La razón por la que escribo mi historia fue para que al menos sacarle provecho a mi desafortunado destino y que al menos me paguen por ello. Soy una mujer de 43 años, me dedico a la atención y tratamiento psicológico y nutricional, tengo un consultorio privado y soy directora en una clínica de rehabilitación contra las adicciones, esto comenzó cuando me canalizaron a joven de nombre Ángel y de ángel no tenía nada porque era un chico problema que me llevaron para consulta de terapia psicológica.
Cuando llegó al consultorio lo reconocí de inmediato, era un chico de la misma edad que mi único hijo, un joven de 18 años que mi hijo ya se había quejado de el por hacerle bullying, Ángel suele ir a la misma escuela que mi hijo en el bachillerato, este chico tiene un mal historial académico desde que lo conozco cuando estudiaba con mi hijo en la primaria.
Al entrar al consultorio me quede sola con él y lo comencé a entrevistar, al parecer lo habían canalizado a terapia por mala conducta y bajas notas en el instituto, era alguien que le gustaba agredir, hacer bullying y faltarle el respeto a las chicas de la escuela. Yo sé lo que se siente ser agredido de esa manera por alguien como él, ya que cuando era joven y cursaba el bachillerato también sufrí de bullying por ser rellenita y por no decir gorda, pero conforme me puse a dieta y fui al gimnasio me puse en forma, ahora solo soy una mujer a las cual se les conoce como gordibuena, a mi edad no soy modelo, pero me conservo bien, lo que Ángel debió notar de inmediato porque no me quitaba la mirada de encima y con descaro en la mirada no dejaba de mirarme, me enfoque en guiar la terapia por el camino correcto y modificar su conducta pero no funciono, Ángel tomo las riendas y me dijo algo que jamás espere…
Ángel:
-¡Tú no vas a cambiarme golfa! Ahora levántate y desnúdate
No podía creer lo que me acaba de decir, “¿Cómo dices?” le pregunte.
Ángel:
-Me escuchaste. Levántate de ese sillón y encuérate para mí. ¡No me escuchaste! ¡Quiero que te encueres!
Solo pensaba en decirle que se fuera o amenazarlo de algún modo, pero no me salió nada, me quede helada, era joven pero corpulento y musculoso, quería gritarle, pero no me salía nada. Ángel se puso de pie y sacó una navaja de su bolsillo, eso me asusto.
Ángel:
-No lo repetiré otra vez golfa.
No podía pedir ayuda, si salía del consultorio corriendo o si salía gritando pidiendo ayuda, tenía miedo de que Ángel me atacara por ello. “Te estas poniendo en una situación de peligro, puedo llamar a la policía e irías a la cárcel”… Le dije yo pero eso no funciono de nada.
Ángel:
-Mira golfa vamos a dejar las cosas claras, conozco bien a tu hijo, sé que es un nerd y un caballero blanco para ti y yo tengo los recursos para hacer su vida un infierno, cuento con la ayuda de mi gente afuera, también se donde trabaja tu esposo y sobre todo se quién eres tú Nancy, mis amigos y yo te admiramos desde hace mucho tiempo, desde que éramos pequeños fantaseábamos contigo y solíamos jalárnosla pensando en ti y puedo volver las vidas de los que amas en una verdadera pesadilla, eso sin importar donde este yo… así que elije zorra.
Ese discurso acabo conmigo, no era un ángel si no un verdadero demonio lo que estaba frente a mí, estaba en verdad asustada, por la forma en la que hablo me temía que lo que dijo fuera verdad, podía ver la maldad en sus rasgos faciales, no podía arriesgar a mi familia, mis ojos querían lagrimear y llorar, pero temí que eso lo empeorara, estaba atrapada y lo que él quería que pasara comenzó a pasar…
Comencé a desvestirme y aceptar lo inevitable, me quite mi bata blanca de psicóloga y desabotone mi blusa, baje el cierre de mi falda y deje caer todo al suelo, doble mi ropa y la puse en el sillón quedándome únicamente en brasier y pantaletas con Ángel aun apuntándome con la navaja y con sus ojos brillantes con la boca casi babeando, se notaba su mirada de emoción… me quede parada frente a él semi desnuda.
