-Hola, ¿Cómo estás? Te habla Sonia, la mujer de Tomas.
-Hola, me sorprende tu llamado. ¿Pasa algo con Tomas? Pregunté.
-No, gracias a Dios. Y entiendo que te sorprenda mi llamado. Y más te va a sorprender mi invitación a tomar un café las dos esta tarde.
-No te equivocas. Disculpame, pero no creo que tengamos mucho que hablar nosotras. Solo cruzamos un saludo alguna vez.
-Lo sé. Quiero hablar con vos un tema personal, entre dos mujeres que tienen en común a Tomas.
-Sonia, no le encuentro sentido ni a juntarnos ni a esta charla. Vos sos la pareja de Tomas, yo su ex mujer. Hace 5 años que Uds. están juntos, sin contar el tiempo que salía con vos estando casado y viviendo conmigo. Y perdoname, pero no sos la persona con quien me sentaría a tomar un café justamente.
-Entiendo. Pero por favor, te pido que nos encontremos, no te voy a robar mucho tiempo.
-Ok. Te espero en la confitería de Salta y Perú a las 16:30. Y se puntual por favor.
-Gracias Ana.
Que carajo quiere esta mina. Fue lo primero que pensé. Era todo muy extraño.
-Hola Tomas.
-Ana, que sorpresa. ¿Todo bien?
-Si flaco, todo bien. Bueno, hasta hace unos minutos. Me acaba de llamar Sonia, tu mujer, para juntarnos a tomar un café. Insistió tanto, que al final acepté, nos juntamos a las 16:30. ¿Pasa algo? ¿Se pelearon? ¿Sabes que mierda quiere?
-Me sorprendes con lo que me decís. Me dijo que a esa hora tenía que ir al médico. Y no, no pasa nada, ni nos peleamos, ni se para que carajo te llama.
-Tomas no tengo ganas de meterme en un quilombo, ni puterío. Nos costó un año volver a saludarnos y tres poder hablar. Sabes que te aprecio, te quiero porque fuiste mi marido 10 años. Flaco…
-Lo sé, y también me molesta. Y tampoco quiero que arme un bardo entre nosotros que no lo tenemos. ¿Me das unos minutos y la llamo?
-Dale, por favor.
Creo que fue la primera vez que agradecí tener un buen dialogo con Tomas. Faltaba un rato para salir a encontrarme con ella por lo que me serví un té.
-Anita, Tomas.
-Si Flaco.
-Tiene el celular apagado. No me puedo comunicar. Y no tengo idea donde puede estar. Si lo tuviese prendido, lo puedo rastrear, pero apagado…
-Dejé, no voy un carajo. Esto es muy turbio. Me cita, apaga el celular, te dice que va al médico. No me gusta un carajo. ¿No te estará cagando y me quiere usar como escudo?
-Sos mente podrida.
-Amorcito… vos lo hiciste conmigo… no te hagas el boludo.
-Eh… no peleemos Ana.
-No peleo, te jodo. Ya supere la etapa de pelearme con vos por tus cuernos. Por algo me los metiste, no sos el único responsable.
-Epa, toda una declaración… Pero si tuve la mayor responsabilidad. Si nos sentamos a aclarar todo un viernes a la tarde, creo que el domingo a la tarde, todavía estamos hablándolo.
-O cogiendo como locos por lo boludos que fuimos. Dije.
-No lo quise decir tan suavemente. Jajaja. Escuchame. ¿Podes hacerme el favor de ir? Quiero saber que quiere o trama. ¿Me haces el favor? Decime donde se van a encontrar y yo voy a estar cerca. Si me mandas un mensaje, no importa lo que pongas, entro y me sumo a la charla. Si no, me llamas y nos juntamos en otro lado.
-Flaco, lo único que me falta, ser tu espía. No sos Roger Moore en “La espía que me amo” de la serie de James Bond querido. Lo que voy a hacer es llamarte antes de entrar, así escuchas todo.
-Dale hace eso. Y vos con el lomo que tenes, bien podrías ser una chica Bond. Te vi la semana pasada saliendo del gimnasio y rajabas la tierra.
-Viste, estoy fuerte, a pesar de los 35 añitos.
-Dale, haceme el favor y andá.
-Ok. Voy.
Para ir al encuentro con Sonia, me puse una mini muy mini, una musculosa muy ajustada, que resaltaban mis pechos, unos zapatos con taco medio, y me arreglé el pelo.
Cuando llegué ella, que estaba adentro, me hizo seña con la mano. Me acerqué y se paró para saludarme. Quiso darme un beso pero yo estire mi mano para saludarla, ella me la estrechó. Tenía puesto un traje muy lindo, elegante y el pelo mojado.
-Gracias por venir. Dijo.
-No estaba segura de venir. No me interesan los líos de pareja de otros, menos de mi ex. Habla.
-Creo que Tomas me engaña con otra.
-Ups, te estás tomando de tu propio veneno entonces.
-Parece. Quiero saber, que me digas si vos sos la otra. Si se están viendo.
-Jajaja. Mi carcajada retumbo en toda la confitería.
Que tomaste loca, si yo fuese la otra, no te lo digo ni en pedo. Sería devolverte con la misma moneda. Por lo tanto, te vas a quedar con la duda.
-Por favor te pido, necesito saberlo, lo amo, no quiero perderlo.
-Sinceramente pensé que tenías más cerebro. Sabes, nunca pensé en vengarme de Tomas y menos de vos. Y vos me estas entregando la venganza en bandeja. Que pelotuda que sos pendeja. Cuanto te falta para ser mujer. No te voy a contestar.
-Ana, si se están viendo, te juro que me abro. No haría problema.
-Entonces no lo amas como decís, porque una mujer que ama a su hombre, lucha por él hasta el final, hasta el último segundo. A menos que vos también estés cuerneándolo a él.
Me cansaste. Chau.
-No Ana, por favor.
No la escuche y me fui del bar. Cruce la calle y le pregunte a Tomas si estaba escuchando.
-Si, acá estoy. En Salta y Chaco, a una cuadra, en un bar. ¿Venis?
-Voy.
La cuadra que nos separaba la hice riéndome de la estúpida de Sonia. Entré sonriendo a la confitería donde me esperaba Tomas, y él se paró para saludarme. Me dio un beso en la mejilla y me largue a reír.
-Flaco, por lo menos un pico tenes que darle a tu amante. Le dije y él se largó a reír. Pero de repente me dio el pico.
-Epa, que atrevido que estas. No era así.
-No, lamentablemente. Y vos tampoco te cuidabas como ahora.
-No empecemos. ¿Escuchaste todo?
-Si. Es una pelotuda. Como se le ocurre ir a preguntarte a vos, justo a vos, si nos estamos viendo. Como le dijiste, te la dejo en bandeja.
-¿Le estás metiendo los cuernos? A mí, la verdad.
-No Ana, no.
-¿Y ella a vos?
-No sé. Ahora, no sé. Aunque no creo.
-Por experiencia propia, el último que se entera es el cuerneado…
-Tenes ganas de pelear. Dijo Tomas.
-No. Tomy. No justamente de pelear. ¿Qué pensas hacer con Sonia?
-Le voy a decir que me llamaste, me contaste de su llamado, que la llamé y tenía el celular apagado, y ni loco le digo que escuche todo o que estamos tomando este café. A ver que dice.
-¿Firmaste papeleta?
-No.
-Menos mal. Y hace menos de 8 años. Chau bebota, si queres.
-Si. Recién cuando te dije que tenías ganas de pelear, dijiste que no justamente de pelear. ¿De qué?
-Tomy, no la quiero ni un poquito a Sonia. Pero mejor, déjalo ahí. Sería muy sucio de mi parte decírtelo porque me parece, conociéndote, que te engancharías.
-Por favor, decímelo.
-Hoy cuando hablamos por teléfono se me ocurrió. Sentarnos a hablar, sin límite de horas, solos, con los celular apagados, un par de cervezas, una botella de whisky y sobre todo, muchas ganas de hablar y ser sinceros.
-Pensé que ibas a decir de hacer el amor.
-Te recuerdo que vos no me amas. Eso no sería hacer el amor. Sería coger.
-Claro, no te amo.
