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Tras bambalinas (Parte 6)
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Tiempo de lectura: 16 minutos

Después de una cita en donde Anthony y Serena pudieron conocerse mejor y volver aún más fuerte su relación, los novios volvieron a su habitación en el Centro Pokémon en donde se encontraron con una inesperada sorpresa de parte de sus pokémon, aunque en lugar de molestarse decidieron divertirse al igual que ellos y practicar la posición del perrito.

—¡Serena, tu coño se siente tan bien! ¡Siento que me aprieta a cada momento! —exclamó Anthony, quien embestía de forma salvaje a su joven amante de cabello miel, mientras que la oriunda de Kalos prosiguió a darle un fugaz beso

—¡A mí me encanta que me folles con tu maravillosa polla, mi amor! —habló ella entre gemidos, a la vez que movía sus caderas con suma desesperación —Ya casi me corro, Amo… ¡POR FAVOR…! ¡SUÉLTALO ADENTRO…!

—¡RECIBE TODO MI AMOR, SERENA! —dijo el joven, quien sostuvo entre sus manos los firmes y suaves pechos de la artista, antes de dar una última y profunda estocada, descargando una gran cantidad de semen en el útero de su linda novia, quien lanzo un gran y profundo gemido mientras sus ojos se perdían ante el glorioso momento de su orgasmo, ella podía sentir como la caliente esencia de su novio la llenaba por dentro.

Anthony enseguida salió de su unión, observando fascinado como el coño de su novia comenzaba a escurrir, dándole una escena maravillosa.

—Mi amor… Eso fue fantástico… —comentó ella, encontrándose agotada y muy sudorosa, pero con una linda sonrisa en sus dulces labios que adornaba su rostro, mientras tocaba su vientre con mucho cariño. —Me encantaría poder quedar embarazada de ti, mi cielo, mi Amo.

Al oír eso él le sonrió con ternura y acarició con cuidado un mechón del fino cabello color miel de la chica de ojos azules —A mí también me gustaría, Serena —e instintivamente le dio un beso al estilo Kalos, batallando un rato con sus lenguas hasta finalizarlo en un hilo de saliva —Estoy seguro que nuestro hijo sería hermoso.

Al escuchar esas palabras los ojos de Serena brillaron entre un sentimiento de felicidad y amor, antes de sonreírle con dulzura y abrir sus labios para decir —Te amo Anthony, te amo tanto.

A lo que él le sonrió de igual manera —Yo también te amo, mi dulce miel —antes de cubrirla entre las sábanas y envolverla en sus brazos, dando por finalizada su sesión de amor. “Y por él es que debo crear un mundo mejor” pensó Anthony mientras acariciaba con cariño el vientre de su amada antes de quedarse dormido.

Al día siguiente después de desayunar y de darle una ligera reprimenda a sus pokémon iniciales, los chicos entregaron la habitación y salieron de Ciudad Fortree tomados de la mano para continuar con su viaje.

—De acuerdo con mi Nav para llegar a Ciudad Licovely tenemos que recorrer las Rutas 120 y 121, mi amor —mencionó Serena muy alegre.

—Eso es excelente, no me gustaría que te perdieras el Gran Festival por mi culpa —comento el claramente aliviado.

—Bueno sobre eso, desde que te conocí ya no tengo ningún interés de participar en el Gran Festival —contestó la chica de cabellos miel haciendo que su novio se detuviera en seco — ¿Sucede algo, Anthony? —preguntó ella muy extrañada por la acción del chico.

—Serena, a pesar de que ahora eres mi novia, no quisiera que te olvides de tus propios sueños. Recuerda que tú quieres ser la mejor performer y coordinadora del mundo, y yo sé que lo lograrás, por eso no me perdonaría si tú sueño se truncara por mi culpa —dijo el chico de forma sincera, mientras que Serena escuchaba con atención cada una de sus palabras, por lo que no pudo evitar que una sonrisa se formará en su rostro mientras el chico hablaba.

—Anthony, mi amor ¡Eres el mejor! —la chica estaba muy emocionada y no dudo en demostrarlo uniendo sus labios con los de su novio en un tierno beso, que el correspondió de inmediato.

