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Un día con amigas
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Tiempo de lectura: 17 minutos

Días de verano, mucho calor y un grupo de cuatro amigas. No teníamos mucho que hacer y decidimos quedar al día siguiente para salir a un pueblito que queda a dos horas de donde vivimos pero que sabíamos que no había mucha gente, son unas piscinas naturales en medio de una zona boscosa, la única manera de llagar es hacer una caminata de una hora, en medio lindos árboles, rodeados de naturaleza, se respira totalmente una calma y tranquilidad a cada paso que das.

No es la primera vez que vamos, pero si sería la primera en que solo vamos nosotras 4. Anteriormente incluso llegamos a acampar ahí.

El plan salió mientras hablábamos por teléfono cada una desde sus habitaciones, quejándonos del calor y teniendo como única opción ir a la alberca del municipio, una lástima que estos días está a mas no poder de personas y realmente ni disfrutas nada.

Finalmente llega el día elegido para ir de ruta, por una carretera en la sierra, llena de curvas y vistas increíbles, para seguir con una divertida, no tan cansada caminata para al final tener una enorme recompensa, nadar en unas frescas aguas rodeadas de naturaleza.

Magui fue la encargada de llevarnos en su linda camioneta y por consecuencia, pasar por todas, llegó muy coqueta y sensual como siempre, luciendo una faldita deportiva muy cómoda y un top que realzaba todos sus atributos, yo por mi parte decidí llevar unos leggins que marcan muy bien mis piernas, junto con una blusa deportiva blanca.

Subimos todas las cosas y partimos hasta el departamento de Laura, donde ya nos estaba esperando junto con Emily, quienes tenían una relación reciente que nos tomó por sorpresa a Magui y a mí.

Laura salió primero luciendo unos leggins negros y un top sin copas que la hacían lucir toda una reina, cargaba solo su pequeño bolso y nada más, fue raro ya que las demás llevamos mínimo una maleta con cambios de ropa y aparte algo de comida, de pronto sale Emily, cargada con dos enormes maletas, bueno, de tamaño medio, luciendo una falda corta que le quedaba poco arriba de medio muslo, color rosa y una blusa gris de tirantes holgada que claramente estaba usando sin sujetador ya que se podían ver sus pezones marcados en la fina tela que usaba, fue extraño, ya que no solíamos verla así y aún más raro que fuera ella la que traía las maletas de las dos.

No me quise quedar con la duda y pregunte porque traía las dos maletas, cuando Laura estaba por responder Emily dice de manera apresurada que Laura no podía cerrar y ella tomo las maletas y comenzó a bajar primero, no me quede convencida pero Maqui cambio de tema para decirle a Emily que nunca la había visto tan guapa, con lo que solo se sonrojo y dijo que solo estaba probando nuevos estilos, agachando la cabeza y haciendo una sonrisa algo cómplice con Laura – Algo traman ustedes dos – comente mirando la sonrisa en respuesta le Laura hacia Emily, finalmente dijo Magui que lo mejor sería partir para evitar el tráfico en la salida del municipio, a lo que todas nos subimos a la camioneta para partir.

Música, buenas platica y actualizándonos de los chismes que pasaban en la universidad al voltear a la parte de atrás no pude ignorar lo bien marcados de los pezones de Emily en la playera que estaba usando y sabía que tenía que preguntar porque así vestida si nunca la había visto así, ella como yo no solíamos ir tan destapadas.

-Una pregunta, desde que sales con Laura he notado que cambiaste un poco, pero es que verte con esa ropa, es algo que jamás me imagine- comente a Emily quien se encogió en hombros y se puso algo colorada

Magui comentó en forma de broma y desviando un poco la mirada hacia Laura – ¿Acaso eres mala influencia para nuestra pequeña Emily?

-Ni te imaginas – respondió en un tomo perverso pero seductor, diabólico pero apasionado, en un tono que nos dejó en silencio, un silencio no incomodo, sino un silencio de curiosidad, expectante y con ganas de entender qué estaba pasando, nuevamente volteó a verlas sentadas en la parte de atrás, estaba Emily detrás del asiento del conductor por lo que fue lo primero que vi, estaba viendo con los ojos como platos, lo más abiertos que podía a Laura y Laura, ¿Laura? Actuando de lo más natural voltea a ver a Emily, estaba viendo por la ventana de la camioneta y con una naturalidad total le dice dirigiéndose solo a Emily, va a ser parte de tu castigo…

Volteo rápido para ver a Emily, roja de la cara y tratando de hacerse bolita en el asiento, rápidamente giró la cabeza para ver a Magui quien me está viendo con la misma cara que la mía, una cara de ¡¡que rayos!!

