Anoche soñé contigo, el sueño empezó contigo enojada porque nos quedábamos varados en un pueblito por no revisar el coche y caía una tormenta. El punto es que llegamos a un hotelito, estábamos en tu habitación, tú recién duchada y yo sentado porque no me hablabas por tu enojo, pero teníamos que ir a buscar algo para comer.
De pronto se te cayó la toalla, me miraste apenada, yo me levanté para ayudarte, pero me empujaste y me volví a sentar en la cama, pasaste por un lado y te colocaste detrás de mí (yo estaba sentado en los pies de la cama y tú te paraste en la cabecera), de pronto empecé a sentir tu aliento en mi cuello… te pusiste detrás de mí y me acariciabas el pecho mientras besabas mi cuello… cada vez que intentaba hacer algo, tú me lo impedías y todo sin palabras, lo único que se escuchaba eran tus besos y mi respiración cada vez más fuerte…
Tú seguías acariciándome y bajando tus manos cada vez más abajo y yo cada vez más caliente, impaciente por actuar, pero seguías impidiendo todos mis movimientos, de pronto me levantaste y me quitaste el pantalón (no entiendo por qué, pero no tenía bóxer) y me volviste a empujar a la cama… empezaste a bajar hasta llegar a mi ombligo, sentía tus pechos rozando muy rico mientras jugabas con mi abdomen… empezaste a bajar con tus labios…
Hasta llegar al lugar más deseado. Sentía como tu lengua empezaba desde la punta bajando tan despacio, tan cálido, subías y bajabas por el mismo camino, pero con un ritmo más excitante… hice un esfuerzo para tomar el control, pero no hizo mucha falta, se nos da bien hablar sin decir palabras, te dejaste llevar, no sabes desde cuándo había estado deseando devorarte…
Empecé con besos y mordiscos en el cuello mientras intentaba cubrir con mis manos todo tu cuerpo, tocaba cada centímetro, Si no con mis manos, con mi lengua, seguía recorriendo con mi lengua tu cuerpo, bajando por tu cuello hasta tu pecho chupándote los pezones, empecé a escuchar cómo se elevaba el ritmo de tu respiración, sonaba cada vez más fuerte
Empecé bajando por tu cuerpo con mis labios y lengua húmeda hasta llegar a la parte que más deseaba comer, mi lengua ya estaba casi seca pero tú estabas encharcada, mojada, empecé a pasar mi lengua rodeando lentamente el clítoris y empecé a bailar mi lengua él con un ritmo marcado por tus gemidos… volvía a subir hasta juntarnos en un beso, es increíble lo real que puede ser un sueño, pues pude sentir como lentamente mi miembro se abría paso, desesperado por sentir la calidez de tu cuerpo que ponía resistencia, pero al mismo tiempo babeaba y mojaba la cabeza invitando a que presione un poco más para entrar… me siento dentro de ti, y empezabas a mover tu cuerpo sin despegarte, sin sacarme de ti, solo lo suficiente como para volver a entrar y sentir la misma sensación cada vez más intensa.
No tienes idea cuánto extrañaba esa sensación, esa comunicación… creo que me emocioné de más porque en ese momento desperté.