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Un verano inolvidable (Parte 1)
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Me presento. Me llamo Alexandra, pero todo el mundo me llama Alex. Soy una chica de 18 años que acaba de terminar la escuela y va a disfrutar de los meses de verano que tiene por delante.

Hoy es el primer día de vacaciones de verano. Como era de esperar estaba ansiosa porque llegase este día. Estos meses de descanso pienso dormir, salir con mis amigos, divertirme, ir a la piscina… en resumen, vivir mi vida alocadamente.

Son las 11 de la mañana y aún estoy todavía en la cama. Oigo las voces de mis padres y mis hermanos, pero la cama me supera, es el mayor placer que voy a descubrir en toda mi vida. Pero, como es de esperar, me levanto de la cama con mi pijama de tirantes color azul y unos shorts a juego.

Con toda la pereza del mundo salgo de mi cuarto y me dirijo a la cocina para desayunar. En el camino me encuentro con mi padre y con mi hermano mayor. Cuando llego a la cocina saludo a mi madre que daba de desayunar a mi hermanito y hago mi desayuno.

Una vez terminado, vuelvo a mi cuarto para ducharme. En la ducha observo mi cuerpo. No soy una chica fit ni tengo un cuerpo de infarto, pero tampoco me veo tan mal. Tengo la piel bronceada de por sí y más que se me pondrá en estas vacaciones, el pelo negro, ondulado y por debajo de los hombros. Mis ojos son lo que más me gusta de mi cuerpo, son verdes pero de un verde como el mar. Los tengo del mismo color que mis hermanos pero aún no sé de quién los hemos heredado porque mis padres los tienes marrones.

Mi boca… pues… tengo los labios rosados y un poco gruesos, no soy mucho de pintármelos, pero cuando lo hago me gusta el color pasión. Y mi cuerpo pues es delgado, soy la típica que causa envidia porque como y como pero nunca engordo jajaja. No me considero alta pero tampoco un pitufo, mido 1'62 cm aproximadamente y estoy feliz con mi estatura. Mis pechos son más pequeños que grandes pero van acordes a mi tamaño, uso la talla 85 de sujetador. En cuanto a mis caderas, no tengo unas curvas pronunciadas pero me gustan, y mi culo… opinar vosotros mismos jaja. Va acorde a mi cuerpo, al hacer ejercicio y correr lo tengo redondito y duro.

Y hasta aquí mi descripción. Ahora me meto en la ducha y me lavo. Una vez terminó me seco y me pongo un bralette sin nada debajo y un short de tiro alto negro con un tanguita de encaje fino debajo. A todo esto no pueden faltar mis converse blancas y mi pelo al natural.

Una vez lista, llamo a Marta, mi mejor amiga, para ir a dar una vuelta y comer por ahí, para luego tener una tarde de piscina.

Con Marta, una rubia despampanante, 1'67 de altura, ejercitada, ojos miel, y cuerpo de infarto… una envidia para todas las chicas, pero una amiga a la que yo amo, nos vamos a dar una vuelta por el centro comercial.

Recorremos toda clase de tiendas y nos detenemos en una tienda de bañadores mixta, tanto de hombre como de mujeres. La tienda está llena de gente por lo que permanecemos juntas en todo momento. Vamos viendo los bikinis que hay. A mi me llama la atención uno, es negro con algo de estampado fucsia. Es precioso. Se lo digo a mi amiga y me dirijo al probador para ponérmelo.

Allí todos los probadores están ocupados y me toca esperar. Después de un rato se vacía uno y voy. Dentro, me quito toda la ropa y me poco la brasileña negra y la parte de arriba. Me encanta, doy vueltas y vueltas observándome en el espejo, me he enamorado del bikini. De repente, sin esperármelo noto que alguien abre la cortina del probador pero no hago mucho caso pensando que es mi amiga.

