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Sexo público en Spa (I)
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Tiempo de lectura: 11 minutos

Como ya podéis imaginaros de otros posts, yo vivo en Europa. Hay cosas buenas y malas… el clima frío y las pocas horas de luz son algunas de las desventajas. Por contra, la gente vive la sexualidad de una manera más abierta. Yo vivo en una pequeña localidad donde aún se utiliza mucho Facebook. Para comprar y vender, anunciar negocios o hacer preguntas en grupos de expatriados…

Esta vez os voy a hablar de Cedrine. Conocí la existencia de Cedrine por casualidad, mientras pasaba rato en FB, me salió la recomendación de un masaje tántrico cerca de donde yo vivía. Cedrine era la propietaria de ese lugar. Era una mujer muy sensual y hermosa, una silueta de infarto, delgada, pelo largo y unas tetas que harían la delicia de cualquier hombre…

Rápidamente, inspeccioné sus fotos y comencé a investigar… Primero, aprendí que eran los masajes tántricos y a decir verdad… me gusto lo que leí. Masajes sensuales, que buscan la libertad sexual a través de la estimulación de zonas erógenas y/o sexuales… sonaba muy bien y poco a poco me metí en foros locales para saber más sobre el lugar.

El centro de Cedrine tenía muy muy buenas referencias, sus clientes la amaban y pronto descubrí que el masaje se hace totalmente desnudas ambas partes. Mi imaginación empezó a volar, tan solo imaginarme a una mujer como Cedrine haciéndome un masaje desnuda me producía unas erecciones inmensas.

Comencé a seguirla y a observar las fotos que subía, algunas veces podía observar como Cedrine no llevaba sujetador… Yo disfrutaba intentando ver más de lo que había e imaginarme su cuerpo totalmente desnudo… me ponía cachondo… pequeñas cosas que me servían para darme “alegrías”.

Nunca me atreví a más… soy una persona muy muy tímida y me costaba mucho tomar ese paso. En varias ocasiones tome mi teléfono decidido a contactarla para reservar un masaje… mi cuerpo se excitaba, mi respiración se aceleraba, me ponía muy muy caliente… tanto que me daba miedo defraudarla y lo dejaba ahí.

Un domingo cualquiera por la mañana, decidí irme a un spa de la localidad. Debo deciros, que aquí los spas son distintos a los que conocemos… en el norte de Europa la gente acude desnuda a estos lugares. Se usa una toalla o albornoz para las saunas o zonas comunes, pero en el resto de actividades (jacuzzi, piscinas…) es obligatorio ir desnudo.

Suelo ir a horas tempranas porque no me gusta estar desnudo enfrente de otra gente. El público mayoritario son hombres mayores con gran barriga que les tapaba el pene… y pocas veces se puede ver alguna mujer con buen cuerpo.

Yo me metí con mi toalla en la sauna y al poco, veo por la ventanilla la silueta de una mujer con toalla blanca anudada por encima de sus senos pasar. La mujer después de echar un vistazo decide abrir la puerta y entrar…

Yo al ver su cara, rápidamente me di cuenta de quien era, ¡¡¡era Cedrine!!!

No sabía que hacer… un sudor frío recorrió todo mi cuerpo mientras ella entraba y tomaba asiento diciéndome:

– “Bonjour!!”

Yo educadamente le devolví el saludo… estaba petrificado. No sabía qué hacer y después de unos minutos me decidí a preguntarle:

–“Eres Cedrine, ¿verdad?”

Con una gran sonrisa, me contesto:

– “si soy yo!! ¿¿Nos conocemos??”

Tímidamente le contesté:

–“Si… te sigo en tus redes sociales”

Sorprendida y quizás con un poco de miedo preguntó:

– “¿Que redes sociales? ¿Te refieres a los masajes?”

–"Si claro… un día en FB tu página me apareció recomendada…"

Poco a poco le di contexto de cómo la conocí, podríamos decir que le conté la historia que os acabo de narrar unas líneas más arriba… En minutos hablábamos de la ciudad, los masajes y de cómo mi timidez me impidió visitarla…

– “¡No me puedo creer que seas tan tímido! Un hombre en sus 30, alto, guapo, fuerte, con buen trabajo y con acento extranjero sexy… ¿a que le tienes miedo?” me decía mientras guiñaba el ojo y sonreía.