Una vez que se separaron la oriunda de Kalos sacó a sus pokémon para ofrecerle a su novio una hermosa exhibición de sus habilidades, después de la cual siguieron su camino por la Ruta 120, la cual tenía la particularidad de siempre tener un clima lluvioso.

La pareja trato de atravesarla lo más rápido posible, pero en su camino se encontraron con varios entrenadores, quienes continuamente los desafiaban e impedían su paso, por lo que pronto se resignaron y decidieron combatir. Pero esa situación le vino muy bien a ambos ya que les permitió entrenar, además de que Serena conoció a los demás pokémon de su novio: un Milotic, un Gengar, una Absol y un Gallade, y que los últimos 3 eran capaces de megaevolucionar.

— ¡Eres muy fuerte, mi amor! —exclamó Serena alegremente animando a su novio mientras luchaba con un entrenador. La incansable lluvia había hecho que su ropa se pegara a su cuerpo, resaltando su figura y sus pechos, dando un espectáculo memorable.

—Muchas gracias, cariño —contestó el chico un poco apenado pero muy feliz, para abrazar y besar a su novia, mientras le agradecía a su oponente por la pelea, quien por más que lo intentaba no podía quitarle los ojos de encima a la hermosa y empapada joven y no podía evitar sentirse celoso de lo afortunado que era su oponente.

Unos minutos después por fin llegaron al final de la ruta y decidieron acampar mientras ponían a secar sus ropas. El amablemente dejo entrar primero a Serena para que se cambiara y cuando ella se lo indico entro a la tienda para encontrarse con una hermosa imagen.

La chica estaba recostada encima de su saco de dormir, pero tenía totalmente desabrochada la sudadera de su pijama dejando a la vista que no usaba sostén.

—Entra, mi amor, te estoy esperando —dijo la chica con una voz en extremo seductora que dejo al chico sin habla y estático a la entrada de la tienda, admirando la belleza que estaba frente a él.

—Bueno si tú no vienes, entonces yo iré —respondió ella poniéndose a gatas y comenzando a avanzar hacia Anthony, antes de quedar de rodillas frente a su novio y sin previo aviso comenzó desabrochar sus pantalones y sus bóxer para tomar su miembro entre sus manos.

—Nunca he hecho esto antes, mi Amo, pero parece que a los hombres les encanta y yo quiero intentarlo para ti —anunció Serena mientras sus suaves y finas manos recorrían con amor y devoción el pene del chico haciéndolo reaccionar de inmediato.

En un principio parecía que el plan de Serena era el de masturbar a su novio, pero ella comenzó a pasar su lengua por encima de su excitado miembro, dándole tiernas lamidas como si se tratara de su paleta favorita, y para Anthony esa era una sensación fantástica, gruñía sin parar y cerró los ojos a causa del placer.

— ¿Te gusta lo que hago, mi amor? —preguntó la chica con timidez, interrumpiendo su tarea por un momento, y esperando estar complaciendo de forma correcta a su dueño.

—Me encanta, por favor no te detengas, preciosa —pidió el, aunque ella no le respondió con palabras, ya que una nueva e increíble sensación se propagó por todo su cuerpo obligándolo a abrir los ojos, Serena se había metido su pene en la boca.

La chica sentía el ardiente pene de su Amo en su boca y comenzó a recorrerlo de manera lenta, acostumbrándose al sabor y a la sensación. De forma que en cuando el abrió los ojos sus miradas se encontraron, ella no dudo y comenzó a hacer su trabajo cada vez más rápido, sin apartar su mirada de la de su novio, de ver el placer nublando aquellos ojos que tanto la encantaban.

—Serena, se siente tan rico ¡No te detengas! — gimió Anthony sin despegar la mirada de los ojos de su novia, de esos hermosos orbes azules donde se reflejaban el amor, la adoración, el deseo y la lujuria.

—Serena ¡Me corró…! Ahh… ¡ME CORRÓ! —gritó Anthony soltando una gran cantidad de semen en la boca de la su novia, quién de inmediato comenzó tomárselo, saboreándolo de una manera bastante lujuriosa, hasta que no quedó ni una sola gota

—Estuvo muy rico, mi amor, tanto que me haré adicta a esto —dijo Serena tras dejar totalmente limpio el pene de su amado.