-No. Flaco, cuidate, y que soluciones el quilombo que armó tu nena.
-Dale. Y gracias.
Lo salude en con beso en la mejilla y me fui a mi casa. Casa que era la que compartíamos con Tomas cuando estábamos casados.
Puse Netflix para sacarme todo ese bardo de Tomas y Sonia.
El resto de la semana, estuvo tranquila, fui a mi negocio, y al gimnasio. El viernes al mediodía me llamo Tomas.
-Flaca, hola.
-Tomy. ¿Todo bien?
-Si. Any, sobre lo que dijiste la otra tarde, de hablar. ¿Queres hacerlo?
-Mmm. Que pregunta. Y encima me llamas Any. Sos turro.
-Perdón, fue sin querer, en serio flaca. No te rayes.
-Tranquilo. Si, me gustaría. Pero vos, ¿cómo te vas a escapar?
-Lo puedo arreglar. Te paso a buscar mañana a las 8. Vamos a un resort en el Tigre. Ya reservo un par de habitaciones.
-No te voy a comer, a menos que tengas miedo de compartir habitación conmigo.
-Me gusta como cambiaste, como sos punzante. Que sea una sola habitación entonces. Es el Resort “Las Palmeras”.
-Ok. te espero.
Corté y muchas sensaciones encontradas me invadieron. Tomarnos tiempo para hablar, estar solos otra vez, me preguntaba hasta donde llegaríamos hablando, como terminaría el fin de semana. Aunque trataba no podía dejar de pensar. Miré la página del resort, revisé el pronóstico, y armé el bolso. A las 8 de la mañana puntualmente, como era su costumbre, estaba en la puerta de casa.
-Flaco, buen día.
-Hola Ana, ¿Vamos?
-Espera. Me gustaría poner cosas en claro, o reglas, como quieras decirle:
1.- De Sonia y lo del otro día, hablamos solo en el auto. Bajamos y termina el tema.
2.- Y principal, seamos honestos, con el otro y con nosotros mismo. Si no, es una payasada lo que hacemos.
3.- Aunque no creo que ocurra, no nos agredamos.
-Totalmente de acuerdo. Me parece muy lógico lo que propones.
-Bien, ahora sí, vamos.
-Hable con Sonia. Según ella, está segura que le meto los cuernos. Y vos sos la principal “sospechosa”.
Que estoy cambiado, que dedico mucho tiempo al trabajo y ella no puede comprobar que sea así porque sabe que tengo muchas reuniones fuera de la oficina, que tengo el teléfono con bloqueo y antes no, que cuido mucho mi apariencia, que me compro ropa elegante, y varias cosas más.
-¿Y cuánto de eso es cierto Tomy?
-Todo, absolutamente todo. Cambie por qué estoy más grande, dedico más tiempo al trabajo porque la empresa lo requiere, gracias a Dios, y a ese trabajo, duplicamos las ventas y la producción. Tengo el teléfono con bloqueo por seguridad, por si lo pierdo o me lo roban. De allí accedo a las cuentas del banco. Y si, cuido más mi apariencia, compro ropa elegante, primero que me gusta, y segundo es importante presentarte bien vestido a las reuniones, no te lo voy a explicar a vos, que peleaste con eso por años.
-Y no dabas bola. ¿Le dijiste todo eso? ¿Qué te dijo?
-Se lo dije, pero no quiere creerme. Está convencida que tengo otra.
-¿No será que sabiendo de la forma que llegó ella, se sienta insegura, piense que estás haciendo lo mismo que conmigo?
-Puede ser, pero te juro, no estoy haciendo nada. Bueno, hasta hace 10 minutos. Jajaja.
-Para mí es eso. Lo que no entiendo porque la obsesión de que soy yo.
-Quizás porque vio que nunca borre tus fotos de la computadora, que las fotos que me lleve cuando me fui están guardadas en una caja, porque revisa que nos mandamos like en Instagram.
-¿No borraste las fotos?
-No, no tengo por que borrarlas Ana. Vos sos una persona muy importante en mi vida. Personal y Empresaria. No puedo borrar doce años de mi vida de un plumazo solo porque nos separamos…
-Nos divorciamos.
-Es lo mismo. ¿Acaso vos borraste las fotos? ¿Acaso borraste todas nuestras fotos de Facebook? No. Encima sabe que ahora tenemos una buena relación, que hablamos bien, sin pelear.
-¿Qué excusa pusiste para tomarte el fin de semana?
-Que me iba con vos a un resort del Tigre.
-¿Qué??? ¿Y que dijo?
-No me creyó. Una boluda. Le digo la verdad y no me cree.
-Sos tremendo. ¿Flaco, que esperas sacar de este fin de semana?
-Ah, empezas con las puñaladas de entrada, no tenes paz desgraciada. Mira la pregunta que me haces.
-No sos el único que cambio. La boludita no está más Tomas. Y no pienses que voy a abrirme de piernas en cuanto lleguemos.
-Wow. Espero que no te joda que te diga la verdad, es lo que acordamos, ser honestos. Quiero ver cuánto cambiaste, cuanto y que quedó de la que fue mi mujer. Quiero conocer a la nueva Ana. Por lo pronto, tu cambio físico, verte cuidada, ver que te ocupas de vos, me encanta. Y por supuesto el resultado.
-Gracias. ¿Te gustaría acostarte conmigo? ¿Digo, que sea tu amante?
-Ana, por favor, baja con los cañonazos. Acostarme con vos, sí. Que seas mi amante, no, definitivamente no.
-¿Qué vas a hacer con Sonia?
-Si sobrevivo a tus puñaladas y cañonazos, y tengo pensado cortar al volver. Tome la decisión cuando subiste al auto. Te soy sincero, no esperaba que subas. Esperaba que me llames y me digas que no querías ir. La Ana que fue mi esposa, no hubiese venido.
-No, seguro que no. ¿Es en serio que la vas a dejar u otro jueguito de hombre casado?
-Es en serio Ana.
-¿Coge mejor que yo?
-Ana, no te reconozco. Como me vas a preguntar eso.
-Como lo hice. ¿Coge mejor que yo?
-Si. Por lo menos cogía mejor que vos cuando nos separamos.
-Divorciamos.
-Si, claro.
-¿Te hace feliz en la cama, te sigue cogiendo bien ahora?
-Para, eso es… una bestialidad. No te voy a contestar.
-Porque la respuesta es no. Y te duele, te da bronca aceptarlo.
-¿Vos que sabes?
-Tomas, si la respuesta fuera sí, lo hubieras dicho orgulloso de entrada. Y no te olvides, que pasaron 5 años de nuestro divorcio, y yo tuve mucho tiempo para pensar. Y reconozco que los últimos años, no funcioné en la cama como hubiera debido. Rutina, falta de dialogo, aburrimiento. A Uds. les puede estar pasando lo mismo.
-Por suerte llegamos. Dos kilómetros más y me provocas un ACV con tus preguntas.
Subimos a una lancha que nos llevó al resort, nos dieron una habitación muy linda, con vista a un arroyo a través de un ventanal y una pequeña terraza, y yo fui al baño a ponerme la malla porque hacía mucho calor y para ir a la pileta.
Cuando salí, tenía la parte de abajo de la bikini, y una remera arriba. Tomás no se había cambiado.
-Hey, cámbiate, vamos a la pileta y nos sentamos a charlar allá.
-No traje malla Ana. No lo pensé.
-Ah, pero estas muy boludo. Menos mal que te conozco algo. Toma, quedo una malla tuya en casa.
-Ana… gracias. Dijo y se empezó a bajar los pantalones.
-Chiquito, no te di tanta confianza como para que te pongas en bolas delante mío. Cambiate en el baño.
-Ok. Dijo refunfuñando.
-Boludo, te estoy jodiendo. O te olvidas que te conozco muy bien. Dije mordiéndome el labio inferior.
-¿Te vas a dedicar a torturarme con preguntas y bromos todo el fin de semana?
-Puede ser. Me encanta hacerlo.
No termine de decirlo que fui para la pileta y me senté en una reposera. Tres minutos después llegó Tomas.
-Que lindo lugar Tomas, ¿ya habías venido?
-No me lo recomendó un amigo, que vino con una amiguita.
