Hola a todos. Mi nombre es Ana y quiero compartir mi experiencia.
Una ocasión escuche ruido en el cuarto de mi hermano; como pude, fui para ver que pasaba y lo vi a el y a su novia teniendo sexo. Ella disfrutaba tanto cabalgar a mi hermano. Poco a poco me empecé a tocar. Asi hasta que ellos terminaron, pero yo seguí masturbandome en mi recámara hasta quedar dormida.
No podía parar de pensar en lo que había visto.
Cada que podía iba para espiarlos, mi hermano es delgado, y al verlo desnudo veía una verga dura y larga, tanto que soñaba con poder tener su pedazo de carne.
Uno de tantos días de espiarlos me anime a confrontarlo y decirle que sabía lo que hacían cuando mis papas no estaban, así que le pedí estar con ellos, no sabía que su novia aún seguía en la casa y para mi sorpresa salió a apoyar mi petición; ya que, mi hermano se negaba rotundamente en que yo participará.
Ella es algo llenita, piel blanca, con buen tamaño de pecho, trasero mediano; en fin, estaba buena dijeran.
Luego de largo rato, mi hermano Acepto con una condición, no decir nada a mis papas y que sería sólo por esa ocasión.
Para ese día especial me puse una minifalda color cafe claro, o café con leche, un top ajustado que dejaba entre ver mis pechos copa b, una tanga negra.
Al entrar a la recámara de mi hermano, el miraba con asombro y aún pensativo, su novia me pidió sentarme en la cama en medio de ellos.
Ella con una sonrisa me acariciaba las piernas, al tiempo que me decía que era bisexual.
Beso mi cuello, y su mano la llevo hasta mi rajita y oh que delicia, ahí fue donde me deje llevar y comenzó todo.
Mi hermano hacía lo mismo que ella, pero no lo deje y bese su boca con muchas ganas; pronto empecé a gemir porque la novia ya me había quitado la tanga y me chupada mi vagina.
Metia dos dedos dentro de mi, en lo que mi hermano iba quitando su playera, mi mano tomaba su verga por encima del pantalón y me decía que ya quería sentir la. El me dijo que si, pero que primero aprendería a mamarlo.
Casi no podía hacer nada porque esas chupadas de clítoris me hacían volar de placer. Nunca había estado con otra mujer y mucho menos con un hombre, pero que rico era lo que sentí por primera vez.
Ya estaba desnuda, mi cuñada me chupada los pezones y mi hermano me mostró su pedazo de carne.
Mi cuñada tomo uno de mis dedos y lo chupo, diciéndome que así chupara a mi hermano.
Mi hermano me puso en cuatro sobre la cama, para que le chupara su miembro y su novia mi culo.
Casi lloré de placer y para ser mi primera vez fue fenomenal.
El sabor de mi hermano era algo como agridulce, pero yo lo mamaba con ganas, el me detenía un poco, porque aún no tenía experiencia en mamar vergas y lo lastimaba un poco.
Me puse más al centro de la cama, mi hermano puso una playera que usa en el fútbol debajo para disimular la sangre que saliera me dijo y comenzó a penetrante poco a poco, de momento me dolió mucho, pero su novia me ayudo a olvidar un poco dándome un beso muy cachondo.
Acostumbrada al miembro dentro mío, vino un movimiento que me hacía ver estrellitas, no se en que momento le mamaba las tetas a mi cuñada, pero era una sensación rica y rara para mi.
Me tumbe en la cama boca arriba para que la novia de mi hermano me hiciera un 69.
Era raro verme a mi misma con la vagina de otra chica en la cara, pero para ese momento me convertí en una perra en celo. El sabor de ella era un poco más dulce que el de mi hermano, pero igual lo disfrute.
Ahora era el turno de la novia de ser clavada en cuatro. Yo era quien besaba todo su cuerpo y si lo disfruté mucho la verdad.
Mi hermano aviso que ya casi iba a terminar, por lo que le rogue me dejará montarlo; tomo aire para aguantar un poco más y finalmente mi fantasía de montar a mi hermano se cumplió.
Duramos un poco más de lo esperado, hasta que dijo que ahora si terminaría, su novia me dijo que era hora de tomar leche, el sentado a la orilla de la cama y nosotras basándonos con su verga en medio, hizo que explotara y salieran chorros de leche.
Nos limpiamos a puro beso, nos vestimos los tres y yo agradecí porque mi primera vez fue muy rica.
Seguimos cogiendo los tres, hasta que mi hermano y mi cuñadita se dejaron.
El y yo seguimos gozando cada que podemos y creo que eso nos ha unido más.
Vladimir escritor.