Ángel:
-Creo que te dije que te encueraras toda.
Realmente no me quedaba opción, realmente iba a dejar que un mocoso me viera toda desnuda por el miedo que sentía, desabroche mi brasier y me baje mis pantaletas hasta que ambas cosas cayeron al suelo, quedando únicamente con mis tacones puestos… Ángel quedo boquiabierto lleno de alegría por lo que estaba contemplando.
Ángel:
-Que melones tienes golfita. Tienes unas tetas gigantescas. Las más grandes que he visto en mi vida, debes usar la talla más grande que existe de sostén. Para la edad que tienes las tienes enormes y nada caídas, las tienes firmes y bien paraditas.
Solo escucharlo decir lo que decía de mis pechos, me hacía que fuera imposible mirarlo directamente y mantuve mi cabeza agachada mirando al suelo, un mocoso de la edad de mi hijo me miraba desnuda y alababa mis tetas, después de 18 años de mi matrimonio solo mi esposo era el único que me había visto las tetas y ahora un mocoso que me tenía amenazada las estaba alabando con la boca abierta y babeándose.
Ángel:
-Da unos pasos al frente. Quiero que hagas algo por mí.
Esto lo dijo tocándose su paquete por encima del pantalón con su mano… Di unos pasos al frente, triste y temiéndome lo peor, se acercó a mí con mucha perversión y dijo…
Ángel:
-Arrodíllate. Ponte de rodillas y desabrocha mi pantalón.
Estaba a punto de pasar algo que me temía no poder evitar, en serio ese mocoso quería violarme, temerosa y temblando lo hice sin tener otras opciones… me arrodille y desabroche su pantalón.
Ángel:
-Quiero que busques mi verga.
Lo sabía, no iba poder evitarlo, baje su pantalón y su bóxer hasta sus rodillas y su verga brinco como un resorte ante mi cara…
Ángel:
-Tómala. Chúpala y hazme unas mamadas espectaculares.
En mi vida solo había chupado la verga de mi esposo, incluso con novios anteriores a él llegue hacerlo, pero la situación me tenía atrapada y vencida sin poder escapar, la verga de Ángel era enorme y gruesa, ese mocoso debía estar orgulloso de vergota que fácilmente podía llegar entre los 15 y los 18 cm, la tome con la mano y sin vuelta atrás lleve mi boca hacia ella, la introduje y comencé a chupársela, jalándosela con la mano y succionándola con mi boca al mismo tiempo… La mirada de Ángel se elevó al cielo.
Ángel:
-Cielos golfa. Que bien lo haces. Estás bien entrenada, sabes cómo hacer feliz a un hombre.
Las manos de Ángel fueron directo a mi cabeza, haciendo que fuera imposible separarme de su verga, por lo que seguí succionando y chupando su polla sin sacarla de mi boca, haciendo que solo respirara con mi nariz, su verga era enorme y no tenía vellos púbicos en su zona que a diferencia de mí, yo si tenía…
Ángel:
-Muy bien golfa. Vamos a pasar a otro nivel que las sesiones de terapia son cortas. Deja de chupar y ponte de pie.
Obedecí, dejé de chupar y me puse de pie, llevo su mano y su vista a mi entrepierna y comenzó a tocarme.
Ángel:
-Veo que tienes bellos en tu panochita. Tienes un triángulo de pelo muy sexy. Muy bien vamos a pasar a ese otro sillón. Ponte de perrita a cuatro patas sobre él.
Ese otro sillón era un diván donde mis pacientes se acostaban para tener la terapia y ahora iba pasar otra cosa inevitable e iba a violar mi zona intima, tragando saliva y de nuevo temerosa me dirigí hacia él y con Ángel detrás de mi me dio una fuerte nalgada en mi trasero haciendo que caminara más aprisa hacia el diván…
Ángel:
-Tienes un culo de campeona.
