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Sueños húmedos con mi prima
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En esta ocasión te escribo como varón. Es el primero de mis relatos donde no soy yo quien espera recibir verga. Y es que ese lado de mi sexualidad había quedado en pausa por un tiempo, en primera por haber terminado con mi novia y en segunda por mantener relaciones sexuales frecuentes con un hombre.

Así que el macho regresó por un tiempo para fijarse nada menos que en mi prima más cercana.

Sé de muchos casos donde el despertar sexual se da entre primos, pero en mi caso nunca pasó así. De hecho ella y yo nunca habíamos sido cercanos, hasta hace unos cuantos años en que los dos comenzamos a coincidir en algunas gustos como tatuajes, música, etc.

Te contaré de ella: Es mayor que yo por 6 años, de piel blanca, ojos grandes y bellas pecas en las mejillas. Pese a tener un busto grande y un culo redondo, tiene algunos problemas de autoestima, lo que la lleva a sobrecompensarlo siendo muy "cariñosa" y segura con los varones que se va encontrando por la vida. Por ese motivo le ha sido complicado tener una pareja sentimental estable a sus casi 40 años, y ha ido de un novio a otro en lapsos cortos de tiempo.

Desde que terminó con su última relación a finales del año pasado, nuestra soltería y gustos en común consiguieron que salgamos más a cenar, al cine o por café. Caminamos abrazados, nos tomamos de la mano y jugueteamos más como amigos que como primos. De hecho, quienes no nos conocen asumen que somos pareja. No sé si estoy viendo cosas donde no las hay pero ella me llama "bebé", "mi amor" o "mi niño", cosa que no hace con nadie más al menos por ahora.

Puedo identificar cierta vibra y tensión sexual en nuestras conversaciones, como cuando me platicó que quería perforarse los pezones, o que quería hacerse una sesión de fotos eróticas, cosa que me puso bien duro de sólo imaginarlo, pero lo que más es cuando nos quedamos solos.

La última vez que estuvimos en su casa me invitó a ver una película. La verdad no recuerdo cual era, yo accedí para estar a solas con ella esperando que algo pudiera pasar sin nada más que la luz de la pantalla del televisor. En algún punto nos quedamos dormidos, ella dándome la espalda. Cuando desperté lo primero que vi fue su trasero y sus piernas juntas. Poco faltó para que me acercara a ella para abrazarla y arrimarle la verga, pero solo la admiré un rato, antes de tomarla por la cintura y darle un beso en la mejilla para despedirme. La cobijé y salí de su casa con el pene a reventar de erecto.

Cuando llegué a mi casa no podía dejar de pensar en ella. En su cuerpo que me encanta y en cómo hubiera sido cogerla el resto de la noche.

Con esa idea en mente me fui a dormir, y recuerdo que soñé que en lugar de irme, la volteaba y comenzaba a besarla en el cuello, en el rostro y por último en la boca. Ella me correspondía, entonces comenzaba a tocar sus grandes pechos hasta que le quitaba la blusa y los dejaba al descubierto. Sus pezones eran grandes, tal como siempre los he imaginado y sus tetas enormes y caídas producto de la madurez, pero deliciosas.

Desperté completamente duro y mojado, con la sensación de haberme venido y con el corazón a mil.

Hasta el momento ninguno de los dos ha dado el primer paso. Tal vez por miedo a estar malinterpretando las señales o a confundir el cariño que nos tenemos con algo más. El hecho es que yo de verdad deseo tener intimidad con ella, mi sueño lo confirma y espero poder hacerlo realidad.

Somos primos segundos, yo de 32 y ella de 38, ambos en plenitud sexual y sin pareja formal.

¿Ustedes qué harían y cómo lo harían?

Si se me hace realidad el sueño, les contaré…

B*

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