– ¿De qué estás hablando? Interrumpió Magui el silencio que ahora sí era algo incómodo, solo relleno por la música que salía por los altavoces de la camioneta.

-Bueno, tarde o temprano tendrían que enterarse, ¿no es así Emily? – Dijo Laura aun mostrando una tranquilidad.

Con apenas un hilo de voz y manteniendo la cabeza baja se escucha un – no por favor- de Emily.

-Es lo que creo que es- dijo Magui con una sonrisa que me dio a entender que ya había entendido lo que estaba pasando, por el contrario, estaba yo, que a cada momento entendía menos.

-Si es mi sumisa, desde hace un tiempo- comentó Laura

– ¿Pero en qué momento? – pregunto Magui

¿De paso, me estaba perdiendo en la conversación, la situación me parecía totalmente fuera de lugar, sumisa, a que se referían, era lo que estaba pensando? Tuve que interrumpirlas y pedir que me explicarán que estaba pasando.

-No te hagas mensa- bien que sabes- me dijo Magui cine cara de juego, pero al ver mi expresión de total duda cambio a un tono serio y me pregunto nuevamente. Solo pude responder que no -Bueno, te explico con un ejemplo- me dijo Laura.

-Emily aquí presente es mi sumisa, mi esclava sexual, a ella le gusta que la trate así, básicamente disfruta ser mía- Esto era algo que yo no podía entender aún, como algo así podía ser verdad aún en nuestros tiempos. Tuve que preguntarle a Emily si eso era cierto, y solo me dijo que sí, siempre le gustó sentirse dominada y Laura lo noto en sus primeros días de relación, que cada día ella la anima a hacer más cosas

– ¿Cómo qué cosas? – pregunté, y simplemente Emily volvió a ver a Laura para obtener su aprobación, ella con un movimiento de cabeza positivo le dio a entender que me podía contar.

-Comenzamos con cosas simples durante nuestras relaciones, me ató las manos, me daba unas pequeñas órdenes, acuéstate así, ponte esta lencería, vendarme los ojos. Poco a poco fue aumentando las cosas, compramos algunos juguetes, me comenzaba a dejar tareas que si no se cumplían me castigaba, unas eran llevar lencería a la uni, salir al baño a tomarme algunas fotos con ciertas características y mandarlas. – decía Emily con la cara roja, pero con una evidente felicidad.

– ¿Y en estos momentos qué es lo que está pasando? – preguntó Magui

Bueno dentro de sus normas que tiene que seguir todos los días es que no se puede correr en ningún momento y el día de ayer rompió esa norma, por lo que hoy está cumpliendo una serie de castigos, como le da mucha pena hacer esto en público, pues ese es su castigo-

– ¿Qué clase de castigo? – pregunté ingenuamente

-Va a ser humillada delante de sus amigas- respondió Magui con una gran sonrisa

– ¿Es encerró que eso te gusta? Pregunté a Emily, como una respuesta fue ella encogiéndose en hombros y respondiendo un sí. -No puedo creerlo- Seguía en negación total de que eso fuera posible

-Te propongo algo, porque no lo intentas, así sabrás si te gusta o no.- Me dijo Magui

Después de pensarlo algunos segundos y analizar lo que me estaba pidiendo, no lograba entender que es lo que me estaba pidiendo -Pero no sé qué es lo que tengo que hacer-

-Eso es lo mejor de todo, nosotras decidimos por ti, tú sólo te limitas a obedecer y si no tienes que ser castigada, es bastante simple- me dijo Laura

Realmente yo no quería y no me agradaba mucho la idea, pero me estuvieron insistiendo demasiado que finalmente decidí aceptar por el resto del viaje ser la sumisa de mis amigas, de este modo y según sus palabras, no dejaría sola a Emily en su aventura.

Finalmente llegamos a la zona donde podíamos dejar el coche, es un pequeño mirador, pero sí de cien des y comienzas a ir hacia el interior del bosque rápidamente te encuentras rodeada de naturaleza, un silencio y tranquilidad sin igual.

