Esa tarde celebraríamos nuestro aniversario, 5 años como su sumisa perfecta, almorzaríamos juntos pero le surgió un paciente de emergencia a lo que mando un mensaje a mi móvil que decía: hoy almorzaras sola, manda imagen de tu orden y ubicación en tiempo real, sales y llegas por tu regalos a la boutique, nos vemos en casa”.
Llegue a nuestra cafetería de siempre para pedir mi almuerzo, mande fotos, sabía que tenía el tiempo medido para comer y pasar por mi regalo que él compro a su gusto, así que me relaje un poco y pude planear con calma como me entregaría a él.
Saliendo del despacho llegue a casa tiempo perfecto, tome una ducha y sin más me puse las medias, el liguero, las tangas de encaje y ese corsé que el compro para mí, como siempre una talla menos y tenía que ajustarlo más para que las varillas y las costuras se marcaran en mi piel, esposas de pezón, seleccione el plug que tanto le gustaba el que tiene un cristal, mi nuevo kimono y mi collar de sumisa con mi nombre, zapatillas de aguja color rojo.
Al llegar mi amo todo estaba obscuro solo se escuchaba la música tenue, yo sentada en el sosteniendo la copa de vino listo para él, llega toma su copa y acaricia mi pelo como su mascota favorita, solo me saluda y jala de mi cadena tan fuerte que me pone de pie, me ve inspeccionando mi vestuario, jala mi kimono, le satisface ver mi piel tan roja por lo justo que quedo el corsé, totalmente satisfecho jala de la cadena de las esposas, haciéndome gritar, al notar mi dolor decide jalar más fuerte y pellizcar mis pezones dando un giro, por lo que decidí no gritar mas ya que eso aria que me diera más, sonríe y me dice “anda ponte de espaldas con los brazos extendidos en el aire y no los bajes para nada” sin ver nada ya que le estaba dando la espalda toma la fusta da un golpe en mis nalgas de manera fuerte pero sin causar daño.
“Inclínate” me inclino sin bajar los brazos, pone en mi espalda la copa de vino, no puedo moverme por ningún motivo si tiro la copa será grabe para mí, sin esperarlo toma impulso y la fusta golpea mis nalgas tan fuerte que siento la piel dolida ya pero él no se detiene da golpes me pone a contarlos iniciando hasta llegar al 25 al escuchar mi voz ya a punto de llorar para, toma su copa y me hace ponerme derecha, jala mi correa hasta su sillón favorito, noto como esta excitado así que sin más me coloco entre sus piernas e inicia el oral, lamiendo por el rededor su bajo abdomen sin tocar para nada su pene, para después pasar a sus testículos en mi boca mientras mi mano acaricia su pene, al sentir sus testículos muy pequeños y su pene más erecto recorro con mi lengua ese espacio que hay entre sus testículos y su pene solo con la punta de mi lengua, el solo ve como disfruto a lo que me dice mi sumisa perfecta, me encanta que tengas esa cara de vicio por mí.
Él estaba complacido y yo feliz mi amo era todo para mí, al meter su pene en mi boca el lleva el ritmo encajando su polla tan profundo hasta sentir mi campanilla, podía sentir como quería vomitar y eso lo excitada mas por lo que me daba los empujones más fuerte, así hasta que me dice “anda ponte para bañarte de leche”, poniéndome de pie bajo mi tanga paro la cola y hace mi tanga de lado viendo el plug, lo quita con calma y para de golpe meter todo su pene dentro de mí, sus embestidas son salvajes sin salir solo entrar, siento como sus testículos me nalguean mi concha, 1,2, hasta 5 embestidas salvajes siento como termina en mi cola llenándome de leche, sus gemidos de placer son hermosos, excitantes y hacen que me prenda más, al terminar nuevamente mete el plug, vamos no he terminado contigo, llegamos a la habitación, me atar con las cuerdas de shibari, mientras enciende una vela, me ata quedando arqueada con mis pechos y mi pubis expuestos, satisfecho por las marcas del corsé, y las ataduras más fuertes al grado de rosar mi piel tan fuerte que salía un poco de sangre pasa la vela por mis tetas quemándome con la cera, y mi monte de venus, al ver todo eso solo para el al borde de correrme decide succionar mi concha hasta hacerme terminar en su boca, al terminar me desata y me toma en sus brazos ára entrar a la tina de baños y limpiarme mientras me besa en la frente diciéndome “mi sumisa perfecta”.