back to top
InicioErotismo y AmorSublime encuentro con Pita de Jalapa

Sublime encuentro con Pita de Jalapa
S

el

|

visitas

y

comentarios

Apoya a los autores/as con likes y comentarios. No cuestan nada.
Tiempo de lectura: 17 minutos

Les relataré como conocí a una gran chica que era de Jalapa, Veracruz, estado en el que yo también nací, aproximadamente a unas 4 horas de distancia entre ambas ciudades.

Lo especial de esta historia es que ella fue una de mis primeras incursiones en las citas a ciegas con chicas fuera de mi ciudad o región, y que hoy en día puede resultar una experiencia muy peligrosa el aventurarse en citas de este tipo, pero en aquella época era un poco menos riesgoso a hoy en día aunque no dejaba de ser algo peligroso y frustrante en caso de que no resulte como quisiera uno. El riesgo de que lo engañaran a uno y ahí estuviera uno esperando como tonto a una persona que no existía. Eso era lo más peligroso de una cita a ciegas, hoy la situación es muy riesgosa para la integridad de cualquier persona, uno no sabe con qué tipo de persona se va a meter, o se van a meter en tu vida, en fin sigamos con este relato.

Este es un tributo a esta chica de Jalapa a la que llamaré Pita, y al final de este relato les contare porque mi especial sentir a la amistad que me brindó. Ella leyó este relato y le agrado lo que escribí, recordó esos momentos y me hizo saber que se volvió a mojar al momento de revivir este encuentro.

Como ya les he platicado en mis anteriores relatos soy profesional del área de sistemas informáticos, y en aquella época después de terminar la escuela trabajaba para una empresa en mi ciudad, yo aún vivía en casa con mis padres y había contactado por medio de BBS o chats de la época a varias chicas y entre ellas a Pita, el motivo de este relato.

Con ella tuve algunas pláticas normales, cabe aclarar que siempre que use esos medios para acercarme a las chicas, nunca fue con agresiones o palabras insultantes hacia su persona que de inmediato asustarán a las chicas, por lo que varias de esas amistades fueron duraderas algunas hasta el día de hoy, muchas de diferentes puntos del país.

Bien, como algunas de esas “conocidas o amistades” las más frecuentes digamos ya estaban en mi ICQ o MSN por lo que cada que uno entraba y veía conectado a cierta amistad pues podríamos charlar con ellos, así que recuerdo el día que inicie esta aventura con Pita, ya que realmente fue toda una aventura que se inició sin planearlo y pensarlo, ya lo leerán en mi relato.

Un fin de semana en la noche que regresaba del antro de moda en mi ciudad, aún mareado por el alcohol en la cabeza, prendí la computadora, realice la conexión (Era Dial-up en esa época) y pues me puse a navegar y en el chat, encontré en ese momento a varios de mis conocidos, entre ellas apareció Pita, por las pláticas que habíamos tenido anteriormente sabía que era una chica de aproximadamente unos 21 años yo tendría 27, estudiaba en la Universidad Veracruzana una carrera de humanidades, vivía con su padre y hermanos, lo básico que conocía de ella, así que esa noche, la salude como siempre lo hacía y nos cuestionamos el porqué estábamos a esa alta hora de la noche (ya rebasaban las 11 PM) y ella haciendo tarea y yo pues le dije que regresaba del trajín de una farra, tal vez por el alcohol o no sé qué fue lo que propició que en esa plática hicimos lo que no habíamos hecho anteriormente, yo creo que a lo mejor en alguna ocasión usamos alguna palabra de doble sentido y tal vez era mi grado de alcohol que hizo que esa noche fuera cómplice de los dos e iniciamos primeramente indirectas, lo cual fue acrecentando el nivel de cachonderia y terminamos casi haciendo el amor frente a nuestras computadoras, de esa platica recuerdo que empezamos con fantasías de ropa interior para ella babydolls, y que la iba a desnudar, le iba a mamar su papaya, que le iba a meter mi tolete en su ardiente conchita, y que le mamaria sus ricas tetas y su cuerpo, y que me gustaría hacerle el amor en un jacuzzi besándonos y amándonos en el agua, en fin hubo muchas palabra que calentaron de más esa noche nuestras mentes, ella me decía que ya estaba excitada y que como le hubiera gustado hacerlo realidad, ella se acariciaba pensando en lo que yo le decía y a la vez yo también me masturbaba mientras lograba escribir palabras de lo que le iba a hacer, casi agotados por toda la palabrería escrita y la adrenalina de imaginar lo que escribes, lo que lees y lo que sientes por tus propias manos, hizo que estuviéramos deseosos de que esa platica se hiciera realidad.

