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Un chico de 25 y una mujer de 38 años, explorando sus deseos
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Este relato se originó en la pandemia, como fue y aun es común por todo el mundo debimos permanecer encerrados por un largo tiempo y evitar así contagios y demás, cosa que seguramente impulsó a muchos a descubrir ciertas usanzas en la red, como fue mi caso. Sé que por mi anterior relato para nadie debe ser extraño saber que tengo un gusto indescriptible por las mujeres mayores, simplemente es algo que no se explicar, una mujer mayor me parece un monumento de deseo, tan seguras, tan imponentes, tan sensuales y creo que la fortuna en realidad me sonrió al poder experimentar esto con una mujer mayor.

Todo pasó una noche mientras entraba en una página de chat, estas tenían algunas salas donde algunas personas podían mandarte mensajes en privado lo cual me parecía a adecuado para matar el tiempo de sobra que se tiene en esta emergencia y es así como de la nada comencé a charlar con una persona, Veronik888 era su perfil, a pesar de ignorar que pasaría por la mente de esta misteriosa mujer traté de mostrar mi completo interés y he de confesar que al principio de todo esto no tenía ninguna intención oculta, pero una vez que comenzamos a charlar me pareció una mujer intrigante e interesante por lo que mientras la charla se hacía más profunda, me contó que hacía ya dos años ella se separó de su ex marido, el tipo la había engañado por una mujer un tanto más joven por lo que no pude evitar replicar “el idiota se lo pierde”, le dije que me parecía una mujer única y muy interesante, vaya todo aquello que posee una mujer sexy a lo que ella me cuestiono diciendo que probablemente al verla no pensaría lo mismo.

Pasaron algunas horas mientras no paraba de hablar con Verónica hasta que nuestras palabras poco a poco nos llevaron a soltar algunas frases sensuales y con intenciones subidas de tono, yo le decía que no podría dejar de mirarla si caminara por ahí, a lo que ella me respondió que le gustaría saber que un chico de mi edad disfruta de mirar su cuerpo a lo que yo decidido le comente que si a ella le parecía bien podríamos hablar de una manera más intensa, obviamente a través de una cuenta falsa en Skype o algo similar que no pusiera en riesgo su identidad ya que siempre he pensado que jamás se debe arriesgar a una dama, ella un poco insegura y después de pensarlo un poco solo acepto así que después de agregarla espere la llamada de Verónica.

No pasaron 10 minutos cuando recibí su llamada y lejos de lo que cualquiera pensaría se veía tal como la imagine, una mujer de cabello negro de una piel blanca y tersa, su cuerpo a pesar de haber concebido un hijo se miraba firme y apetitoso bajo una blusa negra y unos shorts azules, ella se apenó y comentó que le daba pena que mirara unos cuantos kilos demás que su cuerpo hacía notar un poco a lo que le mencione que una mujer con un poco más que lucir no era fea, al contrario, en lo personal pienso que una mujer con un poco más de cuerpo a pesar de que moleste como kilos de inseguridad se miran de lo más sexys, un cuerpo que a pesar de tener un poco de peso extra guarda su figura lo hace ver aún más apetitoso.

Fue entonces que paso

Ella: ¿En verdad piensas que me miro sexy?

Yo: por supuesto que sí, una mujer como tu es todo lo que deseo, tu cuerpo no solo me gusta, sino que siéndote muy franco me encantaría hacerle de todo

Ella: ¿si es así, que le harías a esto?

Verónica me mostro una parte de sus hombros bajando uno de los tirantes de su blusa.

Yo: me encantaría poder sentir el aroma de tus hombros, sin duda deben ser deliciosos pero moriría no solo por olfatearlos, también moriría por probarlos Verónica

Ella: suena muy rico ale, pero me pondría muy loca si lo hicieras, ¿además me gustaría saber que le harías a esto?

Fue entonces que Verónica dejo bajar su blusa lentamente hasta solo mostrar un poco de su seno derecho, apenas y se miraba el cambio en el tono de su piel.

