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Una noche muy excitante
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Hola de nuevo no tiene mucho que relaté mi primer salida del closet, ahora les contaré una de mis ya muchas aventuras, una de las más excitantes, espero les guste.

En mis relatos anteriores (mi primer salida del closet un día alocado y excitante) relaté como me aventuré a salir del closet en una discoteca llamada el histeria y como perdí mi virginidad allá, además de que me vi obligada a permanecer de nena todo el día siguiente donde me tuve que prostituir para poder comer y dormir ese día, este relato me sucedió años después.

Después de esa noche continúe saliendo a ese lugar de vez en cuando, poco a poco me iba acostumbrando a salir de nena a la calle y en público, pero la situación en mi casa con mi tío no iba muy bien pues era el demasiado estricto y usurero tal así que me tuve que salir de allá e irme a rentar un cuarto en el centro sola, estuve años rentando sola cerca del metro revolución Cd. de México y cada dos o tres día salía a la calle de noche a dar la vuelta vestida de nena, salía cada vez que me excitaba, mi objetivo era encontrar macho para calmar mi calentura y casi siempre tenía suerte, ya sea que me llevaran al hotel o que me cogieran en sus carros o en alguna calle obscura, desde esa primer noche en el histeria me encanto la verga y me volví bien puta nalga fácil, y aunque cuando salía a buscar yo me prostituía no era muy buena prostituta porque siempre me malbarataba, rara vez llegue a cobrar más de $50 por dejarme penetrar o darles un oral y yo siempre por ese precio ofrecía servicio completo, oral y penetración en mis nalguitas, me la pasaba muy bien ese tiempo.

Una noche regrese del trabajo algo cansada con ganas de una cervecita, lo normal era ir a la tienda y comprarla pero como además estaba algo excitada mejor me metí al baño, me depile el poco bello que tenía pues me depilaba seguido, me vestí lo mejor y más hot que pude, me maquille y salí, me dirigí a un barcito en Garibaldi que frecuentaba seguido llamado en ese entonces el 33 ahora cambio de nombre por algún motivo y ya no ofrece el mismo ambiente lamentablemente, pero regresemos al relato. Mi objetivo era si tomarme una cerveza pues no estaba muy holgada económicamente esa noche y tal vez en el camino encontrar macho que me hiciera suya un rato, no estaba en mis planes regresar muy tarde pues tenía que trabajar al día siguiente pero no fue posible.

Llegando al barcito me senté en una mesita desocupada pedí mi cerveza y me la tome despacio, como era entresemana no había mucha gente en el lugar pero estaba un grupo de tres hombres sentados en otra mesa tomando y echando desmadre, cuando estaba a media cerveza uno de ellos que me había estado observando desde que llegue me invito a unírmeles en su mesa y acepte, me senté entre ellos y echamos relajo un rato, poco tiempo después les dije que solo iba por una cerveza que no tenía para mas y que me retiraba, pero ellos me pidieron quedarme mas tiempo y me invitaron otra cerveza, yo haciéndome del rogar acepte y me quede un buen de rato con ellos, no sé cuántas cervezas me tome pero ya me había emborrachado, finalmente me dejaron ir no paso a mas con ellos, pero ya algo ebria y súper excitada por las manoseadas que me dieron decidí tomarme un desvió, me dirigí a la ciudadela.

La ciudadela es un parque cerca del metro Balderas donde por las noches se reúnen varios hombres gays por lo general y una que otra tv, si buscas hallar macho, ser manoseada o ser cogida es un buen lugar para ir aunque hay que tener cuidado pues también va gente de mala vida, ya había ido algunas veces y me habían cogido en pleno parque, cuando llegue se me quedaban viendo los hombres con deseo uno de ellos se me acerco y me pidió coger, yo encantada le dije que adelante y nos fuimos a un rincón del parque, se sacó el pene y se la empecé a chupar, como dice el dicho al que mucho enseña se le mosquea y en ese lugar es común que cuando ven los demás acción se acercan a ver y a participar, en esos casos normalmente se les hace entender que no quieres más participantes y te mueves a otro lugar o esperas a que se vallan, eso es lo que normalmente ago. Cuando voy allá y después continuo con lo que estaba haciendo, pero esa ves fue diferente.

Se la estaba chupando en una banquita, él estaba de pie y yo empinada apoyándome en la banca para chupársela, entonces observo a los que nos ven y se comienzan a acercar como siempre, pero yo tomada y excitada mi buen juicio desapareció y continúe chupando, se acercaron varios hombres me rodearon se masturbaban se las chaqueteaba con la mano cada determinado tiempo tenía en mi boca un pene diferente y me manoseaban toda y me dedeaban, estaba súper excitada, de pronto el que me dedeaba me dijo -te voy a penetrar perra- yo me levante tantito saque lubricante de mi bolso y me aplique en mi colita, me volví a empinar y continúe chupando vergas y masturbándolas, sentí como me penetro, como la tenía chica al igual que la mayoría de los que estaban allí no me dolió aunque tampoco me causo mucho placer, y así estuve un buen rato, no sé ni cuántos hombres me cogieron pero si acabe con mi culo y cara llenas de leche, me limpie, me maquille, me perfume, me arregle la ropa y emprendí mi camino a casa a pie a pesar de lo cansada que estaba aunque aún estaba excitada pues no me toco esa noche ninguna verga que me complaciera totalmente, cuando llego a la calle puente de Alvarado pues yo rentaba por el metro revolución un hombre, un pordiosero me empieza a manosear, no olía mal y se veía alto, me dije -tal vez este si la tenga grande- me dije y cuando me pidió que lo siguiera lo ice sin negarme pues quería mas yo, me llevo a un parquecito muy obscuro ubicado frente a la alameda central entre los edificios del museo Franz Mayer, ya estaba yo cansada así que no se la quise chupar pero si me deje hacer lo que él quisiera, me empino en una banquita, me bajo la tanga y me chupo mi culito, no tardó mucho en sacar su pene que estaba mediano y me cogió bien rico, termino y se fue, yo me arregle el maquillaje, mi ropa y me fui continuando hacia mi cuarto.

cuando paso por el metro hidalgo cerca de la iglesia de san Hipólito ya había gente esperando que abrieran el metro, eran como 4:30 am, yo estaba bien cansada con muchísimo sueño, seguro se notaba por mi forma de caminar, supongo yo caminaba como zombi, y un hombre que esperaba que abrieran el metro lo noto, se me acerco cuando yo pase frente a él y me tomo de la mano, me jalo asía donde estaba el parado frente a un puesto de revistas cerrado a un par de metros de la estación del metro y me empezó a manosear, yo no me resistí en ningún momento de lo cansada que estaba en parte, me beso, me giro poniéndome de espaldas a él subió mi falda me bajo un poco la tanga y allí mismo me penetro, me cogió allí mismo hasta que termino, me dijo que gracias y continúe mi camino a casa, en el camino sentía como escurría la leche de mi culito por mis piernas, no sé cuántos litros de leche me habían inyectado esa noche en mi colita, llegue a mi cuarto exhausta me tire en mi cama y me perdí todo el día, está por demás decir que falte a mi trabajo ese día, cuando me desperté en la tarde sentía todas resecas y duritas mis nalguitas y piernas, estaba toda llena de leche reseca y un relajo en mi cama, pero me gusto la noche a pesar del cansancio me encanto la aventura.

Es todo el relato, ojalá les allá gustado, espero no les haya parecido muy tedioso leerlo, luego subiré más relatos, hasta luego, dejen sus comentarios.

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