-Ahh, entiendo.
Y me saque la remera, quedando con mis pechos descubiertos ya que no tenía la parte de arriba de la bikini.
-Ana, que haces… tapate…
-Tomy, por favor, no hagas escándalo. En la página web dice muy claro que es un resort solo para parejas, no permiten menores, y que tanto el toples como el nudismo está permitido. Ponerme en bolas recién llegada, me parece mucho. Pero toples sí. ¿No lo sabías?
-No, claro que no lo sabía, y aunque lo hubiese sabido, nunca pensaría que mi Ana iba a hacer toples.
-Tomy, no soy tu Ana. Soy Ana. Y sacate la remera que quedas ridículo.
-O me da un ACV o te mato.
-Para que veas que soy buena, te cedo un turno de preguntas. Dije.
-Te juro que temo preguntar por las respuestas.
-Vos dijiste que queres conocerme, si no preguntas…
-¿Me fuiste infiel?
-No boludo.
-Dijimos que sin agredir.
-Te lo dijo con cariño. Sabes que no lo pienso. Dale.
-¿Te hacía feliz en la cama, gozabas?
-Sí, claro, solo que como hablamos ya, al final… perdimos como en la guerra los dos.
-Dijiste que estuviste pensando mucho en porque fracasamos. ¿Yo en que fracasé?
-No lo sé. No me importó analizarlo. Ya no estabas y no tenía oportunidad de recuperarte. Me concentre en mí por si tenía una nueva pareja, no cometer los mismos errores.
-Entiendo. Y aparte de lo de la cama, ¿en que otra cosa consideras que fallaste?
-En cuidarme, en arreglarme para vos, en quedarme en casa y no acompañarte en la empresa o tener mi propio negocio, como ahora. En dejar de hacer pequeñas cosas, que nos daban buenos momentos, por ejemplo, deje de amasar pizza y compraba las pre pizzas, o amasar pastas. Eran momentos que compartíamos, que nos tomábamos una copa de vino mientras yo lo hacía y charlábamos. Así con otras cosas. Ah, nunca te jodí para seguir yendo a un telo de vez en cuando. Y una muy importante, no haber hablado. Había cosas que me molestaban y me quede callada. Un gran error. No eran cosas graves, pequeñas, pero me callé.
-Ana, te hiciste mierda.
-Si, llore mucho Tomas, muchas horas de llanto tuve que pasar para estar bien.
-¿Nunca me recriminaste nada? ¿Nunca me echaste culpas?
-¿De que valía? Y yo tenía tanto, que era al pedo. No, no lo hice.
-Me dejas helado. Y dolido. Hasta me siento para la mierda ahora. Yo no hice ese proceso, no pensé en que había fallado. Que tipo boludo.
-Es que vos me dejaste, y estabas con Sonia, ella te daba lo que yo no. ¿Por qué ibas a pensar que habías fracasado vos también?
-¿En serio no sentís rencor? ¿No te da bronca que yo no me haya dado cuenta de mis errores?
-No, es un problema tuyo. No mío.
-Tenes razón. Y flor de problema. Y ahora, segundo fracaso.
-Dale, seguí preguntando.
-¿Estuviste con alguien?
-Con mucha gente, no me quede encerrada, te lo dije.
-Ana, sabes de lo que hablo.
-¿Te da miedo preguntar o que la respuesta te joda?
-¿Estuviste en la cama con algún tipo?
-Si. Claro.
-¿Cómo te sentiste?
-Con el primero rara, después, bien muy bien. Aprendí a hablar, a que el sexo puede ser muy divertido, a disfrutar cosas que antes no disfrutaba o ni se me ocurrían.
-¿Fue más de un tipo?
-Ups, si… digamos que más de dos y menos que siete. En ese rango.
-No te puedo creer. Ana, nunca fuiste así.
-No, ni tampoco estuve con una mujer antes, y estuve; ni antes se me hubiese ocurrido hacer un trio con un tipo y una mina y lo hice.
-No te puedo creer. No te reconozco. Vos…
-Yo que… ¿Me consideras una puta?
-No, es que el cambio es tan grande que…
-Tomas, aprendí a ser libre, aprendí a que nadie, nadie puede juzgarme, porque cuando estuve caída, nadie se acercó, descubrí que me hace bien, me hace feliz, decir lo que siento.
-Vos me hiciste unas preguntas brutales, de entrada, y ahora, sinceramente no sé que podes responder, estoy totalmente confundido.
-Hacelas.
-¿Cogían mejor que yo?
-Si.
-¿Te hicieron feliz en la cama, o te hacen?
-Si, muy feliz.
-¿Te acostarías conmigo? ¿Aceptarías ser mi amante?
-Sí, claro. Te deseo, y quiero acostarme con vos. Y no, me valoro lo suficiente como para no aceptar se tu amante.
-Uff.
-¿Seguís queriendo acostarte conmigo?
-No sé, es que…
-¿Porque estuve con otros tipos? ¿Por qué estuve con una mina y goce? ¿Por tu ego?
-Ana… Basta.
-Te falta una pregunta me parece. Hacela. Quiero que me la hagas.
-¿La de que esperas sacar de este fin de semana?
-Si. Espero comprobar si me amas como yo pienso y si podemos irnos como pareja.
-Ana…
-Me voy a meter a la pileta. Me pedís un Gin Tonic.
-¿Gin Tonic? ¿Vos alcohol?
-Si.
Me metí en la pileta y él se quedó pensando en la reposera. Estuve un rato y volví a sentarme junto a Tomas.
-¿Qué pasa Tomas?
-Estoy hecho mierda. Me hiciste mierda. ¿Esto es una venganza? ¿Para esto quisiste que vengamos?
-No, Tomy, no. Quise que vengamos porque por fin me sentí fuerte para pelear por vos, para decirte en la cara que te amo, y nunca deje de amarte. Para contarte como lo hice, que se en que me equivoque, o en mucho de lo que me equivoque, que sabiendo eso, luche para cambiar, y por eso me siento fuerte. Nunca buscaría vengarme de vos, si, tratar de abrirte los ojos. Mostrarte que necesitas cambiar un poco vos también, no soy yo quien para decirte en que, pero porque te amo me gustaría que vivas más, que me parece genial el éxito de la empresa, pero que no sirve de nada si te lleva puesto.
-Ana…
-Tomy, lo de Sonia fue un aviso. No es feliz a tu lado, duda de vos porque ve que no vivís, que seguramente no le haces el amor como antes, ni la misma cantidad de veces.
Tomas no dijo nada y los dos nos quedamos callados por un rato. Cuando termine el gin, fui nuevamente a la pileta, estuve un rato y cuando salí camine sensual hacia Tomas.
-Una cosa, no fueron 6, solo dos y la chica. Eso fue una maldad.
-Sos yegua.
-Para compensarte, si me pedís otro gin, te voy a tomar de la mano, te voy a llevar a nuestro cuarto y te voy a dar una cogida que nunca te vas a olvidar.
-Ana, estas completamente desatada.
-Completamente libre. ¿Lo pedís o arrugas?
-Tengo la cabeza explotada, mi ex me dice que me ama, y quiere recuperarme, y ahora, que me quiere coger como nunca. Es demasiado Ana.
-Boludo, escuchame una cosa. Desde ayer hay una tensión sexual entre nosotros, que no se banca. Sabías que acá iba a pasar algo, que pasa ¿No te gusto? ¿No me deseas? ¿No te excita verme así como estoy, en toples? ¿O es que ya ni para un polvo te intereso? ¿Ni para sacarte las ganas te acostarías conmigo?
-Para Ana, por favor te pido. En serio que estoy explotado.
-No hay problema. Tranquilo. Dije y me fui a mi reposera.
-Ana, ayudame por favor. Dijo.
-Si puedo, sabes que lo voy a hacer.
