Hoy era la noche en la que estaba dispuesto a ser cornudo y mi novia dispuesta a hacerme cornudo, todo estaba listo mini falda, torso desnudo cubierto con una chaqueta de cíper sin cerrar, y condones, teníamos todo planeado y pusimos rumbo a la exconstructora decididos a poner en marcha el plan acordado.
Al llegar, antes de bajarnos ella me pidió una última cosa, que tuviéramos una señal en caso que las cosas se salieran de control.
-¿Qué te preocupa mi amor?
-Que se acerquen otros vagabundos –me dijo ella
-¿Dudo mucho Antonio los deje acercarse, así como aquella vez recuerdas?
-Si, tienes razón, pero en todo caso si toco dos veces seguidas con mi mamo tu intervienes si? –dijo ella
-Está bien mi amor
-Pero solo si realmente toco, no queremos echar a perder todo –me dijo
Mi novia puso los condones adentro de su carterita de mano, entonces bajamos del auto, Héctor y Antonio se quedaron viéndola de pies a cabeza.
A mí me saludaron con un golpeteo en la espalda, a mi novia después de adularla le dieron un abrazo entre los dos.
-Oye pero si vienes vestida así mejor sal de tu casa desnuda –dijo Héctor
-No tonto porque luego Román tendrá que cuidarse de los vecinos –le respondió Antonio a Héctor
-Tranquilos, ellos no se dan cuenta, creo. –les dije
-Mas de alguno verá algún día, se dará cuenta que tu novia o bueno, tu prometida es bien puta –me dijo Héctor
-Esos vecinos ya son viejos los conozco desde hace muchísimo –les dije
-Entre más viejos más calientes, tendrás que cuidar ese culito –dijo Antonio viendo a mi novia
Mientras hablábamos Héctor siempre aprovechar a manosear a Erika, eso a ella le gusta, pero hoy se dejaba hacer aún más a tal punto que Héctor logró meter un par de veces su dedo dentro de su vagina. Mi novia solo hizo la cabeza un poco hacia atrás en señal que le había gustado, fue luz verde para ellos dos.
Héctor aprovechó para besar su cuello, luego la levantó para sentarla frente a él y comenzó a besarla en la boca, Antonio miraba con ganas usualmente era él quien tomaba la delantera, esta vez no pudo.
Mi novia era quien manejaba el asunto, quería tener todo hasta llegar a nuestro objetivo.
-¿Y cuándo fue la última vez que se bañaron? –los interrogó mi novia
-Pues probablemente hace 3 días –dijo Héctor
-Uhmm –alcanzó a decir mi novia
A la vez que ella aprovecha que ambos siguen sentados, comenzando con Héctor bajó lo que usaba como pantalón y sacó a relumbrar su verga sucia, aunque su cabeza era rosada, pero sí que estaba acompañado con una selva de pelos, no digamos Antonio, que sus pelos era más o menos parados.
Muy al principio, es decir, cuando nos conocimos con esos vagabundos tenían pena de mostrar sus vergas, pero ahora eso era lo de menos ya que se habían acostumbrado a que mi novia siempre se las viese o tocase.
Mi novia agarró ambas vergas, una en cada mano, y comenzó a frotarlas un poco, acercó su cara para ver de cerca, le gustaba jugar con ellos de acercarse lo mas posible a las cabezas de sus vergas a sus labios.
-Veo que si están sucias, pero están bien –dijo mi novia
A todo esto, la chaqueta ya se la habían quitado, solo quedaba con la mini falda, al estar casi a orilla de calle los demás grupos de vagabundos podían ver lo que ocurría, aunque nadie se acercaba. Solo se limitaban a ver como la tenían de pie mientras volvían a besarle el cuello pegando sus vergas a su cuerpo.
Erika al final se separó de ellos y les preguntó si querían el baile ya.
Ellos dijeron que sí, por lo que llevamos las sillas para alejarnos mas de la orilla de calle, como he dicho anteriormente, pocos grupitos de vagabundos pueden ver, pero no es lo mismo que estar casi en medio de la calle. A mi novia le encantaba exhibirse, pero no le molestaba la idea de alejarse de la orilla de calle, para ella mejor, tenía más espacio.
Mientas bajaba la bocina del auto se acercó a mi y me dijo que sería hasta después del lapdance que empezaría a coger.
-¿Qué planeas hacer? –le pregunté
-Ya me las arreglaré porque pretendo tenerlo a los dos al mismo tiempo.
-¿Y con los preservativos que dejaste en la carterita?