Para ello ya eran como las 3 de la mañana yo aún sentía los vapores del alcohol, pero la adrenalina de lo platicado y yo con ganas de realmente hacerlo realidad le propuse en “caliente” que si iba a su ciudad y lo hacíamos realidad que opinaba ella.

Ingue su madre, me tire a matar ya no me importaba nada ni lo que decía, en verdad el grado de alcohol, la adrenalina y testosterona que había acumulado en esa platica caliente, hizo que le propusiera que iría a verla para poder hacer el amor como se lo había hecho en línea o quizá mejor que esa bola de palabras, al principio ella como que lo dudaba, no creía que iba a ir así que ella sólo aceptó la propuesta, nos pusimos de acuerdo en los detalles, hice cálculos para ver a qué hora estaría en su ciudad, según yo llegaría al medio día porque a esa hora aún no había salidas de autobuses, ya era de madrugada y faltaba poco para amanecer pero las corridas a Jalapa iniciaban después de las 7 de la mañana, nos proporcionamos nuestros números telefónicos, y quedamos que yo le marcaría en cuanto estuviera cerca para que se alistara.

Cortamos la comunicación para poder descansar un rato y alistarnos, yo no podía dormir, en verdad quería verla así que lo que restaba de esa noche realmente no fui a mi cama, solo espere a que saliera un poco el sol, señal de que ya estaba por amanecer para poderme ir a la terminal y solicitar un viaje para Xalapa, que estaba a 4 o 5 horas de mi ciudad, una vez que estuve a bordo del autobús, me pude dormir unas horas del viaje que sería un poco largo, solo me hizo despertar el calor de la costa, ya que para llegar a Jalapa, tenía que tomar una ruta que casi llega al puerto de Veracruz y después tomar camino hacia jalapa, el calor era insoportable, pero mi calentura era mas, hasta ese momento con los humos de la plática ya un poco más relajados y con la cabeza tibia mas no fría, pensé en cómo le iba a hacer, y si me había mentido y no era la persona que decía ser? Y sí era alguien jugando con los “sentimientos” de uno (jajaja, bueno eso daba risa en esa época, las generaciones de hoy deben tener cuidado, ya que su libertad o su vida puede estar en riesgo)?

En fin, me vinieron muchas preguntas acerca de lo que estaba haciendo. Era una locura, estaba yendo a reunirme con una persona a la que no conocía realmente, solo para tener sexo y no me había garantizado nada realmente, por regla general antes de tener una cita a ciegas, por lo menos me cercioraba de que realmente fuera una mujer la de la cita, ya lo demás venía a segundo plano, pero con ella no pude constatar, ya que no pude llamarla en la madrugada en que mi verga propuso esa cita, en el viaje no iba mucha gente creo que ni el 20% del autobús iba ocupado y yo había pedido un asiento trasero para dormir y recuperar energías de la desvelada anterior, traía la verga parada solo de pensar la plática anterior yo solo podía friccionar mi verga, planeando lo que haría con la chica una vez estando ahí, en verdad no quería sacarla y masturbarme ahí solo en el autobús, porque necesitaba ahorrar energías y esa leche para la chiquita que se la iba a dar, así que solo lo saque un rato en el autobús, ya bien parada mi verga se podía reflejar en el vidrio de la ventana con el fondo de los paisajes de mi tierra de fondo, lo friccionaban con rigor un rato y después lo soltaba para que no escupiera su veneno ahí (no podía desperdiciar leche en mi mano), mientras eso yo solo iba pensando en lo de la plática anterior y me la imaginaba a ella, como seria físicamente, que le iba a hacer, haciendo análisis de la situación, porque realmente regresaba al punto de que no sabía si iba a ser real así que para darme consuelo, me dije a mi mismo… “Ya estas hasta aquí, ya no hay vuelta atrás… Ahora sí que aguantar vara… si no es lo que planeas, se cancela la cita o no hay nadie cuando llegues, pues buscamos en un diario algún servicio de ‘Masajes’ y a desflemar el chile hasta allá lejos de mi casa…” o contactar a otras “amigas” de jalapa y hacerme el aparecido ese fue mi plan “B”, en caso de quedar plantado.

