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Un pequeño anticipo de lo que te espera al volver a casa
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Tiempo de lectura: 4 minutos

La empresa para la que trabajo se dedica a la auditoría de cuentas, esta semana se me ha encomendado la revisión de cuentas de una empresa cuya sede central se encuentra muy lejos de mi casa. Hoy es mi cumpleaños y me siento melancólica, me han enviado mensajes de felicitación, pero no es lo mismo, tampoco me apetece irme al hotel sola, así que aunque es tarde y no hay nadie en la oficina, yo estoy trabajando, pienso que si adelanto el trabajo y termino antes, podré irme a mi casa y celebrarlo con mi pareja, le echo de menos.

Suena el teléfono interno, descuelgo es el vigilante de seguridad del edificio, me comunica que han traído un paquete para mí y que lo han dejado en recepción, bajo en el ascensor, estoy en la planta 16 de un edificio que tiene 60 plantas, una botina torre de cristal que sirve de oficinas a muchas empresas, saludo al vigilante, me entrega el paquete y me dice que lo han traído de una mensajería con órdenes de entregármelo a esta hora, que raro pienso, le pregunto si hay más gente trabajando, me dice que en mi planta no, que queda alguien más pero que se marchará en breve, me pregunta si me quedaré mucho tiempo, yo le digo que seguiré unas horas más que quiero terminar la auditoria cuanto antes para marcharme a mi casa.

Cuando estoy de vuelta en la oficina, sentada en la sala de juntas que es mi despacho improvisado, abro el paquete y me encuentro una caja envuelta en papel de regalo, lo rasgo, son unos bonitos zapatos negros con un tacón de negro de vértigo (16 cm en forma de aguja) sonrió solo a él se le habría ocurrido comprarme esos zapatos que tantas veces he mirado en el escaparate de ese diseñador tan de moda, cuando los tengo en mi mano veo una tarjeta en el fondo de la caja, contiene un mensaje “Feliz Cumpleaños, peque. Aunque estemos lejos, te sigo deseando, póntelos para mí y conéctate al MSN”.

Cogí mi ordenador portátil personal, siempre va conmigo, conecte la Cam y le busque en el MSN.

-He recibido tu regalo y me ha encantado.

-Sabía que te gustaría y cuando los compre tuve unas fantasías muy calientes.

-¿Cómo de calientes?

-Mucho. ¿Estás en la oficina?

-Sí, estoy sola a ver si termino el trabajo y me marcho pronto contigo…

-Ummmm, quiero verte con los zapatos puestos.

-Ahora me los pongo.

-Quiero verte en ropa interior y con los zapatos puestos, como en mis fantasías, no puedo esperar a que vengas y además es tú cumple, vamos a intentar hacer algo especial…

-Tengo que terminar el trabajo, y puede venir alguien.

-Conociéndote estarás sola en la oficina y anda porfi solo será un ratito, no estás y tengo un calentón de la ostia…

-Vale, yo también me estoy poniendo caliente y qué demonios es mi cumpleaños…

Me desnudé poco a poco, me quede con las braguitas y el sujetador, negros como los zapatos, me los puse y situé bien la Cam para que pudiera verme completamente. Conecte el altavoz, empezó a silbar, me encanto y me puso más cachonda.

-Sabes, como me gustaría que estuvieras aquí, ahora mismo estoy muy mojada…

-Quiero verlo, quiero ver cómo estas de mojada…

-Yo también quiero verte a ti, en ropa interior, notando como tu polla me echa de menos…

Él se desnudó completamente, dejándome ver como su miembro me enviaba un saludo, era gracioso ver como se movía al compás de mi mano cuando la pasaba por la pantalla.

-Quiero que quites el sujetador y las bragas y te quedes con los zapatos, quiero ver cómo estas de húmeda para mí.

Obedecí y me quede con los zapatos, me senté en la silla, enfoque la Cam a mi coñito y con los dedos lo abrí para que viera como estaba de mojada, empezó acariciarse la polla, que estaba tiesa y dura como a mí me gusta.

