Todo esto ocurrió en un verano de vacaciones. Yo viajaba por la carretera a Veracruz en mi auto sola, después de un viaje de diversión y sexo en Tijuana. El calor estaba insoportable y el aire acondicionado de mi auto se había averiado. Lo único que podía hacerme mitigar un poco el calor de ese día era que llevaba un vestido de verano ligero y escotado, por lo que al menos la brisa de la ventana me refrescaba un poco. Para colmo de mi mala fortuna mi coche comenzó a presentar un sonido extraño y en ocasiones el carro empezó a tironearse hasta que por fin y después de varios sonidos extraños se quedó parado a un lado de la carretera. Para tener la gota que derramo el vaso mi teléfono no agarraba señal por ningún lado. Caminaba bajo el sol ardiente tratando de encontrar alguna barrita de señal, pero mis esfuerzos fueron totalmente inútiles. Mi teléfono marcaba las 12 de la tarde, el sol estaba en su punto más alto y se sentía tan intenso que en segundos te quemaba la piel.
Después de más de media hora sentada en mi auto, pasó un tráiler y decidí pedirle ayuda por la desesperación. Le hice señas llamativas y se orilló un poco más adelante de donde se encontraba mi auto aparcado. Me acerque al tráiler y el hombre me abrió la puerta del copiloto. Al verlo me sorprendí un poco. Normalmente tienes la creencia de que un trailero será un hombre de avanzada edad, quizás con algo de sobrepeso, con una gorra para tapar su poca cabellera y con barba abultada; pero en esta ocasión fue totalmente algo opuesto. Para mi sorpresa era un joven, yo no le calculaba más de 19 años era muy delgado, iba afeitado y con cara de chico inocente. Se me quedo viendo un momento sin decir nada, pude notar su mirada desviada hacia mi pecho frondoso lleno de mi sudor debido al calor infernal.
-Buenas tardes seño, que fue lo que le paso a su carro? -dijo sin quitar su mirada penetrante de mi pecho, como si deseara tener vista de rayos x.
-Buenas, mijito, pues ya no quiso arrancar, se empezó a tironear y luego se murió por completo, ya no se escucha ni el inicio.
-Debe ser la batería seño, mire, a unos kilómetros más adelante hay una gasolinera y ahí hay un mecánico muy chingon, igual él le puede conseguir una batería y se la puede cambiar.
-¿Tú crees que me podrías llevar mijo? la verdad busque ayuda, pero el teléfono no tiene nada de señal aquí y me estoy muriendo de calor.
-Si no se preocupe, yo la puedo llevar, solo saque todo lo que sea de valor de su auto, aquí anda mucho malandro y se lo pueden robar.
Fui por mis cosas a mi coche y lo cerré muy bien, le puse la alarma y me subí al tráiler. Era un tráiler de cabina muy amplia, incluso tenía una pequeña cama para dormir en la parte trasera y lo más reconfortable era que tenía aire acondicionado. Yo lo deje entrar un poco en mi escote estirando un poco mi vestido hacia adentro y afuera. Ufff, hay mi hijito eres mi salvador, este clima esta delicioso -dije mientras dejaba salir un poco más mi pecho sin mostrar de más-. Él se quedó embobado viéndolo por uno segundos nuevamente, tenía la boca abierta, casi podía decirse que estaba babeando como un bebe hambriento por el pecho lactante de su madre.
-¿Y cómo es que te llamas mi hijito?
-Yo me llamo Román seño, soy de la ciudad de México.
-¿Y cuantos años tienes? Te ves muy jovencito -pregunte con cierta curiosidad.
-Tengo 19 años, tengo solo un año en el trabajo, pero me gusta mucho.
-¿Y qué es lo que te gusta tanto amor, debe ser muy solitario?
-Pues sí, pero me da tiempo para pensar, meditar, me gusta mucho viajar y conocer lugares de mi México.
-¿Ha de ser muy pesado verdad? Incluso tienes una cama aquí atrás.
-Si, a veces tengo que pasar la noche en mi tráiler y ahí duermo.
¿Sera, o esa cama es solo para las muchachas con las que estas?
Él se puso algo colorado y me di cuenta que estaba algo avergonzado y no dijo nada.
-¿Entonces si es para eso verdad pillo?
-Bueno si h estado con algunas chavitas en esa cama, pero nunca he tenido la suerte de estar con una mujer como usted seño.
