Darte un beso de buenos días antes de que empieces tus labores y me dejes soñando con tu cuerpo, con tus labios y tu aroma delicioso.
Darte un beso en tu boca, aunque confieso que lo que quiero es que te quedes y hacerte el amor todo el día.
Darte un beso y despojare de tus ropas, soltare despacio tu pelo, quiero tirar de él, cabalga candente tu cuerpo, siente el impulso de mi pene en tu sexo.
Quiero morder tu espalda, lamer tus pechos, aferrarme a tus nalgas.
Mi sumisa ardiente y mi mujer sensual.
Encontré la orquídea del deseo, la flor sexual de los delirios, esa que derrama placer, abrí sus pétalos, me embriague con su miel y todo su néctar brotó para mi.
En mi dominio y bajo mi control tendrás:
Privación sensorial,
Cuerdas,
Perversión,
Erotismo,
Sumisión,
Lujuria,
Sexo,
Duro,
Fuerte,
Placer.
Tus pupilas se dilatan al sentir mis manos.
Notas como separo tus muslos, escuchando la impudicia de un gemido al sentir y mis dedos acarician tu cuerpo mientras mi pene penetra en tu interior y desbocada te conviertes en mía.
Solo la fuerza del destino es superior y cada vez que me oyes, me sientes y me hueles, tu respiración se contrae y tu mente explota.
Tu cuerpo revolucionado anhela más y azotando tus nalgas con mayor intensidad, recibes dolor que se transforma en placer, que te complace dármelo.
Si tú, eres tú quien deseo que solloce, piense y desee mi presencia.