-Te mentí con lo de Sonia. Todo empezó hace como dos meses. Tuvimos una pelea por una boludez al mediodía. A la noche, hablamos y cuando hicimos el amor, y acabé, dije tu nombre. Sonia lo escucho, y no dijo nada. Yo claro que me di cuenta. Tampoco dije nada. Hace casi un año que vengo pensando en vos todos los días, y comparando a Sonia con vos… ella siempre pierde. Dos veces más quise decirle algo y la llame Ana. Se puso loca. Y me dijo que dormido te nombraba. Cuando pensaba en vos y la comparaba a ella con vos, me di cuenta que estábamos igual que cuando yo empecé a salir con ella. Si, tenes razón, ni me hace feliz en la cama, pero yo tampoco la hago feliz. Y también tenes razón, cada vez hacemos el amor más espaciado, y es por mí.
Y me di cuenta de las veces que fui un boludo con vos. Las veces que íbamos a salir a cenar y como yo llegaba cansado, no salíamos y vos te la bancabas.
Me di cuenta todo lo que me apoyabas, siempre atrás mío. Hasta el nudo de la corbata me arreglabas.
Escucharte decir que vos te hacías cargo de tu parte del fracaso, ver como cambiaste, y yo… siempre el mismo boludo.
Escuchar que estuviste con otros hombres, que gozaste, que estuviste con una mina, que eras libre en la cama, otro bombazo. Lo hiciste y te juro que te felicito. Estas en todo tu derecho. Yo no crecí como vos.
Y para terminar de hacerme mierda, escucho que me amas, y que tenes la fuerza necesaria para pelear por mí. Que queres que nos vayamos como pareja. Y yo… yo no me animo a aceptar que nunca deje de amarte. Que fui un tarado, me fui tras una concha, sin pelear por salvar lo que tenía. Fue más fácil flaca.
Perdoname.
-Tom, no te martirices, ya está, lo sacaste. Nos quedan casi treinta horas en el resort. Te propongo que pongamos un punto final a esto. Yo, ya dije todo lo que tenía para decirte. Y ahora me gustaría disfrutar, jugar, seducirte, pelearte, hacerte el amor, pero también cogerte bien cogido. Podes ser libre, podes tomarme de la mano y disfrutarme, besarme, acariciarme, y también como recién, sentarte a charlar, contarme tus sueños nuevos, tus problemas, y tus fantasías, eso me interesa mucho. Jajaja.
-Ana, ¿en serio me amas, en serio queres que volvamos, podes perdonarme?
-Si, si, nos equivocamos los dos, demolimos la pareja los dos, nada que perdonar y de que pedir perdón.
-¿Me acompañas al cuarto?
-No sin mi gin.
-Ana…
Pedí mi gin, lo tome rápido junto a la pileta y fuimos al cuarto. Tomas busco su celular en el bolso y lo encendió.
-Tomas, no jodas, dijimos sin celulares.
-Espera un minuto. Una sola llamada. Video llamada en realidad.
-Hola Sonia. Tenías razón, lo nuestro se terminó. Cuando vuelva, no voy a volver con vos.
-¿Cómo? Tomas, por favor, no podes… ¿Dónde estás? Voy a verte.
-No Sonia, no vengas, todo terminó.
-Te espero para hablar, por favor. Te perdono todo lo que hayas hecho. No me importa nada.
-Sonia, no quiero estar con vos. Quiero estar con otra persona, y con ella estoy. Chau.
Sacó todo el aire de los pulmones, apago el celular y lo guardó.
-Eso fue muy duro.
-Sé porque lo hice. No opines.
Me pare frente a él y poniéndome en puntas de pie, le di un pico. Lo tome de la mano, lo lleve a la cama y lo hice acostar. Me acosté junto a él lo besé y le dije:
-Pupi, no sabes cuánto soñé este momento.
Lo comencé a besar y acariciar, me excite instantáneamente. Puse mi mano sobre su malla y fui acariciando lentamente su pija. De inmediato se empezó a poner dura. Metí la mano bajo la malla y la tome para masturbarlo lentamente mientras lo besaba sin parar.
-Mmm, que linda que está, espero que no se haya olvidado de mí. La quiero saludar. Permiso.
-Ana…
Le quite la malla, hice que separe sus piernas y me la metí en la boca. La chupaba suavemente y el gemía de placer. Le pasaba la lengua lamiéndola, para metérmela en la boca nuevamente.
-Pupi, ¿te gusta como te la chupo? Soy una chancha, y esta pija me encanta. ¿Te gusta?
-Ana por Dios, es, sos impresionante.
-Gracias Pupi, pero no te me vayas a ir, falta mucho papito.
Seguí chupando un rato, hice que levantara sus recogiera un poco sus piernas y le fui chupando desde el ano, hasta la pija, el no paraba de gemir. Chupe y lamí sus bolas. Sentí que estaba camino a acabar y me detuve.
-Pupi, también aprendí cosas nuevas… quiero enseñarte.
Me puse haciendo un 69 y acerque mi concha a su boca.
-Pupi, no me beses ni me chupes la concha porque me pone muy caliente.
Me incline para chupar nuevamente su pija y el comenzó a chupar mi concha. Se notaba que lo había hecho antes, no me molesto para nada.
-Hay si, que placer pero si me metes dos dedos, huy… así metelos hasta el fondo y juga…
Estuvimos varios minutos así, yo con su pija el con mi concha. Moje un par de dedos en mi boca y los lleve a mi culo. Primero metí uno, sacándolo y metiéndolo al ritmo de mis chupada.
-¿Te gusta lo que ves Tomy? Te gusta como juego con mi culo.
-Sí, me encanta Any.
Estuve así un par de minutos y luego lo monté, metiendo toda su pija en mi concha. Apoyando mis manos al costado de su cabeza me empecé a mover como loca.
-Hijo de puta, así te quiero coger, que te des cuenta cuan puta puedo ser para vos, y tengo un regalito para el final. Pero ahora, méteme un dedo en el culo. Dale, date el gusto.
-Yegua…
Me metió el dedo en el culo y me volví loca, saltaba sobre su pija sin parar, tuve un orgasmo y no me detuve, más rápido me movía.
-Guacho, cinco años esperando este momento, tener esa hermosura dentro mío. Te la voy a exprimir toda.
Tomy me apretaba los pechos, tiraba de mi cabeza para besarme y yo más loca me ponía.
-¿Te gusta como cojo? ¿Te gusta tener una putita como yo?
-Si, sos una yegua, me encanta como me coges guacha.
Tuve otro orgasmo y me levanté.
-Escuchame, esto es coger, y quiero que me cojas el culo, nunca me lo pediste, nunca lo di, es todo para vos.
-Ana…
-Que me cojas el culo, quiero que como te di mi virginidad hace años, ahora darte la virginidad de mi orto, y que me cojas bien cogida.
Tomas se puso detrás de mí, puso un poco de saliva en mi orto y apoyo su pija. La fue metiendo de a poco. Me dolía, pero era más mi excitación que el dolor. Cuando sentí que había entrado una buena parte, empuje mi cuerpo contra él, haciendo que entre totalmente.
-Aggg. Así, ahora cogeme con todo, coge bien cogida a tu puta. Disfrutame Tomy, quiero que me goces toda.
Tomy me empezó a bombear con todo. Yo estaba totalmente loca de placer, él estaba desencajado.
-Así, con todo, y si me das un chirlo, uff, loquita es poco.
El me dio un chirlo en el culo, y tuve un orgasmo apretando con mi esfínter su pija. Me estuvo bombeando por unos 10 minutos hasta que me aviso que estaba por acabar.
Me corrí y me acosté con mi cabeza al lado de su pija. La comencé a chupar y masturbar con todo.
-Soy una cerda, quiero toda tu leche en mi boca, dame toda tu leche Tomy.
El no tardó en acabar y lo hizo en mi boca. La abrí y le mostré como la tenía en mi boca. La trague y le volví a mostrar la boca, ahora vacía. Se la chupe y lamí hasta que la dejé limpia. Fui al baño, me lave la boca y cuando volví Tomas estaba acosado. Me tiré sobre él y lo bese con todo.
-Te amo Tomy, te amo.
-Y yo a vos, y por favor, sos una bestia en la cama. Me volviste totalmente loco.
-¿Te gusta lo puta que me pongo para vos?
-Me encanta, no puedo creer que seas la misma mujer que estuvo casada conmigo.
-Es que no soy la misma. Crecí Tomas. Crecí para esto, recuperarte con las mismas armas que te perdí. Y no me interesa si te cojo mejor o peor que Sonia. Quiero cogerte de la mejor forma que puedo cogerte, y que me cojas de esa forma.
