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Trío con un ex
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Tiempo de lectura: 10 minutos

Quiero contarles una experiencia maravillosa que viví junto a uno de mis ex.

Todos me conocen soy Lau, y con José tenemos varios años de casados, y nuestras experiencia sexuales son muy buenas, yo soy muy abierta a nuevas cosas y hemos probado todo lo que hemos podido, a medida que vamos avanzando en nuestro matrimonio vamos subiendo un escalón más.

Hace algún tiempo (varios años), a José le excitaba que le cuente mis experiencias sexuales mientras teníamos sexo, el me preguntaba de los otros hombres que había tenido, como lo hacía con ellos, si me masturbaba pensando en alguno de ellos hoy en día, yo notaba que a medida que le contaba él se excitaba más, hasta que explotaba como nunca.

Al principio me daba vergüenza contarle, muchas veces le inventaba historias, pero él se daba cuenta, me pedía que le cuente la verdad yo comencé a hacerlo como él quería. La verdad es que recordar los hombres que me cogieron en la vida, tenía un morbo muy interesante, sobre todo teniendo sexo con José esa situación me excitaba muchísimo, entonces le pedía que me penetrara con alguno de los consoladores que tenemos, que no son pocos, yo cerraba los ojos y seguía imaginando que me estaban cogiendo mis parejas anteriores. Era un juego que nos gustaba.

Todo esto se volvía muy excitante, tenía muchos orgasmos cada vez que lo hacíamos y era un alivio saber que a José no le molestaba, o incluso le gustaba que yo tuviera fantasías con otros hombres mientras me cogía. Me sentí siempre con él muy libre de sentir lo que quería.

El próximo paso fue para mí un poco más peligroso, un día mientras se la chupaba, me empezó a preguntar quién hombre me calentaba, yo le dije que cualquiera y el me insistía con que le diga un nombre de alguien, yo no quería porque pensé que podía molestarle, pero el insistía y le dije uno de mis ex.

Él contesto con el nombre de Fabricio, al principio me sentí incomoda, porque además de ya no fantasear sino ponerle un nombre, ya todo se volvía un poco más real y me daba mucha vergüenza, pero la verdad es que de todos los ex, el que más me podía es Fabricio, hasta que decidí seguirle el juego.

Cerré mis ojos y deje volar mi imaginación, él me decía si me gustaría chuparle la pija a Fabri, yo le dije que sí, que me calentaba mucho, seguimos fantaseando, me preguntaba si le entregaba la colita y yo le decía que sí, el agarro uno de los consoladores y me penetraba mientras yo lo chupaba, tuve un orgasmo increíble, no terminaba más de explotar con el consolador y el a medida que yo le chupaba más rápido me penetraba más rápido. Tuve orgasmos seguidos, hasta que él exploto. Nos recostamos y nos dormimos sin decir una palabra.

Él se fue al trabajo y yo me quede en casa. No pensé más porque si no mi cabeza iba a explotar de tantas fantasías.

Pasaron un par de semanas y José insistía que le cuente mis aventuras con Fabricio y bueno fue una de las primeras que le conté y es esta:

– Fue un asado en casa de Fabricio, vinieron amigos con sus parejas. Éramos cuatro parejas y Matías que estaba solo, 9 personas en total. Fabricio siempre quería que hagamos un trío sea con una chica o chico, pero la verdad es que era una fantasía nuestra. Matías siempre me gustó… era amigo de Fabricio y en esa época Fabricio se había dado cuenta que me gustaba.

Después de cenar, los tres nos sentamos en uno de los sillones laterales, en los otros sillones estaban las otras parejas.

Yo estaba vestida con un vestido hasta las rodillas, no paraban de hablar como siempre los hombres haciendo bromas y gritando.

Fabricio en un momento se apoyó contra él apoya brazos del sillón y yo me senté media de costado contra su pecho y Matías quedo en la punta del sillón, tenía un vista privilegiada de mis piernas. Fabricio comienza a acariciarme el cuello y haciéndose el nabo me empieza a tocar las tetas por encima del vestido, yo le saco la mano, y lo miro un poco enojada. Porque todos nos veían.

Los hombres siguen gritando y hablando de mujeres como si fueran niños, empiezan a hacer bromas, como si volvieran locos, todas las mujeres los gastamos con que son muy pajeros.

Fabricio se notaba que estaba caliente, medio borracho, sigue metiendo mano y ya no me molestaba tanto, cuando me doy cuenta ya tenía su mano dentro del vestido, acariciándome un pezón y dándome besos en el cuello. La verdad es que ya me estaba excitando bastante.