-Como te dije, ya me las arreglaré aunque tarde o temprano se darán cuenta.
-Y recuerda, solo si toco dos veces seguidas con mi mano detienes todo, de lo contrario no.
-Haré una combinación de lo que he hecho, espero salga bien y sobre todo que les guste –dijo un tanto preocupada.
-Lo harás bien, además, no es una oportunidad que tienen toda la vida –le dije animándola.
-Así que ve con todo –le di una nalgada suave.
Había motivado a mi futura esposa, la había motivado a seguir adelante en ponerme los cuernos, sobre todo rebajarse a coger con unos vagabundos, en sus ojos se miraban su disposición, sobre todo sabiendo que podía tener la verga de Héctor, aunque iba a estar pendiente de ella me iba a dedicar a disfrutar todo lo posible.
Héctor y Antonio se habían sentado, pero ella los hizo ponerse de pie, se puso entre medio de los dos, mi novia estaba nerviosa porque el final de todo iba a ser totalmente diferente.
Ella me volteó a ver y me tiro un beso, el cual se lo devolví, y reproduje la música, ella comenzó a bailarles a ambos. Para ser exactos ella había escogido Felina.
Comenzó con Antonio, pegó su cuerpo pecho a pecho, mientras le daba un beso de lengua bastante húmedo, a la vez que meneaba sus caderas de derecha a izquierda, por lo que Héctor se pegó atrás, aprovechando a quitarle la falda, una vez más mi novia había quedado sin ropa a la vista de todos. Continuó con el meneo, dio un giro para quedar frente a Héctor e hizo el mismo movimiento.
Cuando comenzó el ritmo rápido de la canción fue cuando comenzó a mover más su culo, bajando haciendo un giro, las vergas de Héctor y Antonio golpearon su cara por el giro que hizo, ella empezó a subir despacio con el culo parado e iba besando desde la pelvis hasta llegar a la boca de Héctor, mientras que, como su culo iba parando la verga de Antonio recorrió la separación de sus nalgas e imitando el mismo movimiento que hizo las primeras veces, agarró la verga de Antonio para encajarla en la entrada de su ano, para hacer giros en circulo, después giró para poder complacer de esa misma forma a Héctor.
Antonio y Héctor estaban sudando un poco de la frente, era obvio que estaban caliente, y no era de gusto, pues ayer tuvieron un calentón con mi novia y ahora otro. Cambié de música a pedido de mi novia y puse una de Tego llamada Pa’ que te rozen.
Mi novia le había puesto mas empeño en bailar lo mas pegado a ellos, les dijo que se sentaran, y así lo hicieron.
Mi novia se paró entre medio de las piernas de Héctor y bajo movimiento las caderas, pero la verga de Héctor quedó atrás de sus nalgas, aprovechó y le dio un beso, se puso de pie, y continuó con Antonio, quedando sentada con su verga hacia delante de su vagina.
Antonio le dio un pequeño mordisco al pezón de ella, ella le respondió apretando un poco la verga de él y sonriéndole.
-¿Hoy si vienes aún mas motivada verdad putita? –le dijo Antonio
-¿Tú crees? –le dijo poniéndole el culo en la cara de Antonio
Mientras mi novia hacia esos movimientos, vi una sombra con el rabillo de mi ojo, era un vagabundo que se había colado, al verlo bien me fijé que era el mismo de la otra vez y nuevamente se sentó un tanto alejado de nosotros.
No le dije nada, lo dejé estarse ahí.
Mi novia continuaba con sus movimientos hasta terminar la música.
Hizo como que si quería tomar agua, se acercó a mi y si tomó agua, pero también era para agarrar la carterita con los condones, en mi mente sabía que había llegado el momento.
Antes de regresar mi novia me dijo que me amaba y que ansiaba la boda, eso me hizo brillar los ojos, mi corazón confortado, le devolví el te amo, y le dije que la esperaba en el altar.
Mi novia caminó un poco hasta donde estaba Héctor y Antonio, dejó la cartería aun lado un tanto cerca de las sillas.
Ella estaba lista, me dijo que pusiera la canción, esta jamás la olvidaremos era de Ariana la canción se llamaba Dangerous woman, pero estaba ralentizada gracias al buen trabajo de Sofi.
Empezó a sonar la intro de la canción, mi prometida se acercó a Héctor y le dijo que le besara el clítoris, así lo hizo, lo mismo con Antonio. Empezó con su movimiento suave de culo, acercándose a Héctor, su mano bajó la verga de él para sentarse en lo largo, empezó a frotar con sus labios vaginales mientras lo besaba.
