He vuelto a tu apartamento, a entrar aquí, caliente e inspirada, usando aquellas llaves de las que, sin saberlo tú, hice copia antes de devolvértelas. No sé por qué he venido, pero me siento morbosamente excitada, con muchas ganas de desfogarme, y me encuentro con una nota tuya, quizás olvidada, dedicada a mi, con quien compartí grandes momentos de risas y mucho sexo y amor de verdad, de los que entran y te dejan huella.
Que pena haberte dejado pasar. Un tío que resultó ser increíble por momentos que todavía no he podido olvidar. Que fácil resultaba y que felices podíamos llegar a ser esos días, y, mucho más, esas noches que compartimos…
No voy a resistirme a hacer memoria y aprovechar para que me acompañes en mi calentura. Otra vez me siento cachonda… y me tumbo en esta cama, donde disfrutamos nuestros últimos polvos mientras noto como aumenta el calor en mi cabeza y mi entrepierna.
Ese cosquilleo previo al roce que adormece… Que eterniza el momento de levantarme a coger los vibradores, tan sutil como gustoso… Ya me estoy mordiendo el labio… No cambiaré nunca?…
Le subo el nivel al vibrador… Ya noto el chorreo de jugos que me empapa, mientras no dejo de moverme para que mi clítoris no se pierda ni un segundo de la fiesta. Necesito más. Si me estuvieses comiendo, este sería el momento en el que si me metes los dedos ganas un minipunto… mmmm Más caña! Ahora…, subo el nivel a tope porque sé de sobra que a ti te gusta ver cómo me retuerzo de las ganas.
Y es que estoy tan mojada que escucho el ruido del vacío del succionador.
Cambio de juguete. Te agradezco haberme enseñado el mundo de los juguetes sexuales, y hacerme un buen equipo de dildos y vibradores para todos los gustos y momentos del calentón; mmmmm, es un buen repertorio.
Tan mojada estoy ya que el juguete no encuentra ninguna resistencia. A pesar de su grosor el vibrador entra solo, perfecto para rozarlo todo mientras tiembla. Lo meto y lo saco despacio, chorreando, jugoso y caliente mientras busco un ritmo intermitente, ya que esta maravilla también succiona. Comida y penetrada a la vez… Mmmm, divinas sensaciones…
Y sé que solo contigo he podido subir al cielo para conseguir lo mismo que me está dando este aparatejo. Joder que forma de correrme. Acabo de grabarte un audio mientras me corría porque seguro que, si llegara a poder enviártelo, te parecería memorable. He de ver la manera de que llegue a tu poder, pero eso lo pensaré más tarde… Ahora me contraigo tan fuerte que cada vez que me meto el vibrador sale disparado.
Me chupo los dedos pringosos y empapados, saben a sexo y a fruta ácida…
Cambio el ritmo en la vibración y la chupada por algo más intenso. Empujo cada vez que mis músculos lo expulsan porque quiero forzarme, quiero saber cuántas veces puedo correrme y me excita imaginar cuántas veces lo haces tú pensando en mí.
Te siento tan cerca, que ahora mismo tienes el destino de este polvo en tus manos. Todavía no puedes metérmela, pero de lo que hagas ahora dependerá que esto sea normal, memorable, o, como estoy convencida, el polvo más cerdo y salvaje de nuestra vida.
No me preguntes, si lo haces bien, y sé que así será, ya tienes mi consentimiento para llevarme dónde quieras llegar.
Cambio de complemento, y me pongo el dildo a todo lo que da y vuelvo a empaparme las piernas entre jadeos… Y otra vez más cuando me incorporo con él todavía dentro golpeándome.
Hace tiempo que me sobra toda la ropa así que me quito también la camiseta, y las bragas ya empapadas, igual de sucias que yo.
Creo que me voy a atravesar el labio de tanto mordérmelo…
Y es que si estuvieses aquí, ahora ya estarías entre mis piernas, con la lengua fuera como un perro, degustando mis fluidos y siendo igual de animal. Limpiándome entera pero dejándome todavía más cachonda y más mojada. Y ya tendrías no un dedo sino dos dentro de mí y sabrías que no tienes que empujar de momento, sino rozarme bien al entrar y salir mientras te pierdes en mí. Y yo ya no sabría dónde está tu lengua, ni dónde quedaron mis límites…
Y ya sabrías que no necesitas preguntar, que sólo tienes que recorrerme y hacerte sitio y que a estas alturas ya soy tuya y puedes llevarme dónde quieras.