En fin lo que restaba del trayecto quise hacerlo tranquilo, ya faltaba poco para llegar a mi destino, baje del autobús una vez que paro en la terminal de la ciudad de Jalapa, y me dirigí inmediatamente a marcarle desde un teléfono público a su celular de la nena en cuestión, ya que por las prisas mi celular era un Motorola de los primeros y su pila se agotaba inmediatamente (por ello no me gustan hoy en día esa marca) y mi celular no llego ni a la mitad del camino su carga por no cargarlo completamente antes de salir (Antes no había cargadores en el bus). Desde un teléfono público hice varias llamadas y no me contestaba, le daba tiempo entre mis marcadas para no incomodarla, lo primero que se me vino a la mente después de 5 o 10 llamadas fue “Ya te chingaste… jajaja por pendejo estás ahí. Seguramente era un cabrón que te está viendo desde algún lugar, riéndose…” volteando a todos lados tratando de identificar algo sospechoso, quizá de algún tipo de broma, o alguna dama que estuviera nerviosa, y que tal vez dijo “Primero veo el paquete y ya después contesto”, siempre permanecí dentro de la terminal en el área de llegadas, y bueno ya casi una hora y no me contestaba el teléfono, ya estaba a punto de ponerme en contacto con alguien para un masaje o alguna otra “amiguita” que al menos me invitara a comer o un café y un tour por la ciudad ya que había conocido a otras 2 chicas de esa ciudad también por el chat.

En una de mis llamadas por fin me contesto Pita, ufff, (por fin alguien contestó el teléfono) era ella, se disculpó conmigo y ya me explico el motivo por el cual no había contestado antes (dentro de mí yo pensé que posiblemente lo de la noche anterior para ella solo había sido un juego y ya con más cordura había pensado la cosa y no pensaba que fuera realmente a ir), ya me dijo que estaría en unos minutos ahí conmigo en la terminal, solo se bañaría ya que venía de la calle, que había acompañado a su padre al cementerio por la muerte de un familiar. Yo con toda la paciencia del mundo le dije que sí, pues ya era ganancia, saber que si era una chica e iba a ir por mi a la terminal, lo de tener una sesión de sexo loco, eso no lo sabía, porque tal a ella ya le había vuelto la cordura, como iba a tener sexo con un desconocido, en fin, como siempre mi mente analizaba la situación.

Pasaban los minutos lentamente para mi, y a cada chica, mujer, señora o señorita que pasaba le echaba un ojo, tratando de adivinar quién sería ella, ya que nos habíamos descrito como iríamos vestidos. Ella llegó como toda cita a ciegas, pues tratas de asimilar el concepto o la idea de la persona que vas a ver por primera vez y que tal vez imaginaste de alguna forma, tal vez no era lo que pensabas (y lo digo por ambas partes ya que ni soy un Justin Bieber o un Sebastian Ruli, ni ellas unas Taylor Swift, chicas 100% normales), en fin los nervios de ambos era evidente nos saludamos y las preguntas de cortesía, como estábamos, como había hecho el viaje, me daba la explicación del porque no contestaba el teléfono, todo esto mientras caminábamos hacia la salida de la terminal, que para mi se me hizo larguísima, pasamos por pasillos de venta de artesanías, en fin la plática era trivial y como de amigos de escuela, nada que ver con toda la calentura que habíamos vivido en línea la noche anterior, yo ya iba pensando que a lo mejor no haríamos nada, porque no se veía indicios de sexo, ya que ella era una chica universitaria hija de familia, en fin que ya me iba resignando que a lo mejor podría haber algún escarceo a lo máximo o que tendría que volver a prender esa mecha, y para ello necesitaba los elementos necesarios, a lo mejor invitarla a un café, o conocernos más en un restaurante o el cine, para poder hacer lo que se supone que yo había ido a hacer a su ciudad, a cogérsela como lo habíamos platicado…