Y aunque el chico quedo exhausto y entró en la tienda, no le parecía justo que solo el disfrutara, así que comenzó a besar a su novia mientras sus manos quitaban el short rosa de su pijama, para descubrir que Serena tampoco usaba bragas.

—Recuéstate mi amor y abre tus piernas —pidió con dulzura y la chica de inmediato obedeció, sin dudarlo Anthony comenzó a besar sus suaves y blancas piernas comenzando desde la punta de sus pequeños pies, subiendo poco a poco, apenas rozando su piel con sus labios y deslizando su lengua sobre la cara interna de sus muslos, subiendo poco a poco hasta que su nariz se topó con su vulva, sacándole algunos leves gemidos a la chica.

El pelinegro humedeció un poquito su dedo índice y lo deslizo por el pubis de Serena hacia abajo, jugueteando con el poco vello de su novia, apenas rozando sus labios y subiendo muy lentamente, presionándolo con la yema.

—Ahh… ¡Que rico!… ¡No pares Amo! …— suplico la chica entre suaves gemidos, mientras el dedo del chico se deslizaba lentamente bordeando su clítoris, apenas rozándolo. Ella disfrutaba enormente el tratamiento y lo demostraba con profundos suspiros de placer en el momento en que el puso su dedo sobre su excitado clítoris y empezó a masajearlo, haciendo pequeños círculos sobre él y presionándolo con la yema muy despacito.

Por su parte Serena comenzó a jugar con sus rizos oscuros, acariciando su nuca y con mucha suavidad empezó a empujar la cabeza de sus amado contra ella —Ahhh… ¡Adentro! Ahhh… ¡Con-continua! —suplico mientras el deslizaba hábilmente su dedo hacia abajo para que su lengua ocupara su lugar, bordeando su erecto clítoris, humedeciéndolo y besándolo, hasta que sus labios lo envolvieron y comenzó a juguetear con él dentro de su boca, lamiéndolo y presionándolo con su lengua.

El siguió succionándolo con mucha suavidad y ella estiró las piernas cerrándolas un poco. Anthony sentía la presión de sus suaves muslos sobre su cara, se podía notar la agitada respiración de Serena mientras suplicaba —Ahh A-amo… ¡Me corró…! Ahh… ¡ME CORRÓ! —tras lo cual soltó un profundo gemido de placer que junto con la gran cantidad de fluidos que llenaron el rostro del pelinegro indicaron que ella finalmente había llegado al orgasmo.

—Estas deliciosa mi amor— dijo mientras saboreaba con gusto los dulces fluidos de su novia para darle un cariñoso beso que ella correspondió —Sin duda eres la mejor, mi Serena —envolviendo a la chica en sus brazos, para finalmente caer dormidos por el cansancio.

Al día siguiente, Serena se levantó temprano para hacer el desayuno, después del cuál los novios recorrieron la Ruta 121, la cual aunque era más corta que la anterior y no tenía lluvia también estaba plagada de entrenadores que querían luchar. De forma que fue cerca del mediodía cuando finalmente llegaron a su destino: Ciudad Licovely.

Después de pedir una habitación en el Centro Pokémon, ambos novios decidieron tener una cita y al pasear por la ciudad se enteraron que ese mismo día se celebraba un Concurso en el auditorio de la ciudad. Como la oriunda de Kalos ya poseía los listones necesarios para entrar al Gran Festival, entraron al evento únicamente como espectadores.

Sin embargo el nivel de la mayoría de los participantes era bastante malo y no causaba una gran impresión en el público. Los novios estaban por irse cuando la aparición de una chica morena de ojos verdes con un vestido rosa los hizo desistir, ya que Serena había visto algo familiar en ella.

Sin duda alguna esa linda chica se robó por completo los reflectores y la atención de la audiencia, a leguas se notaba que ella ya tenía experiencia en el escenario y lo demostraba.

—No puedo creerlo ¡Es Shauna! —mencionó Serena con emoción al reconocer a su amiga y rival de Kalos.

— ¿La conoces, amor? —preguntó al escuchar a su novia, pero sin dejar de prestarle atención a esa linda morena y tomando nota de su increíble cuerpo.