Porque a estas alturas te ruego, desesperada, ardiendo, en la puta gloria, que me des duro, que me rompas, que me hagas tuya… Y si en ese momento se te ocurre rozarme lo más mínimo… Buf
No te contengas, no hace falta que lo alargues, déjate llevar, es tu puto momento, voy a gritar tu nombre, a agarrarte tan fuerte y a apretarte la polla dentro hasta que me lo des todo, a dejarte seco y a disfrutarlo a tope. Porque no voy a dejarte salir de mi.
Porque ya eres mi amo, te lo has ganado, y ahora me toca a mí devolverte todo el amor que acabas de darme… Dios!!
Estás sudoroso, arañado y encendido… En el cielo, porque ya nos conocemos y sé que te ha vuelto loco someterme y verme rabiar y suplicar que no pares; ya sabías que me pierdo al tercer orgasmo… Y ahora nos estaríamos riendo mientras te como la boca todavía sentada encima de tu polla. Los dos en la gloria, satisfechos pero convencidos de que esto sólo ha sido un primer acto y conscientes de que tenemos sólo un día para compensar todos esos polvos que nos hemos dejado a deber en los últimos meses.
Con la misma complicidad de siempre, igual de lanzados pero incluso más cachondos, porque la distancia nos ha dado mil ideas y grandes argumentos…
Te siento dentro, tan empapados en sexo que nos resbalamos y el roce empieza a mojarme de nuevo, no estás empalmado pero el hecho de que te dé apretones de vez en cuando hace que se sienta cada vez más firme. Todavía ni te la he visto! A estas alturas me muero de ganas, la he echado de menos…
Te escucho gemir, mmmm, mis "sutiles" movimientos están dando sus frutos y ya puedo hacerte entrar y salir. Despacio, muy lento… Pidiendo permiso con los labios en vez de con la boca.
Y no te resistes, pones los ojos en blanco mientras me muevo, me miras extrañado cuando me la saco, durante un segundo tus ojos son los de un niño al que le acaban de quitar su juguete, pero no dejo que la duda acampe, y te besó apasionadamente, apretando mi cuerpo contra el tuyo porque el espacio entre los dos me duele y queremos más…
Sé que te vuelve loco, así que me aparto un momento y me hago una larga coleta con mi pelo, para que sepas lo que viene y tengas dónde agarrarte si te apetece, porque nunca he tenido más ganas de comerme una polla como ahora…
Por fin la tengo delante y es aún mejor de lo que recordaba. Más grande, más tersa y mucho más suave… Y toda mía!!!!
Tengo tantas ganas… Ufff, te la acaricio con cuidado mientras la recorro entera con la lengua, mmmm. Conozco este sabor a ti, y a mi, a sexo y a esa mezcla deliciosa de excitación, necesidad y placer.
Y se me hace vicio. Desde este momento lo único importante en el mundo sois tú y esa polla que venero, acaricio, succiono, lamo… No me dejo ni un centímetro sin saborear y aunque el ritmo es lento tus jadeos hace tiempo que dejaron de serlo.
Así que me uno a tu música y acelero un poco, y un poco más, y me centro en tu glande recorriéndolo, comiéndomelo igual que un helado de cucurucho, mmmm y sé que eres mío porque en ese momento me agarras del pelo y me vuelve loca porque sé que no es para mandar si no que quieres sentirme más, acompañando mi movimiento con ese "dolor" delicioso de mi coleta.
Te amo porque sabes que ahora soy yo la que mando y hasta que te lo pida sólo puedes dejarte hacer y disfrutarlo, mmmm.
No hay nada en el mundo que me haga más feliz ahora que oír tu respiración, caliente y entrecortada encima de mi nuca mientras recoges todos los mechones que se van escapando de tu agarre. mmmm… No sé si lo sabes, pero ese es el gesto más sexy del mundo para un momento como este.
A estas alturas te devoro. Si no vinieses de correrte como un bestia, como ya me has confesado que hiciste esta mañana, hace ya rato que te habrías venido, pero aguantas bien. De nuevo tu polla es enorme y cada vez se me antoja más y más y más.
Noto un pequeño tirón que me indica que debería ir parando si no quiero que termine la fiesta y a regañadientes, me incorporo y subo la vista para decirte que quiero seguir jugando… Pero me encuentro con esa sonrisa satisfecha y caliente y esos ojazos que me miran como si fuese una diosa y no puedo resistirme, me lanzo a comerte la boca porque en este momento nos amamos y no importa nadie más.