Por fin el pasillo de la salida de la terminal se terminó y llegamos al área de taxis, así que solo nos miramos, nos introducimos a uno de ellos próximo a salir, y cuando el conductor preguntó “a dónde los llevo jóvenes”, yo la verdad no sabía a donde, me quede mudo porque no sabía si a un café, un cine, no supe qué decir, así que ella salió al quite, y dijo con voz firme y sin inmutarse “Por favor nos lleva al motel Paradise que está por [tal dirección]”.

Esas palabra para mi era como una cubeta de agua fría, ahora el cazador resultaba cazado, esa escena no la había imaginado en mis más cachondas calenturas, no lo podía creer esa chica me dejó con la boca abierta, yo solo atine a agarrarle de las manos y jugar con ella como si fuéramos novios de hace ya mucho tiempo, alguna caricia por aquí, sobre su pierna, unos besitos tiernos, en fin ella había dado la pauta a que si realizaríamos nuestra aventura al menos eso me daba la impresión, guardando un poco la compostura en el taxi, llegamos a nuestro destino, así que solicitamos una habitación con jacuzzi, y nos introducimos una vez despachado al taxista.

Se la describiré en este momento, porque por la emoción anterior no tuve tiempo de describirla, ella era una chica no gorda sino mejor dicho de esas que llamamos una gordibuena, una chica buena y sabrosa, con un cuerpo exuberante era alta y con zapatillas me pasaba por mucho, sus tetas eran grandes y bellas, en verdad dos melones que iban acorde a su cuerpo grande, de cara linda, realmente representaba su edad, cadera ancha y bonitas piernas, cabello oscuro a mitad de espalda, su piel morena clara y que olía deliciosa, ese día recuerdo muy bien que iba en un traje tipo ejecutiva azul marino, como si fuera a una entrevista laboral o un trabajo en un corporativo.

En fin, me estaba sacando la lotería con ella, y eso aún era el principio ya que las sorpresas aún continuaban. Después de haber entrado cariñosamente a nuestra habitación, la cual revisamos como si fuéramos dos viejos enamorados en nuestro nido de amor, yo la abrazaba a mi lado y le re-pegaba mi verga que ya estaba parada desde hace mucho tiempo y se notaba a través de mi jeans por el bulto que formaba la cabeza de mi verga, nos dábamos besos tiernos y a la vez cachondos que estaban prendiendo nuevamente el libido que habíamos generado esa madrugada, así ya instalados ella me indico que iría un momento al tocador, mientras yo me desvestía para recibirla con mi verga a todo lo que daba en la cama, ella entró con la bolsa que llevaba, y cuando salió, me dio la siguiente sorpresa, en el baño se había despojado del traje que llevaba y salió oliendo rico y enfundada en un babydoll blanco, el cual portaba muy bien, con una tanga, medias, etc., sus tetas grandes se desbordaba por los costados de la parte superior de la prenda, camino lentamente hacia la cama con coquetería y sonriente (creo que vio que yo tenía cara de OMG! y por eso estaba sonriendo, después me confirmó que le gusto la cara que puse), solo atine a decirle que se veía sublime y hermosa, así que me poso un rato, y me dijo que lo traía para mi, que esa tarde sería solo mía que me lo había ganado, así que solo atiné a sentarme a la orilla de la cama para poderla acariciar su cuerpo semidesnudo, no tenía manos para poder abarcar esas caderas y esas grandes bubis, así ella parada frente a mí posando para mi con esa lencería me estaba volviendo loco (eso es algo que a la mayoría de los hombres nos pone como toros de lidia), era un bello espectáculo el que me daba aquella joven chica, yo aún embelesado por toda la situación, solo atinaba a acariciar centímetro a centímetro su bello cuerpo, lo besaba y no sabía que hacer con esa tortota en verdad, estaba de suerte ese día, como les dije al principio. La madrugada anterior esa chica solo tenía un nombre en la pantalla, y mi osadía o haber pensado con la verga estaba rindiendo frutos esa tarde.

