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Su fantasía y mi sorpresa
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Tiempo de lectura: 6 minutos

Ayer les relaté mi experiencia con Geovanna, la sobrina de Diana, de quien me habló de que tenía problemas en lograr orgasmos durante sus relaciones con su marido y que también quería experimentar por primera vez el sexo anal. Pues creo que comenzamos con el pie derecho, pues Jova, en su primera experiencia logró un orgasmo que ella me lo describió como fascinante.

Ayer, regresó después de una semana para otra ronda sexual y en esta ocasión quiere experimentar con juguetes sexuales y simular una doble penetración. Para ello, he comprado varios juguetes los cuales espero sean del agrado de esta chica de 27 años. Para los que no leyeron el relato anterior, Jova es una chica de apariencia esbelta, de un metro y 77 centímetros de altura y unas 130 libras de peso. Tiene un rostro y cuerpo atractivo, con dos tatuajes en su cuerpo: uno de signos musicales a un costado de su abdomen y otro de jeroglíficos en su espalda baja.

Como se lo pedí, viene con una blusa deportiva de color fucsia y con pantalones de vaquero bien ajustados a su atlético cuerpo. En el proceso de desnudarla, veo que me ha complacido trayendo un calzón cachetero del cual imaginé iba a tener una buena proyección en sus nalgas y que, según ella, también es más confortable que la tanga que usaba la primera vez que la desnudé. A pesar de que ya había estado desnuda conmigo y de haberme follado cada exquisito orificio de esta linda chica, ella siempre muestra ese nerviosismo o por lo menos creo que está tensa como la primera vez. Por lo menos hoy sabe lo que le espera y lo único nuevo que vamos a integrar a este juego sexual, son los juguetes que he comprado para esta ocasión.

Compré algunos en recomendación de la vendedora, quien me sugirió un anillo para mi verga, el cual a la vez tiene un pequeño vibrador que en diferentes posiciones también puede estimular el clítoris de tu pareja. Dos consoladores de diferentes tamaños, que según la chica son lo que ella recomienda, pues son los que se sienten más naturales según ella. Unas bolas para la estimulación anal y un tapaculo que tiene como dos secciones, una más grande que la otra y ambos según la vendedora con el material de mejor calidad y de los pocos que tienen vibrador.

Creo que Jova estaba ansiosa de cómo será esta nueva ronda y en lo que a mi respecta, pues yo ya he vivido esta experiencia jugando con similares juguetes con alguna de las chicas que he estado. Este día también habría una sorpresa para mí que no me la esperaba.

Jova tenía tanto en su imaginación que cuando le quité ese calzón cachetero de un color rosa, ya los tenía muy mojados. Ella a primeras me comenzó a dar un oral y en minutos tomamos la posición del 69 en el cual Jova estaba sobre mí. Teníamos preparado los juguetes en la cama y habíamos acordado en usarlos a como diera nuestra imaginación. Tomé el consolador pequeño el cual es un poco más grande y grueso que mi pulgar, quizá de unos 12 o 15 centímetros y se lo mojé con sus jugos vaginales y lentamente comencé a penetrárselo en su excitada conchita. Lo puse en vibración media y solo escuchaba esa combinación de la vibración del aparato y el chasquido de ese mete y saca del aparato.

Le pedí a Jova que posara y estirara sus alargadas piernas sobre la cama, pues así en posición de rodillas por sobre mi rostro, su concha me quedaba muy elevada para hacerle sexo oral. Ella extendió sus piernas, dejándose caer con cuidado y comencé a chuparle el clítoris y ella seguía tragándose mi verga en esa posición del 69. Tomé de nuevo el vibrador pequeño, el mismo que ya le había penetrado en su conchita y se lo comencé a sobar es su ano mientras seguía chupándolo su concha.