Nos fundimos entre besos y abrazos hasta que entre roce y roce me agarras el culo y me guías, porque necesitamos otra vez unirnos, porque sabes que me muero por follarte y me pones las cosas fáciles para que te cabalgue.
Te acercas al cabecero para darme un apoyo y en el momento nos reímos porque así empezó todo. La misma postura. Esos primeros polvos en el coche, espontáneos y a penas discretos, cuando nos pasábamos la tarde empañando ventanillas.
Y te follo como entonces, con las mismas ganas y la misma veneración, porque para mí eras el tío más guapo del planeta y follándote te veo igual, desde el mismo ángulo e igual de cachondos y locos que entonces.
Todavía no empujas, me dejas hacer porque ya no tenemos prisa, hace rato que me corro y no quieres perdértelo. Noto como empapas tus dedos en mí y entre los dos les sacamos brillo mientras somos incapaces de dejar de besarnos… Esa polla está hecha para mí. Me encaja tan bien que podrías ser el molde con el que me hicieron… Estoy taaan mojada…
No sé cómo lo has hecho pero oigo la tapa del lubricante. Me sonríes con cara de pillo mientras noto como tus manos resbalan entre mis labios y mi culo. Intento no ceder mi control pero no puedo escaparme de tu abrazo y consigues ponerme sobre la cama con facilidad. Esa polla estaba ya a punto de caramelo…
Cuando me la sacas chorreo de nuevo… Y no pierdes la oportunidad de saborearme.
Me quejo porque era mi turno pero haces que me calle con esa lengua traviesa. Dejas que mis flujos resbalen hacia mi culo y entonces te recreas con mi ano. Joder lo haces taaan bien que no habría forma de decirte que no, aunque no se me habría pasado por la cabeza.
Eres como un animal lamiendo el plato de comida. Tienes la cara hundida en mi sexo y yo me muero de placer.
Mmmm, vuelvo a oler a piña, o fresa, y veo de nuevo el consolador rosa. Cuanto tiempo buen amigo… Al momento desaparece y noto ese frío agradable en la entrada de mi coñito empapado… oh joderrr acabas de encender el vibrador…
Chorreo de nuevo, a estas alturas la sensibilidad de mi clítoris es máxima, y de nuevo tu lengua en mi culo, esta vez haciéndose sitio, mientras usas el consolador como un puto experto… Yo estoy en las nubes, se me cae la baba, y hasta se me escapan unas lágrimas, porque hace horas que vivo en el placer, esa lengua, ese dedo que de vez en cuando intenta entrar y entonces noto la vibración del otro apéndice del vibrador saliendo de tu boca e introduciéndose en mí. Ambos penes de látex entrando y saliendo con el ritmo y la vibración que me impones… Buf
Noto más frío de lubricación y noto que cambias el pequeño por el grande, travieso, metiendo con cuidado el consolador todavía vibrando en mi culo brillante mientras me das la vuelta y lo dejas totalmente expuesto. Todo para ti cariño. Te lo has ganado!
Sacas el consolador un momento, me escupes en el hueco y vuelves a hundir la punta, que entra esta vez un poco más, en mi culo que hace rato ya que palpita, mientras sorprendes a mi coño con una gran embestida y otra y otra… Grrrr, en la siguiente empujas el pene de látex al tiempo y la doble penetración me arranca un grito y un orgasmo… Joder…. Eres mi amo de nuevo… Adoro estos juegos de poder…
Dejas tu polla calentita en mi coño mientras juegas con el consolador. Lo metes, lo sacas, me escupes, me metes los dedos, noto el lubricante… Haciendo hueco para lo que viene…
Y veo que cambias de juguete. Sales de mí empapado, me introduces un vibrador y cuando todo empieza a temblar en mi coño, así como el orgasmo empieza a apoderarse de mí, me penetras mientras pido más y más totalmente poseída por el placer.
Me corro una y otra vez mientras me follas el culo con un ansia y un cariño que hace que quiera pasarme así el resto de mi vida.
Al rato cambias de postura y me dejas encima, dándome el gusto de volver a tenerte de frente mientras noto que tu orgasmo es inminente. Me lees las intenciones y vuelvo a meterte en mi coño, totalmente revolucionado, todavía con el vibrador dentro, porque quiero que te corras conmigo, sentirte dentro y no saber dónde acaba uno y empieza el otro, los dos sudorosos, llenos de amor y placer… y verdaderamente vivos!
Porque todavía nos quedan días para lamernos, sacarnos brillo y seguir queriéndonos, por todas las veces que nos quedaron pendientes.