Pasó ella de hacer movimientos a que se los hagan a ella, giro para bajar, Antonio puso la verga entre los cachetes del culo de mi novia, y empezó a frotar en la parte superior, para ayudarle mejor, ella bajó mas apoyando la cara de lado entre la verga y los huevos de Héctor.
Héctor aprovechó ese momento y le dijo:
-Ya que estas ahí putita, creo que mis huevos necesitan masaje, por lo que mi novia comenzó a apretarlos suavemente con su mano. La escena era magistral.
Después de eso ella se incorporó para continuar con el lapdance, aunque a ella se le notaba un tanto la desesperación, nuevamente Antonio se sentó, giró para acercarse a Héctor, se paro entre las piernas de él, y subió su pierna al hombro de él y froto su vagina en la boca de él, para luego pasar con Antonio a hacer lo mismo.
Después de eso, mi novia le dijo a Antonio que se acostara en el suelo, y así lo hizo. Antonio se acostó, se miraba su verga erguida, mi novia se sentó en la cara de Antonio y empezó a frotarle la cara.
Luego de eso le pidió a Héctor que se acostara, era turno de él. Antonio quedó un poco frustrado, quería más. Pero era el turno de Héctor, por lo que mi novia hizo lo mismo con él, ella se dio la vuelta para quedar sentada viendo hacia él, y se hizo para atrás, aprisionando lo largo de su verga otra vez con su vagina, y empezó a frotar, solo miraba como su jugosa vagina dejaba los fluidos en la verga de Héctor, además de los pelos de él restregarse en el limpio culo de ella, todo mientras la música sonaba de fondo.
Los movimientos cada vez eran más intrépidos pues frotaba hacia adelante alcanzando la cabeza de su verga, un movimiento en falso o medio levantara su culo esa verga se iba a meter totalmente por la cantidad de fluidos que ella emanaba. Ella le pidió a Antonio que se pusiera a la par de ella, así lo hizo, ahora tenía la verga de Antonio a centímetros de sus labios.
Ella empezó a frotar su verga en dirección a sus labios, miraba la punta de su verga, se estiró un poco y con la otra mano alcanzó su carterita, sacando así dos envoltorios de condones. Abrió el primero para ponérselo en la verga a Antonio.
Llegados a este punto, aunque nosotros lo buscamos, no esperamos la reacción de Antonio, su reacción fue de enojo al ver a ella sacando el condón del envoltorio, por lo que le dio un manotazo a su mano haciendo tirar el condón al suelo.
-¡No estes con esas cosas! Si te vas a comer mi verga lo harás sin eso, eso es para maricas –le dijo casi gritando
Héctor nomas miraba desde abajo la reacción que tuvo Antonio.
Antonio le empezó a poner la cabeza de su verga en los labios de mi novia, empujando, a la vez le decía que la abriera, no era lo acordado con mi novia, por lo que me par y en lo que me puse de pie y ella me vió, se descuidó, y metió su verga en la boca de mi novia, ella cerro los ojos en señal seguramente de asco, me terminé de incorporar, pero a todo esto ella no me había dado la señal. No sabía que hacer, si intervenir o respetar lo acordado, mi pierna temblaba por la incognita si de intervenir o no.
Espere a que mi novia me viera para saber que hacer, mientras Antonio hacia movimientos con su verga adentro de la boca de mi novia, ella se recompuso de esa embestida, pero se dejó llevar por lo calentura, yo seguía esperando su señal.
Mientras Antonio continuaba haciendo que Erika colaborase, hasta que poco a poco ella se acostumbró al sabor, fue que empezó a tomarle gusto y ella voluntariamente empezó a mamarle la verga, solo miraba estupefacto como se tragaba su verga, no sabía que pensar, si la estaba forzando o qué, pero mi fantasía estaba ahí a la vista.
Era un conflicto en mi mente, pero ella seguía, seguía y seguía mamándole la verga, por lo que al cabo de unos minutos y sin respuesta de ella, asumí mi nueva condición de cornudo, me fui relajando para poder disfrutar.
-¿Te gusta limpiarme la verga con tu boca verdad marrana? –le dijo Antonio
Eso era algo nuevo, que le dijera así.
-Héctor mira a esta puta y eso que no la he lavado se la come toda –le dijo a Héctor.