—Sí, cariño. Ella es una de mis mejores amigas, ambas competimos en la Clase Maestra en Kalos y gracias a ella decidí ser una Performer. Además ella es muy bella ¿No lo crees? —ante esa pregunta el sólo asintió y ella lo miraba expectante.

—Amor ¿Puedo preguntarte algo? —mencionó Serena de forma seria en cuando salieron del auditorio.

—Claro, cielo ¿Qué pasa? —el de inmediato notó la inseguridad que había en la voz de su novia.

— ¿A ti te gustaría tener sexo con otras chicas aparte de mí? —preguntó Serena viéndolo directamente a los ojos.

—Seré muy sincero contigo, en verdad es algo que me gustaría mucho. Pero no lo haré porque yo te amo a ti, Serena —contestó Anthony sin dudar ni un momento.

—Yo también te amo Anthony y mucho, por eso te agradezco mucho que seas honesto conmigo —la chica se acercó para darle un suave beso —Pero te estas olvidando de algo que es muy importante, cariño.

La respuesta de su novia dejo al chico sin palabras, hasta que comenzó a comprender lo que la chica quería decirle.

—Veo que lo recordaste, mi Amo; Yo soy tu fiel esclava y haré todo lo que me digas, y si tú lo deseas aceptaré que tengas a otras chicas, pero… Me gustaría pedirte algo a cambio, un pensamiento egoísta… ¡Por favor, no permitas que una de tus nuevas esclavas me robe tu amor! ¡Por favor!

Al escuchar eso Anthony no pudo evitar conmoverse, ya que Serena no sólo le había entregado su cuerpo, sino también su corazón y lo que él menos deseaba era lastimarlo —No tienes que preocuparte por eso, sin importar lo que pasé, mi corazón solo tiene y tendrá una dueña y esa eres tú, Serena —tomando suavemente su rostro y dándole un beso en la frente.

La inseguridad de la chica desapareció con aquel gesto y no se resistió a unir sus labios con el del hombre que amaba y al separarse tenía una radiante sonrisa en su rostro — ¿Y has pensado en que chicas quisieras como tus nuevas esclavas, mi amor? —preguntó ella con curiosidad.

—En realidad no, pero dadas las circunstancias. Creo que podría empezar con tu linda amiga Shauna ¿Qué te parece, mi amor?

—Me gusta la idea, sería agradable que mis nuevas compañeras no sean unas completas desconocidas para mí, además note que Shauna te gusta —contestó ella con una risa cómplice.

—Tienes razón mi amor, veo me conoces muy bien y también sé que no me vas a fallar, así que iremos tras tu amiga —comentó Anthony con tranquilidad, sacándole una sonrisa a la chica.

—Te lo prometo, mi Amo. Está noche Shauna estará en nuestra cama y lista para ser toda tuya —le susurró Serena traviesamente al oído.

De vuelta al auditorio en donde se celebró el Concurso, a nadie le sorprendió que Shauna obtuviera la victoria y después de recibir su último listón, la morena se dirigió a su camerino, en donde la esperaba una sorpresa.

— ¡Hola Shauna! —gritó nada más y nada menos que la última persona que la bella chica de ojos verdes esperaba ver: Su amiga Serena.

— ¡Serena! ¡No sabes cuánto gusto me da verte! ¡¿Pero qué haces aquí?! Yo creí que estarías en Kalos.

—Bueno, alguien me dijo que los Concursos Pokémon serían un buen incentivo para mejorar mis Performance así que decidí venir a Hoenn —contestó la chica de cabellos color miel con su habitual y encantadora sonrisa.

— ¿Entonces también participarás en el Gran Festival, no Serena? —preguntó la morena con curiosidad mientras Serena le mostraba sus 5 listones.

—Es asombroso, entonces seremos rivales de nuevo ¿Pero quién es él? —preguntó al notar la presencia de Anthony.

—Cierto olvide presentarlos, Shauna te presento a mi novio Anthony, y amor te presento a mi amiga Shauna —contesto la chica con calma y una seguridad que desconcertó un poco a la morena.

—Es un placer al fin conocerla, señorita Shauna, mi linda Serena me ha hablado mucho sobre ti —contestó el chico haciendo una leve reverencia y tomando la mano de la morena para besarla.

