Hola a todos, les contaré lo que pasó es una vieja historia de hace un año y un poco más.
Yo (24 entonces) conocí a María (22) en una reunión de poesía de hermana. Yo disfruto la poesía como cualquier otro, pero hay ciertas cosas que siento generan grupos específicos de personas, como los 4×4. En este caso eran puros hippies mal bañados.
Yo esa noche trate de mantenerme lo más neutral posible, pero me había tomado dos cervezas encima y un vino por lo que se me resbaló la lengua. Juana (llamémosla así porque no me acuerdo su nombre) estaba un poco pasadita de peso, unas dos o tres toneladitas de más. Ella hizo un comentario de "self love" "bodypositivity" "belleza en all sizes", (te juro eran los socialistas de iPhone, bueno Mary no). En ese momento se me escapó decir "Eso hermana, el autoestima y el colesterol siempre arriba". Me rebardearon toda lo noche, y yo sabía que ya la había cagado.
Mary: bueno vos eres tremendo pelotudo. Vos de seguro eres facho.
Yo: macho, facho, pero buen muchacho. (No sé dónde leí ese eslogan pero fue lo que se me vino a la mente)
Mary no sé espero nada, con la mirada más fría que he visto me lanzó su copa de vino en la cara. Yo corrí al baño a tratar de salvar mi camisa blanca pero fue en vano. Todos se rieron de mi cuando volví.
Mary: te queda bien el rosado.
Yo: de hecho si tengo camisas rosadas…
Mi hermana: una noche te pedí, no podías comportarte por una noche.
La ira y la decepción se notaban en su rostro, ella estaba en el escenario cuando todo ocurrió y se perdió todo el contexto. El resto de la noche la pasé callado en el celular, pero este tipo Juan, bajito delgado lentes gruesos, uñas pintadas, y ropa de mercado de artesanías, estuvo presionando a Mary para que bebiera más. Y yo como su caballero blanco, no hice nada. Todos me caían al huevo en especial Juan que era un idiota que se pasaba hablando pestes de los hombres, la gorda, otra chica que no me acuerdo el nombre y Mary que lanzo vino en mi camisa blanca.
Juan: … que dices, después de que deje a los demás nos vamos para mí departamento, te muestro mis fotos… o sea tu eres como una musa… deberías posar para mí para retratar tu belleza.
Mary: ya me quiero ir… no me quiero ir a mi casa… bla bla bla.
Juan: "verás como vuelves".
Mary estaba pálida, pero no iba a llorar ni aunque tuviera que ir caminando así es ella, con lo que había puesto para la cuenta no tenía mucho dinero y sus amigos se negaron a darle para el taxi, o llamarle un Uber, nada. Resulta que Juan había traído a todos en su carro y si se emputaba más les iba a dejar a todos jodidos.
Yo: por dónde vives?
Mary: en dirección (lejos)
Yo: me queda de paso, si quieres te dejo.
Mary: "mi hermana" me pueden dar un aventón?
A si soy pelotudo, mi hermana vino con mi cuñado en su carro.
Hermana: nos vamos a quedar de largo con Germán (organizador) a recoger todo.
Estaba claro sus opciones eran, irse sola Dios sabe cómo, quedarse con el baboso de Juan que la iba a seguir jodiendo toda la noche y sus amigos de mierda que no iban a decir nada o irse conmigo. Yo me di la vuelta para ya irme a mi casa con mi chaqueta en las manos cuando escucho que Mary me dice “vamos”. Ni yo me la creía.
Estuvo un poco tenso el viaje, pero le di mi celular para que ponga música, me preguntó que me gustaba y le puse a qué escoja de entre mis favoritas. Escuchamos Tame Impala.
Ya llegando.
Mary: dónde vives?
Yo: dirección.
Mary: eso está en el norte (estábamos yendo hacia el sur)
Yo: lo sé.
Llegamos a su casa y yo me baje a abrir su puerta, estaba temblando, solo traía mi camisa que estaba mojada, no me puse la chaqueta para no mancharla.