Antonio se le notaba que le gustaba pero a la vez tenía una cierta frustración, quería tanto que no encontraba la forma de satisfacerse, entonces agarró del cabello a mi novia y la halo de ella para llevarla contra un murito, en el movimiento le arrancó unos mechones a mi novia, la había arrastrado con fuerza, ella solo lo siguió gateando a su ritmo, entonces le dijo que abriera la boca, entonces Antonio empezó como que si del culo se tratase, empezó a penetrar, cada vez que metía su verga mi novia soltaba una arcada, además que los pelos de su verga entraban y salían de la boca de ella.
Antonio poco a poco iba recapacitando y dándose cuenta que la estaba lastimando, o eso creía él, por lo que disminuyó su ritmo y le dijo a Héctor que se acercara.
Antonio le dijo a mi novia que continuara con lo que estaba haciendo con Héctor.
Por lo que ella se sentó sobre el para frotar su verga con su culo, aunque la música ya había parado. Héctor igual el quería coger, por lo que solo agarró la cintura de mi novia y la penetró por la vagina, ella vio hacia abajo con algo de miedo pues no quería que la penetrara sin condón, pero ya era tarde.
Héctor la tenía bien agarrada de su cintura, levantándola y subiéndola un poco, mi novia, aunque con miedo en sus ojos, continuó por ella misma subiendo y bajando, a la vez que le mamaba la verga a Antonio.
Mi novia ya estaba más excitada que con miedo a que la cogieran sin condón, mientras mamaba la verga de Antonio, ella vio de reojo al otro vagabundo que se había colado.
-¿Ah le quieres mamar la verga también? –le dijo Antonio
Ella no dijo nada.
-¿Dime putita acaso también le quieres mamar la verga? –le dijo con mas fuerza en su voz
Ella solo le apartaba la mirada, yo no sabía que era lo que quería, otra vez me puse atento por su señal.
Antonio le dijo al otro vagabundo que se acercara.
-Sácatela –le dijo Antonio
El así lo hizo.
-Mira putita otra verga para limpiar –le dijo girando su rostro con sus manos
-¿Se la quieres limpiar con tu boca? –le preguntó a mi novia
-¿Se la quieres limpiar con tu limpia boca? –le volvió a preguntar a mi novia
Ella seguía sin responder con los ojos vidriosos
Mi novia vio a los ojos a Antonio, luego al vagabundo que se había colado.
Él le puso la verga en la boca de mi novia, tan pronto hizo eso, mi novia dio un arcada y sus ojos se pusieron más llorosos, imagino que el sabor debió ser espantoso.
-No vayas a vomitar puta –le dijo dándole una pequeña cachetada
Mi novia a como pudo continuó mamándole la verga a ese nuevo vagabundo, que hasta ese momento no sabíamos quién era. La cara de mi novia era de asco total.
Yo, al igual que ella me había resignado.
Después de tanto chupar, meter y sacar, pasar la lengua, el vagabundo dijo que ya iba a acabar.
-Abre bien esa boca –le dijo Antonio
Mi novia pensó por una fracción de segundos, no quería abrir la boca, pero lo hizo.
El vagabundo empezó a correrse en la boca de mi novia, pero ella lo sacó por la comisura de sus labios, ella no quería tragarlos.
Después de eso ese vagabundo se fue a sentar a ver nuevamente.
Mi novia había detenido los movimientos con Héctor, entonces él la levantó para ponerla en 4, y empezó a penetrarla de esa forma, al sentir la verga que la penetraba profundo, tal vez si hacia diferencia ese centímetro más que la mía porque eso la despertó del transe y empezó a gemir y a dar pujidos.
Antonio quería penetrarla también, por lo que le cedió el lugar, y ahora era a Héctor a quien le mamaba.
Antonio había recibido demasiado estimulo con la boca de mi novia, lo vi y reconocí los espasmos en sus piernas, mi novia supongo sintió el palpitar de su verga e intentó hacerse hacia adelante para sacar su verga, pero Antonio la agarró de la cintura impidiendo eso y empezó a correrse adentro de ella. Otra vez el rostro de miedo de mi novia.
Después de eso mi novia puso cara de resignada y me vio a mí, pero continuó con Héctor.
Después de eso Héctor ya no quería más, por lo que paso otra vez a penetrarla, y aunque mi novia no quería Héctor acabó también adentro.
Antonio al ver eso me dijo gritando:
-Ves Román ahora si vas a llegar a batirle la leche del culo a tu novia –ríe
Me hicieron burla llamándome cornudo, pero al fondo quería eso, ser cornudo, aunque fue raro que se burlaran.