—E-el placer es todo mío —contestó Shauna tremendamente nerviosa por aquel gesto tan galante.

—Imagino que querrán pasar un tiempo de chicas a solas ¿No, cariño? —comentó el chico con naturalidad y aparentemente sin notar el impacto que su saludo causó en la amiga de su novia.

—Sería muy divertido, cariño. Shauna y yo tenemos tanto que contarnos —contestó Serena y en ese momento sin que nadie lo notara Anthony liberó a Fennekin, quien de inmediato se puso en los brazos de Serena, el pokémon miro a su entrenador quién sutilmente le señaló a Shauna dándole a entender que era a ella a quien debía hipnotizar y el asintió con una cabezada.

—Parece que Fennekin quiere ir contigo, al menos así estaré más tranquilo, tú ve a divertirte con tu amiga, preciosa. Yo aprovecharé la tarde para entrenar y te veré en el Centro Pokémon —dijo el chico antes de besar a Serena y al detenerse tomar nuevamente la mano de Shauna y posar nuevamente sus labios en ella mientras salía del lugar dejando solas a las chicas de Kalos.

—Anthony es un amor ¿No amiga? —preguntó Serena con una sonrisa mientras miraba a su novio salir del lugar.

—Seguro que lo es —contestó Shauna, quien aún estaba perdida en sus pensamientos e inconscientemente se tocaba la mano que el chico había besado —Pero tengo una pregunta Serena ¿Cómo fue que paso? Hasta donde yo recuerdo a ti te gustaba Ash.

—Salgamos de aquí, amiga, y vayamos de compras. He oído que el Centro Comercial es increíble y te contaré todo en el camino —le pidió Serena.

Así que una vez que ambas chicas salieron del auditorio, Serena le contó a Shauna acerca del beso que le dio a Ash en el aeropuerto y de la falta de reacción del azabache.

—Entonces ¿El… no hizo nada? —preguntó con incredulidad la chica de ojos verdes.

—No, pero tampoco es como que esperara que me detuviera o que viniera conmigo. Al principio pensé que simplemente lo sorprendí demasiado y que por eso no me correspondió, pero con el paso de los días esa idea fue desapareciendo, de nuestro grupo es el único que nunca ha intentado comunicarse conmigo, ni una sola llamada ni nada.

—Entonces fue cuando conociste a Anthony, ¿No? —preguntó Shauna comprendiendo lo frustrada y triste que su amiga debió sentirse.

—Sí, fue al terminar el primer concurso en donde participe —mintió la chica de cabellos color miel, con la intención de que su amiga no sospechara nada, antes de añadir —Debo decir que al principio fui un poco fría con él, bueno desde que llegue a Hoenn muchos chicos me habían invitado a salir y no creí que el fuera diferente, además yo aún tenía la esperanza de que Ash diera alguna señal de vida.

—Sin embargo Anthony es tan caballeroso y lindo conmigo, que poco a poco fue derribando mi frialdad y me invito a viajar con él para recorrer la región. Al principio yo traté de negarme, pero él es muy persistente y sobra decir que el termino por convencerme —comentó ella con una risita antes de continuar —Fue durante el transcurso del viaje en que con su caballerosidad lentamente fue conquistando mi corazón y cuando me di cuenta ya estaba totalmente enamorada de él. Anthony me hizo sentir querida y deseada como nadie lo había hecho antes, desde que lo conocí siempre ha estado al pendiente de mí y fue en Ciudad Fortree donde el me confesó que también estaba enamorado de mí y me pidió ser su novia.

—Vaya es una historia muy linda. En verdad desearía que algún día un chico me quisiera de la misma manera —contestó la morena con los ojos en forma de corazón.

—Sé que lo harás amiga y por cierto ¿Viniste sola o te acompañan Tierno y Trevor? —preguntó Serena con interés.

—Estoy viajando sola. Inicialmente vine a Hoenn de vacaciones con mi familia, pero en cuando descubrí los Concursos les pedí permiso a mis padres para quedarme, y los chicos se quedaron en Kalos ayudando al Profesor Sycamore —respondió Shauna sin notar las verdaderas intenciones de su amiga con esa pregunta.