Esos comentarios me hacían sentirme tanto humillada como halagada, humillada por tener que enseñarle las nalgas a un mocoso que no era mi esposo, me situé a cuatro patas en el diván mostrándole a Ángel mi culo en todo su esplendor.
Ángel.
-Vaya nalgas que tienes golfa. Tienes un culo gordo y enorme. Tienes unas nalgas espectaculares y sabrosas. Tetas y culo gigantesco, eres toda una campeona.
Después de admirar y alabar mi trasero se situó detrás de mí, nalgueándome tanto con sus manos como con su verga.
Ángel:
-Estas muy guapa y atractiva, bonito cuerpo con grandes atributos zorrita. Eres como una Alura Jenson mexicana. Eres una mujer jamona y gordibuena, pero dios que trasero. Que culo te cargas golfa
Me dio de fuertes nalgadas y azotes con su verga hasta que me dijo algo mas que me dejo helada y sin opciones, me tomo de las caderas con sus dos manos y comenzó a restregar su verga tanto por mi vagina como en mi culo de arriba hacia abajo.
Ángel:
-Sabes bien que no voy a irme de esta terapia sin atravesar tu panocha con mi verga. Y quiero que entiendas bien algo golfa, a partir del instante en el que mi verga entre por tu panocha, estarás siempre disponible para sexo siempre que yo lo quiera. A partir de hoy eres mi golfa, mi zorra y mi puta particular. Cojeras conmigo cuando yo quiera y con quien yo quiera o sufres las consecuencias. Responde si, si lo has entendido bien.
-Si… Lo entiendo -dije yo con un tono triste y sin escapatoria.
Ángel:
-Dime lo que eres
Ya sabía por dónde iba esto, así que le respondí totalmente rendida…
-Soy tu golfa, zorra y puta.
Ángel:
-Muy bien, veo que lo entendiste bien. Ahora a travesare tu panocha con mi verga, pero antes.
Ángel se inclinó detrás de mi separando mis nalgas dejando mi culo expuesto y a su vista y con su lengua comenzó a recorrer barias veces mi vagina y mi ano, chupo y dio varios lengüetazos hasta que se detuvo en mi ano y comenzó darle muchas lamidas como si se tratara de un helado o como si fuera un perro lengüeteando y chupando mi ano… dio una última lamida a mi vagina y volvió tomarme por las caderas con sus manos y sin más contratiempos me la metió de golpe en mi panocha sacando me un grito ¡AAaaah!…
La saco de nuevo y la volvió a meter de golpe sacándome otro grito, me tomo fuerte las caderas y comenzó a embestirme con fuerza haciendo me gemir…
Ángel:
-Tienes la panocha muy caliente golfa. Vaya tendré que pedirle disculpas a tu hijo por como lo traté tantos años y volverme su amigo. Después de sentir tu panocha, tendré que volverme su guardaespaldas.
Ángel embestía con fuerza, en la posición de perrita en cuatro como me tenía sus penetraciones eran muy profundas… -No tan duro, me lastimas-le dije a Ángel.
Ángel:
-Tendrás que acostumbrarte puta. Así serán las cosas a partir de ahora.
Mis gemidos se comenzaban hacer más fuertes y notorios.
Ángel:
-Gime como la puta que serás desde hoy. Escucha el sonido de mis cojones chocar con tu trasero y tus posaderas.
-Plum -plum – plum – plum
-Te la estoy metiendo toda hasta las bolas. Tienes una panocha de glotona campeona.
-Por favor ya no sigas, soy una mujer casada, te trajeron de la escuela y tu madre llegara pronto por favor ya para… Dije entre gemidos –Aaah Aaaah Aah.
Ángel:
-Esto no se acaba hasta que se acaba zorra.
Ya no podía más, mi panocha no estaba acostumbrada a una verga tan grande, su verga era el doble de grande que la de mi esposo, me causaba dolor, pero igual me hacía gemir, nunca en mi vida había sido infiel ahora estaba teniendo sexo con un mocoso y en mi propio consultorio… nunca pensé que sería violada por uno de mis pacientes.
Ángel:
-Aquí voy puta. Ya no puedo más.