Nos besamos ahí parados frente a la cama, yo con la verga bien puesta para ella, solo rozaba su cuerpo, no quería acabar con esa bella estampa, parecía una novia en si noche de boda, inmaculada, frágil, sumisa entregando su flor a su hombre, ese momento era un momento de suerte que no podía desaprovechar todo el esfuerzo que ambos hicimos, ya que yo había viajado más de 4 horas para hacer realidad el sueño de una noche en línea, y ella hizo a un lado sus prejuicios para estar con un hombre que ni conocía, y estaba haciendo realidad con creces esa fantasía. Después nos confesamos que era nuestra primera vez que hacíamos tal locura de reunirnos con alguien desconocido, pero hoy en día nunca nos arrepentiremos de esa bendita ocasión.

Me di a la tarea de que esa tarde realmente valiera oro todo lo que hiciéramos, les puedo contar que hicimos muchas cosas, recorrí su cuerpo por todos lados, cuando ella fue subiendo lentamente a la cama como gata en celo, yo solo podía seguir con mi olfato su pepa, pegado en ella, sumiendo mi cara entre sus grandes nalgas y ella en cuatro disfrutando también el momento parecíamos animales en celo yo estaba disfrutando del olor de sus pepa, le daba lengua como aquel animal sediento en el desierto frente a un oasis, en verdad que me estaba volviendo un animal, le di muchas veces lengua en su ardiente vulva, todo el erotismo que se había almacenado estaba explotando en ese momento, era un cavernícola con aquella mujer, mis bajos instintos afloraron la bese completamente todo ese gran cuerpo, sus grandes tetas, aquel botón color café con aureola grande, lo chupaba y me amamantaba de esas tetas grandes, en verdad que estaba engolosinado con esa chica, no sabía por dónde iba a empezar ni por donde iba a acabar, y ella estaba feliz, se le veía la cara, no estaba preocupada o asustada, solo se veía que disfrutaba también al máximo y al igual que yo teníamos en mente que estaba valiendo la pena todo.

Ella se recostó sobre las almohadas con las piernas abiertas y yo solo le hice a un lado la tanga para ver esa pucha con el pasto bien podado, le seguía dando lengua, no me cansaba de mamar su rica pucha ahí estaba ella recostada en la almohada en lencería y yo mamando de su pucha ardiente, ella solo gemía con la boca entreabierta y llevándome hacia sus entrañas, mi cara casi entraba por esa pucha húmeda, a veces rozaba su culo limpio, le besaba las entre piernas, y subí por su abdomen hasta sus enormes tetas, y así ella recibía mi boca con sus pezones duros y erectos por la calentura del momento, se las mame como si mi vida dependiera de ello, nunca había tenido ante mí unas tetas de ese tamaño y que pudiera chupar, mamar, estirar sus pezones, mi lengua recorrer toda su área, en verdad que esas tetas eran deliciosas, mi tronco ya estaba babeante por entrar a dar su lucha en ese pesebre ardiente, pero mientras la besaba, solo hacia el intento por entrar, pero sin que lo lograra, no quería que eso fuera todo, así que mis besos fueron subiendo a la cara de ella, y mirándonos frente a frente nos besábamos como tiernos novios cómplices de esa travesura, el brillo de nuestros ojos delataban todo el gusto, la adrenalina la testosterona de esa reunión, nos besamos como si nos quisiéramos tragar el uno al otro, hubo besos tiernos, besos ásperos, fuertes y con mucha pasión. Mientras besaba su rostro, su nuca le repetía al oído lo sexy y rica que estaba, que estaba deliciosa que me encantaba, ella solo gemía y entre palabra me contestaba que también yo, que le gustaba lo que yo le hacía sentir, que así le gustaba.