Al poco, el reloj de arena de los 15 minutos llegaba a su fin y me preguntó:

– “Bueno ya hemos acabado nuestra sesión aquí, ¿vamos a otro lugar?”

Yo acepté y una vez fuera le pregunté:

–“A dónde quieres ir?”

Como si fuera lo más normal del mundo, ella respondió:

– “¿Qué te parece el jacuzzi?”

¡Obviamente acepte sin dudarlo! Pero empecé a darme cuenta que iba a verla completamente desnuda! La charla tan agradable que habíamos tenido de amistad, ¡¡no me había dejado pensar en nada sexual!!

Llegando al jacuzzi y con gran timidez, me quité la toalla y rápidamente me metí dentro para no ser visto. Era un jacuzzi pequeño, como para 2 o 3 personas no muy grandes.

Me acomodé y pude ver cómo se quitaba la toalla quedando completamente desnuda. Simplemente lo describiría como el cuerpo perfecto que todo hombre desearía tener en su cama. Pude verle sus pechos duros y turgentes, con areolas perfectas y unos pezones que invitaban a ser chupados. Sus piernas eran una delicia, bien tonificadas al igual que su cuerpo, un tatuaje muy sensual en su lado izquierdo y un coñito delicadamente depilado… que invitaba a ser comido por mi boca.

Como no podía ser de otra forma, entró en el jacuzzi de una forma muy sensual. Como en cámara lenta, observe como la piel tostada de su pie derecho entraba delicadamente en el agua, bajando las escaleras introdujo su pie izquierdo y poco a poco se agacho mientras el agua cubría sus coñito y sus pechos…

Estaba ilusionado, pero a la vez sentía mucha vergüenza. Bromeando ella dijo:

– “Déjame espacio!”

Yo puse mis piernas todo lo que pude al lado derecho del jacuzzi. El espacio era reducido y el contacto físico era inevitable, pero yo intentaba que no sucediera. Entonces ella prosiguió:

– "¡No te lo tomes en serio, fue una broma! ¡Te quitaba yo esa timidez rápidamente!"

Poco a poco seguimos charlando… mi timidez también desaparecía gracias a que ella jugaba lanzándome agua mientras bromeaba. Yo la correspondía, mientras permanecía alerta de sus movimientos para poder ver su cuerpo. De vez en cuando, las olas generadas por nuestros movimientos me regalaban sus lindos pezones.

Ella se daba cuenta y no hacía nada para taparse. La situación me ponía cachondo, agua caliente, completamente desnudos, el contacto de su fina piel, su cuerpo de infarto…

Me sentía cada vez más cómodo con ella y de vez en cuando intentaba subir el tono de la conversación:

–“No sabes cuantas veces he soñado ir más allá contigo…”

Ella no se cortaba, y bromeando mientras se tocaba el pelo replicaba:

– “ah sí? Explícame lo que quieres decir con ir más allá” al terminar la frase, me sacaba la lengua para bajar la tensión.

La situación me sobrepasaba y apenas podía responderle, así que intentaba no responder:

–“nada, nada…”

– "Sabes? Me llena de ternura tu timidez…" decía con voz dulce para continuar "pero me congratula ver como poco a poco te la voy arrancando…"

Seguimos jugando, y en un momento dado le mostré mi largo pie izquierdo, poniéndolo casi en la cara. Jugando, ella hacía que lo apartaba y me decía:

– “mmmm ¿lo tienes todo en la misma proporción?”

Mi timidez, no me dejaba responder y creé unos segundos de silencio que ella aprovechó para sacar su pierna izquierda y ponerme su pie en mi cara también. Yo le mordí sus lindos dedos del pie con perfecta pedicura… En un movimiento rápido y sincronizado, ella recogió su pie para no ser mordido y lo pasó por encima de mis piernas a la vez que yo me colocaba entre las suyas.

Nuestras piernas estaban entrelazadas, ella abierta de piernas, ligeramente flexionadas por fuera de las mías. Mis piernas también abiertas, un poco más estiradas, y con mis pies cerca de sus caderas y glúteos.

No podía ver nada por la espuma del agua, pero automáticamente mi pene se puso bien duro de pensar que ella estaba ahí abierta de piernas, completamente desnuda, a escasos centímetros de mi polla.

