Era un hermoso día de primavera, no hacía ni frío ni calor y hasta corría una brisa fresca que me acariciaba deliciosamente mi rostro mientras yo daba mi típico paseo en bicicleta en el camino de las afueras de mi ciudad.
Siempre solía dar ese paseo para distraerme, además era una zona solitaria.
Mis pensamientos empezaron a viajar a la velocidad de la luz, primero fueron sobre la facultad, las materias de este año, exámenes y demás cosas, luego el rostro que llego a mi mente fue el de mi atractivo novio.
Al recordar a mi novio también pensé en todas las cosas maravillosas que hicimos juntos, en sus besos tan apasionados con mucha lengua, en sus manos acariciando mi cuerpo al hacer el amor, en cuanto al sexo también he pensado en sus salvajes embestidas y en lo satisfecha que quedo luego de tener intimidad con él.
Al pensar en el buen sexo que tengo con mi novio mis pezones se han endurecido y estoy empezando a sentir un poco de humedad entre mis piernas, ya me he dado cuenta de que me he excitado solamente con mis pensamientos.
Me detuve, mire hacia ambos lados, cundo me asegure de que no había nadie lo que hice fue sacar mis tetas fuera de mi vestido para que el aire las acaricie también.
La humedad de mi vulva continuaba, entonces subí mi vestido para que mis dos nalgas queden desnudas y al aire libre como están mis redondos senos en este momento.
Luego de unos minutos me di cuenta de que no era suficiente, me saque mi tanga y la guarde en mi mochila.
Mi excitación aumentaba en vez de disminuir porque ahora podía sentir mi vagina desnuda contra el asiento de la bicicleta con cada paso que daba.
El asiento se sentía tan delicioso, un poco duro, y yo estaba necesitada de una buena verga entonces decidí detenerme por última vez para empezar a frotar mi concha contra el asiento.
Una vez que empecé con mis descarados frotamientos contra el asiento de la bicicleta ya no podía parar, quería mucho más y lo estaba haciendo cada vez aún más fuerte.
Ya había empezado a gemir bien fuerte y en unos minutos el asiento de mi bicicleta quedo lleno de mis fluidos. Aun así no era suficiente porque seguía excitada, entonces me sitúe en la parte delantera del asiento que es la más finita y me imagine que era el miembro de mi novio, con ese pensamiento en la mente hice un movimiento con mi pelvis y esa parte del asiento ingreso en mi vagina que ya estaba demasiado húmeda.
Se sentía como un pene duro dentro de mi vulva, esa sensación me gusto y empecé a moverme hacia delante y hacia atrás, pero ahora con el asiento penetrando en mi concha.
Estaba contenta con esta sensación que había descubierto recién ahora, lleve una mano a mis pechos y los empecé a masajear lentamente tocándome los pezones mientras seguía penetrándome la vagina con el asiento de mi bicicleta.
Pronto me empezaron a temblar las piernas por la intensidad con la que me estaba penetrando y volví a eyacular sobre el asiento.
Ahora que mi vulva había quedado muy satisfecha empecé a dedicarme a mis senos, me los tome con ambas de mis manos y los toque pensando que eran las manos de mi novio las que me estaban masajeando los pechos.
Ambas de mis manos seguían en mis senos hasta que se me ocurrió la idea de chuparlos, eso fue lo que hice y empecé a pasarles mi lengua lentamente, primero lambí todo mi pecho luego fui a los pezones para dejarles un poco de saliva que toque con mis dedos para esparcirla.
Hice esa estimulación para ambas de mis tetas durante varios minutos. Luego mire el asiento de la bicicleta y vi que aún estaba con mis fluidos, entonces me incline y le pase mi lengua al asiento para dejarlo limpio de los líquidos que salieron de mi vagina.
Me senté devuelta en mi bicicleta y seguí mi camino solo que esta vez fue diferente porque me deje los pechos al descubierto y se me veían las nalgas.
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