Cuando miro hacia el costado, lo veo a Matías que miraba fijo la mano en mis tetas, cruzamos las miradas y él enseguida miro la tv, como pidiendo disculpas por mirar lo que no se debe. Yo seguí mirándolo fijo, aunque él no me miraba y cuando giro nuevamente la cabeza me quede mirando sus ojos, al principio estaba como dubitativo, yo seguía mirándolo fijo mientras Fabricio me apretaba las tetas, no nos dijimos nada, solamente miraba mis tetas y mis ojos, yo no deje de mirarlo en todo el tiempo, estaba muy excitada, mi entrepierna estaba completamente húmeda. Las charla siguieron y cerca a las 2 de la mañana ya todos dijeron que se iban, que era muy tarde.

Nos despedimos y las parejas comenzaron a irse de a poco, quedábamos solo una pareja, Matías y nosotros, le dijeron ¿te llevamos? Fabricio les respondió, no deja que yo lo alcanzo que ustedes van para el otro lado, me puse demasiado nerviosa, estaba adivinando las intenciones de él, una cosa era la fantasía, pero yo ya veía que las cosas se me iban a ir de las manos.

La pareja se fue, y quedamos solo los tres, yo estaba juntando los platos de la mesa, poniéndolos en remojo, ellos me fueron trayendo todas las cosas para lavar. Ellos se quedaron en el sillón con la luz prendida y hablando no sé de qué.

Al rato viene Fabricio y me apoya por atrás y me besa el cuello, le digo para que estoy con las manos mojadas, él me agarra las dos tetas con sus manos por detrás, y empieza a apretarme contra la mesada de la cocina, le digo que pare que estaba Matías mirando, y él dice, ¿no te gusta Matías? Me puse muy incómoda, porque lo dijo fuerte, seguro que escucho, lo empuje con mi cola y le dije córtala.

Yo ya me daba cuenta que algo había hablado con Matías, quería saber hasta dónde sería capaz de llegar.

No hice nada y esperé, había tomado bastante vino en la cena y lo notaba más alegre que de costumbre, demasiado zafado en sus comentarios en voz alta con Matías, hablaban de minas, Matías en una de esas dijo “bueno Lau está bastante buena…” Y yo escuché bien claro, hubo un silencio de unos segundos, yo pensé se armó el lio, pero enseguida siguieron y vinieron risas entre ellos.

Fabricio me llama que dejé los platos de una vez y que tomemos algo, que después él me ayudaba a lavar, fui al living, me los encontré muy animados, para todo esto eran como las 3 de la mañana.

Fabricio me mira y me dice que a Matías yo le gustaba, Matías se puso colorado, yo me reí, y seguido me dice, porque no le muestras un poquito así da una opinión cierta sin imaginarse nada, yo le contesté que estaba demasiado en pedo (yo también había tomado bastante, y ustedes saben cómo me pongo cuando tomo) que mejor lleve a Matías a su casa y se deje de joder, me senté en el sillón y se me vino encima, empezó a besarme, agarrarme fuerte las tetas, yo estaba caliente y Fabricio me estaba exponiendo a su amigo, el amigo que más me calentaba, y a esa altura no tenía ganas de despreciarlo para nada.

Accedí al beso de Fabricio, él siguió adelante, levanto un poco mi vestido, mientras seguía con su lengua en mi boca, comenzó a tocarme por encima de mi tanga, enseguida noto mi excitación porque estaba empapada, pude ver a Matías que me miraba con una mirada muy penetrante, me sentí muy deseada por dos hombres, parecía un sueño y de los más húmedos.

Fabrico lo miro a Matías y le dijo, ¿querés o no ver las tetas de Lau? Matías un poco tímido le contesto, “si ella quiere sería un placer…” yo los mire a los dos totalmente entregada y le dije que, si quería verlas que se las gane, que me ayude Fabricio a quitarme el vestido.

Él me miro a los ojos, se fue a un lado del sillón, yo me quede mirando a Fabricio desafiándolo, demoro unos segundos, hasta que reacciono y fue hacia mí, me estiro la mano, me puso de pie, me dio vuelta y bajo el cierre del vestido, muy lentamente, bajo los tirantes y el vestido se deslizo hacia el piso, quede solamente con mi tanga negra, me dio vuelta, me miro las tetas y dijo, están buenas.

Después, yo le di una mirada que decía todo, paso los brazos por atrás mío, abrazándome, cuando se alejó un poco de mí, quedaron mis tetas a su vista, ni siquiera intento tocarlas, solo se alejó y las miro, mis pezones estaban duros, Matías me miraba a los ojos y me dijo, si están muy buenas tus tetas Lau, yo comencé a acariciármelas, le dije que no se imaginaba lo bien que se sentía tocarlas, él extendió sus manos, me las agarro las dos juntas, paso su dedo por mis pezones, logrando que se pusieran durísimos, yo cerré los ojos y él se animó más, me acaricio por unos segundos, hasta que se decidió a besarme.

