buena verga, no paraba de tener la imagen de mis vecinos cogiendo volteaba a ver y ver a esa mujer siendo cogida de una manera brusca fue lo que me calentaba. Seguía metiéndome más y más el peine y sentía que me venía, volteaba a ver y cuál fue mi sorpresa al ver como el sujeto le llenaba toda la cara y parte de las tetas con su leche.

Rápidamente sentí como una corriente recorría toda mi espalda mi cuerpo enloqueció y empecé a disfrutar de esa sensación. Fue algo que quizás una como mujer es difícil explicar, pero es que es algo maravilloso de sentir. Volví a ver y noté que ya no estaban. Me recosté un rato en mi cama y me hice un juramento, siempre que tuviera la oportunidad no la desaprovecharía fuera cual fuera siempre a mi beneficio buscaría siempre aprovecharla y disfrutarla siempre. Ese fue mi juramento a mí misma cerré los ojos y me quedé profundamente dormida.

Este es mi inicio como escritora, poco a poco iré subiendo los relatos que he vivido tanto desde un trío e infidelidades hasta ver si me animo a contar algo muy secreto. En fin espero les guste un poco esta pequeña historia y los leo en los comentarios, o también en el correo si eres tímido. Saludos y buenas noches.

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