-Te amo.
Nos dimos una ducha y fuimos a almorzar. Era elección libre, y me estaba sirviendo ensalada cuando una chica se puso a mi lado a servirse.
-Hola, soy Tere. Estamos con mi novio en la habitación junto a la de Uds.
-Hola, Ana, un gusto.
-¿Estas con tu novio?
-No… digamos que en este momento estamos en un estado raro. Es mi ex marido… y puede que nos estemos reconciliando…
-Son lindas las reconciliaciones pero la de Uds… parece que esté yendo muy bien por lo que escuche…
-Ups. ¿Mucho bardo?
-Y… pero no molesta, al contrario. Lástima que al tonto de mi novio no lo mueve ni una grúa… tuve que usar la técnica digital. Jajaja.
-Una pena…
-Nos vemos en la pileta. me dijo.
Almorzamos muy liviano y fuimos a la pileta, a unas reposeras que estaban en la sombra.
-¿Cómo estás Tomy?
-Bien, feliz, sorprendido de vos, admirándote lo hermosa que estas, lo libre, como sos otra mujer ahora. Y me encanta como sos. No solo en la cama. Como pensas, como hablas. Quiero estar a tu lado.
-Me alegro mucho. Contame un poco de la empresa.
Estuvimos charlando un rato de la empresa, sus planes, y como pensaba hacerlos realidad. Después me fui a meter a la pileta. De repente apareció Tere, la chica de la habitación de al lado.
-Hola.
-Hola. Que lindo cuerpo que tenes. Me dijo.
-Gracias, vos también.
Para mi sorpresa, por debajo del agua primero toco una de mis tetas, y luego puso su mano sobre mi concha. La mire a los ojos, y corriendo la bombacha de su bikini, le metí un dedo en la concha. Ella mordió sus labios y no dijo nada. De inmediato, metí la primera falange de mi dedo índice en su orto. Ella volvió a morder sus labios sin decir nada.
-Parece que queres jugar. Mira que yo juego duro, mi Tomy, ama romperle el culo a pendejas como vos.
-Uff. Que buen plan entonces.
De un solo movimiento metí todo mi dedo en su culo.
-Pendeja, para dejarlo bien en claro, te voy a coger el culo, me vas a chupar la concha y mi hombre va a hacer lo que quiera con vos.
-Si, por favor.
-Ok. cuando vaya a nuestra habitación me seguís y entras directamente. Ahora anda.
Me quedé un rato más en el agua y luego salí, pedí un Gin doble con tónica y limón y me senté en la reposera.
-¿Gin doble con tónica y limón?
-No tengo tiempo para dos gin tonic.
Tomy me miró y me sonreí.
-Decime las tres fantasías que te gustaría hacer. Le dije a Tomy.
-Eh, no sé. Una ya esta, era hacerte el culo. Otra, hacerlo en un lugar público. Y la tercera, un trio con dos mujeres, como todo hombre creo.
-Bien, en dos coincidimos, una ya está, otra la estas por cumplir… Voy a la habitación, en cinco minutos anda. Y se libre…
-Pero Ana… no entiendo.
-Cuando abras la puerta vas a entender.
Me levante y empecé a caminar hacia la habitación, de reojo vi que la chica me seguía. Rápidamente busque un consolador en mi bolso, y lo puse en la cama. La chica entró y le saque la malla. Yo ya estaba mojada, me acosté y la puse a chuparme la concha. La pendeja sabía bien como hacerlo. Yo tomándola del pelo, apretaba su cara contra mi concha.
En ese momento, entro Tomy y se quedó parado junto a la puerta sin poder creer lo que veía.
-Amor, esta pendeja puta es Tere. Quiere jugar un rato con nosotros.
-Ana… es una sorpresa.
-¿Pendeja cuantos años tenes?
-19.
-Uh… una criatura, vení, vamos a jugar.
Tomy se sentó a ver como Tere me chupaba la concha, no lo podía creer. La pendeja estaba como loca chupándome, su lengua iba de mi clítoris al interior de mi vagina sin parar. No tardó mucho en sacarme un orgasmo.
Hice que ella se acueste, y yo le empecé a chupar bien la conchita. Tere gemía muy suavecito, y apretaba las sabanas con todas sus fuerzas. Le saque un orgasmo y la hice dar vuelta. Separé sus piernas y puse sus manos en sus glúteos. Ella entendió que hacer.
Mi lengua comenzó a jugar con su ano y dos de mis dedos entraron raudos a su conchita, para jugar con su punto G. La pendeja, gemía como loca, tenía orgasmos y pedía más. Y por supuesto, más le daba. Así estuvo un rato.
Me separé y le dije a Tomas.
-Dasela para que te la chupe.
Él, obediente, le acerco su pija a la boca de Tere, que comenzó a chupar con desesperación. Tome una de las manos de Tere, y la lleve a su concha, haciendo que se meta un par de dedos. Los empezó a mover frenéticamente, mientras yo me ponía atrás de Tomas, le besaba el cuello, lo abrazaba y le decía obscenidades al oído.
-No te podes quejar, no terminamos y ya te cumplí dos fantasías guacho. Hija de puta, como te esta chupando la pija la pendeja.
Tomas la tomaba de la cabeza y le marcaba el ritmo. Mis caricias y besos, tener a la pendeja por la cabeza chupándole la pija, lo ponía a mil.
-Tere es muy caliente, cógela, bien cogida, yo, te recomiendo que hagas que te monte un rato, después vos elegís donde acabar.
Tomas me miró y asintiendo con la cabeza, se acostó y la pendeja lo montó sin que diga nada. Se metió la pija en la concha en un solo movimiento, con un leve quejido y una fuerte exhalación. Empezó a mover su pelvis, sin levantarse, frotándose el clítoris contra la pelvis de Tomas, tomo una de la manos de él y la puso en uno de sus pechos. Le pidió que lo apreté y sus movimientos se aceleraron, mientras que ella ponía las manos en el pecho de él y lo apretaba como queriendo arañarlo.
Tuvo un orgasmo, se detuvo temblando unos segundos y volvió a moverse. Tomó la otra mano te Tomas y la puso en su culo, y ella misma se dio un golpe. Tomo la mano de él, haciendo que la golpee.
-Por favor… le dijo la pendeja mirándolo a los ojos.
Tomy le dio otro golpe y ella grito de placer. Alternaba subidas y bajadas con movimientos para frotar su clítoris. Estuvo un par de minutos y tras otro orgasmo, se levantó y se volvió a enterrar la pija en la concha, pero ahora dándole la espalda a Tomas, que tenía una vista inigualable del orto de la pendeja. Ella mojó dos dedos en su boca y en un solo empujón los metió hasta el fondo en su culo.
-Muy putita soy y los tipos grandes me rompen la cabeza. Cojeme con todo por favor te pido.
Yo los miraba y sentada con las piernas recogidas, me acariciaba mi vagina, apretaba mis pechos y disfrutaba ver como Tomas gozaba.
Él la hizo levantar, y vi una mirada en sus ojos que pocas veces había visto. La de estar a punto de estallar bestialmente. La hizo poner en cuatro patas sobre la cama, tomo los brazos de Tere y los junto en la espalda, se puso detrás, metió la pija en la concha de la chica con toda su fuerza, soltó las muñecas de ella, hundió uno de sus dedos en el culo de Tere, y con la mano libre le daba cachetadas en el culo.
Tomas envestía con todas sus fuerzas, ella, con la cabeza apoyada en la cama, gozaba como loca. El dedo entraba y salía del culo de Tere con violencia casi. No más de dos minutos después, embistió con todo y se quedó quieto. Ella arqueo su espalda con todo.
Tomas saco el dedo del culo y la pendeja de inmediato se salió, se dio vuelta y le chupo la pija hasta que la dejó limpia.
Tere me miró y sonrió.
-Gracias, son geniales. Dijo Tere, que se puso la parte de abajo de la bikini y salió de nuestro cuarto.
-¿Y Tomy, podemos decir que otra fantasía cumplida?
-Si, Ana, claro que sí. Pero, ¿Por qué vos no interviniste mucho? Me la dejaste toda a mí y no me pediste que te la meta.