-Bueno creo que notaste la dinámica con las maletas- me dijo Laura, a lo que yo afirme, pronto nos vimos Emily y yo cargando las maletas y bolsas de todas.

Rápidamente entendí que nosotras seríamos las sumisas y ellas las dominantes.

-Bueno, aclaremos unos puntos antes de iniciar la caminata- Mencionó Laura-

En resumen, serán las normas que ambas tendrán que seguir a menos que digamos lo contrario-

Las primeras normas fueron simples, creo, pero a cada palabra me arrepentía de mi decisión

-Siempre nos van a obedecer, no quiero un NO por respuesta

-Serán castigadas si no obedecen o si lo consideramos oportuno

Magui sólo se mantenía callada viéndonos de arriba a abajo, con una sonrisa llena de excitación que realmente me asustaba.

Laura- bueno como van a cargar mucho y está algo lejos para evitar que les de calor van a ir sin ropa interior, de hecho, el resto del fin de semana será así –

Quedé de piedra, no me agrada nada y claro que notaron mi cara porque Laura se acercó a Emily y le dijo que ella ya estaba lista, ya sabía que eso iba a pasar, un ademán le bastó para que Emily se levantará la falda y nos dejará ver que no traía nada debajo, y sus pezones marcados no dejaba duda, Magui se acerca a mí y me dice, recuerdas que tienes que obedecer, ¿cierto? Lo dice con su rostro a menos de dos centímetros del mío, tomando con su mano el centro, arco de mi top a través de la blusa y trino hacia abajo, lo soltó de pronto y me sacó de del estado de shock en el que me encontraba.

No podía quitarme nada de mi ropa interior sin quitarme la capa de arriba, así que rápidamente entendí que me tendría que desnudar para poder cumplir la orden, comencé a caminar hacia la camioneta cuando de pronto un – A donde crees que vas!!- me detuvo en seco -ahí donde estas y ni te cubras- me dijo Laura, al mal paso darle prisa, me quite lo más rápido que pude mi blusa para sacar mi sujetador deportivo tapándome lo mejor que pude, me puse de nuevo la blusa y al ser tan pegada a mi cuerpo se me marcaban los pezones erectos gracias a la frescas corrientes de aire que había en la zona, venia lo más humillante para mí, los leggins, me quite torpemente los tenis y tire de una sola vez mi braga con pantalón para estar expuesta lo menos posible, así habría sido si no es porque perdí el equilibrio y caí sobre mi trasero con mi legging en uno de los tobillos echo bolas -que remedio- dije para mí misma y ahí sentada sobre el suelo terroso y lleno de hojas caídas de los árboles termine de quitar el pantalón, lo acomode y me puse para ponerme de pie con la cara roja, muerta de vergüenza y ver como mis amigas tenían una gran sonrisa, claro que Emily no, ella seguía con la cabeza baja y quieta.

-Deja eso en el tablero del coche y vámonos que nos espera un largo camino- dijo Laura comenzando a caminar con Magui por el sendero hacia el lago. Tomé mi ropa interior y “trote” más bien di una caminata rápida hasta la camioneta y la escondí debajo del asiento del copiloto, cerré la puerta y se escuchó la alarma del coche.

Me di la media vuelta y Emily seguía ahí, con las maletas de Laura y de ella en las manos, vi a un lado de ellas y estaban las mía y las de Magui las tomé y ambas comenzamos el viaje.

– ¿Cómo te sientes? – me preguntó con voz baja y cuidando que no nos escucharan nuestras amigas – humillada más que nada, pero no te puedo negar que esto de da algo de curiosidad, respondí honestamente. – ¿tu cómo te sientes? –

-Bastante excitada, no quería que nadie se enterara de esto, pero el hecho que ahora sepan ustedes es algo que me quita un peso de encima, aunque a decir verdad no esperaba que terminaras en esta situación-

Me quedé helada, no sabía porque alguien realmente disfrutara de esto, pero ella se veía bien, pese a siempre estar agachada y seria, algo que no se solía ver anteriormente, suponía que era porque se estaba exhibiendo una de sus fantasías íntimas, pero ahora ya no lo tenía claro.