“Perfecto. Así que esos 2 estorbos no están aquí. Sin duda esta es la oportunidad perfecta para convertir a Shauna en una esclava de mi Amo” pensó Serena con alegría, mientras le sonreía a su amiga, y empezaron a platicar sobre la travesía de Shauna por la región.

En cuanto las chicas dejaron de ponerse al día ya estaban enfrente del Centro Comercial, así que después de pasar mucho tiempo yendo a múltiples tiendas en donde ambas amigas compraron varias cosas, fue cuando la chica de ojos azul arrastro a su amiga hacia una tienda en particular.

—Serena ¿Sabes esta es una tienda de lencería, verdad? —preguntó Shauna muy avergonzada al darse cuenta de la tienda frente a la cual estaban.

—Ya lo sé Shauna, pero muy pronto será el cumpleaños con Anthony… Y me gustaría poder darle una sorpresa, así que ayúdame a escoger algo que le guste ¿De acuerdo? —pidió Serena con una seguridad que la morena no recordaba que su amiga tuviera.

—No estoy muy segura de esto, Serena —dijo la chica bastante apenada y muy sorprendida al ver esa faceta de su amiga.

—Bueno si no estás segura, puedo venir otro día, Shauna. Aunque me habría gustado mucho que fuera una amiga y no una desconocida quien me ayudará a elegir algo bonito —contestó Serena fingiendo tristeza.

—Está bien, te acompañaré solo porque eres mi amiga —se resignó Shauna haciendo feliz a su amiga.

—Oye Shauna antes de entrar debo de pasar al tocador ¿Te importaría cuidar de Fennekin en lo que regreso? —preguntó Serena mientras le guiñaba un ojo al zorro shiny, quien asintió levemente, todo sin que la morena se percatara, y se fue.

—Está bien —dijo Shauna mientras tomaba al pokémon en sus brazos y se sentaba en una banca enfrente de la tienda en donde Serena quería entrar. Ella aún esperaba hacer cambiar de opinión a su amiga, ya que le daba mucha vergüenza entrar a ese tipo de tiendas, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por el pequeño Fennekin, quien la llamaba con su pata.

— ¿Que sucede pequeño? —preguntó la performer con ternura mientras se volteaba a ver al pokémon —Te han dicho que eres muy hermoso, nunca antes había visto a un Fennekin de este color…? —pero Shauna ya no pudo continuar porque la mirada del zorro se tornó de un color morado y se clavó en sus ojos verdes dejándola en un profundo trance.

—Buen trabajo Fennekin —comentó Serena, quien solo se había alejado lo suficiente para que su amiga no pudiera verla y acaricio al pokémon en su cabeza antes de acercarse a su amiga para decirle al oído

—Escúchame muy bien Shauna, ahora estás totalmente hipnotizada y bajo mi control. Y desde ahora obedecerás cada orden que te dé sin dudar. ¿Lo entiendes?

—Si, Serena… Lo entiendo —contestó la hipnotizada chica con la mirada perdida, mientras miraba los ojos de Fennekin, quien seguía usando Hipnosis en ella.

—Muy bien amiga, entonces entremos a la tienda y compremos la lencería más sexy que encontremos —ordenó la chica de cabellos miel mientras que la hipnotizada Shauna asintió y se puso de pie, obedeciendo la orden que se le dio.

De esa manera ambas chicas recorrieron los diferentes estantes del negocio comprando varios bikinis, tangas, baby doll, corsés, ligeros, disfraces y medias en diferentes colores y estilos; todas eran prendas que por sí mismas eran capaces de volver loco a cualquier hombre.

Y después de comprar lo que buscaban las dos chicas de Kalos volvieron al Centro Pokémon, en donde las esperaba Anthony y una simple orden de Serena basto para que Shauna siguiera a la pareja hasta su habitación.

En cuando ambos chicas entraron Anthony rápidamente cerró la puerta, mientras la hipnotizada chica de ojos verdes se quedó quieta en el centro del cuarto, y se acercó a su novia para besarla y tocar descaradamente su trasero.

—Lo hiciste muy bien, preciosa —comento un complacido Anthony mientras manoseaba las increíbles nalgas de su esclavizada novia.