-¿Oye y tu quieres otra vez? Aprovecha a esta puta –le dijo Antonio al mismo vagabundo
Ahora era el vagabundo que dudaba.
-Mira con esta puta hay que hacerle como las perras, si se intenta ir tu agárrala de la cintura, así hacen los perros –le dijo Antonio
-Mírale el hoyo ya está bien abierta y con semen –dijo Antonio girando el culo de mi novia a dirección del vagabundo, a la vez dándole nalgadas fuertes que resonaba en la calle.
El vagabundo se animó, mi novia estaba en otro mundo de lo excitada, más por la penetración de Héctor.
El empezó a frotar su verga sobre el culo de mi novia hasta alcanzar un poco la erección, y comenzó a penetrar.
En el silencio de la media noche solo se escuchaba el chapoteo de la vagina de mi prometida chorreando semen contra la pelvis de ese vagabundo, y los pequeños pujidos y gemidos de Erika, a la vez las nalgadas que Antonio y Héctor aprovechaban a darle.
Ante las sonoras nalgadas, levanté la mirada y los demás vagabundos desde sus lugares miraban bien atentos a mi novia, ella se dio cuenta y los vio a los ojos, eso hizo temblar las piernas de Erika y tuvo un orgasmo.
No pasaron ni 5 minutos cuando el nuevo vagabundo sujeto de la cintura como le habían dicho, y empezó a correrse adentro de mi novia otra vez.
Hasta que finalmente la soltó, llevo su verga a su boca para que le terminara de limpiar los restos de semen con su boca y así lo hizo, después de eso, ella se levantó con las piernas temblando y las nalgas rojas, agarró la silla en silencio y se fue a sentar donde siempre conversamos.
Antonio sobre todo él, miraba eso como un triunfo, se había logrado coger a una mujer frente a todos, era una victoria para ellos tres.
Me levanté, agarré una silla y me senté a la par de ella, ella cerró sus ojos y se recostó sobre mí, yo la miraba estaba bien sudada, con el maquillaje super revuelto, aun salían hilitos de semen de su vagina que se quedaban en el asiento, pues eran tres corridas.
No decía nada, solo estaba sentada ahí descansando sobre mi hombro, a la vista de los otros grupitos de vagabundos, con el semen saliendo de su vagina.
Ella me dijo que me amaba, yo le dije también que la amaba. Ella finalmente me vio y me dio la sonrisa mas angelical que he visto con su sonrisa tan brillante como siempre, su rostro iluminado aunque con lágrimas. Sabía que todo estaba bien.
Luego abrió los ojos y empezó a bostezar, le sentía el aliento era un olor revuelto entre orina y semen.
-¿Quieres irte ya a descansar? –le pregunté
Asintió con la cabeza diciendo que sí.
-Iré a guardar las cosas, espera aquí sentada –le dije
Entonces rápido fui por su cartería, adentro estaban los condones que solo los llevamos de adorno, y metí la bocina al auto.
-Bueno mi amor, ahora si hay que descansar –le dije
Héctor en tono de broma me dice:
-¿Oye y si la dejas para que acampe con nosotros? -dijo riendo
Mi novia me salió adelante y le dijo:
-Lo siento ahora soy toda de mi futuro esposo.
Eso me elevó mucho el ego y mi superioridad ante ellos, pues a pesar de todo, yo seguía siendo el hombre de ella, o al menos mientras no era cogida por ellos.
-Te amo –le dije.
Nos fuimos al auto y ella se sentó, pero puso su chaleco negro abajo para no manchar el asiento en caso que siguiera escurriendo semen de su vagina.
-Tu culito se que aprieta zorrita –le dijo Héctor
-Es que solo la puse y me hizo venir a mi también –dijo Antonio
-Bueno a batir leche cornudito –dijo Antonio
Total que nos despedimos de ellos, encendí el auto justo cuando íbamos llegando a bloque de nuestra casa, me dijo que fuéramos a la farmacia por una pastilla de emergencia, había que tomar precauciones ya.
Llegamos a casa, esta vez no la reté a que bajara desnuda, ella estaba cansada por lo que solo se puso la chaqueta para cubrir sus pechos, le abrí la puerta y ella fue directo al baño a cepillarse los dientes, y luego se fue acostar a la cama ni se bañó, eso me excito saber que dormiría con restos de semen de otros adentro.
Quería coger con ella, le pregunté si quería, pero me dijo que sería después y me dio un beso de piquito, por lo que me resigné y me dispuse a dormir.