Le pregunté si me permitía una fantasía, y me pregunto que cual, le dije que si me permitía meter mi falo entre sus tetas, lo cual ella solo sonrió y me dijo que si, me coloque frente a ella, y puse mi tolete entre sus tetas, lo cual ella aprisionó con ellas, mientras yo hacía movimientos como si me estuviera cogiendo a sus tetas, era delicioso el sentir la suavidad de esas glándulas alrededor de mi falo caliente, lo cual ella sentía que estaba ardiendo, solo veía el ojito de mi verga que ya escurría sus mocos de tan caliente que estaba, sacaba un poco la lengua para poder tocar la punta de mi verga con su boca, en algún momento cambió sus tetas, por su boca, lo cual lo hizo muy bien, se la metió un rato, y yo trataba de no explotar en su boca, ya que no quería que ese rico momento se terminara así de rápido aunque ya llevábamos tiempo en todo esto de lo que les platico, aun mi verga no probaba su gruta, así que me coloque el condón y se lo fui metiendo mi hermosa “novia” poco a poco se lo metía así como estaba ella acostada en posición del misionero, estábamos consumando nuestra unión en clara alusión de que ella parecía una novia recién casada en su noche de bodas, le había hecho a un lado la tanga y mi pene entraba vigorosamente en aquella tierna flor, la cual ya no era virgen, pero para mi eso no importaba, ella hacía que la magia de esa tarde fuera sublime, estaba cogiendo a esa señorita sabrosa y ambos lo estábamos disfrutando sin presiones ni algo que nos obligara a hacerlo, sino que solamente la pasión y la fantasía de nuestra charla inicial de la noche anterior había abierto esa posibilidad que estaba haciendo real esa tarde, yo no cabía de orgullo de saberme el ganador de ese premio y esa tarde aún no terminaba así como nuestra relación.

Estuvimos cogiendo rico, yo con esa nalgona no sabía ni que hacerle, temía que en algún momento el tiro se saliera y quedara mal con ella, así que trataba de dosificar la intensidad de nuestros movimientos, cuando ella se subió a mi falo, y engullo mi verga caliente con su puchita, lo cual fue bello ver ese cuerpo con grandes tetas, montar y cabalgar sobre mi verga con sus tetas rebotando, ella solo las sostenía para que no rebotaran bruscamente, a veces me las pasaba por la cara, sabía que estaba enamorado de sus grandes tetas, se las chupaba y mamaba, mientras mi verga daba rebotes dentro de su pepa ardiente, yo la tomaba de sus nalgas, y le trataba de guiar esas grandes nalgas, aunque ella sabía hacerlo, yo solo tomaba sus caderas para sentir sus embates a mi verga, y de vez en cuando solo le hacía a un lado la tanga para que mi verga no rozara la tela de la tanga y friccionando mi verga sintiendo un poco de dolor e irritando más tarde.

Cambiamos de posición donde tuve mi primer deslechada de la tarde (esa leche que ya se estaba fermentando de la noche anterior ha de haber sido jocoque ya) así que la coloque con la piernas de ella abiertas de par en par, yo las sostenía en V a orillas de la cama y yo parado frente a ella, mientras ella hacía a un lado su tanga y yo ya la perforaba con fuerza, le propinaba estocadas fuertes y a veces suaves, que la hacían soltar gemidos fuertes cada que yo se la metía o sacaba de imprevisto y fuerte mi verga a todo lo que da de su pucha caliente, el golpeteo de mi piel con sus grandes nalgas producían aquella música que embelesaba a nuestros oídos.

No podía contener más ese torrente de leche que había guardado para ella, así que estando dentro de ella, vacié mi esperma en el condón que tenía puesto, dando la última estocada lo más fuerte posible, ella también tuvo otro orgasmo después de los que ya le había arrancado con mi boca, así que solo atinamos a acostarnos para seguir acariciando después de haber salido poco a poco de su panocha, mi amigo estaba un poco agotado por aquella feroz batalla que creo yo había resultado triunfante, aunque mi verga y yo (y Pita también) no queríamos que ese fuera el final.