—Muchas gracias, mi Amo. Pero todo esto fue tu plan, yo sólo me límite a seguir tus órdenes como la esclava obediente que soy —respondió Serena con una sonrisa y recordando la conversación que tuvo con su novio mientras se dirigían al camerino de Shauna.

—Amor, entonces te diré mi plan. Quiero que vayas a pasear con tu amiga, y enviaré a Fennekin para que vaya con ustedes, en cuanto tengas la oportunidad déjala sola con Fennekin para que la hipnotice, cuando vayan al Centro Comercial pasen a comprar lencería y vuelvan aquí. Y si Shauna te lo pregunta dile que me conociste al inicio de tu viaje y que yo te invite a viajar conmigo, ¿De acuerdo?

—Sí, Anthony. Tus deseos son mis órdenes y yo obedezco —respondió Serena sin la más mínima vacilación, demostrando la profunda sumisión y lealtad que le tenía a su Amo y novio.

—Entonces hay que ir con tu querida amiga, cielo, y enséñarle cuál es su nuevo propósito, preciosa —dijo el mientras le daba una nalgada, a la cuál ella sonrió complacida, antes de tomar su mano y dirigirse hacia donde su nueva e indefensa presa los esperaba.

— ¿Me escuchas, Shauna? —preguntó Serena con voz firme y adelantándose un poco.

—Sí, Serena… Te escuchó —respondió la morena con un tono monótono y sin emociones

—Muy bien, quiero que mires a Fennekin a los ojos una vez más y pongas toda tu atención a lo que voy a decirte —Shauna asintió y de inmediato obedeció lo que Serena le ordenó, de forma que sus ojos se clavaron en los del tipo Fuego, de forma que el trance en el que estaba cayendo era cada vez más profundo.

—Muy bien, Shauna. Ahora mis palabras son una verdad absoluta para ti, amiga, y desde hoy serás una chica increíblemente sumisa y obediente ¿Has entendido?

—Entiendo, Serena… Seré sumisa… obediente —repitió Shauna de forma monótona, dejando que las palabras de su amiga comenzarán a moldear su indefensa y sugestionable mente.

—Así es, Shauna. Ahora que has aceptado lo sumisa y obediente que eres puedes ver lo que en verdad quieres… Y eso es ser una esclava… Deseas ser una obediente, sumisa y fiel esclava que hará cualquier cosa que su Amo le ordené. Repítelo —indico Serena, sin ser capaz de ocultar lo mucho que le excitaba la situación.

—Yo deseo ser una esclava… Deseo ser una obediente, sumisa y fiel esclava que hará lo que mi Amo ordené —repitió Shauna mientras una tenue sonrisa se formaba en su rostro.

—Excelente, Shauna. A partir de hoy mi amado Anthony será tu nuevo Amo y tú lo complacerás en todo sin dudar… Repítelo —ordenó Serena de forma firme

—Anthony es mi nuevo Amo… Yo lo complaceré en todo sin dudar… —repitió la morena antes de que Fennekin dejara de usar Hipnosis en ella.

—Muy bien dicho, Shauna. Entonces mi primera orden será que te beses con Serena y que las dos se desnudan para mí —ordenó Anthony con seguridad y tomando asiento en el sofá, de forma que en cuando la chica escuchó su voz su rostro se iluminó y sin dudarlo comenzó a besar a su amiga.

Al principio eran besos muy cortos, aunque poco a poco fueron convirtiéndose en besos estilo Kalos llenos de lujuria, de forma que ambas performer acariciaban el cuerpo de la otra cada vez con mayor confianza y se despojaban de su ropa hasta quedar completamente desnudas.

—Se ven muy hermosas juntas, mis sexys esclavas. Ahora vayan a la cama —indicó el chico mientras se despojaba de su ropa, todo sin dejar de mirar los eróticos cuerpos de ambas chicas.

Obedientemente y sin tardanza ambas chicas se recostaron en la cama, cuando Anthony se acercó a ellas, y comenzó a besar a Shauna en los labios; Mientras sus manos recorrían las delicadas curvas de su nueva adquisición, antes de que sus labios pasaran al fino cuello de la morena, el cual besaba y mordía sacándole algunos suspiros de placer a la chica; Sin embargo esos eróticos gemidos no podían escucharse, ya que Serena puso sus pechos a la altura de la cabeza de Shauna, y la morena comenzó a chuparlos como si fuera una bebé.