Este pequeño vibrador termina con un pequeño ángulo en la punta y según la vendedora es ideal para estimular el punto G y también para estimular las paredes sensibles del ano. Comencé en hacer presión en su ano, hasta que una buena parte de ese vibrador penetro el culo de esta preciosa chica. Creo que la combinación del vibrador en su culo y el calor de mi lengua en su concha, le sobrexcitó que luego estaba con ese vaivén y rozando con más ímpetu su concha sobre mi boca. Por un momento se dejó llevar por ese placer, pues dejó de mamarme la verga y ella vivía ese primer orgasmo del día, el cual otro le acompañó enseguida y otro más leve después. Tuvo unos cinco minutos orgásmicos donde Jova no decía nada, más que se oían sus gemidos y ese chasquido de su concha friccionando mi boca y ese consolador vibrando en su hermoso culo. Fue espectacular ver esa corrida… me excité tanto que, si me la hubiese estado mamando, hubiera acabado en ella.

Paramos la penetración con el vibrador pues para Jova se le había vuelto cosquilla y ella se puso de rodillas y me comenzó a mamar la verga, pues sabía que también yo estaba sobrexcitado y me mamaba la verga con tanta intensidad y mientras con una de sus manos me sobaba mi ano, me hizo acabar con una rica corrida. Le llené su boca de mi esperma y me la siguió mamando hasta sacarme la última gota. Nos limpiamos con una toalla que teníamos listas y nos fuimos a tomar la primera ducha del día.

Según Jova, es primera vez que vive orgasmo múltiples y creo que debe estar en esos genes, pues su tía Diana, ella es multiorgásmica. No me lo podía explicar, pues hasta sus 27 años vivía estas experiencias. Creo que un buen porcentaje de las mujeres pueden tener orgasmos múltiples si se les excita y se mantiene esa excitación hasta que sucumba. Diana, la tía, ella realmente me sorprende de cómo en unos cuantos minutos puede llegar a tener 5 o 7 orgasmos muy fuertes y luego tiene que trabajar estimulándose para conseguir otro. Diana me ha dicho que ni ella misma lo sabe… de repente le pueden llegar y otras veces la debo estimular por largos minutos para lograr uno. Creo que es cuestión también de paciencia, de darse el tiempo y no esperar con ansiedad llegar a obtener uno.

Cuando nos activamos sexualmente con Jova, tenemos en mente ambos en experimentar esa fantasía de esta chica en sentir una doble penetración. Unto el tapaculo con suficiente lubricante, le aplico un poco de lo mismo a su ano y en posición de perrito comienzo la penetración hasta llegar al nivel más grueso. Quizá sean unos 15 centímetros de largo, pero de un buen grosor, y estos son diseñados para que queden sin ser atendidos y que no ocurra una situación que lamentar, pues no se pueden introducir totalmente por su diseño. Le pongo la vibración más alta y comienzo a pompear la conchita de Jova y donde puedo sentir esa vibración que manda lo que le he insertado en su rico culo.

Esto debe ser tan excitante para Jova, que de su concha escurre abundante líquido y donde escucho ese chasquido de mi verga saliendo y entrando de su rica y bien depilada concha. Ella participa con ese vaivén frenético que hace rechinar mi cama. Sus nalgas chocan con mi pelvis y le taladro impetuosamente que hasta siento algunas gotas de sudor cayendo por sobre mi espalda. Ese vibrar de ese aparato en su culo me llegaba causándome enorme placer y obviamente esto reducía y hacía sentir la concha de Jova más apretada. Ella siente el clímax y me pide que se la pompee con embates más fuertes. Pone sus tetas sobre la cama y siento como su vagina se contrae y me hace sentir más que esa vibración en mi pene. Su vagina produce un calor distintivo y siento que me aprieta descomunalmente y ella tiembla del placer que no sé si está llorando o riendo. Acabo en ella, pues tenía ya un buen tiempo de no sentir una vagina que apretara tanto y creo que esto era producto de ese vibrador en su culo. Creo que fue una mejor corrida comparada a la primera.