Yo me reí mucho y le pregunté:
-¿Y cómo es una mujer como yo?
-Pues que impone mucho, que su cuerpo lo lleva como quiere, que no deja que le digan cómo debe vestir, que no le importa si su esposo le dice que no debe usar escotes, aun así, usa vestidos tan maravillosos como ese, que la hacen ver tan guapa y sexy.
-Pues muchas gracias mi amor, pero yo no tengo nadie que me diga como vestir y si lo tenía, pero por eso me divorcie de él, por eso y por tener la polla chica y que no duraba ni un minuto conmigo en la cama.
-¿Entonces es soltera seño? Tiene Facebook?
-Si mi Facebook lo puedes encontrar como drajuliasexy es el que tiene un estetoscopio y un corazón porque es alusión a que soy doctora.
-Hay muy bien seño, seguro la agregare.
-Ya no me digas seño que me haces sentir más vieja mi amor, me llamo Julia y si soy divorciada desde hace ya muchos años, yo vivo mi vida sin ataduras.
-Oye Julia estamos a solo un par de kilómetros de llegar a la gasolinera.
-Bueno oríllate un momento amor, quiero poder agradecerte por este gran favor que me hiciste -dije mientras le tomaba la pierna. Pude sentir como tembló un poco.
El estaciono el tráiler a un lado del camino. Yo no dije nada y solo dejé que mi mano navegara por sus jeans apretados. Ya se le notaba un bulto el cual acaricie de inmediato y ese muchachito reacciono a mi tacto de inmediato gimiendo. Le baje la cremallera y desabroche su pantalón lentamente. Él se lo bajo desesperado como cuando un hombre se está orinando y está a punto de llegar al baño se bajó todo. Su pene babeaba por mí, pequeñas gotas de líquido preseminal caían desde la punta de su verga morena y apetecible. Las probe con mi lengua y eran como un dulce sabor a miel, quizás era la juventud en él, pero era un manjar. El solo gruño y comenzó a meter la mano en mi vestido para manosear mi busto como loco. Apretaba mis senos con fuerza, solo lo suficiente para que doliera, pero era un dolor erógeno. Mis pezones estaban erectos y duros y él lo había notado, jugaba con ellos mientras yo succionaba su cabeza con fuerza, sus jugos no dejaban de fluir. Me tomo de la cabeza firmemente del cabello y empujo para que me la comiera entera, yo lo hice, forcé mi garganta y lo metí entero, él no lo soportó y grito: ¡Mierda! mientras dejaba salir un buen trago de leche espesa y caliente en mi garganta, fue tan abundante que tosí un poco en su cuerpo. El respiraba agitado y yo saboreaba su leche juvenil. Le enseñe la leche en mi boca y por la calentura la bebi frente a sus ojos. El me beso inmediatamente frotando mis caderas y glúteos. Vamos atrás -me dijo con una voz llena de lujuria.
Fuimos a la cama en la parte trasera de la cabina. Me quito el vestido y vio por un momento mi cuerpo, mis senos frondosos y mis grandes caderas con mi piel morena y provocativa. No aguanto más y comenzó a mamar mis senos mientras se terminaba de quitar toda la ropa. Yo acariciaba su cabello que era muy lindo mientras él se alimentaba de mi pecho como un bebe. Se puso el condón rápidamente y yo lo empuje a su cama. Mi vagina estaba muy húmeda, ya fluía de ella los jugos previos al placer. Solo lo inserté dentro y el gimió, comencé a montarlo con fuerza, brutalmente brincaba en su pene sin piedad, el gemía y tomaba mis caderas, yo gruñía también por el placer y le gritaba cochinadas: te gusta así cabron, ¿te gusta? Después de un par de minutos él dijo: más despacio, espérate. Yo no lo escuche, seguí duro montándolo, él se incorporó y yo lo bese acariciando su rostro y jugando son sus fluidos bucales mezclándolos con pasión con los míos y dejando danzar lento a nuestras lenguas. El dejo de besarme y mamo mis tetas con absoluta desesperación y dijo -mami, dame teta-. Pude sentir como su orgasmo se ahogo en un gemido suave y su pene se ensanchaba dentro de mi eyaculando en su condón. Yo acabé un poco al sentir su orgasmo y morder mi pecho y el estaba ya casi dormido en mis pechos en el mayor de los éxtasis cuando le dije, vamos a un hotel.
Continuará…
Busquen mis redes en mi perfil y platicamos.