Yo: uff Verónica, de poder estar ahí me mirarías lamer cada centímetro de la piel que tu sostén no alcanza a cubrir, hasta el punto en el que mi lengua rosaría los bordes de tus deliciosas areolas, mientras mi lengua invita a tus hermosos pezones a salir.

Ella: entonces lo haría.

Fue cuando Verónica saco sus senos de su blusa, eran por más deliciosos, casi podía sentir como si fuera una bestia salvaje que deseaba von todas sus fuerzas lamer sus increíbles pezones como un desquiciado.

Yo: oh Verónica, en verdad son tan excitantes, ¿pero sabes me encantaría llamarlos un poco más rudo o sucio si te parece?

Ella: y que nombre usarías?

Yo: ¿quiero saber que nombre te gusta más a ti?, sin ataduras ni juicios, el nombre que siempre deseaste usar

Ella: me gusta tetas Alex

Yo: pues sabrás que muero de deseos de no solo lamer, sino mamar tus tetas de una manera increíble, dejar tus pezones completamente satisfechos hasta que no puedas sentirlos

Fue entonces que mire como Verónica se excito al escuchar lo que le decía, pero sentí que debía hacer algo más por ella, fue entonces que me levante y poco a poco quite mi pantalón hasta dejar solo mi bóxer en mi cuerpo

Yo: lo miras Verónica, casi puedo sentir como está a punto de romper mi bóxer, quiere salir a cualquier costo.

Ella: uff, enserio te pongo así?

Yo: más que eso Verónica, en realidad muero de las ganas de estar dentro de ti.

Ella: ay Alex, yo quiero que te metas muy dentro de mi.

Yo: Verónica, estas algo húmeda?

Ella: si, muy muy mojada

Yo: podría ver lo que ha salido?

Fue entonces que ella me mostro lo mucho que había mojado unas bragas color azul rey, esa mancha de deseo se miraba tan deliciosa tanto que no podía resistir las ganas de lamer todo lo que salió, al punto que habría lamido por encima de su ropa interior, hasta dejarla completamente limpia.

Ella: así se mira Alex

Yo: ojala pudiera lamerlo y probar todo eso, apuesto a que no dejaría ni un poco del delicioso sabor que tiene tu coño Verónica.

Fue entonces que deje salir mi pene, estaba increíblemente hinchado, punzando como un loco.

Yo: ¿podría masturbarme y mirar tus tetas y tu coño Verónica?

Ella: uff Alex, tu puedes hacer lo que quieras.

Ella abrió sus piernas después de sacar sus bragas azules dejando ver como se abría su delicioso coño, ella miro un intento loco de mi parte por lamer mi pantalla a lo que ella respondió acercando su pc a su coño y abriéndolo, como si de alguna manera en nuestras mentes excitadas sintiera mi lengua probando su interior.

Yo me masturbaba como un loco, mientras ella rosaba su clítoris y a la vez penetraba su coño muy duro con sus dedos.

Yo: ojalá pudiera penetrar tu coño Verónica, lo penetraría hasta entrar en tu útero, hasta partirlo por la mitad.

Ella: seria súper rico sentir como quieres entrar por completo.

Los dos no paramos de masturbarnos hasta que casi al mismo tiempo sentimos como todo salía de nuestro interior, ella gemía muy fuerte mientras yo sentía como no podía soportarlo más así que solo le hice saber que terminaría.

Yo: Verónica voy a venirme como un loco.

Ella: sácalo Alex, deja que salga todo en mis tetas.

Fue entonces que salió de mi mientras ella miraba y se notaba que tenía un orgasmo, me vine hasta que sentí que no había ni una gota más por salir mientras ella se estremecía y dejaba mirar como su delicioso coño se mojaba a chorros.

A la fecha ella y yo seguimos hablando y dejamos que nuestros deseos se sacien el uno con el otro de vez en cuando.

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