Aún había más (y no es esto un sueño o me crea un súper semental, solo se dio en verdad), así que me volví a calentar con ayuda de sus bellas y grandes tetas, lo cual en ese momento de éxtasis y más relajados en la que con camaradería de aquellos dos cómplices han compartido más que una plática, se han compaginado ya éramos como viejos amantes, yo estaba obsesionado con sus tetazas, se las volvía a besar una y mil veces más, ella acariciaba mi falo, y platicábamos de cosas personales, bromeamos al respecto de toda la situación y cuando le dije que si me dejaba volver a coger por las tetas, ella solo sonrió nuevamente, sacando las tetas y nuevamente el sentir mi falo rodeado por esa suave piel de sus tetas, al ver el rictus de su cara al recibir mi falo cerca de su boca de hembra insaciable, hizo que mi verga estuviera listo para la siguiente batalla en poco rato, así que esta vez teníamos que usar el jacuzzi como se lo había dicho en la plática que habíamos tenido la madrugada anterior que esa era una de nuestras fantasías juntos, y teníamos todos los elementos necesarios y las ganas, su pucha y mi verga calientes con un jacuzzi a un lado así que no podíamos desperdiciar la oportunidad, pusimos a llenar la tina, ninguno de los dos lo habíamos hecho anteriormente, por lo que mientras calentamos motores en la cama, yo seguía amándola para que nuestro libido no decayera, así que cuando la tina se empezó a regar dejamos nuestro faje amoroso, para meternos a la tina, ella beso a su penetrador, lo lamió y me dio una buena mamada, aunque no le gustaba mucho el sabor del semen, y nos metimos al jacuzzi, como dos novios iniciamos las caricias, los besos, jugueteamos en el agua y pues se desbordaba el agua porque lo habíamos dejado llenarse demasiado previamente, no estábamos para leyes de la física en ese momento que estábamos cogiendo, así que el agua se desbordaba con nuestros dos cuerpos dentro de ese contenedor, mi verga ya esta queriendo entrar dentro de esa húmeda y ardiente pucha, así que lo primero que hicimos fue ponerme un condón para que estuviéramos los dos protegidos, ella lo acarició nuevamente y se lo llevó a la boca para colocar el condón, una vez que estuvo listo, le ayude a quitarse el resto de la ropa y solo la deje en tanga, ya que esa prenda y como la portaba me ponía muy caliente, ella se colocó en 4, al borde del jacuzzi poniendo sus grandes nalgas a mi disposición para que la penetrara así, y yo no me iba a hacer del rogar, así que la le hice a un lado la tanga, admirando esa bella pucha y su colita a mi disposición, la tome por las caderas que eran grandes, y me puse a taladrar esa mina en bruto que se me ofrecía al placer, en cada embestida ella gemía rico solo dirigiendo la intensidad de mi empuje y diciendo que así le gustaba que así siguiera, el agua de la tina se desbordaba como si de una tormenta en el océano se tratara, estábamos haciendo un reguero de agua en la habitación, pero lo único que nos importaba era apagar nuestro fuego en ese instante, continuamos cogiendo rico en el interior y cuando ella se recostó en la tina del jacuzzi, me metí entre sus piernas, mientras nos mirábamos a la cara y la volvía a penetrar, trataba de hacerlo con el mismo vigor, trataba de ser una escena erótica y romántica, no había palabras fuera de lugar, solo dos jóvenes que disfrutamos del momento, sus grandes tetas parecían flotadores en medio del agua, de los cuales yo trataba sujetar para mamar de ellos intensamente mientras mi verga daba estocadas en la concha de mi amada, ella parecía que amamantaba a un bebé, me miraba tiernamente y lo disfrutaba, en su cara se veía la ternura y el placer que sentía, en cada estocada que le daba ella solo arremetía su cabeza hacia atrás, y así estuvimos por varios minutos que parecían horas disfrutando de nuestros placeres más secretos.

Cambiar de posición porque ya me estaba costando trabajo estar en esa, así que ahora ella estaría arriba de mi, me seguía cabalgando ella a horcajadas se incrustaba mi falo en su concha, desde ese punto yo podía admirar sus grandes tetas como rebotaban frente a mi cara, yo la acariciaba toda y empujaba alguna de sus enormes tetas en mi boca, para succionar de sus botones cafés, los cuales a ella en cada succión solo cerraba los ojos y gemía al sentir mi estocada y mi chupada, así estuvimos un rato más, hasta que los espasmos de ambos nos alcanzaron nuevamente, nos agarramos de la manos, entrelazando nuestros dedos, y apretando ese agarre en cada espasmo que ella o yo teníamos, yo sentía nuevamente como mi leche salía de mi interior para nuevamente inundar el condón, y ella al sentir su venida, mas los espasmos de mi verga al expulsar su blanco néctar, se fue cayendo sobre mi, para quedar así los dos cuerpos en el agua, abrazados besándonos después de que ella se repuso de su orgasmo, el agua de la tina se calmaba como si se hubiera aplacado la fuerza de un huracán en las costas.

