Ahí estaba paseando con mi amigo Alexander, nos encontramos cerca de mi casa y me emocionó verlo ya que él se había ido a Francia cuando éramos pequeños.
-Hace buen día verdad
-Si – respondí nerviosa, había cambiado, pasó de ser un niño a convertirse en hombre guapísimo nada más verlo me sorprendí al ver su cara, su cuerpo…
Caminamos en dirección a mi casa, hablábamos de todo y de nada a la vez nos poníamos al día de que habíamos hecho los últimos 12 años. Cuando llegamos a mi casa pensé en despedirme, pero él me sorprendió agarrándome de la cintura y dándome un profundo beso.
-Hanna te he querido siempre y me dolió alejarme -dijo para luego volver a besarme, me pego a él y pude sentir su anatomía rozar mi sexo había conseguido mojarme con un beso, solté un pequeño gemido, entramos en mi casa y me guío al sofá que había en la sala, se sentó en él y me encaramó en su regazo, seguía besándome mientras sus manos movían mi cintura para restregarme con él. Pasaba sus manos por mis muslos, sentía como cada vez mojaba más y más el tanga que llevaba ese día. Metió su mano por en medio de nosotros, pasó sus dedos por mi coñito húmedo y froto mi clítoris hinchado.
-Umm que rico Hanna estás muy mojadita -me dijo, a lo que yo respondí moviéndome para conseguir más placer con sus dedos mientras gemía y gemía.
-Si -gritaba mientras sentía como estaba a punto de venirme, pero él decidió que no era el momento así que sacó sus dedos.- No -grite al no haberme satisfecho.
-Tranquila nena, acabamos de empezar y te prometo que te haré gemir como una puta- dijo dándome un azote en mi trasero. Yo ahora mismo lo unió que quería era poder venirme, así que baje mi mano para frotar mi clítoris para conseguirlo, él me cogió la mano para que parara, me quito mi blusa y mi falda, bajo mi tanga y me saco el sostén que llevaba beso mis pezones y me giro para tumbarme en el sofá con él entre mis piernas.
-Vamos nena, voy a hacer que termines -pasó su lengua por mi ombligo para luego pasarla por mi rajita luego lo abrió para pasar su lengua arriba y abajo.
-Alex -dije- que rico -él siguió besando mi coñito, mi clítoris duro pasaba por este su lengua lo mordía lo tocaba con sus dedos hasta conseguir que se me tensen las piernas.
-Siii Alex, me vengo que ricooo me encantas.
Una vez terminado decidí devolverle el favor así que me pare y me arrodillé no sin antes darle un beso en su boca donde pude saborear mis flujos de sus labios.
-Alex, me dejas devolverte el favor -le dije poniendo la mejor cara de puta que pude
-Todo tuyo nena- me ayudó a bajarle los pantalones mientras me arrodilla frente suya, sacó su polla y la cogí fui bajando y subiendo primero lentito esto hizo que saliera un poco de líquido así que lo limpie metiéndome la punta en la boca, oí como gruñía con un simple toque así que me acomode y me la metí todo lo que pude su polla en mi boca.
Pasé mi lengua por su tronco, me di golpecitos con ella en mi lengua y succione un poco, en eso él medio un azote -Mírame mientras me la chupas -dijo a lo que yo obedecí, le miraba y de vez en cuando le pestañaba para que vea que tan buena es su putita. Seguí hasta que note como se descargaba un chorro de semen en mi boca que yo me trague gustosa.
-Alex quiero que me folles aquí mismo- le dije mientras me restregaba contra su polla tiesa. El entonces me penetro, yo gemí arqueando mi espalda. Primero hacia movimientos lentos, me hacía sentir todo de él, pero luego decidí que había que ir más rápido me pude encima suya y comencé a cabalgarle. Sentía sus huevos chocar contra mi culito él me agarro de mis nalgas para penetrarme profundamente, nos dejamos guiar por la pasión que ni siquiera pensamos en ponernos un condón.
-Hanna me puedo venir dentro tde ti -por un momento lo pensé.
-Si -le respondí mientras notaba que mi orgasmo se acercaba, el también notaba porque me tumbó y empezó a metérmela más rápido me hacía un poco de daño, pero valía la pena porque me causaba placer.
-Ponte de espaldas mía -dijo colocando a 4 patas- quiero ver tu hermoso culo mientras te dejo preñadita.
Así lo hice hasta que note que se venía dentro sentí como un chorro me llenaba mientras yo también me venía. Nos separamos para luego volver a estar encima de él y así la pasamos… Follando y follando toda la noche.
Desde ahí Alex y yo, quedamos todos los días para poder follar en todos los lugares y de todas las maneras posibles, pero eso dará para otra historia.
Besitos calientes y mojados para todos.