Continuamos caminando por unos 25 minutos “solas” ya que Magui y Laura se habían adelantado y encima no tenían el peso de las maletas por lo que podían ir un poco más rápido, fue en ese punto en el que los últimos metros nos tocó pasar por una parte en la que el terreno es una subida bastante pronunciada, nuestro esfuerzo era evidente gracias a sudor y agitación que teníamos cuando llegamos arriba y por fin las vimos sentadas cómodamente, descansando y esperándonos.

-ya era hora de que llegaran, tenemos sed- dijo Magui mientras se acercaba a nosotras para tomar de una de las maletas dos botellas de agua, y dar media vuelta, por mi parte deje caer las matas que llevaba y me disponía a descansar un poco cuando escucho un grito bastante fuerte que me hizo dar un brinco no solo a mi si no a las 3

-¡¡¡Que crees que haces estúpida!!!- era Laura levantándose de la piedra y dirigiéndose a nuestra posición, mire a Emily y estaba quieta, la cabeza hacia abajo mirando el suelo, con todas sus maletas colgadas o en las manos, Magui también se quedó quieta, supongo que tampoco se lo esperaba. Cuando reaccione tenía a Laura enfrente de mí, cara a cara, podía sentir su respiración en mi rostro, me quede como una piedra, en sus ojos se veía una furia que pocas veces había visto.

– ¿Estas cansada? – me pregunto, ahora con un tono suave, no sabía qué hacer, mire a Emily y ella solo me miro rápido y apartó la mirada, entendí justo ahí entendí que estaba pasando,

-No-

-No ¿qué? –

-No estoy cansada- Una bofetada directa a mi mejilla me hizo irme de lado, como estaba una de las maletas casi me caigo, pero logré mantenerme de pie, un poco más alejada de Laura, aunque no por mucho ya que me hizo regresar a mi lugar y ahora con lágrimas en los ojos y algo de miedo me puse de nuevo tan cerca como hace unos momentos de su rostro.

-Para ti somos tus AMAS, y nos llamarás así siempre, una última vez, ¿estás cansada? –

Temerosa de mi respuesta conteste un poco bajo y mirando hacia el suelo, aunque lo único que veía eran los pechos de Laura. – No estoy cansada AMA –

– ¿Y porque las maletas se están ensuciando en el suelo? – Rápidamente me agache y tome todas, regrese a la misma posición con la esperanza de que esto termine y nada más alejado a la realidad que ver como se agacha y de una de las maletas toma un pequeño botiquín de primeros auxilios y saca unas tijeras. Por un momento me asusté pensando lo peor.

-Parece que tienes algo de calor y esas prendas no ayudan, vamos a solucionarlo. Quédate quieta si no quieres un accidente- tal como lo dijo y con el miedo que sentía no quise ni respirar, comenzó cortando la parte de abajo de mi blusa, justo por debajo de mis pechos cuando termino tiro un poco de ella para que se recogiera la tela sobre sí misma haciéndola un poco más corta aun, tenía el inicio de mis pechos a la vista y estaba segura que si levantaba las manos se saldrían por completo, el escote hay que arreglarlo, la blusa tenía un cuello redondo, y ella se encargó de dejarlo en “V”, tenía gran parte de mis pechos a la vista, luego se puso de rodillas y pasó muy lentamente las tijeras entre mis labios, por encima del leggin, me hizo estremecer, curiosamente no de miedo.

Comenzó a cortar la tela de una pierna y luego la otra, dejándolo prácticamente al inicio de mis nalgas, dijo que se veía increíble pero que usaba el leggin muy abajo, se puso de pie y lo tomó de los laterales tirando hacia arriba, haciendo que dejara a la vista un cuarto de mis nalgas, en la zona de mis labios vaginales hacia que se marcaran a la perfección, eso ya parecía más una braga que un pantalón o unos shorts.

-perfecta, ahora no vas a tener calor y podemos seguir. –

-creo que ya descansamos bastante y es hora de continuar- dijo Magui entregando su botella de agua a Laura.

-Si tienes razón, pero ustedes adelante que luego las tenemos que estar esperando, a y ni se les ocurra retrasarnos que les va a ir mal-

Genial, ahora tenemos que ir más rápido con todo el peso que llevamos, yo con esta ropa hecha añicos y mostrándoles mis nalgas.

