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Una discusión que terminó en un trío
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Tiempo de lectura: 5 minutos

V: ¡Bueno! Oye ven, tengo a en mi departamento a tu novia, apúrate, ¡anda un poco ebria!

FC: ¿En serio? ¡Voy en chinga!

Eso fue lo que le dijo Valente a Fernando, mi antiguo amante, aquel que me dio unas ricas cogidas y me hizo ser infiel por primera vez.

Luego de que se fue y aprovechando que estaba teniendo buena química con Valente, él lo invito a abusar de mí, bueno entre comillas ya que yo estaba dispuesta a todo con él y con quien fuera.

Había estado toda la semana chateando con él, mi marido no veía muy bien que Valente fuera mi amigo, ya que a él no le caía bien, ese día en la mañana discutimos fuerte por eso, tanto que él se fue a divertirse solo, yo enojada y un poco vengativa acepte la invitación de Valente.

Quedamos de vernos en Balderas, me puse un vestidito café, unas medias a rayas color negro, un ligero suéter y mis botas, quería provocarlo, de hecho, ¡quería ir con todo!

V: ¡Hola, hace tiempo! ¿Cómo te va?

K: ¡Muy bien, jajá!

V: ¡Pensé que ay no volveríamos a vernos?

K: ¡Pues así soy yo, jajá!

Subí a su moto y nos dirigimos a un bar un poco malandro, Valente pidió cerveza y comenzamos a beber y charlar, después de unas cuantas empezamos a bailar, yo me dejaba querer por él, ¡estaba tan molesta que mi mejor desquite era comportarme a si con el!

Mientras bailábamos, le dejaba arrimarme su pene en mis nalgas, rozaba mi vagina con sus manos, ¡poco a poco empecé a calentarme de más!

V: Oye, vamos a mi departamento, ¡ahí tengo más cerveza!

K: ¡Uhm, jajá, no se!

V: ¡Anda no dudes, te divertirás!

K: ¡Mmm, bueno!

Obviamente sabía que iríamos a coger y no lo vi mal, Valente tenía un pene que me encantaba y sabía cogerme rico, así que sin dudar acepté ir con él.

Llegamos a donde vivía, entramos y puso música y me ofreció una cerveza yo ya dominada por el alcohol, andaba muy fácil, me sentaba en sus piernas le besaba el cuello, ¡él lo disfrutaba y me acariciaba las piernas y el tarsero!

V: ¡Uhm, te deseo un chingo!

K: Jajá, ¡lo sé!

V: Estas buenísima, ¡quiero tener intimidad contigo!

K: ¿Intimidad?, ¡eso se oye muy bonito jajá!

V: Bueno, ¡te quiero coger!

K: ¡Uhm, nene, jajá!

Dicho eso, comenzamos a besarnos, nuestras lenguas chocaban y se probaban, mi salía ya estaba en su boca, el no dejaba de meterme la mano debajo de mi falda, sentía como poco a poco se endurecía, ¡eso me ponía más caliente!

Le quite su camisa y le bese su pecho, le mordía su pezón y le acariciaba la verga, el me miraba gustoso, ¡en eso saco su celular y mientras yo le besaba su ombligo le llamo a Fernando!

K: ¿Para qué le hablaste?

V: ¡Es que siempre te quisimos coger los dos!

K: Ay, eso no me lo dijiste, ¡tramposo!

V: Tranquila, ¡lo disfrutaras!

Fernando, Valente y yo coincidimos en un trabajo, por eso ellos se llevaban bien y ahora sabía que ambos ya habían echado su semilla dentro de mí.

Valente se sacó su pantalón y me dejo lamer su verga, sin dudarlo empecé a lamérsela, su tamaño, aroma, color, todo me tenía loca!

El gemía y me acariciaba la cabeza, poco a poco introduje su miembro en mi boca, me cabía a la perfección, ¡lo podía meter hasta mi garganta!

V: ¡Mmm, que rico, agh!

K: ¡Uhm, a qué hora llega Fer!

V: Pronto, ¡le dije que le dejaba la puerta abierta!

Más tarde en decir eso que en sentir como unas manos fuertes apretaban mis nalgas, al voltear era Fernando, ¡una enorme excitación me invadió!

Fernando comenzó a quitarme las medias y las botas, lamia de mis pies hasta mi coño húmedo, ¡mientras continuaba devorando el miembro de Valente!

FC: ¡Que rico la estas mamando amorcito!

K: ¡Uhm, te extrañe!

V: Hermano, tenías razón, ¡lo mama riquísimo!

Al parecer Fernando le contó a Valente sobre nuestros encuentros sexuales, ya s eme hacia raro que una vez que Fernando se fue, apareciera el, ¡desgraciados cómplices!

Valente me quito el vestido, yo en tanga y brasear me lance a besar a Fernando, la verdad me daba gusto verlo, en lo que nos besábamos, Valente besaba mi espalda y mis nalgas.

Nos fuimos a su cama, ahí ya desnudos los tres, Fernando se acostó y yo me acomode para chupársela, extrañaba demasiado su dura verga, ¡no podía desaprovechar la oportunidad de meterla nuevamente en mi boca!

Mientras comía mi comida favorita, Valente me lamia los pies y llevaba su lengua a en medio de mis nalgas, ¡se deleitaba con mis piernas y mis carnosas y grandes nalgas!

Era la primera vez que estaba con dos hombres y la verdad el inicio me estaba gustando mucho.

V: ¡Estas buenísima, uhm!

FC: ¡Ah, extrañaba estas ricas chupadas!

K: ¡Háganme suya chicos!

Valente me empino, levanto mis nalgas y al estar toda húmeda su verga entro de un golpe, lance un quejido ya que, si me la metió toda, me tomaba de la cadera y me embestía, lo sentía acelerado, se estaba moviendo muy rápido.