-Porque era un regalo para vos, para probarte que puedo dejarme de lado para que vos tengas placer. Y ahora sabes, que si queres hacer un trio de este tipo, solo tenes que hablarlo.
-Pues a mí ni me pidas que te comparta con otro tipo, no soy tan abierto como vos.
-¿No te gustaría ir a un club swinger y ver como un tipo me rompe el culo mientras le chupo la concha a una mina?
-No Ana. Ni me lo menciones. Y si tenes esa idea para el futuro, olvidate que volvamos. Te quiero toda para mí.
-Te amo calentón, pero si lo pensas, no es equitativo. Yo te dejo estar con otras chicas.
-Es distinto, yo…
-Sos un celoso de mierda. Y te amo por eso. Vamos a la pileta.
Fuimos directo al agua, Tere y el novio estaban en las reposeras y nos miraban. Me colgué del cuello de Tomas y le dije al oído:
-Fijate como nos miran la pendeja y el novio. ¿A que nos proponen algo?
-Ana, ni se te ocurra, ya te lo dije. No quiero que un tipo te toque siquiera.
-Tranquilo.
Nos fuimos a tomar sol y como lo esperaba Tere y el novio se acercaron.
-Hola Ana.
-Tere.
-Chicos, queremos proponerles algo. Mi novio tiene la fantasía de verme en un trio con otra mujer y otro hombre. Y como la pasé genial con Uds., bueno, me gustaría repetir, y con el mirando.
-Pendeja, esos encuentros rara vez terminan bien. Gracias pero pasamos. Con vos podría ser, pero con él o delante de él, imposible.
-Si, se lo que decís, no hay problema. Y si me quieren para jugar, me avisan…
Ellos se fueron y lo miré a Tomas, que respiró aliviado. Fuimos al cuarto.
-Ana, ¿Queres que volvamos a vivir juntos?
-Tomas, yo cambie, vos, parece que estas cambiando. No creo bueno precipitarnos, salir de acá e irnos a vivir juntos. Podemos equivocarnos, vos podes equivocarte. Me gustaría ir tranquilos. Sin presiones ni apuros.
-¿Hay otro hombre?
-No, no hay nadie. No estaría acá si hubiera otro.
Se honesto: Vivimos juntos, una tarde llegas una hora antes a casa, entras y me encontras con una chica teniendo sexo, en el living, en nuestro dormitorio. ¿Cómo te sentirías? ¿Lo aceptarías de buena forma?
-¿Puede pasar eso?
-Puede.
-¿Por qué lo harías?
-Placer, sexo por placer. Ojo, vos también lo podrías hacer con otro hombre. Como mi relación es homosexual, vos tendrías derecho a lo mismo…
-Ana, como se te ocurre, vos estas totalmente loca. Ya te pasas de la raya con eso.
-Te estoy jodiendo. Ves eso te pedirías que cambies, el humor, no tomarte todo en serio.
Pero volviendo ¿Cómo te sentirías si me encontras con una chica? ¿Bancas esa parte mía?
-Recién lo banque.
-No Tomas, lo de recién no cuenta. Te hablo de casa, de un día cualquiera. ¿Te bancas que me guste tener sexo con otra mujer, sin que vos estés y participes?
-No lo sé Ana. Pienso que es como si me metieras los cuernos. Solo cambia el sexo de la otra persona. ¿Pensas que no voy a satisfacerte en la cama, que no te voy a hacer gozar? ¿Es por eso?
-No, no es por eso. Es por placer. Distintas formas de llegar al placer.
Hoy, en tu vida, ¿Qué haces por placer?
Tomas pensó un par de minutos mirando la ventana que da al arroyo, y miro para abajo.
-Nada.
-¿Y para que vivís, para que trabajas tanto, para que haces crecer la empresa? ¿Para disfrutar cuando ya no puedas disfrutar? ¿De qué va a servir todo si dejaste la salud, la juventud, la fuerza, en el camino? Soy tu socia en la empresa, veo los balances, se lo que sacas y lo que saco. Siempre soñaste con comprarte un equipo de audio espectacular para escuchar música, esa música que tanto te gusta. ¿Lo compraste? Aunque no me guste un carajo, ¿Te compraste la moto? En uno de esos viajes que haces a Europa, ¿contrataste una de esas escort que son unas animales tremendas, que pueden ser modelos internacionales tranquilamente?
-No a todo.
-¿Tus celos van a soportar que me vaya una semana a Bahamas sola? Tengo la plata para hacerlo y de hecho lo hago por lo menos cada cuatro meses.
-No sé.
-La respuesta correcta era: Iría con vos.
-No Tomy, no quiero volver a convivir con vos así. Te amo, y no te quiero cambiar a la fuerza. Si me gustaría, deseo de todo corazón que puedas darte cuenta de varias cosas. Pero si no lo haces convencido, un mes y todo vuelve a su curso normal.
Te repito, te amo. Pero así, no mi amor.
-¿Vos te bancarías que contrate a una de esas escort? ¿Te bancarías que te ponga los cuernos?
-Desear a otra mujer, sentirte atraído por ella, acostarte, no es meter los cuernos. Meter los cuernos es pensar en tener una relación duradera. Y con sentimientos de por medio obviamente. Claro que te lo bancaría. Te banque sabe que estabas con Sonia un mes antes que me dejes. Pensé que era solo una aventura.
-¿Lo sabías? ¿Cómo?
-Los vi salir de un hotel, de casualidad.
-Ana, ¿cómo hago para cambiar?
-Cambiando. Volve mañana y el lunes andá a comprarte ese equipo de audio. Empeza a darte gustos, hacer cosas que te den placer.
Se honesto: ¿Aquí y ahora, te daría placer hacer el amor conmigo?
-¿Cómo me prenguntas eso? Claro que me daría placer.
-¿Seguro? ¿O estarías compitiendo con fantasmas de los tipos con que me acosté? ¿O estarías pensando si realmente me estás haciendo gozar?
-Vuelven las puñaladas.
-¿Te diste cuenta que desde que salimos de casa, no me rompiste la boca con un beso como solías hacer? ¿Qué no me tocaste el culo una sola vez? ¿Qué estás constantemente a la defensiva?
-Cañonazo.
-¿Cómo responderías si te digo que deseo con locura esos besos, que aunque me fastidia mucho, extraño esas tocadas de culo en cualquier lado, que te deseo con locura, que deseo que me hagas el amor ya mismo?
-Temblando.
-Listo, hagamos los bolsos y volvamos a Bs.As., aún podemos tomar la próxima lancha.
Dije y me puse a armar mi bolso, y las lágrimas empezaron a salir solas. No quise que me viera y fui al baño. No aguanté y me largue a llorar.
-Ana, ¿qué te pasa?, abrí la puerta.
-Nada Tomas, nada. Arma el bolso y vamos, por favor.
En un par de minutos me recompuse y salí del baño.
-Ana por favor, escuchame: sé que si nos vamos ahora, te pierdo para siempre. Te amo Ana, no quiero perderte, por mi culpa te perdí una vez, no quiero perderte de vuelta. ¿Qué tengo que hacer para que te quedes, para que me des una oportunidad?
-¿Y si peleas por mí? ¿Y si peleas contra esos fantasmas que hay en tu cabeza? ¿Y si sos vos otra vez, aquel tipo que me hacía el amor en la cocina, en al baño? ¿Aquel que se le paraba la pija cuando en un shopping yo te hacía acompañarme a comprarme ropa interior? Aquel que con una mirada, me volvía loca. Y por favor, no des excusas, ni las busques. Si realmente me amas, si realmente extrañas mis caricias, mis besos, mis retos, mis camisas planchadas, lucha por eso, pone lo que tenes que poner para que pueda confiar en que ahora sí, los dos vamos a aprovechar la oportunidad y vamos luchar día a día por nuestra felicidad.
-Por favor, quedémonos hasta mañana. Solo eso te pido. Hasta mañana.
-No pongas cara de carnero degollado. Con eso ya no me convences.