-No te vengas dentro de mi por favor… -le suplique para que no me llenara las entrañas con su semen y lo que sorprendente es que me hizo caso.
Ángel:
-Muy bien zorra. Te seguiré la corriente por ser tener una excelente panocha.
Ángel saco su verga de mi vagina, me di la vuelta y por el cansancio de sus embestidas por la posición en cuatro de perrita en la que me encontraba, caí desplomada y acostada bocarriba en el diván, Ángel se pero aun lado de mí y comenzó a jalársela muy cerca de mí.
Ángel:
-Aquí voy puta. Recibe mi leche.
Su verga comenzó a disparar chorros de semen que impactaron en mis tetas, en mi cara y en mi cabello, dios eso fue una corrida muy grande, para ser tan joven expulso mucho semen, me sentí humillada un par de lágrimas salieron de mis ojos ante esa violación, acostada en el diván me quedé reposando, recuperándome después de ese sexo forzado aun sudada, totalmente desnuda aun solo con los tacones puestos y con el semen de Ángel aun sobre mis tetas y mi cara.
Ángel:
-Bueno los guardias de la prepa que me trajeron ya se fueron. Mi madre me acaba de enviar un mensaje diciéndome que está afuera esperándome. Así que vístete para que salgas junto conmigo y le digas que me fue bien en esta sesión.
Ángel me arrojo una caja de pañuelos que tenía en mi escritorio sobre mi abdomen.
Ángel:
-Anda golfa sé que quieres seguir reposando después de la cogida que te acabo de dar. Pero tienes que limpiarte mi corrida de tu cuerpo y ponerte la ropa otra vez.
Me limpie el semen de mi cabello, de mi cara y de mis tetas y recuperando las fuerzas me levante del diván y Ángel se limpió su verga con mi brasier que levanto del suelo y me lo arrogo a la cara.
Ángel:
-Ten, ponte el sostén de nuevo puta.
Me coloque el brasier de nuevo, Ángel se subió los pantalones de nuevo y levanto mis pantaletas del piso y después de verlas y guardárselas en su bolsillo me dijo que ya no las necesitaría.
Ángel:
-Ya no necesitaras esto golfa. Hay que hacerle un cambio al guardarropa de tu ropa interior. Ya no uses esta lencería de ruca, ya trabajaremos en eso también. Te conseguiremos cosas más sexys.
Tome mi blusa y mi falda y me vestí de nuevo, me coloque la bata blanca de psicóloga de nuevo y se escuchó el claxon del auto de la mama Ángel.
Ángel:
-Muy bien salgamos supongo que va a querer hacerte preguntas.
Me dirigí a afuera del consultorio con Ángel a saludar a su madre, incomoda porque acababa de ser violada por su hijo y porque ya no traía pantaletas debajo de mi falda… lo bueno que no contaba con recepcionista y tampoco con gente en la sala de espera o se abrían dado cuenta de que sufrí una violación que me llevo a ser infiel y tener sexo con un mocoso en mi propio consultorio con el fin de proteger a mi familia…
Salimos, Ángel corrió a saludar a su madre y le dijo que se sintió muy bien con la terapia y que quería seguir asistiendo y claro el carbón tuvo sexo conmigo y se llevó mis pantaletas, me sentía descubierta sin mis pantaletas aunque con mi falda larga no se notaba que no llevaba pantaletas, la madre Ángel me pregunto cómo le fue en terapia y cuál era la situación, le dije que la situación era un bajo rendimiento escolar, pero que conforme fuéramos trabajando en sesión terapéutica todo iba a mejorar, todos nos despedimos y Ángel se acercó a mi de nuevo y me dio un beso en la mejilla de despedida y subió al auto de su madre.
Ángel:
-Adiós y gracias por todo, licenciada Nancy.
Con un adiós de ahitamiento de manos todos nos despedimos, ocultando yo un secreto que me atormentaría mucho más y que esto solo acababa de comenzar.
Yo regresé a mi consultorio aun sin pantaletas y me acosté en el diván pensando solo en lo que pasó y que otras cosas pasarían a partir de ahora… continuará.