Una mujer de 65 años
Hola, me llamo Adriana, tengo 65 años, soy mexicana estoy viviendo en Jalisco. Desde que era adolescente me gustaban las mujeres, siempre tuve una afición por las chicas no sé porqué… en fin sigo siendo una mujer muy cachonda me gusta leer algunos escritos que vieja amiga me escribe para yo los lea.
Siempre estoy en mi casa sola y pensionada viendo vídeos por internet no se lo voy negar me pone muy caliente nunca iba imaginar lo que uno puede ver internet. Por eso siempre mis manos están tocando mi sexo por me pongo imaginar lo daría por ser joven de nuevo. Me pongo húmeda solo imaginar lo que yo haría siempre mis manos pasan por todo mi cuerpo hasta llegar mi sexo es cuando la derecha empieza hacer un masaje en círculos solo ver los cuerpos esas chicas como se pasan acariciándose una a la otra.
A veces habló con mi vieja amiga de cómo me gustaría volver hacer joven. Ella está en Estados Unidos no la puedo ir ver porqué no tengo pasaporte. En fin espero compartir mi experiencia con ustedes.
Su amiga Adriana. Beso
Está solita
Hace tiempo iba un gym donde había un joven muy buen cuerpo tenía 40 años estaba cansada era una amiga, siempre le ayudaba en los ejercicios me le marcaba la nalga cada vez que hacía sentadillas. Eso mi me ponía volar mi imaginación.
Un día ella me dijo:
– ver si un día de estos seño me da un masaje.
– Que si… -le die yo.
Pues como mucha gente venía conmigo ella sabía yo era buena para quitar los dolores. Ella llegó en la tardecita mi casa se quitó la ropa y se dejó la tanga que era de corazoncitos bien bonitos. Empezamos con masaje lo disfruté mucho como mis manos pasaban por su espada y cuello una y otra vez, hasta que mi manos fueron las piernas subía y bajaba casi tocando sus nalgas está yo embobada viendo como su tanga se marcaba su sexo, mis manos no podían comportarse, empecé a rozar ahí como no queriendo.
Ella me dijo “sigue”… yo empecé darles una masajes en sus glúteos y luego pasaba mi dedos ahí donde se marcaba su sexo. No puede soportar que hacer un lado tela de la tanga y admirar ese pan tan rico y su válvula que la tenía poco grande me acerqué para probarlo estaba delicioso le abrí su panecito empecé darle una lengüetadas luego se seguía con el masaje en las nalgas ella no decía nada solo gemía un poco. Le pase un aparato que vibra para dar masaje ahí su sexo ella agarra las sábanas muy fuerte.
Después la levanté y ese momento ella me besó mis labios yo rose sus labios con míos y ella metió su lengua en mi boca era muy rico. Ella no dejaba de mírame yo bajé hacia su tanga se la quite despacito le dije:
– mi amor esto no lo vas necesitar, vamos la regadera…
La llevé de la mano abrí la cortina abrí la llave empezó salir agua presión tuve regular ahí estamos las dos juntas acariciando nuestros cuerpos con una esponja de repente bajaba para seguir probado su panecito mientras tenía en mis manos su tanga como se agitaba la tanga cada que yo la masturbo con mi mano.
Que rico fue esa noche disfrutando su panecito bien rico húmedo.