Comenzamos a caminar con un ritmo más rápido y ellas riendo y platicando como si nada en la parte de atrás. Aunque rápidamente me di cuenta que el movimiento de mis pechos junto con la “ropa” provocaría que se me subiera el top por encima de los pechos dejándolos a la vista, en un inicio lo acomodaba una y otra vez hasta que Emily me dijo en voz baja -Resígnate, será lo mejor- inhale profundo dándome cuenta que tenía razón y camine el resto del sendero con mis pechos al aire.

Me tranquilizo un poco el saber que es muy poco probable el toparse con otra persona en estos caminos, aun así, mis miedos no están ni cerca de desaparecer.

Finalmente después de unos muy largos minutos llegamos a un pequeño valle que está a unos cuantos pasos de un río que apenas parece que se mueve, sus aguas son tan cristalinas que se puede ver sin problema el fondo, te inspira una tranquilidad impresionante el sonido a agua corriendo a través de unos pequeños desniveles que hacen unas “cascadas” de unos pocos centímetros, las cuales delimitan una a una van creando lo que pareciera pequeños jacuzzis privados en los que puedes entrar y relajarte, si bien el agua no es caliente o fría, más bien fresca, al punto perfecto para ser una recompensa de una larga caminada en una época del año en la que el calor se vuelve insoportable.

Llegando al que en nuestra visita anterior a este paraíso fue nuestra base para descansar y pasarlo bien, Emily y yo estábamos agotadas, se podía ver el brillo en nuestra piel por el sudor de todo el esfuerzo que acabamos de realizar, la ropa se nos pegaba a la piel por lo mismo, en mi caso la poca tela que me quedaba.

-Colocar las maletas por ahí y comienzan a armar las carpas para descansar- indicó con un tono firme y señalando un buen lugar Laura, yo la gire mi cabeza para verla y note como estaba tomando agua de su botella, mi boca totalmente seca, la fatiga y el calor que tenía en ese momento hizo que me perdiera, que me quedara viendo a Laura y a Magui sacar un par de sillas plegables y sentarse, tomando esa tan refrescante agua que tanto necesitaba.

-Amas, puedo tomar primero un poco de agua antes- estaba claro que no era la única que se moría por unas cuantas gotas de ese vital líquido. Emily parecía que estaba a punto de desfallecer, supongo que yo me veía igual porque Magui dijo que sí, inmediatamente, levantándose de la silla y dándonos un poco de agua.

-Supongo que las carpas pueden esperar- Dijo Laura dando un último trago a la botella -Porque no mejor nos damos un chapuzón antes de armar todo, aún es bastante temprano-

Por supuesto que todas estábamos de acuerdo, pero Magui fue la única en contestar diciendo que sería lo mejor, que así nos sentiríamos más cómodas.

-Muy bien, vamos a ponernos los trajes de baño- Dijo Laura dirigiéndose a Magui -ustedes dos, se ven más acaloradas, lo mejor será que entren desnudas-

Ambas nos volteamos a ver con una cara de susto increíble, supongo que ella tampoco había experimentado algo similar, pero aun así comenzó a quitarse la ropa, entendí que no tenía más opciones y le seguí, además que remedio, estábamos solas aquí.

Al principio era raro, nosotras dos dentro de la piscina natural completamente desnudas y ellas dos con sus trajes de baño que hacían que se vieran increíbles. Los primeros minutos fueron tranquilos solo estábamos sentadas en los bordes naturales descansando y curiosamente hablando tan normalmente, hasta siento pinto se me llegaba a olvidar en qué situación estaba.

Aunque eso no duró mucho, en cierto momento le pidieron a Emily que se pusiera de pie, con estos separados y cruzara sus manos por detrás de la espalda, Laura se acercó a ella y comenzó a pasar sus manos por todo su cuerpo entreteniéndose en sus pechos, los movía, apachurraba y pellizcaba los pezones, haciendo que soltara ligeros gemidos con una mezcla de placer y dolor que aún no podía comprender, una de sus manos comenzó a bajar hasta su entre pierna y empezó a hacer un masaje muy lento entre sus labios, buscando algo, poco a poco aumentó la velocidad para hacerla disfrutar a lo grande, poco a poco se escuchaban sus gemidos más y más. No sé en cómo, no me considero lesbiana o aun no, no lo sé, pero poco a poco comencé a bajar mis manos hasta mi entrepierna y me comencé a masturbar viendo la escena, algo que no pasó desapercibido por Magui quien se acercó lentamente hasta sorprenderme hablándome al oído

-Creí que eras una santa- con un tono burlón, muy bajo y sensual me saco de ese trance haciendo que me cubriera mis pechos con una mano y mi entrepierna con la otra, me quería morir de la pena, no podía creer que estuviera haciendo eso.