De repente, noto que una mano se posa en mi cintura y una barbilla en mi hombro, y como me atraen hacia ese cuerpo. Al instante me asusto y me intento girar y soltar pero una voz en mi oído y unas manos en mi cadera me lo impiden. La voz era de un chico, gruesa y sexy, la voy más hipnotizante que he escuchado jamás. El chico tendrá unos veinte años aproximadamente y por lo que noto debe estar fuerte porque su pecho en mi espalda me lo dice todo.

-Shhh, tranquila, no te voy hacer nada.

Esto es lo que dice el chico, que cada vez aprieta más mi cintura a su cuerpo. Llega un momento en el que siento mi culo donde no debería estar.

-Te voy a soltar, pero por favor no chilles, no me pueden encontrar.

Yo asiento con mi cabeza y él poco a poco me va soltando. Acto seguido, me doy la vuelta para verlo cara a cara y no me equivoco. Es un chico de unos veinte años, moreno, alto, muy alto, cuerpo para pasar tus manos y no soltarlo nunca. Un mar azul como ojos para perderte en él y no querer salir nunca de ahí, y que decir de sus labios, unos gruesos, rosados y deliciosos labios. Cuando me doy cuenta que he pasado un tiempo mirándole decido hablar.

-¿Qué? ¿Quién eres tú? ¿De quién escapas? Sal de aquí pervertido!!!

-uyy tranquila hermosa. Soy Jackson un placer.

-aggg que haces aquí?

-pues verás bombón, me está persiguiendo una loca y no me deja en paz, y pues este es el primer sitio que he visto.

-ummm qué casualidad no?

-uff ya te digo. Si sé que va a pasar esto vengo mucho antes.

-idiota!!! Lárgate de aquí!!

-Shhh que nos van a oír.

– me da igual, que te largues!!!

– bien bien, fiera, tranquila, ya me voy. Pero antes…

Noto como se acerca a mí y al instante siento sus labios presionando lo míos, y sus manos en mis caderas. Me niego a seguir el beso, pero al final acabo cediendo y siento sus suaves labios contra los míos, en una danza sin final. Su lengua pide permiso para entrar y yo muy gustosa se lo doy, las dos se encuentran y comienza una guerra. Mis manos no obedecen y van subiendo hasta su cuello y se enredan en su pelo, tirando un poco de él. Noto como ante este acto suelta un suspiro y me muerde el labio inferior. Pero el beso no para sino que continúa con más pasión y sus manos van bajando por mi cintura hasta mi culo, donde las posa y lo masajea, apretándolo suavemente y haciendo que suelte suspiros de placer.

El beso de va haciendo cada vez más lento y poco a poco nos vamos separando, no sin que antes mierda mi labio suavemente.

Nos miramos a los ojos, los suyos brillan de deseo, sus pupilas están dilatadas y los míos estarán igual. Nuestras respiraciones están aceleradas y puedo decir que acabo de recibir el mejor beso de mi vida!!

Nuestras manos no se mueven y nuestros cuerpos tampoco.

En este momento, la dependienta habla para ver si he terminado y ahí es cuando finalmente reacciono separándome de este chico.

-Ya voy, enseguida salgo! -Es lo que digo a la chica.

-Tu vete ya y olvida lo que ha pasado!

-No puedo olvidar esto preciosa, y ahora mucho menos quiero.

-Bueno, ya, lárgate! -le digo.

-vale vale, ya me voy, pero dame tu número no?

-No te voy a dar nada, así que lárgate ya!

-okey okey, ya lo encontraré.

El chico se da la vuelta y se dispone a ir, pero como no, tiene que decir algo por su deliciosa y apetecible boca.

-Chao nena, nos vemos.

Me guiña un ojo antes de irse.

Aggg que me ha pasado! Esto no puede ser verdad! Me miro al espejo y estoy sonrojada con los labios hinchados. Me cambio rápidamente y me voy a buscar a mi amiga Marta.

Continuará…

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