Al escuchar la voz de mi marido quede pasmada y mas con el comentario que hizo, no entendía nada de lo que estaba pasando.
Me gire y vi como sonreía el muy descarado a lo que respondí con una bofetada.
-Serás cabrón -le dije- como pudiste hacerme esto no sabes el susto que he pasado.
-Susto? lo único que sé es que has disfrutado mucho se te veía en la cara mientras Gabriel te follaba.
Quedé enrojecida, al parecer mi marido se estuvo haciendo el dormido todo el tiempo mientras observaba como su nuevo amigo me hacia suya.
Prendió la luz y me dijo – déjame explicártelo todo mi amor – mientras me cogía de la mano y me daba un beso de pacificación, – Gabriel empezó a trabajar hace unas semanas en la oficina desde muy temprano iniciamos una buena amistad es un buen chico, hasta que un día se me paso por la cabeza que fuera él el que cumpliera la fantasía de la que tanto te he hablado y termine de convencerme cuando lo vi orinar en el baño -sonrió y miró pícaramente a Gabriel- , así que le comenté la idea y le pareció bien, fue entonces cuando pasé a preparar todo para la sorpresa.
-Me lo podías haber contado y no hacerme pasar por este susto.
-Mi amor te conozco no hubieses aceptado por miedo o respeto a mí aun queriendo probar, así que pensé que lo mejor era dártelo de sorpresa y ver si te gustaba y por lo que vi gozaste y mucho no es así?
Sonreí un tanto avergonzada y excitada – Bueno la verdad es que si me gusto ya para que te voy a mentir si tú mismo lo viste-.
-Me alegro mucho mi amor, además no creas que ya acabo todo, esta noche gozaras hasta el cansancio y además cumpliremos algunas de las fantasías que sabes que tanto me excitan, ya Gaby está al tanto de todo lo que quiero y está de acuerdo en ayudarnos.
Gaby: Bueno pues que siga la fiesta no? Dijo mientras me miraba con ganas de comerme entera.
Yo mire a mi marido esperando que dijera algo y este solo respondió -mi amor esta noche estamos para servir a Gaby él sabe cómo hacernos disfrutar a los dos así que le di el poder de mandar en todo.
Me quede un poco sorprendida mi marido estaba dejando que su nuevo compañero hiciera con su esposa y con él lo que quisiera -Que gran cabrón- pensé jajajaja
José: Voy a por un trago ahora vuelvo, los dejo que sigan en lo suyo.
Acto seguido Gabriel me acomodó en la cama y comenzó a besarme con mucha pasión restregaba su cuerpo sobre el mío y acariciaba mis tetas dando pequeños pellizquitos sobre mis pezones ya que sabía que me volvía loca eso.
– No eres tan bueno como crees -le dije de manera desafiante-solo que tienes información privilegiada que te dio mi marido.
Gaby: Puede ser pero veamos que hago con esa información, hasta ahora la he sabido utilizar muy bien.
Diciendo eso dejo mi boca para empezar a chupar mis tetas, relamía una teta y luego otra así sin parar, chupaba mis pezones como si de un bebe sacando leche se tratara, con la diferencia de que jugaba con su lengua mientras los chupaba. Así estuvo un rato hasta que comenzó a bajar hasta mi vagina la cual como pueden imaginar estaba como si de una laguna se tratara .Se colocó entre mis muslos y empezó a besar y lamer cada centímetro de mi entrepierna, pasaba su lengua de manera que abarcaba todo el ancho de mi coño, era magistral la manera en que lo hacía. Yo estaba que no podía mas, me retorcía de placer, pero él estaba decidido a darme todo el placer que fuese posible así que estiró una mano para acariciarme y apretujarme las tetas y con la otra introdujo dos de su dedos en mi culo el cual estaba mas que lubricado por mis jugos y su saliva, además introdujo también su pulgar en mi vagina y comenzó a jugar con los tres dedos en mi interior como si tratara de juntarlos los tres, todo esto sin dejar de lamer mi clítoris, hizo que explotara en un orgasmo descomunal, incluso eyacule cosa que nunca me había sucedido, él dejó su rostro pegado a mi vagina y recibió todos mis chorros con gusto y orgullo de haberlos conseguido.
Gaby: Entonces soy o no soy tan bueno?
Dijo el muy chulo sabiendo que había conseguido una gran victoria sobre mí, pero ya no me importaba reconocerlo y le dije
Claudia: Quiero que me folles bien duro, que me des como si fuera una puta de la calle, quiero que me humilles y me partas el culo, quiero que me atragantes con tu hermosa y rica pinga
Entonces me levantó y me puso en cuatro patas sobre la cama, cuando veo a mi marido de pie junto a esta con un trago en la mano observando todo el espectáculo
José: Tenias razón Gaby lograste que eyaculara como las perras de los videos que me gustan, eres el mejor. Y tu mi vida que feliz estoy de que disfrutes tanto y te apetezca ser nuestra puta o buena la de Gaby que se lo ha ganado jajajaja
Mi marido felicitaba a su compañero de haberme dado el mayor de mis orgasmos y además estaba muy excitado al verme convertida en una sucia ramera que le pedía a otro hombre que la utilizara como a una puta.