Yo seguía con los ojos cerrados, le devolví el beso, mi humedad crecía a pasos agigantados, hasta que sentí el cuerpo de Fabricio por detrás, que me apoyaba su pija contra mi culo y me besaba el cuello, ese realmente fue el momento más tenso de la noche, no sabía qué hacer para parar todo esto que habíamos empezado con una fantasía una noche de lujuria y la verdad no quería pararlo.

Le comencé a desabrochar la camisa a Matías, hasta dejarlo en cuero, le quite el cinturón y abrí su pantalón, notaba su erección, su bóxer estaba mojado de los líquidos que su pene emanaba, me arrodille y comencé a bajarle el bóxer, cuando libere su pene, apuntaba al cielo, comencé pasándole los labios alrededor de su glande, el comenzó a gemir, Fabrico nos guio hasta el sillón y Matías se sentó desnudo, Fabricio me tomo de la cintura y me hizo poner en cuatro patas, me agarro del pelo y me llevo hasta el pene de su amigo.

Seguí chupándolo muy despacio, sin dejar salir su glande, él se retorcía, hasta que no aguanto más, y también me agarro del pelo, llevando su pene hasta mi garganta, según Fabricio en esa época, para él era mi especialidad, sentí ya su pene desnudo en mi boca, pase mi lengua por toda la cabeza de su pene, el sabor era diferente al de Fabricio, todavía me acuerdo, ambos me gustaban pero era diferente.

Fabricio se había colocado debajo mío y me estaba pasando la lengua por mi clítoris, tuve mi primer orgasmo en la boca de él, fue un momento infinitamente maravilloso, me encargue que Fabricio reciba todo mi jugo en su boca, no lo dejaba respirar, Matías gemía mucho, su pene cuando sintió que estaba teniendo mi orgasmo parecía explotar, pero yo me detuve y finalmente no acabo.

Fabricio se puso de pie y dijo, al final todos están gozando menos yo…. Nos reímos y le dije, cambia de lugar que yo te voy a enseñar lo que es gozar, se sentó en el sillón y se la empecé a chupar como a mí me gusta, Matías se colocó al lado mío, el muy sucio empezó a agarrarle la pija a Fabricio, mientras yo se la chupaba, se agacho, me besaba la boca un poco a mí y otro besaba la pija de Fabricio, quedé como dura, no esperaba eso, dejé de chuparla y él también dejo.

Me pregunto, ¿te puedo coger? Yo ya totalmente zafada le dije, méteme la pija ya, nos reímos los tres, sentí enseguida la punta de su pene en mi entrada totalmente empapada, entro sin ningún problema, el pene era muy similar al de Fabricio, le seguí chupando la pija a Fabricio y su amigo me estaba envistiendo en cuatro, estaba tan excitada que tenía que parar de chupar para poder respirar, Fabricio me obligaba a seguir, le mordí varias veces el pene, por acto reflejo, él se quejaba y me decía que era muy puta, ahí Matías empieza a acabar me la saca y enseguida la puso cerca de mi boca, junto con la pija de Fabricio.

Yo se las agarre a los dos juntos y ellos agarraron cada uno la pija del otro, como que se masturbaban entre ellos bien delante de mío y como que se habían sincronizado, porque los dos al mismo tiempo se descargaron, gimiendo y gritando de placer. Me senté en el sillón y ellos quedaron a un costado mío, Matías bajo, le limpio la pija a Fabricio con una buena chupada, mientras que Fabricio todavía tenía las manos sucias con la leche de Matías, nadie hablo, hasta que bajo la calentura un poco, estábamos no sé si arrepentidos pero un poco como que no podíamos creerlo que había pasado, yo por lo que pudieran pensar ellos de mí, y ellos por lo que paso entre ambos.

Fabricio rompió el hielo diciendo, que buen polvo. Matías asintió. Yo los mire y les dije ni sueñen que termina acá, a mí me había calentado mucho verlos a ellos.

Después de un rato, me di cuenta que todavía podían y los hice poner en cuatro apoyando sus pechos en el sillón y las rodillas en el suelo, comencé a lamerle el culo a ambos, yo sé que eso le encanta a Fabricio, y con mis manos le tocaba los huevos, enseguida sus penes reaccionaron, mientras le acariciaba la cola al otro.