Ella muy hábilmente comienza a ponerse detrás de mí, con su cuerpo empuja al mío quedando con cada una de sus piernas a mis lados.

-pon las manos en la espalda- una orden simple pero que es el estado en el que estaba no reaccione, ya no sé si fue por la excitación que tenía encima, los nervios de no saber qué demonios estaba pasando o el hecho de tener a una de mis mejores amigas en mi espalda dando órdenes. Bueno ella al final lo haría por mí, tomo mis brazos y con un poco de fuerza y haciéndome algo de daño los puso en mi espalda -No los muevas, ¿ok?- solo moví la cabeza afirmativamente, fue ahí donde soltó mis brazos, ni los moví, pronto comenzó a pasar sus pies cerca de mis rodillas y hace que abra las piernas, ahora no puedo cerrarlas ya que ella me lo impide, usa sus manos para comenzar pellizcar y estirar mis pezones, yo cierro los ojos y me dejo hacer, puedo sentir sus manos bajar por mi pecho, mi vientre, hasta llegar a mi entre pierna y me comienza a masturbar, muy muy lentamente, me estoy poniendo a cien por hora – ¿Te está gustando?- muevo la cabeza

-No, No, quiero escucharte, quiero que lo digas- mi mente esta tan concentrada en lo bien que se siente

-Sí, me encanta-

– ¿Quieres que siga? –

-Si-

-Sí, ¿qué? –

-Si AMA-

Poco a poco comenzó a subir la intensidad de sus movimientos en mi entre pierna, me apretaba los pechos más fuerte, los pezones de los estiraba o retorcía, lamia mis orejas mi cuello, estaba a mil por hora, ya no lo podía aguantar más, llegue a uno de los orgasmos más fuertes que nunca antes había experimentado, grite con fuerza, sentí que todo mi cuerpo se salía de si, que no tenía control, por un momento sentí me que estaba inconsciente, fue algo maravilloso.

Poco a poco fui abriendo los ojos y tratando de entender cómo es que había pasado esto, note como la barbilla de Magui estaba sutilmente apoyada en mi hombro y cuando mire hacia donde estaba, ella me dio un pequeño beso en los labios para después mostrarme una amplia sonrisa de alegría, eso más que ayudarme me dejo más desorientada, pero pronto regresaría a la realidad cuando vía Laura sentada en la orilla con su teléfono en las manos, claramente grabando la escena.

-Quedras tener un recuerdo de esto- Me dijo comenzando a reírse

-No, tienes que borrar eso- justo cuando estaba por pararme Magui quien aún sujetaba mis piernas con las suyas, paso sus brazos para abrazarme y no dejarme ir.

-Tranquila, solo es por hoy y no los vamos a publicar-No me agradaba la idea, pero esa frase cumplió su cometido, tranquilizarme un poco.

Justo ahora caí en cuenta que, no estaba Emily, en que momento salió Laura para ir por su teléfono. Realmente me deje llevar por la situación.

-Ya es tarde y hace hambre, que tal su salen del agua y vamos a comer- dijo Laura poniéndose de pie y tomando dirección al “campamento”

Magui me soltó y ambas nos pusimos de pie para seguir a Laura, quien se estaba poniendo un pareo para después descansar en una silla, Magui hizo lo mismo, pero Emily continuaba desnuda y terminando de armar la carpa para descansar un poco, supuse que no me dejarían vestir y ayudé a Emily con los últimos detalles.

-Quieren que hagamos la comida lo antes posible- Me dijo Emily con una gran sonrisa, supongo que escucho mi escena de hace un momento.

Comenzamos a preparar las cosas que habíamos llevado y en unos 45 min teníamos todo listo.

-Les servimos primero a ellas y esperamos instrucciones- me dijo muy sutilmente, a lo que asentí con la cabeza los más disimuladamente que pude, aun no entendía muy bien porque esta dinámica, pero sabía que no quería problemas.