Nos recuperamos tomando un almuerzo liviano y continuamos la faena con otra fantasía de Jova. Esta vez ella me pidió si permitiese que me sodomizara con uno de los juguetes. Acepté, haciéndole pensar que era mi primera vez, aunque ya me lo han hecho algunas mujeres en el pasado. Me puso de espaldas y me comenzó a besar la espalda hasta llegar al ojete de mi ano. Ahí se entretuvo lamiendo mi culo y esto me excitó tanto que mi verga se puso más dura que antes. Pensé que lo iba a intentar con el consolador más pequeño, pero usó el que a ella le había insertado en su ojete una hora antes. Le echó una buena cantidad de lubricante y sentí la invasión del aparato. Me relajé, pues no creo que alguien haya usado algo más grueso que este anteriormente en mi ojete.

Una vez que había logrado esto, Jova me pidió que hiciéramos otra vez el 69, pero en esta ocasión ella estaría abajo. Comenzó a darme una rica mamada y fue cuando ella activó el vibrador a toda su potencia y me hacía vibrar hasta los huevos. Yo hice lo mío propio, y mamándole su conchita logré insertarle a su ojete ya bien dilatado el consolador más grande, que creo es de 18 centímetros, al igual es más grueso. Pero ella había ya asimilado el tapaculo que yo ahora tenía en mi ano, pues este no fue muy difícil hacerlo penetrar en esta posición.

Se oía el ruido de la vibración, el jadeo con las palabras de “¡Que rico!” De Jova y al igual ambos comenzamos a sentir ese clímax de una nueva corrida y Jova comenzó a acelerar el ritmo, yo dependía de la constancia de su mamada, pero Jova no puede mamar cuando siente que se está yendo. Me suelta la verga y me sacude su concha en mi cara y yo meto y saco ese vibrador con más ímpetu en su culo y puedo ver como su concha se contrae e incluso, de esa contracción en su intestino y su ojete, expulsa el vibrador y puedo ver su ojete contrayéndose de puro placer.

Piensa que me va a hacer acabar mamándomela, pero yo le pido que se ponga en cuatro, de perrito por sobre el mismo sofá que me la cogí una semana atrás. Seguía con ese tapaculo trabado en mi ojete y le meto toda mi verga en el canal rectal de esta linda mujer. Tanta era la vibración de este aparato, que Jova me dice que ella siente esa vibración también. Comienzo a pompearle el culo a esta chica, mientras ese vibrador me sacude el culo con inmensa fuerza. Pensé llegar al orgasmo en minutos, pero Jova me lo anunciaba de nuevo y me pidió le taladrara el culo con todas mis fuerzas. Tan pronto explotó con sus alaridos de placer, le dejé ir una rica corrida. Terminamos sudados y con una respiración profusa que nos tomó minutos en recuperar la normalidad.

Ayer cogimos rico con Geovanna. Creo que al igual que su tía Diana, ella vendrá a hacer una de esas chicas disponibles en momentos de calentura. No creo que tenga problemas de no llegar al orgasmo, sino que nunca la han calentado lo suficiente para que ella pueda explotar como un volcán. Esa es la ventaja creo yo de una persona mayor como yo. Ya pasamos muchas aventuras que tomamos el sexo con la misma excitación, pero también con el tiempo para disfrutarlo y en ello, que nuestra paraje también lo disfrute. Date una oportunidad de follar con una persona mayor y podrás vivir una emocionante experiencia. Regularmente no vamos por acabar, vamos para darte placer.

En este encuentro con Geovanna, tomamos video pues en el futuro quiere volver a vivirlo y verlo a través de un monitor. Pensó que lo iba a hacer con mi celular, pero nunca imaginó que tenía en mi habitación cámaras de alta definición ocultas, pero que luego le mostré y nos vimos follando, lo que provoco que le sodomizara ese rico orificio de un redondo y voluptuoso trasero.

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