Gaby: Ven José voy a dejar que veas como le abro el culo a tu princesa.
Gabriel le indico a José que se acostara justo debajo mío en posición de 69, yo empecé a masturbarlo cuando Gabriel me dio una tremenda nalgada que de veras me dolió y dejó marcada su mano en mi culo -No lo toques, no tienes permiso, aquí se hará solo lo que yo ordene, está claro?- Dijo con autoridad pero yo sabía que a José le gustaba eso, y a mi también me excitaba que es macho me dominara.
José me chupaba el coño y el culo sin parar, metía su lengua por mi vagina y jugaba con ella, hasta que Gaby le dijo -José llegó la hora ábrele bien las nalgas para que pueda entrar mi gorda pinga.
Y así hizo, agarro mis nalgas y las separo bien, sentí como la cabeza del rabo de Gaby ya tocaba mi orificio, era muy excitante sentir eso junto con las manos de mi marido en mis nalgas y su respiración en mi vagina.
Gaby: José voy a necesitar tu ayuda escupe en mi cabeza para que pueda entrar mejor en su culo.
Y así lo hizo mi marido sin dudarlo, escupió en su cabeza, pero además estoy casi segura que también le restregó la saliva por todo su pene puesto que durante unos segundos retiró una de sus manos de mis nalgas y además Gaby se rio. No lo podía creer mi marido cada vez era más cornudo y además un sumiso que cumplía las ordenes de mi amante para ayudarlo a partirme el culo.
Fue entonces cuando Gaby me sujetó de las caderas y comenzó a presionar poco a poco su rabo hacia el interior de mi culo, podía sentir como iba estirando cada uno de los pliegues de mi ano hasta que por fin entró su cabeza. Solté un gemido mudo al cual le prosiguió uno más fuerte cuando Gabriel me encajo toda su polla hasta el fondo.
Claudia: Ahhh joder que pinga!
Me había partido el culo de una manera estupenda y mi marido lo había visto todo en primera fila. Gabriel me penetraba una y otra vez, sin detenerse haciendo que mi orificio se adaptase a aquella tranca. José continúo lamiendo mi coño haciendo que el placer se multiplicara. Gaby aumento la intensidad de su follada y ahora si me daba como un perro en celo, era deliciosa la manera en que me follaba aquel chico, me encantaba de verdad, y se lo hacía saber con mis gemidos o con gritos de aliento como:
-Siii que rico Gaby! -Que bien me follas eres lo máximo! -Dale dale sigue así párteme el culo bien rico! -José mira lo bien que me abre esa polla que delicia por dios! -Jodeeer quiero esa polla para mí siempre! Dale bien duro quiero sentir tu leche dentro de mí!
Así estuvimos un buen rato hasta que Gaby sin avisar empezó a follarme de una manera descontrolada, creo que los huevos hasta chocaban en la cabeza de José de lo duro que me daba. Hasta que enterró su gran pinga en lo más profundo de mi esfínter llenando este de una abundante leche caliente que quemaba todo mi interior se sintió delicioso eso, esperó hasta haber descargado la última gota y sacó despacio la polla dejando mi culo bien abierto y escurriendo leche, mi marido no se pudo controlar y comenzó a chuparme el culo mientras recogía con la lengua el semen que salía de mi dilatado culo.
Gaby: Ahora si le puedes chupar la polla a tu marido que debe tener los huevos al reventar jajaja.
Rápido bajé mi cabeza y nada más poner mis labios sobre la polla de José comenzó a soltar chorros y chorros de semen, el pobre debía estar muriendo de excitación y sin poder correrse, yo seguí chupando y tragando su leche mientras lo masturbaba con la que se me escurría de la boca.
Me levante y me acosté al lado de mi marido, le dije lo agradecida que estaba por todo lo que había hecho y por permitir que Gabriel me follara
Claudia: mi amor eres el mejor marido del mundo te amo mucho, tenías razón, esto me encanto, espero que quieras repetirlo más veces.
Así comenzamos a besarnos con restos de semen en nuestras bocas, fue el beso con más pasión que nos habíamos dado nunca, sentía de verdad un fuego y una pasión por él como cuando empezamos nuestra relación.
Mientras Gaby se metió a la ducha para lavarse un poco. Al salir dijo – bueno como Claudia se portó como una buena puta y aguantó muy bien mi polla en su culo voy a dejar que descanse y duerman juntos esta noche pero pronto nos volveremos a ver.
Así recogió sus cosas, me dio un delicioso beso y se despidió de José mientras este le agradecía por todo, y se fue.
Nosotros nos quedamos así mismo dormidos hasta el otro día.