Entonces le dije de forma pícara:

– “ahora estamos más cómodos” mientras le sacaba la lengua

Ella reaccionó diciendo:

– “ah sí?” Mientras me lanzaba agua a la cara.

Seguimos hablando por un rato en esa posición, yo comencé a acariciarle y a masajear suavemente los pies y las pantorrillas. Ella exclamo:

– "Me gusta esta sensación en la que soy yo la que recibe el masaje y no la que lo realiza…"

Se relajaba, echaba su cabeza hacia atrás, cogía respiración y la volvía a expulsar… me encantaba esa vista del escote de sus pechos. Estropeado la magia del momento, vi su momento de debilidad y le lancé agua sobre su cara. Ella lo interpretó como una señal de guerra y comenzó a echarme agua mientras se erguía sacando los pechos del agua.

Yo me intentaba defender y trate de inmovilizar sus manos con las mías. Ella intentaba hacer fuerza, por lo que se incorporó más para usar el peso de su cuerpo y hacer más fuerza… Esa posición me dejaba ver una bonita visión de sus tetas .

Mi pene no había tocado su cuerpo, pero tenía que estar a milímetros. Seguimos jugando, mientras me decía:

– “¡Déjame abusón! ¡¡Te vas a enterar!!”

En ese momento, me incorpore flexionando un poco mis piernas atrayendo sus caderas a las mías… pasó lo inevitable… Simultáneamente sentí cómo la punta de mi pene chocaba con su coño a la vez que ella ponía una cara de asombro mientras hacía un ruido de sorpresa…

Yo le pedí perdón, y ella un poco sonrojada dijo:

– “No te preocupes, es una grata sorpresa…”

Cambiando rápidamente su cara, a cara de viciosa dijo:

– “Sabes que estamos en una posición idónea para un masaje tántrico?” discretamente sumergiendo su mano en el agua tocó mi pene.

Mi pene estaba muy muy cerca de su coño. Cargada de sensualidad, como no podía ser de otra manera, muy delicadamente subía y bajaba su mano mientras me miraba fijamente con su boca entreabierta humedeciéndose el labio inferior con la lengua.

Se la veía muy excitada, su pecho se inflaba y desinflaba fuertemente a la vez que se escuchaba el ruido de sus exhalaciones e inhalaciones violentas mientras seguía acariciando mi polla.

Algo se le pasó repentinamente por la cabeza, cuando sin decir palabra, se levantó, rozando sus tetas por mi cara y poniéndose de pie también restregando su coñito en mi cara…

Se giró y me dice:

– “Vamos! ¡Necesitamos una ducha!”, Como en una película, salió del agua sensualmente moviendo las caderas dejándome ver sus glúteos tonificados.

Atándose nuevamente la toalla sobre sus pechos, me observaba salir del agua, con mi pene bien erecto y horizontal al suelo… podía intuir que disfrutaba del espectáculo, ya que mordía el labio mientras yo me tapaba con la toalla.

La seguí hasta la duchas de masaje. Eran cabinas individuales con puerta.

Al llegar a la zona de duchas, nuevamente descubrió su cuerpo bronceado, yo copie sus actos dejando mi erección al aire otra vez. Nos metimos dentro, cerramos la puerta, pusimos el agua caliente y mientras ella me miraba a los ojos, comienzo a masturbarme muy lentamente con su mano derecha…

El agua tibia caía sobre nuestros cuerpo. LEDs de diferentes colores nos iluminaban… rojos, amarillos… no podía resistirme por más tiempo, y la besé…

Tenía vía libre, ella me había devuelto el beso… la apoye contra la pared e hice que mi grande y fuerte mano derecha se deslizara por su cuerpo buscando el coño. Comencé a acariciarlo superficialmente mientras sentía como lubricaba. Le abría poco a poco los labios, jugando haciendo círculos en su clítoris. Su mano izquierda rodeaba mi cuello mientras nos besábamos y masturbábamos.

