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Sexting con mi pareja y una confesión inesperada (II parte)
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Tiempo de lectura: 2 minutos

Ya el otro día les he contado como practicando sexting con mi mujer terminé sorprendido y excitado al enterarme de que ella se revolcaba con otro tipo desde hace años.

Les conté lo que ella me dijo, ahora les confesaré lo que he buscado, visto y averiguado sin que ella se entere.

Confesión: Su celular

Admito que desde ese día muchas cosas no son iguales. El sexo ha mejorado, cuando estoy muy caliente la siento sobre mí y le pido que me relate sus encuentros con lujo de detalles. Se mueve con ritmo, la siento mojarse como nunca y yo, pues no hago más que gozar. Sin embargo, afuera de la cama me estaba ocasionando problemas, cada vez que sonaba su teléfono, cada vez que la veía sonreír mientras contestaba un texto, todo me causaba celos que me hicieron cuestionarme sobre cómo poder manejar la situación de sus infidelidades.

Así, un día no pude más. En cuanto ella se metió a bañar, decidí revisar su celular. Qué sorpresa me he llevado. No tenía ni diez minutos de que había recibido un video de él. No soporté la curiosidad y lo reproduje. El tipo se grabó mientras se bañaba, con el celular cuidadosamente colocado para grabar hasta el último detalle. De repente lo he reconocido y un frío recorrió mi espalda. -Era Pedro, era el tipo de las infidelidades, era el maldito Pedro. -Sentí un ardor en el estómago que no puedo explicar, pero al mismo tiempo me sorprendí con una erección rígida y fuerte.

De repente, ver el cuerpo de Pedro, contorneado de tanto ejercicio, todo enjabonado debajo de la ducha y acariciando esa enorme verga me hizo sentir muy inseguro y celoso. Ya era obvio para mí porque mi mujer seguía cogiendo con él desde hace años. Y aunque me sentí humillado, verlo masturbarse para ella me excitó muchísimo, -fue una mezcla de emociones que tampoco puedo explicar, lo más que puedo describir es como punzadas frías en el estómago y en la verga- él se masturbaba con fuerza y yo me tocaba sobre mi pantalón imaginando a mi mujer mamar esa verga. Al verlo desnudo recordé todas las confesiones de mi esposa y de repente tenían rostro. Ahora era Pedro el que se venía en las tetas de mi mujer y luego le lamía su propia leche, ¡Maldito Pedro, el muy puto!

Al terminar de ver ese video de menos de 5 minutos, mis sensaciones fueron tales, que me desnudé, entré al baño con mi mujer y le he metido la cogida de su vida. Le di vuelta, la incliné un poco y le di verga con furia. Luego me arrodillé y metí la cara en su culo mojado. Por último, la masturbé hasta que la hice orinar. Luego me masturbé hasta venirme en su rostro. Cuando terminé le di una cachetada y la halé del cabello con disciplina. Nunca le he dicho que revisé su celular o que ahora sé que es Pedro el tipo de sus infidelidades, pero creo que, desde ese día, en el fondo ella lo sabe, sabe que lo he descubierto. Aunque ninguno se anima a ser honesto con el otro.

Pero ese día le di verga con ira, odio y excitación. Me niego a creer que el puto de Pedro le haya dado una revolcada como la que le he dado ese día a mi mujer. ¡Eres mía, puta!

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