Así abrazados con mi verga en su coño, se iba saliendo al bajar la intensidad de su vigor, estábamos relajados, platicamos un poco de toda la experiencia que habíamos tenido, que no pensaba que yo fuera a llegar a verla, creía que le iba a salir con alguna excusa, que aunque sí se había calentado mucho y deseaba que fuera realidad ese encuentro, por la distancia entre ambas ciudades y el no conocernos previamente hacía que esa aventura fuera casi imposible de llevarse a cabo y más el motivo de esa reunión que iba más allá de sólo conocernos, sino de tener sexo en la primera cita antes que nada.

Lo mejor es que el resultado fue mejor de lo esperado, yo le conté mis contradicciones que tenía en la cabeza ya en el viaje, que aunque me daba risa en ese momento, la verdad es que si me estaba preocupando al no recibir respuesta de ella, los dos guardamos esa anécdota para siempre y eso será otra rica historia con ella, ya que tuvimos relación por años.

Poco a poco nos fuimos calmando y mientras charlábamos, nos dimos cuenta que ya habían pasado varias horas en ese cuarto de hotel de paso, y no habíamos comido le propuse que fuéramos a comer algo, pero me dijo que mejor llegaría a su casa a comer y que le preocupaba que yo no llegará a alcanzar corrida de autobús para mi ciudad, terminamos de arreglarnos entre caricias y miradas cómplices de esa relación, yo no tenía palabras para ella, había resultado una gran anfitriona, aunque no conocí nada de Jalapa, con haberla conocido a ella era más que suficiente.

Solicitamos un taxi a la habitación y llegamos justo a tiempo para que pudiera abordar la última corrida a mi ciudad, lo cual llegue a mi casa ya tarde, pero muy satisfecho y agradecido con Pita, una gran amiga que aun a la fecha nos guardamos respeto y aunque no tenemos el contacto seguido ella sabe que yo ahí estaré presente y que puede contar conmigo cuando guste, aunque no formalizamos nada ya que ella tenía novio cuando la conocí en ese primer encuentro y a veces cuando terminaba con el novio me lo hacía saber, yo le proponía que formalizaremos los nuestro si ella quería y que no solo fuera sexo, ya que nos compaginamos muy bien aunque, para ella la distancia siempre la puso de pretexto, las distancias y el que en esa época yo me mude al DF, y ella tenía miedo de viajar aunque varias veces la invite a que me visitara, por lo que en el tiempo que llevábamos conociendo mantuvimos la relación de “amigos cariñosos” por así llamarlo, ya que yo solo la podría ver alguna vez al mes y ella se casó para formar una familia. Hay otras historias y más anécdotas antes de que ella se casara y que dejaré para un cachondo futuro.

Espero que este relato haya sido de su agrado y agradecería sus comentarios a [email protected] o aquí mismo en la página con gusto responderé. Como dato les comento que este relato lo había quitado ya que la protagonista le dio el visto bueno. Espero pronto poder escribir más acerca de Pita, una gran mujer. Les contaré de otras ocasiones que tuve el privilegio de estar en la intimidad con ella y también lo que ella expresó al recordar estos momentos. Hasta el próximo relato.

Compartir relato
Autor

Comparte y síguenos en redes

Populares

Novedades

Comentarios

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Los comentarios que contengan palabras que puedan ofender a otros, serán eliminados automáticamente.
También serán eliminados los comentarios con datos personales: enlaces a páginas o sitios web, correos electrónicos, números de teléfono, WhatsApp, direcciones, etc. Este tipo de datos puede ser utilizado para perjudicar a terceros.