Ellas tomaron sus platos y nos dieron las gracias, pero comenzaron a reír como el malo de una película apunto de hacer una travesura.

-Sírvase sus platos y colóquelos en el suelo, van a comer sin usar las manos- dijo Laura, claro que de inmediato Emily se apresuró a servirse, pero yo no, no lo quería hacer, y fue Magui quien me hizo “entrar en razón” -¿Entonces no vas a comer? Para que empieces a buscar algo de leña- Me dijo en un tono serio y algo molesta -Si voy a comer- Dije dándome la vuelta y notando que Emily ya estaba de rodillas con las manos cruzadas en la espalda comiendo del piso, me serví mi plato y pronto imite la postura, me era muy difícil comer de esa manera, tenía que levantarme un poco y separar más mis piernas para no perder el equilibrio, pero poco a poco estaba comiendo tranquilamente. De pronto, Laura se puso en cuclillas delante mío, levente un poco la mirada sin saber qué hacer, mire a donde estaba Emily en busca de una respuesta, pero nada.

Laura-Veo que no te gusto mucho aun te queda bastante-Sin saber que responder o si tenía que responder ella tomo un pedazo de carne de mi plato, se puso de pie y comenzó a pasarlo por mi entre pierna – Vamos a ponerle un poco de aderezo, quizás te guste más- no sabía qué hacer y cómo la mayoría de veces en las que me encontraba en una situación similar, simplemente no decía nada, no hacía nada. Laura nuevamente se puso enfrente mío y me dijo que comiera, extendiéndome el pedazo de carne, yo me resistí y cerré lo más fuerte que pude mis labios, recibí una cachetada que me tumbo, levante la mirada entre queriendo llorar y furia, le miraba fijamente pero solo se me acerco de nuevo y me dijo -come- extendiéndome el pedazo de nuevo y levantando el brazo opuesto en señal de amenaza abrí la boca y ella deposito el pedazo de carne, tenía un sabor extraño, pero no mal

-quiero que regreses a tu posición- Rápidamente me reincorpore, nuevamente tomo otro pesado, lo paso por mis labios un par de veces y me lo dio de nuevo, esta vez lo comí de inmediato, una vez más, pero en el siguiente tomo el pedazo de carne, se fue detrás mío, pero no sentí nada, regresa y me hace comer, no entendí porque esta vez no lo pasaría por mi cuerpo, pero comí, extrañamente sabia similar que los anteriores.

-Esta bueno ¿cierto? – pues como ya no hay carne y te queda todo el arroz vamos a ponerle al mimo aderezo- le indico a Emily que se recostara boca arriba y juntara las piernas, pusiera lis manos detrás de la espalda, ella lo hizo a la primera, Laura tomo mi plato y comenzó a vaciar el arroz en la entrepierna de Emily, justo aquí caí en cuenta que el trazo de carne no tenia de mi aderezo, si no del de Emily, aunque no me importo mucho que digamos.

-Comienza a comer, y no quiero que se quede ningún grano por ahí-

Rápidamente me acerque gateando y comencé a sacar todos los pequeños granos de arroz, inevitablemente mi lengua y cada vez que succionaba para tomar la comida hacían que Emily soltase uno que otro gemido sutil.

-Ya terminé- Dije en voz alta

-Tanto jugar y comer me dio sueño, porque no tomamos una siesta- sugirió Magui.

-Tienes razón, para recuperar energía y poder regresar antes de que anochezca-

– ¿Y qué hacemos con ellas? –

-Tengo una idea-

Laura se acercó a la maleta de Emily y saco algunas cuerdas y dos aparatitos color rosa, le dio uno a Magui y algunas cuerdas, Laura se acercó conmigo y comenzó a explicarle a cómo hacer correctamente los nudos y poder atarnos las manos en la espalda, Magui practicaba con Emily, cuando nuestras manos estuvieron bien atadas explico que ese aparato era un huevo vibrador que se controlaban por el control al otro extremo del cable, solo tenían que girar la ruleta para aumentar la intensidad. Si bien tengo una bala vibradora en mi casa el hecho de usar uno en estas circunstancias me daba algo de miedo, nos insertaron el huevo y con unas cuerdas que ataron a la cintura para poder pasarla por la entrepierna se aseguraron que no se fueran a salir, finalmente ataron nuestros pies y con una cuerda unieron los brazos con las piernas, dejándonos en una posición algo incomoda. Encendieron los vibradores según escuche en el mínimo y se fueron a la carpa a dormir.

