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Un nuevo chico en casa
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Esto pasó hace un año, yo vivo con mis padres y en casa tenemos una habitación libre por lo que no fue sorpresa que cuando el hijo de la prima de mi madre entró a la universidad fuera a vivir con nosotros puesto que él es de otra ciudad.

Lo cierto es que en mi familia nadie sabe de mi orientación sexual, además a mi primo prácticamente no lo conocía porque era de esos familiares que poco se visitan, la primera vez que lo vi fue cuando llegó junto con sus padres hasta mi casa para instalarse cuando mi mamá lo presentó casi no logro disimular la forma en que lo miré ya que me quedé impactado, es un chico que apenas y acaba de entrar a sus 18 años, de 1.70, blanco y con un lindo bronceado, unos ojos color miel y unas facciones perfectas en su rostro, un cuerpo definido típico de un jovencito que practica deportes, lo que más me agrado fue que hubo química y de inmediato entramos en confianza.

Así pasaron los días y cada vez nos hacíamos más cercanos con mi primo incluso lo acompañé a realizar algunas compras de ropa y entre unos zapatos para fútbol, cuando fuimos a que se los pruebe me costó mucho trabajo ocultar la erección que me provocó verlo con sus blancos calcetines se veía tan bien, le encantaba el fútbol así que practicaba casi todos los días en las tardes al salir de sus clases de la universidad, (debo confesar que cuando salía de casa yo entraba a su dormitorio y olía sus calcetines y bóxers usados), desde la primera vez que vi a mi primo empecé a fantasear con él y pensé que se quedaría únicamente en eso en fantasías ya que él tenía una novia en su pueblo con la que siempre hablaba por video llamada.

Una tarde estaba solo en casa cuando mi primo llegó con su uniforme de fútbol puesto y según me dijo muy cansado, me cometo que había jugado tres partidos ese día y que le dolían muchos sus piernas, como ya teníamos confianza me dijo que si le podía dar masajes en sus piernas a lo que yo encantado le dije que sí, él se quitó los zapatos y se recostó en el sofá de la sala donde yo estaba sentado y pude sentir el olor de sus pies que era suave y agradable ya que usaba talco para evitar malos olores, siendo yo un adicto a los pies masculinos empecé a acariciárselos suavemente, luego le quite los largos calcetines de futbolista que traía y empecé a masajear sus piernas poco a poco iba subiendo hasta sus muslos llegando casi a sentir sus testículos mi primo me decía que se sentía muy bien y se le iba aliviando el dolor, lo que no sabía es que a mi me estaba subiendo cada vez más la temperatura y tenía mi pene duro como una roca, en eso por "accidente" toque su pene y note que estaba muy duro igual yo le dije

– lo siento se me fue la mano.

– sonrío- no pasa nada perdona tu que la traiga dura estoy que ya se me riega la leche de tanto tiempo que ni me pajeo

– en serio eso está interesante, si quieres puedo ayudarte con eso

– con una hermosa y coqueta sonrisa- y cómo

– acariciando su erecto y enorme pene- puedo probártela

– dale

No podía creerlo se estaba haciendo realidad una de mis fantasías más recurrentes, así que sin perder tiempo le saque el pene por la manga de su bóxer y shorts deportivo y comencé a pajearlo, era muy bonito de unos 18 cm grueso con unas venas marcadas y sin circuncidar él tenía una cara de placer mientras yo lo masturbaba que no dude en metérmelo a la boca yo ya tengo alguna experiencia sexual y me han dicho que hago un estupendo oral así que saque lo mejor de mi, se pase la lengua desde los testículos hasta el glande recogiendo cada gota de su preseminal y saboreándolo cómo si de un dulce néctar se tratará, le mamaba tan bien que gemía y eso me hacía que yo succione con más fuerza luego le chupe el escroto y sabía a sudor pero no tenía un mal olor yo estaba extasiado y según sentí mi tierno primo también ya que empezó a temblar y tomo mi cabeza tan fuerte que me la hizo tragar todo su pene en eso empezó a embestir mi boca y con un sexi gemido dijo "hay madre bendita" y dejos salir la más frenética eyaculación que había sentido en mi vida, con lo cual me quedo más que demostrado que de verdad llevaba mucho tiempo sin acabar porque me llenó la boca de su leche que claro está me la trague toda y luego le limpie cada centímetro de su hermosa verga con mi lengua recogiendo cada gota de ese juvenil semen.

Luego de eso me dijo gracias en serio lo necesitaba, me voy a bañar, luego de ducharse regreso a mi y vimos una película juntos sin hablar de lo ocurrido pero quedo claro que habíamos alcanzado el clímax de muestra confianza, ya que luego de eso tuvimos infinidad de encuentros sexuales dónde pasamos a mayores pero eso es material para otros relatos que los haré luego.

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