Me abrazo con fuerza, agarrándome de un cachete, y me partió la boca de un beso. Cuando me dejó, me separé un poco y le dije:
-Vas por buen camino, seguís participando…
-No podes ser tan yegua…
Me acerque a la puerta del cuarto, le hice la seña de Fuck you, y me fui a la pileta.
Estuvimos todo lo que quedaba de la tarde tomando sol. Antes de cenar, nos fuimos a dar una ducha y cambiarnos. Me bañe primero y mientras él lo hacía me puse un vestido mini, sin ropa interior. Me maquille un poco y fuimos a cenar.
Al salir del cuarto hice que iba a levantar algo del suelo, y me agache, dejándole ver que no tenía ropa interior. Tomas abrió los ojos como el dos de oro de la baraja. Mientras cenábamos, Tere y el novio nos miraban desde otra mesa cercana. Aprovechando como estábamos sentadas, separé mis piernas y le mostré a Tere, que no llevaba tanga.
Ella respiró profundo y se levantó para ir al baño. Cuando volvió, me mostro como guardaba la tanga en la cartera. Le guiñe un ojo y me sonreí.
Tomas me miraba y sonreía.
-La estas volviendo loca a la pendeja. Le tenes unas ganas tremendas.
-Estoy jugando, nada más.
Terminamos de cenar, y le dije a Tomas de tomar algo junto a la pileta. Nos sentamos en las reposeras y una camarera se acercó.
-¿Tomamos un Champagne?
-No hay nada que festejar… todavía. Para mí un whisky doble, sin hielo, ni agua ni soda.
-Wow, para mí uno simple, con hielo.
La camarera se fue, y él se quedó mirándome.
-¿Qué pasa que me miras así?
-Te admiro. Admiro la mujer en que te transformaste. Admiro tu fuerza, tu lealtad para decir las cosas, tu valentía para reconocer errores, y decirlo. Admiro como peleas para conquistarme pero poniendo límites. Admiro como sos capaz de irte porque no me ves reaccionar. Que pena que tuvimos que separarnos para crecer.
-Divorciarnos.
-¿Me lo vas a recordar cada vez que diga separarnos?
-Si. Y por el resto de tu vida. Vos me pediste el divorcio. Vos cortaste todos los lazos que nos unían. Divorcio. Vos fuiste el que primero le dijo al juez que no querías probar una reconciliación.
-¿Eso fue lo que te hizo enojar tanto?
-Si. Me clavaste un puñal. Y encima, no te casaste con esa pelotuda. La tenes flotando en el aire.
Pero no te preocupes, todo bien, me sirvió. Ah, si queres que vivamos juntos, vas a tener que firmar la papeleta. Yo pelotudita, no soy.
Nos trajeron los whisky`s y propuse un brindis.
-Por Sonia, que sin su llamado no estaríamos aquí. Gracias Sonia.
-Por vos. La mina más espectacular que conozco.
Chocamos los vasos y tome un buen trago, casi una medida entera.
-¿La nueva Ana, siempre va a jugar fuerte, va a ir al frente siempre, va a ser ella siempre? Preguntó Tomas.
-No lo dudes. Aprendí que me gusta jugar fuerte.
Tomas tomo un trago y me dijo:
-Te deseo, quiero hacerte el amor.
Lo mire sonriendo, me pare, y baje el cierre de mi vestido, lo deje caer en el borde de la pileta, y antes de meterme le dije:
-No veo nada que te lo impida.
Y nadé un poco en medio de la noche, disfrutando sentir como el agua recorría mi piel.
Tomas se sacó la camisa, el pantalón, el boxers, y se metió a la pileta. Nadó hasta mí, me abrazo y me comenzó a besar como tanto extrañaba, me tomo de las piernas e hizo que rodee su cintura con ellas. Nunca dejo de besarme, acariciarme, mirarme. Hizo un movimiento con su cuerpo y sentí como su pija totalmente parada estaba entre los labios de mi concha.
Me hizo bajar un poco y me entro hasta la mitad. A partir de allí fue todo placer. Sosteniéndome, se empezó a mover para entrar y salir de mí mientras me besaba los labios, el cuello, mordía mis orejas, apretaba mi culo. Y decirme que me amaba, que amaba a la nueva Ana, que ni loco iba a perderme, y mil cosas hermosas más.
-En la casa que vamos a comprar tenemos que poner una pileta calefaccionada mi amor. Hacerte el amor así, es una de las cosas más placenteras que puedo tener.
-Con un jacuzzi me conformo.
-Yo no…
Estuvimos así abrazados un buen tiempo, sin dejar de hacer el amor. Otros pasajeros pasaba y sonreían al ver nuestra ropa al costado de la pileta e imaginar lo que estábamos haciendo. Yo estaba en otro planeta, ahora sí estaba sintiendo al hombre que tanto amaba, su ternura, su suavidad, y al mismo tiempo la fuerza tremenda que tiene adentro.
-Así te amo Tomy, este es el Tomy que quiero para mi vida. Dije.
Él fue aumentando su ritmo y la fuerza con que me besaba, me abrazaba y apretaba mi culo. Yo estaba totalmente extasiada en sus brazos. Sentí que estaba por llegar e hizo que nos hundamos, y así, totalmente cubiertos por el agua y besándonos, acabamos juntos. Lo apreté fuerte y me quede quieta.
Salimos a la superficie y sonriendo me dijo que me amaba. Salimos de la pileta y por mis piernas caía su semen, no se vistió y se sentó a tomar su whisky.
Yo lo mire, totalmente enamorada y tome un trago del mío.
-Eso fue hermoso, y no me equivoco en decir que estuve entre las 5 mejores veces de nuestra pareja. O las tres mejor.
-Totalmente de acuerdo. Vení.
Me recosté con él en su reposera, y nos quedamos abrazados mirando las estrellas.
-Vas por buen camino, seguís participando…
-Hija de puta.
Nos quedamos un buen rato en silencio. Habíamos hablado mucho, y muy pesado como para seguir. Para ir al cuarto, se puso los pantalones, pero no entró.
-Voy a buscar Champagne, si me dejas.
-No todavía. Whisky doble, sin hielo, soda o agua.
-Ok.
Me seque un poco el pelo y como a los diez minutos regreso. Para mi sorpresa, con Tere.
-Como veras, me gusto. Ahora yo tengo ganas de algo. Tere está de acuerdo, y vos… no tenes opción. Tere no va a tocarme ni yo a ella. A menos que yo le indique algo, puede acariciarte, besarte y demás, donde quiera. Lo mismo vos, si podes…
-Me parece que esto me va a gustar. Dije.
Tomas se quitó el pantalón y subió a la cama. Tere se quitó la ropa y espero una indicación de Tomas, que hizo una seña con la cabeza y me comenzó a besar con todo. Ella se puso a chuparme las tetas, jugando con mis pezones y acariciándolas. Tomas bajo su mano, y se puso a jugar con mi clítoris mientras me besaba. Yo esta ya caliente, no solo por lo que me hacían, también porque era una idea de Tomás. Me metió dos dedos en la concha, y me hizo tener un orgasmo directo, sin necesidad de moverlos. Cuando lo hizo, el placer era total, me entregaba por completo.
Yo acariciaba la cabeza de Tere, que con mucha suavidad, me besaba los pechos, bajaba hasta el clítoris y volvía a subir. Tomy, me comía el cuello a besos.
-Por favor, me están matando. Dije, y Tomas hizo que me ponga en cuatro patas. Se puso detrás de mí y comenzó a chuparme la concha.
Tere, se acostó boca arriba bajo mis tetas y me las mamaba como un corderito. El placer que me daban era infinito, como mis orgasmos. Me tuvieron así por un rato, hasta que Tomas la llamó.
-Tere, seguí vos, por ahora solo la concha.
Ella lo obedeció y él se sentó frente a mí poniendo su pija frente a mi boca. Me puse a chupar como loca. Literalmente me estaba cogiendo yo misma la boca. Lo miraba y la sonrisa en su rostro me volvía loca. No sé cuánto tiempo lo estuve chupando, pero él, ni indicios de acabar.
-Tere, ahora el culo.
Sentí su lengua y casi me desmayo de placer, lo siguiente, fue meterme dos dedos en la concha y jugar en ella mientras me chupaba el culo. Yo no paraba de chupar la pija, las bolas y lamer con todo. Eran oleadas de placer que me invadían todo el cuerpo con cada orgasmo.