-Bueno hay que descansar porque tenemos que regresar pronto-

-dulces sueños-

Nos dejaron ahí realmente no se cuánto tiempo, tumbo que ser una hora y poco más, las vibraciones, las cuerdas, el roce de mi clítoris con lo áspero de la cuerda hacia que si intentara dormir no pudiera, me tenía en un éxtasis increíblemente alto, Emily no estaba mucho mejor que yo, se le veía desesperada por conseguir ese gran orgasmo que a las dos nos hacía falta.

Finalmente se abrió la carpa, nos preguntaron cómo habíamos descansado, claro con un tono de ironía ya que claramente sabían que no podíamos.

-Por favor necesito tener mi orgasmo, se los ruego- Fue lo primero que dije en cuanto las vi, ambas se echaron a reír

Laura se acerca a mí, por un momento pensé que estaba por ayudarme en acabar con esta desesperación que estaba sintiendo. Pero fue todo lo contrario, apago el vibrador, solo podía mirarla con una cara de súplica y no paraba de repetir en voz baja -por favor, por favor, por favor…

– ¿Que estas dispuesta a hacer para que te deje correrte? – Me pregunto a lo que sin pensar en la respuesta dije -Lo que sea, lo que quieras- Saco su teléfono y pude escuchar como iniciaba a grabar.

-quiero que seas nuestra sumisa, como lo es Emily-

-Sí, sí, por favor, pero déjame correrme-

-Ese lenguaje-grito Magui en el fondo quien estaba viendo divertida de la situación

Laura-Dilo, di que vas a ser una perrita obediente y quienes van a ser tus dueñas-

-Seré su perra obediente, seré una buena sumisa, para ustedes dos Ama Laura, Ama Magui-

-bien, te portaste bien hoy, aunque tendremos que entrenarte- asentí con la cabeza y pude sentir como el vibrador comenzó a trabajar a tope, no basto más que unos segundos para que llegara a ese orgasmo que tanto quería, incluso solté lágrimas de alegría.

-Ya es tarde, tenemos que irnos o nos tocará caminar de noche. –

Aun no me recuperaba, pero nos desataron las manos y los pies, aunque no nos quitaron las cuerdas de la entre pierna y por lo tanto aun teníamos los vibradores puestos, aunque apagados, por el momento. Esta vez entre todas recogimos todo y nos preparamos para regresar, Laura y Magui se pusieron sus ropas con las que llegaron, pero esta vez nosotras regresamos desnudas. En este punto la verdad que no me importaba mucho, aunque a medida que salimos del bosque y nos acercábamos al camino donde estaba en auto me daba más nervios encontrarme con otras personas.

Al fin llegamos a la camioneta, menos mal ya que estaba ya algo oscuro, 15 min en lo que terminamos de subir las cosas y ya era una oscuridad total, para el regreso en la carretera continuemos desnudas las dos en el asiento trasero, estábamos muy asustadas/excitadas, pero sabíamos que ya de noche era muy poco probable que nos encontráramos con alguien.

Llegamos a la casa de Laura y Emily, y se bajaron, claro a Emily le dieron una playera que apenas le cubría el culo para que entrara a su casa, nos despedimos y continuamos nuestro trayecto, me tocaba bajar a mí, Magui me dijo que me pusiera una sudadera oversize que tenía en la camioneta para poder bajar, tome mis maletas y cuando nos estábamos despidiendo puso el vibrador en marcha, diría que, a media potencia, apenas podía mantenerme en pie

-Solo te los puedes quitar cuando llegues al departamento- Me guiño un ojo y se fue, era muy difícil caminar así, por suerte no me encontré a nadie en el camino. Finalmente, entre al departamento, me quite las cuerdas y en lugar de sacar el aparato, me acosté en mi cama, lo puse al máximo y comencé a tocarme recordando todo lo que viví en el día, hasta que conseguí el orgasmo que quería, bueno hasta que logre correrme.

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Espero que les guste.

Todos los comentarios son bienvenidos.

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