Mary: estás temblando, quieres pasar?
Su apartamento era pequeño lleno de plantitas, y con adornos multicolor, se dividía en dos partes, cocina sala comedor y dormitorio. Yo me senté en el sillón.
Mary entrando a su habitación: quítate la camisa.
No sé porque pero simplemente lo hice rápido y cuando ella salió se puso roja, tenía una cobija en sus manos. Tomó mi camisa rápidamente, se dio la vuelta llevándola a la lavadora y la puso a andar.(se sentía mal por lo ocurrido). Conversamos un rato en su sillón, yo no tengo tan buen cuerpo más cómo un flaco definido aunque voy al gimnasio.
Yo: bueno que una feminista me lave la ropa ya es una meta cumplida, solo falta el sándwich.
Ella: te juro que si dice que me vaya a la cocina te saco a la calle desnudo.
Yo: bueno ya estamos ahí. Dije señalando el mono ambiente.
Ella me golpeó con los cojines de sillón y yo me enoje y le pegue también con otra almohada, nos dimos un rato cuando nos quedamos viendo a los ojos callados. Yo toque su mejilla y ella se lanzó sobre mi. Nos besamos apasionadamente.
Yo: mis pantalones están manchados de vino también, me los quito?
Ella me siguió besando mientras se peleaba con la correa, cuando cedió me quite los pantalones quedando solo en boxers. Le quite el buso y el top, no traía brasier, se cubría el estómago más que sus pechos, era algo que le acomplejaba. Le dije que se parará y cuando estaba distraído la agarré por atrás sujetando su cintura y besando su cuello, sin soltarla con mi mano derecho empecé a jugar con sus tetas.
Ella con la manos libres se quitó el pantalón. Estábamos los dos en ropa interior, me tomo de la mano y fuimos a su cuarto estaba full desordenado, porque no esperaba visitas. Ella boto la ropa al suelo y cuando quiso tender la cama no aguante más, la recosté y la comí a besos en la oscuridad. Fui bajando y le quite su última prenda de ropa, la comí como si fuera postre, estaba tan peluda como sus axilas, pero bueno. En eso suena el teléfono.
Mary: bueno… no si, si llegué bien. *Inhala* ajá todo tranqui o sea si me molestee… ajá si. No estoy haciendo nada deja joder… no él ya se fue a su casa. *Se muerde el labio* adiós. No podías parar un minuto estaba en el teléfono boludo.
La bese para darle a probar lo mojada que estaba, ella se arrodilló en el piso y me quito el bóxer, con una mirada de diabla empezó a chupar como si no hubiera mañana. Luego saco un condón de su velador.
Ella: no quiero que pienses mal, o sea nunca había hecho esto, bueno las chicas también nos cuidamos. Que si la sociedad piensa que soy una puta, las mujeres también tenemos derecho a disfrutar…
Ya me había puesto el condón en ese discursito, así que la levanté y la puse contra la pared. Mi pene entro sin problema y con cada embestida estaba más y más mojada, le decía que la iba a hacer disfrutar y pasar rico.
Yo: di que eres una putita.
Ella: que?
Yo acelerando el ritmo: di que eres una putita.
Ella: soy una putita.
Yo: di que eres mi puta.
Ella la saco y se dio la vuelta, yo pensé que la había cagado y me iba a disculpar pero ella me empujó a la cama y se subió sobre mi.
Ella: eso nunca.
Yo: nunca?
Ella: nunca seré tuya.
Sus caderas se movían como estrella porno.
Ella: te voy a hacer venir.
Yo: no
Ella: correte.
Le tuve que dar la vuelta y ponernos de misionero o la pendeja me iba a hacer venir. Le di con todo hasta ya no poder más y justo a tiempo me dice que la quiere de perrito. Nos pusimos en posición y seguimos sus gemidos ahora eran gritos.
Yo: ya no puedo.
Mary: venite en mis tetas.
Una llenada de leche que para que te digo, nos quedamos dormidos y en la mañana siguiente nos miramos con cara de fuck. Que paso después es historia para otro día.