Me di cuenta que Matías quería más que caricias en su ano, de nuevo le tomo el pene a Fabricio, le acariciaba el culo, a lo que Fabricio lo miraba como incrédulo. Aproveché y con un dedo penetre a Fabricio, sé que le gusta, Matías se acostó en el sillón ofreciéndole el culo a Fabricio, él escupió sus dedos y lo penetró, mientras yo seguía con él.

Los dos la estaban pasando muy bien, yo re caliente con la situación, le saqué los dedos del culo a Fabricio y me senté sobre su pija, me la metí hasta el fondo, comencé a cabalgarlo a Fabricio, y él le seguía dando con los dedos a Matías.

Le puse mis tetas en su cara para que me las chupe, agarre su otra mano, se la pase por mi culo, quería que me penetre a mí también, entendió el mensaje rápidamente, escupió sus dedos, forzó un poco la entrada y enseguida mi culo se adaptó, estaba totalmente loca, lo que sé es que nunca estuve en esa situación donde veía a Matías como se movía con los dedos metidos en el culo gimiendo como un putito y me encantaba, sentía que el pene de Fabricio en mi concha y su dedo en el culo, Fabricio me hablaba al oído y me decía, te gusta?.

Matías en eso abre los ojos y le dice a Fabricio que quiere que lo penetre, fue unos segundo donde no nos movimos ninguno, me paro, Fabricio me saca los dedos y su pija, y le dice querés que te coja por el culo? Y él (Matías) le dice si y quiero que Lau me dé la cola.

Nos miramos y ¿Fabricio le dijo yo te doy a vos y vos a Lau? Sí eso quiero dijo Matías. Fue unos minutos donde quedamos como mirándonos sin saber que decir, que hacer. Hasta que Matías le agarra la pija a Fabricio y le dice: ¿me la vas a dar? Veni Lau ponete en 4, ya mi cola estaba dilatada con los dedos de Fabricio, cuando me apoyo Matías entro sin esfuerzo.

Fabricio quedo mirando, como que se le estaba pasando la borrachera, me miraba como me cogía por el culo su amigo. Matías se soltó y me empezó a decir, ¿te gusta cómo te la doy? ¿La querés hasta el fondo? ¿Te gusta puta? Yo entré en una locura de placer y morbo por la situación, y ahí le dice a Fabricio, veni dámela vos por el culo.

Fabricio seguía parado mirándonos, quieto, con la pija dura, y le dice te estás culeando a Lau, yo te voy a culear a vos y se ríe. Se acomoda atrás de Matías y hasta yo pude sentir como se la ponía. A Matías se le puso la pija más dura, le empezó a decir ¿te gusta cómo se la pongo a Lau? Porque a mí me encanta tener la pija dentro de ella, vos culeame fuerte y vengarte, en eso me mató la curiosidad, nunca había visto a dos hombres, me saqué la pija de Matías y me puse a ver de muy cerca como Fabricio le daba bien fuerte por el culo, fueron unos minutos.

Hasta que empezó a descargar su leche y vi cómo se le llenaba el culo a Matías que gemía no sé si de dolor o placer. Nuevamente quedamos rendidos en el sillón, Fabricio me besaba en la boca, Matías me acariciaba todo el cuerpo. Ellos estaban totalmente relajados, hipnotizados ante esa escena y yo también.

Matías le pregunta a si le gustaría que él lo penetre. Fabricio lo mira y le dice que no, que hasta acá llego.

Después me pregunta a mí, si la quiero otra vez. Yo a esa altura obnubilada por lo que vi, era como que no quería más nada. Matías se sienta entre nosotros dos y le vuelve agarrar la pija y le dice a Fabricio, culee a tu hembra, pero lo que más te gusto fue culearme a mi putito, le toma la mano, hace que Fabricio le agarre la pija para que lo masturbe y después con la otra agarra mi mano y entre las manos de Fabricio y las mías y las suyas le sacamos toda la leche que le quedaba.

Sentí como Fabricio se la apretaba, me di cuenta que entre ellos no iba a quedar así, que Matías un día se lo iba a culear. Esa noche Fabricio dijo que no, pero yo estaba segura que a él le habría gustado también que se la pusiera Matías.

Cuando nos despertamos, seguíamos agotados y algo confundidos.

Fabricio llevo a Matías a su casa, yo me fui a bañar, estuve en la bañera un buen rato y cuando recordé lo que había pasado, no pude evitar masturbarme, tuve muchas experiencias. Ustedes ya lo saben, pero ésta es difícil o imposible de olvidar, cogerme al amigo de Fabricio. Y ver que mi ex después lo culeaba, lo masturbaba, ver la leche de un hombre en la mano de Fabricio. De solo recordarlo me vuelvo a mojar.

Esta historia se la conté muchas veces a José (mi marido actual), es una de las que más le gusta. Espero que a Ustedes también.

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