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Un pecado deseable
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Sábado por la mañana, voy a la casa de mi abuela para irnos, veo al precioso guardia de seguridad parado fuera de la garita, me ve, y abre la puerta para que pase.

-Buenos días vecina

-Buenos días vecino -le dedico una sonrisa- ¿cómo está?

-Bien gracias

Sigo con mi camino por las escaleras y me topo con mi abuela en el pasillo.

-Buenos días abuela, ¿cómo está?

-Bien mijita y tu mamá?

-Dijo que ya viene -se me ocurre que- así que esperemos junto con el guardia más seguro.

-Ya pues vamos

Ya abajo de nuevo, lo veo, es tan sexy, esos brazos fuertes, esa espalda, esas manos, son el collar perfecto, mientras habla con mi abuela no dejo de mirar sus ojos, uff esos hermosos ojos negros parece que te llevan al infierno con solo verte; es un día de invierno y aun así siento que quemo.

Él encima de mí o yo encima de él, supongo que no importa siempre y cuando me haga gritar y…

-Mija?

-ah… mande Abuelita?

-Parece que volaras, ¿en dónde andas hija mía?

-Pues -miro al guardia- en el cielo abuelita, veo como llego -le envío una mirada coqueta.

Gracias a dios nací mujer y no hombre, siendo tan caliente no sé qué haría.

Dicho esto mi mamá llega y nos disponemos a irnos, en el momento que me voy el guardia extiende su mano y se despide de mí, la tomo y me entrega un papel con una nota, la guardo.

Ya sin que nadie me vea lo abro y lo que leo me da aires de victoria:

“Mañana a las 10 am en el centro comercial se puntual”

Al día siguiente me doy una ducha me arreglo con una falda café, blusa escotada, pelo suelto (para que me lo jale), y botines. Hoy voy muy decidida, llego al lugar de encuentro 10 minutos antes y lo veo ahí sentado, pensativo, ay que sexy, cuando mi mirada lo atrae y me distingue entre la gente se levanta de la banqueta, cruza sus brazos. Llego hasta donde él y le suelto:

-Uy que serio

-No creí que vendrías, quería confirmarlo y veo que estaba en lo cierto

-Y que pensabas? He?

-Que quieres algo conmigo

Analizo su mirada, otra vez así, intenso.

-Deja de mirarme así, parece que me vas a llevar al mismísimo infierno.

Acto seguido, muy rápido me toma de la cintura y me pega hacia él.

-¿No quieres que te lleve?

Ay dios mío me prendo.

-Mejor llévame a tomar un helado

– ¿qué? ¿Un helado? ¿En este frío?

Pongo mis manos en sus mejillas.

-Necesito apagar las llamas de mi interior bebe -le digo con un tono chistoso.

-jajaja está bien vamos por un helado

Vamos apegados, demasiado diría yo, su mano se hunde en mi cintura, tanto que me duele un poco.

Llegamos a un buen sitio y nos sentamos

-Bien -dice- ¿qué es lo que quieres conmigo?

-No sé cómo decirlo, quiero… a ver espera un minuto

Saco de mi bolso esfero y papel, escribo y se lo entrego.

-Ja ya empezamos con las notitas?

-Solo léelo

Lo abre, su cara es una joya. Acerca su cara a la mía y susurra:

-¿Sexo pasional?

-Si

Por dios su rostro es otro, esta asombrado, ahora él está en llamas.

Nos dejan nuestros helados y comemos.

-Qué edad tienes eh? No quiero ir a la cárcel

-19

Terminamos de comer en silencio, aunque su mirada decía bastante, salimos del centro comercial y nos vamos a un lugar más apartado.

-De acuerdo ya lo pensé y está bien, tendremos sexo

-Pasional

-Tendremos sexo pasional, ¿por cuánto tiempo?

-Pues hasta que nos cansemos

Dicho esto afirma con la cabeza y agarrada de la mano me lleva con él.