Fernando lo noto y le dijo que se relajara, ¡que nadie llevaba prisa y que me lo metiera despacio!

Valente siguió su consejo y con más delicadeza empezó a penetrarme, mientras mi boca era follada por la verga rica de Fernando!

La escena cambio, Valente estaba de pie abajo de la cama, yo en cuatro chupaba su dura verga y Fernando, ¡me la dejaba ir muy rico!

Cada embestía que me daba me empujaba más a la verga de Valente, este último, estaba que no se la creía, ¡mi boca estaba empalada de su enorme verga y el solo gemía y disfrutaba tenerme así!

V: ¡Uhm, dios, no mames, si eres una come vergas de lujo!

K: Ah, mas, dame más, ¡empújamela toda!

FC: Extrañaba tu cuerpo, ¡nadie coge como tú!

Valente estaba acostado y yo lo cabalgaba mientras Fernando me tomaba de los hombros y me empujaba a la dura verga de Valente, eso me agrado muchísimo, nos besábamos y sentía los dedos de Fernando en mi clítoris, mi sensación aumento, la verga de Valente dentro lo hacía fenomenal y con los dedos en mi clítoris estaba toda extasiada!

K: ¡Ah, así, que rico, uhm!

FC: ¡Eso, goza nena y has que mi amigo goce!

V: ¡Que rico te mueves, uhm!

Ahora era al revés, Fernando me tenía dándome sentones en su verga, Valente me ponía su verga en la boca, yo la besaba, chupaba y mordía, mis tetas eran apretadas por los dos, me tenían como su puta, ¡sabía que en cualquier momento me penetrarían al mismo tiempo!

V: ¡Quiero el culito!

FC: Jajá, ok, te dejare primero, ¡sabaras lo que es bueno!

K: ¡Métanmela háganme su puta!

V: Dios mío, ¡de saber que eras así!

FC: Te lo dije, ¡ella es muy buena en esto!

K: ¡Menos charla y más acción por favor!

Fernando se acostó, me dejó car en su rica verga, metí en mi coño el palo de Coronel, Valente me lamia mi culo y comenzó por ponerme su cabecita, yo me movía rápido, ¡y solita me ensartaba en su tranca!

Finalmente tenía las dos vergas dentro, una en mi coño y otra en mi ano, estaba en la gloria, ambas me hacían sentir riquísimo, los dos se movían fuerte, me dolía, pero el placer predominaba más.

V: ¡Ah, que rico culo, uhm!

K: ¡Ah, dios, ah, uf!

FC: ¡Que rico, uhm!

Fernando se sentó, en la orilla de la cama, ahí me continuaba metiendo duro su verga en mi coño, Valente de pie, abrió mis nalgas y continúo dándome en mi ano, se sentía mejor, más rico entraban, yo ya estaba sudando como cerdo, ¡gemía como uno y aullaba como una perra en brama!

Las duras vergas continuaban dándome placer, no podía evitar una satisfacción de venganza por el coraje que mi marido me hizo pasar, dos personas no gratas para él, me daban rico y me estaban destartalando toda.

FC: ¡Ahora quiero su culo!

V: ¡Uhm, si, déjame su rica vagina!

K: ¡Rápido, agh, no paren!

V: ¡Uhm, que puta eres!

FC: ¡Mas respeto, sigue siendo nuestra amiga!

K: ¡Déjense de modales, cójanme!!!

Fernando se acostó en la cama, yo me senté dándole la espalda y me la ensarto en mi culo, Valente levanto mis piernas y esa sensación me hizo gritar, me acomodo para meter su verga en mi vagina, ¡pero al hacerlo me empalo más a Fernando!

Valente la metió con éxito, ambos se movían riquísimo, me besaban, lamian y mordía, me trataban como su juguete, yo gritaba, la verga de Fernando era muy gruesa y mi ano recibía el castigo!

M: ¡Ah, me duele, ah, más despacio!

FC: ¡Lo siento, toma, toma!

V: ¡Ah, mas, rico, ¡eres la mejor!

De alguna forma me dieron la vuelta, ¡Valente acostado metía su verga en mi vagina y yo empinada recibía con fuerza las embestidas de Fernando!

FC: ¡Ah, extrañaba esto, toma, ah!

K: Ah, más, me duele, pero me encanta, ¡ah!

V: ¡Eso, muévete, uhm!

¡Los tres nos movíamos rico, la sensación de placer era tanta, que sentía que me venía, estaba por venirme!

Fue entonces que ambos exclamaron, ¡sus testículos empezaron a inflarse y me llenaban ambos al mismo tiempo mis dos orificios!

V: ¡Ah, toma, uhm, que rico!!

FC: ¡Toma leche, uhm, mami, tómala!

K: Ah uhm, dios, que caliente, ¡uhm!

Su semen inundo todas mis entrañas, el orgasmo fue de lo mejor, los dos se vinieron dentro, mi vagina y mi ano, ¡quedaron todos pegajosos de los líquidos que salieron de ellos!

V: ¡Uhm, eres la numero uno!

FC: ¡Mamita, que rico!

K: Ah, me van a embarazar, ¡jajá!

La noche no termino ahí, cogí con uno y después con el otro y luego volvieron a darme al mismo tiempo, llegue como a las 8:00 am a mi casa, toda llena de semen ajeno, mi marido me miro, pero me hice la enojada y me dormí.

Pero el problema fue al día siguiente cuando fui a la tienda ya que el hijo del tendero se me acerco y me dijo.

H: Se lo que hiciste ayer, te vi llegar, ¡se lo diré a tu marido!

Lo que me faltaba, ahora un idiota me quería chantajear, pero esa historia viene más adelante.

Kali

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