-Quiero que te toques, que pienses que estoy ahí y que soy yo, el que te acaricia.

Empecé por mis pechos, que tenían los pezones duros como pequeños botoncitos, los eleve un poco y comencé a lamerlos, el empezó a pajearse un poco más deprisa, yo mientras baje mis manos hacia mi coño, con los dedos abrí mis labios y le enseñé como estaba de mojada.

-Te necesito aquí dentro…

Metí uno de mis dedos dentro de mi vagina, comencé a meterlo y a sacarlo, no estaba mal pero necesitaba algo más, se me ocurrió algo que decidí poner en práctica, mientras miraba como se pajeaba, me quite uno de los zapatos, me lleve a la boca el tacón y comencé a lamerlo como si fuera su polla, escuche como se le cortaba su respiración y algo más pero no le di importancia, con mi lengua lamia el talón del principio al final, lo ensalivaba bien, creo que el intuyo mis intenciones.

-No te vas a atrever, siempre has sido…

Cogí el zapato y lleve la punta del talón a la entrada de mi coño y me lo introduje, despacio, muy despacio, mientras miraba como él seguía meneando su polla, que estaba de un color más oscuro y a punto de estallar, de repente con el rabillo del ojo te localice, estabas sentado en el despacho del director, me pare en seco un poco asustada.

-¿Por qué paras?

No contesté, en el momento, te observé con detenimiento y vi como tenías en tu mano una gran polla y como te estabas pajeando a mi costa.

-Creí haber escuchado un ruido, pero no era nada…

Mentí y decidí continuar masturbándome con el tacón de los zapatos. Comencé a suspirar y a jadear en voz más alta para provocarte un poco más. Os veía a los dos masturbándoos para mí, a través de la pantalla del portátil estaba él apunto, tu aún no…

-Estoy a punto de correrme, ¿cómo estás tú?

-Apunto como tú.

El morbo era tan grande que solo de veros a los dos me hacía estremecer de placer… comencé a correrme…

-Abre tu boca y ponla en la Cam, quiero correrme dentro de tu boca.

Volví a obedecer, el empezó a descargar toda la leche encima de la mesa…

-Es una pena que no estemos juntos, pero por lo menos ha sido un pequeño anticipo de lo que te espera al volver a casa, porque voy a lamer todo tu cuerpo…

-Yo también lo estoy deseando.

Nos despedimos y cortamos la comunicación.

Me dirigí hacia a ti. Te di el zapato y comenzaste a lamer el talón donde aún estaban los líquidos derramados de mi corrida, me volví a excitar. Me agaché y me metí tu polla en mi boca, primero la punta, luego todo el tronco, era grande y me tocaba la campanilla, me la saque comencé a besar la punta y a lamer el tronco, tu emitías pequeños jadeos, con la mano a compasaba los movimientos de mi boca.

Me levanté y me senté encima de ti con las piernas abiertas y tu polla en la entrada de mi coño, me empale, te sentía llena, me llegaba muy adentro, subía y bajaba lentamente, tú me acompañabas con pequeños movimientos empujando hacia arriba y abajo, mientras me chupabas los pechos.

Me di la vuelta, tú me la metías desde atrás, mientras yo apoyaba mis pechos en la mesa, tus embestidas eran lentas y acompasadas, en un momento sentí como metías algo por mi ano, me gire y vi que estabas introduciendo el talón del zapato, al principio era raro, pero luego empezó un placer indescriptible siendo penetrada por tu polla y por el tacón, comenzaste a embestirme más rápido, más fuerte, tuve que agarrarme a la mesa para no perder el equilibrio, más fuerte, más duro, duro y rápido, comencé a correrme… caí agotada encima de la mesa, tu aún me penetrabas, pero más lento, te paraste, me levante y me metí tu polla en mi boca, ahora su sabor era distinto, más intenso, notaba el gusto de mis fluidos, comenzaste a descargar dentro de mi boca, tu leche tenía un pequeño gusto salado, me llenaste la boca con tu leche, me la trague toda y continúe dejándotela limpia, me levanté y pensé que bonito cumpleaños…

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