No tarde en penetrarla con mis dedos, estaba tan húmeda y caliente… en ese momento aprendí una importante lección de ella, lo más importante es relajarse y sentir el placer de tu cuerpo. Así hice, disfrutaba de sus besos, de nuestras manos derechas dando placer mientras nuestros sexos lo recibían, de las izquierdas jugando libremente acariciando el cuerpo del otro. Su mano izquierda clavaba sus uñas en mi espalda. Mi mano izquierda agarraba su culo y jugaba con sus pezones…

Me concentraba en sentir cada detalle… estaba en trance. Saque mis dedos de dentro de ella, y sujete sus pechos para comenzar a besarlos y chuparlos con sensual delicadeza. Deje por segundos que mi lengua jugase con sus pezones, podía sentir el enorme placer que ella sentía al ponerse duros como rocas…

Estaba decidido a darle todo el placer que estuviera en mi mano, seguí bajando mi lengua por su estómago plano y tonificado hasta su coño… empecé a lamerle lentamente, disfrutando como si de un helado se tratase… sintiendo su líquido caliente en mis papilas gustativas , abriéndole bien las piernas mientras ella accedía y ponía su mano derecha en mi cabeza…

Podía sentir lo acelerada que estaba, sus respiración, podía sentir sus latidos en sus coño hinchado…

No tarde mucho en introducir mi lengua bien dentro, ayudada por mis dedos. Degustando el sabor que salía de sus entrañas mientras intentaba darle el mayor placer posible.

Ella lo estaba gozando y comenzó a gemir. Primero más suave para seguidamente elevar el tono cada vez más…

Aunque no nos podían ver, estábamos en un sitio público y ese hecho rompió la magia del momento. Repentinamente ella separo mi cara de su coño y mientras me levantaba me dice: “no podemos hacer ruido aquí, déjame ser yo la que te de placer a ti”.

Me beso a la vez que buscaba mi pene con su mano derecha y se puso de rodillas. Comenzó besándolo, nuestras miradas estaban conectadas.

Pasaba su mano recorriendo de adelante a atrás con mirada lasciva. Yo me dejaba hacer, me concentraba en sentir sus salivas y sus besos en mi polla bien erecta. Mi pene estaba a tope… veía el agua caer en su cara, cuando decide meterlo en su boca.

No retiraba su mirada de mí, pareciera que no quería perderse mi cara de placer… yo se lo agradecía, porque esa actitud me ponía a 1000. Ella sabía que tenía total control sobre mi… hubiera hecho cualquier cosa que ella hubiera querido.

Seguía jugando con su lengua en la punta de mi pene, se lo metía en la boca usando sus labios y gesticulando con ellos. Le cogí su cabeza, con la mano le enredé y se la movía para ayudarla a chupar… ese sentimiento en mi polla, su cara de zorra con el rímel corrido por el efecto del agua, me puso a las puertas de la eyaculación y se lo hice saber…

El agua se paró, pero ella continuó mamando tan placenteramente que lo inevitable estaba a punto de pasar… Cedrine lo sabía, así que mirándome abrió la boca y espero… un montón de esperma salió llenándole la boca y bañándole parte de su cara y los ojos…

Jugó con el semen un poco y se lo tragó todo… aún le quedaban restos en su cara, así que recogió con su dedo lo que pudo y se lo llevó a su boca. Como una mujer con clase que era, se levantó dignamente y encendió el agua para limpiarse.

Al terminar, dijo:

– “No pienses mal de mi… esto no se lo hago a mis clientes cuando vienen a recibir un masaje" y continuo "Digamos que tú me has hecho sentir… especial…"

Esas palabras me reconfortaron y me dieron confianza ¡¡no había decepcionado a Cedrine!!

Ya más tranquilos y calmados, decidimos continuar con nuestro circuito e ir a la piscina

Después de ligeramente tapar nuestras partes íntimas con la toalla fuimos a la piscina. El recinto seguía vacío, solo había una pareja joven en el jacuzzi donde nosotros estuvimos antes. Podía ver como el fijaba su vista en Cedrine mientras ella hacía lo propio conmigo. Parecía que esperaban un descuido nuestro para vernos desnudos.

Recibimos bien esas miradas como un halago, así que bromeando le dije a Cedrine en voz baja:

–“¿Nos habrán escuchado?” Cedrine se rio y aceleró el paso a la piscina.

Ya a lo lejos, Cedrine me dice:

– "Qué te parece si les hacemos un pequeño regalito a nuestros amigos?" así que dejando las toallas, nos exhibimos desnudos en la lejanía mientras nos besábamos fogosamente.

