Aquí estamos, abrazados y en cama, estás sobre mí pecho y te siento tan profundo.
Me susurras cuanto me quieres, yo siento tu sinceridad, eres tan dulce, me haces sentir en la cima.
Toco tu pelo, deslizo mi brazo al tuyo, entrelazamos nuestros dedos y nos mostramos todo.
Sigues aquí, te siento así, me miras y tus ojos me hacen sentir tranquilo, me aseguran todo irá bien.
Yo te sigo, mi corazón ya no late desesperado, no observo mis lágrimas en la mejilla, ya no me siento solo, tú estás aquí.
Me levanto de la cama y voy a la cocina a preparar nuestro café, ya te bese al despertar, ya te volví a decir la primera palabra del día… Te amo con locura!
Ya el café listo en mis manos me dirijo a nuestra habitación y parado bajo la cornisa solo observo una sábana arrugada a un lado de la cama.
Aunque desperté otra vez solo tú estabas toda la noche junto a mí, hace tiempo te perdí o quizás nunca te tuve.
Aun así… Te amo!
Fernando Valerio.
18 Nov. 2020