-Es tiempo. Dijo Tomas y se levantó.
Se colocó detrás de mí y le dijo a Tere que era libre de hacer. Me comenzó a penetrar la concha lentamente, y Tere se acostó junto a mí. Me besaba la cara y acariciaba mis pechos. Yo quería que la entierre con todo pero no, lo hacía lentamente. Así fue como se comenzó a mover, muy lentamente, haciéndome sentir como lo hacía. Tere seguía besándome la cara y luego en los labios con una dulzura tremenda, de la misma forma que acariciaba mis tetas.
Era una tortura maravillosa. Fue incrementando la velocidad de sus movimientos y Tere se puso debajo de mis tetas para chuparlas y con una mano, jugar en mi clítoris. Cuando Tomas entraba y salía frenéticamente de mí, pensé que estaba por acabar, de pronto me penetro hasta el fondo y se quedó quieto. Tuve un orgasmo fuertísimo. Tere no paraba de chuparme las tetas, Tomas se empezó a mover lentamente otra vez y sentí como escupía mi orto y empezaba a meter un dedo.
-Hijo de puta, basta.
-Vos me dijiste que tenía que sentir placer al hacerte el amor, pues eso estoy sintiendo, y tratando de darte. Placer mi amo.
No pude contestar a eso. Escupió otra vez y ahora eran dos los dedos en mi culo. Tere cada vez chupaba con más fuerza, casi provocándome dolor, pero no, solo aumentaba mi excitación si eso era posible. Cuando entro el tercer dedo, me sentí desfallecer, Tomas se detuvo un segundo. Me recupere y siguió taladrando mi concha y orto.
Cuando lo considero oportuno, saco su pija y la apoyo en mi culo. Con una suave y continua presión fue metiéndomela toda. Tere, metió dos dedos en mi concha y los movía al mismo ritmo que Tomás, sin dejar de alternar entre mis pechos para chupar.
Los movimientos de Tomas rápidamente se hicieron brutales, su pija entraba y salía de mi culo como impulsado por una máquina, sin parar y hasta el fondo. Yo explotaba en orgasmo sin parar. Me dio un chirlo en el culo y gemí bien fuerte. Fue la señal para darme otro y ya golpear su pelvis contra mi culo.
-Animal, me estás haciendo mierda, por favor para, no doy más.
Me dio una estocada final y total, enterrándola toda, lo mismo que los dedos de Tere. Se paró, me hizo acostar boca arriba y le dijo a Tere:
-Gracias pendeja, estuviste genial.
-Ana, disfruta el tremendo hombre que tenes, no todas tenemos la misma suerte.
Tomas, gracias por dejarme ayudarte. Dijo, para darnos un beso a cada uno y marcharse.
Tomas se puso encima de mí, levanto un poco mis piernas y me penetró.
-No puedo más. Le dije.
-Vos y yo, placer, amor, entrega, sueños, todo. Te amo.
Y se empezó a mover muy lentamente. Su boca jugaba con mi cuello y mi oreja. Tome su cabeza y empecé a acariciarla. Mi otra mano apretaba su espalda como queriendo que nuestros cuerpos se fundan. Fue incrementando su velocidad, como sus besos. Entraba y salía con todo. Se irguió un poco y apoyándose en sus codos, tomó mi cara y no paraba de besarme.
-Ana, perdón por todo el daño que te hice. Te amo.
Dijo y sentí como acababa dentro de mí desatando un orgasmo como nunca en mi vida. Me abrace a él, clavándole las uñas en la espalda. Él no se movió ni un centímetro. Me beso con todo y así nos quedamos por un rato.
Cuando se levantó, fue para sentarse a mi lado, tomar mi mano y besarla.
-Vas por buen camino, seguís participando…
-Hija de puta.
Me senté y lo bese con todo. Tomamos un trago de nuestros vasos de whisky y nos miramos sonriendo.
-Gracias Tomas, todo fue hermoso. Y gracias por darme tanto placer, por entenderme, por pensar en como darme placer. Estuviste maravilloso, no dudo en decirte que fue la mejor vez de nuestra vida juntos.
-Comparto totalmente, estuve maravilloso. Jajaja
-Basura.
-En serio, fue la mejor ves y por mucho. Y te aseguro que goce como loco dándote placer, sintiendo tu placer.
-En serio: Vas por buen camino, seguís participando…
-No podes ser tan mala.
-Por nosotros sí, alcanzaste una parte, muy importante por cierto, y divertida. Ahora vamos a ver cuando volvamos…
-No te voy a prometer nada. Lo vas a ver.
Un rato después, nos dormimos abrazados. Cuando despertamos nos dimos una ducha y fuimos a desayunar. Nos sentamos y segundos después entraban Tere y el novio. Le hice una seña y Tere vino a nuestra mesa.
-Sentate pendeja. Gracias, estuviste genial me hiciste gozar con todo con este desgraciado, y creo que vos ni un orgasmo tuviste.
-No tenes nada que agradecer, aprendí mucho Ana. No, no tuve orgasmos pero el placer que sentía besándote, tocándote, viendo como Tomas manejaba cada detalle para darte placer fue increíble. Me hubiera gustado filmarlo para que veas su cara cuando vos ibas gozando cada cosa que hacía, era feliz dándote placer Ana. Soy una pendeja y no he estado con muchos tipos, pero no dudo que Tomas es de los pocos que se preocupa tanto por su pareja.
-Lo sé, y por eso estoy tan enamorada de este tipo. Soy su ex mujer. Cinco años divorciados. Estamos tratando de reconstruir algo que hasta un momento, fue hermoso y lo dejamos ir.
-Tremenda mujer sos. Tremenda pareja. Me gustaría darles mi número, seguir en contacto, sea para lo que sea.
-Dale. Antes de irnos lo agendamos. Nuestros teléfonos están apagados.
-Este fin de semana era para tratar de salvar nuestra pareja. En vez de eso, me pidió que me acueste con Uds. para verme. Solo me quedé por si tenía oportunidad de estar con Uds. nuevamente. Anoche lo hice dormir en el piso, ni para compartir cama lo quiero.
-Bien hecho. Escuche, Uds. tienen muy buena energía, si quieren ir al cuarto… Dijo Tomas. Y se levantó de la mesa para sentarse en otra, solo.
Desayunamos las dos, y nos fuimos a tomar sol junto a la pileta. Tomas se vino a sentar junto a nosotras. Charlamos de todo, menos de su novio y de nosotros. Faltaba poco para el mediodía cuando la tome de la mano y fuimos al cuarto.
Tuvimos un sexo genial, gozamos las dos con todo, nos sacamos las ganas y disfrutamos con todo. Volvimos a la pileta y Tere fue y le dio un beso a Tomas en la boca.
-Gracias Tomas, sos divino. Y se fue a otra reposera más alejada.
-¿Todo bien? me preguntó.
-Todo muy bien. Y también te digo gracias.
Vas por buen camino, seguís participando…
-Hija de puta.
Los dos nos reímos a carcajadas.
-Escuchame, en un rato volvemos. Te voy a decir algunas reglas:
1.- En mi casa, porque después del divorcio es mi casa, no te quedas a dormir.
2.- En mi casa, no vamos a hacer el amor ni tener sexo.
3.- En mi casa, podemos almorzar, cenar, pero nada de besos, apretadas nada.
4.- Nada de controlar al otro, horarios, salidas, nada.
5.- Cualquier cosa que se me ocurra después.
-Bueno, aunque me jode acepto. Yo quiero pedirte algo.
Quiero que me ayudes en la empresa. Sos socia. Quiero escuchar tus opiniones. Si no queres trabajar todos los días por tu negocio, lo entiendo. Pero quiero poder consultarte y que opines.
Quiero que me digas cuando me equivoco.
-No hay problema.
Volvimos, no sin antes hacer el amor una vez más en el resort.
El dejo a Sonia, seguimos viviendo separados, aunque pasaron cuatro meses de nuestra escapada al Resort. Él aprendió a cambiar y lo está haciendo. Encuentros, tenemos varias veces por semana. Y estamos viendo una casa para comprar. No queremos volver donde fracasamos.