La excitación rápidamente se iba apoderando de Shauna, dejando un solo pensamiento claro en su sugestionable mente: Ella disfrutaba ser una esclava y obedecer a su Amo Anthony era increíblemente placentero; Ya que las manos del chico estaban sobre los coños de ambas chicas, masturbándolas cuidadosamente.

Y no fue hasta que el sintió que la vagina de su nueva adquisición estaba completamente lubricada, cuando el acercó su erecta verga y con mucho cuidado comenzó a meterla dentro del virgen coño de Shauna.

Al principio la chica de ojos verdes sintió un punzante dolor al momento de perder su virginidad, a la vez que unas pocas lágrimas salían de sus vacíos y vidriosos ojos, pero este rápidamente fue reemplazado por el placer que su Amo y Serena le estaban dando. Ya que cada embestida, cada beso y caricia la hacían sentir mejor y cada vez se acercaba más y más al orgasmo.

—Las esclavas que obedecen a su Amo son recompensadas con mucho placer, nunca lo olvides, linda Shauna —le susurró Anthony al oído, mientras ella asentía con desesperación, haciendo que ese pensamiento se grabará profundamente en su mente: La obediencia era placer.

Después de algunos placenteros minutos más, fue cuando el finalmente se corrió dentro del coño de la morena y la chica llegaba al orgasmo por primera vez en su vida.

—Shauna escúchame con mucha atención. Desde ahora y para siempre tú me perteneces… Cuando despiertes en la mañana renacerás como una nueva Shauna, una que aceptara esa verdad con gusto, y que me obedecerá en todo sin cuestionarlo porque es que lo más desea… Serás una obediente esclava que hará con gusto todo lo que yo o Serena le ordenemos y vivirás únicamente para complacernos. ¿Has entendido?

—Sí… Amo… Entiendo y aceptó —contestó la morena muy débilmente, ya que aún no se recuperaba del orgasmo; mientras que Anthony se acostaba en el centro de la cama, abrazando a las bellas chicas para conciliar el sueño.

Al día siguiente al despertar Shauna tomó conciencia de donde se encontraba y sonrió muy satisfecha, ella estaba desnuda en la cama y a su lado estaba su adorado Amo quién la envolvía en sus fuertes brazos al igual que a su ardiente amiga Serena, su nueva compañera.

La morena miraba feliz a los nuevos dueños de su vida cuando noto que los hermosos ojos azules de su amiga empezaron a abrirse, ambas chicas se sonrieron mutuamente y se guiñaron un ojo, para acercarse aún más al chico y besar sus mejillas al mismo tiempo.

Cuando Anthony despertó vio los rostros felices de ambas chicas, quienes le sonreían y le dijeron —Buenos días, Amo —al mismo tiempo y con una dulce voz.

—Vístanse preciosas, hay que bajar a desayunar —pidió y de inmediato ambas chicas se levantaron de la cama y se acercaron a las bolsas que habían comprado el día anterior.

Serena se puso un elegante sujetador de media copa, de encaje negro, junto con un liguero del mismo color, el cual dejaba su rico trasero a la vista por la tanga de hilo que usaba.

—Nunca volveremos a usar esa sosa y aburrida ropa interior, Shauna. Desde ahora sólo usaremos la lencería más sensual y reveladora, para siempre vernos sexys y deseables para nuestro Amo —comentó Serena al ver que Shauna iba a ponerse su ropa interior habitual, a lo que la castaña asintió de inmediato y de las bolsas que compró saco un bonito y pequeño sujetador de encaje blanco junto con una tanga a juego.

Ambas chicas posaron brevemente para Anthony, gustosas de mostrarle como se veían con aquellos sexys conjuntos puestos, antes de ponerse su ropa habitual y salir en dirección a la cocina para hacer el desayuno.

Al ver a las chicas irse, Anthony no pudo evitar pensar en todas las cosas que podría hacer con sus hermosas esclavas.

Continuará…

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