-¿A dónde vamos?

-A la farmacia a comprar condones

-No los necesitamos

-Pues yo no quiero correr el riesgo

-Soy estéril

Me voltea a ver algo inseguro

-¿No me estás mintiendo?

-Yo tampoco quiero un bebé de un hombre casado lindura

-Okey, confío en ti, vamos

-Por cierto, querido, si no me haces gritar voy a tener que cobrarte -lo miro de reojo, creo que logre la motivación.

Nos dirigimos al hotel más cercano, alquilamos una habitación, ya en ella empieza la acción.

Ni bien estamos adentro, me agarra de la cintura con una mano y con la otra me toma del cuello, posa sus labios en los míos y me besa frenéticamente, me quita la falda mientras que yo le retiro su camiseta, nos quitamos los zapatos, baja sus labios a mi cuello, entonces le quito su cinturón, aflojo su pantalón, cae y lo patea a un lado, dirige sus manos por debajo de mi blusa y manosea mis senos, me la quita desesperado, con dificultad me retira el sujetador, las mira con lujuria, me toma en sus brazos y me lleva a la cama.

-Espera un minuto -le digo- déjame verte bien

-¿qué tienes?

-Tus ojos arden

-Ahora si te llevaré al infierno

Unimos nuestros labios en un beso profundo cargado de pasión, sus manos me toman por doquier, siento su miembro endurecerse contra mi vagina, estoy ansiosa, espere esto mucho tiempo, desde que lo vi por primera vez me imaginé esto tan juntos y ardientes.

Sus manos presionan contra mi cuerpo, se hunden en mi piel dejando su huella, se endereza un poco para poner su ya duro miembro en mi entrada, juega con mi clítoris, solo para desesperarme más y presiona contra mi lentamente, me estremece, me saca un gemido, se acomoda para empezar a bombear, vuelve a besarme, pongo mis manos en su espalda, no puedo evitar rasguñarlo con cada penetración, en realidad la fricción me está sacando de mis casillas, me posiciono mejor para recibirlo en mi interior.

-Ah ah aah ahh, sí sí así no pares

Sus ojos están a medio abrir, veo su mirada es intensa, está motivado a hacerme gritar, siento su pene llegar hasta mi útero, esta partiéndome en dos, las paredes de mi vagina se abren paso con cada golpe, sus bolas dan en mis nalgas y el sonido que hace es tan excitante, sus labios bajan a mi cuello para morderme, luego a mis senos, juguetea con ellos y les da un pequeño mordisco a cada uno.

-Ah no puedo resistirlo

Empieza a darme más duro, no es rápido pero si preciso

-Ah ah ah aah, que rico

-Gime, gime más- me dice acercándose a mi a cara

-Aah aah aah

Lo miro directamente a los ojos, adoro esto, me encanta, también comienza a agitarse, su aliento llega a mis labios, no duda y me besa otra vez, siento su mano en mi seno derecho, manoseándolo a su antojo.

Mi cuerpo se tensa en un delicioso orgasmo. Este pecado es lo más delicioso, en un momento te estas quemando en el infierno y al otro estas en el cielo.

-A aah aahaah -me disparo al paraíso, esta vez hundo más mis uñas en su espalda y sin querer lo rasguño, dejando mis marcas en su piel.

Noto también el entumecimiento de su cuerpo; tuvimos un orgasmo al mismo tiempo, presiona sus labios contra los míos aún más, cuando siento que todo su semen fluye por mi vagina, retira su boca de la mía y descansa su cabeza en mi pecho.

-a ah -estoy cansada, apenas me queda aliento para hablar

-oye -dice- ¿así va a ser?

-así… cómo?

-así de… -toma aliento, respira un poco- intenso

Lo miro fijamente a los ojos, llevo mi mano derecha a su cabeza y la acaricio

-Sí, así va a ser

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