Desnudos, nos sumergimos en el agua y cómo si fuéramos una pareja, comenzamos a jugar en ella. Intercambiar caricias, yo le mordía su cuello, nos abrazábamos, ella apoyando su cabeza contra la mía, nos besábamos…

Una pareja normal…

Agarrando mi cuello fuertemente con ambos brazos, rodeo sus piernas sobre mis caderas diciendo:

– "Me siento muy cómoda aquí contigo"

La bese y rápidamente nuestras lenguas se enredaban. Mi polla volvía a ponerse bien dura, mientras mis manos agarraban su duro culo y mis dedos se acercaban peligrosamente a su coño.

Al poco, mi polla comenzó a pegar contra su cuerpo… ella supo rápidamente lo que la había golpeado y dijo:

– “me pones cachonda…” seguidamente me dio un beso muy apasionado, y se fue nadando a otro lado de la piscina…

Entre juegos no tarde en llegar a su altura y la hundí en el agua. Ella reacciono agarrando a mi cuello mientras yo la rescataba y me sentaba en un pequeño bordillo dentro del agua.

La piscina estaba oculta por un muro y la otra pareja no podía vernos.

La senté sobre mí con las piernas abiertas, mientras besaba su cuello y su espalda a la vez que mis manos jugaban con su coño. Girando su cabeza para mirarme, me dijo:

– "Recuerda lo que te enseñe hoy, siente, es lo más importante para disfrutar" yo asentí con la cabeza

Poco a poco comenzó a rozar mi pene en su coñito… buscando lentamente la entrada y metiéndoselo dentro. Se sentía muy a gusto, lo notaba muy caliente. Había soñado con esto mucho tiempo, pero… ¡¡la realidad era mucho mejor!!

Pronto empezó a contornearse sensualmente, sus caderas dibujaban círculos que me hacía sentir en mi pene. Podía notar su respiración acelerada cuando le besaba el cuello, sus pezones estaban duros como piedras y yo los pellizcaba con mis dedos.

Abría las piernas para recibir hasta el último milímetro de mi miembro dentro de ella…

– “No es fácil encontrar hombres que transmitan tanto como tú” me confeso

Podía sentir su calor rodeando mi pene, y me encantaba… pero para mi sorpresa, ella empezó a hacer fuerza con sus piernas y músculos vaginales. Una sensación placentera, pareciera como si aspirase mi pene con su coño. La verdad que estuve a punto de correrme dentro de ella en ese momento, pero pude de alguna manera contenerme concentrado en seguir sintiendo mi pene ser succionado dentro de ella. Yo la intentaba complacer acariciando su clítoris, tetas y pezones sin hacer mucho escándalo.

¡¡No podía creer lo que estaba pasando!! ¡¡¡Yo follando a Cedrine!!!

Cedrine quería más, empezó a mover sus caderas fuertemente mientras hacía pequeños sonidos de placer. Yo levantaba mis caderas para meterle mi pene bien dentro.

Recostada sobre mi, agarro mi cuello haciendo fuerza con la mano izquierda mientras llevo la derecha a su clítoris para masturbarse mientras la penetraba. Entones me susurro:

– "no pares ahora por nada del mundo…" a la vez que empezó a gemir…

Con mi mano derecha le tapé fuertemente la boca y la izquierda la puse en sus caderas para embestirla sin parar en esa posición semi tumbado.

Parecía que la estaba forzando, pero no era el caso, los dos estábamos divirtiéndonos cuando comienzo a notar un líquido caliente salir de entre sus piernas propagándose por la zona… ¡¡Se había corrido!! ¡¡¡Había hecho que Cedrine acabase!!! ¡¡Estaba feliz!! Y aún muy cachondo…

Cedrine se sacó mi polla y comenzó a nadar buscando una esquina de la piscina donde poder relajarse con las piernas abiertas bajando la temperatura de su coño. Su cara de felicidad y satisfacción me enorgullecía de lo que había conseguido.

Buceando me acerqué a ella, cuando estaba justo a su lado saqué la cabeza para coger aire y me sumergí para chuparle un poco el coño, tanto como mi respiración me dejase…

Al salir ella me abrazo, y me dijo al oído entre risas:

– “Eres incansable?”

Mi respuesta fue besarla, mientras introducía mi lengua en su boca dejando que jugase con la suya. Nuevamente volvió a abrazarme poniendo sus brazos alrededor de mi cuello y sus piernas rodeando mis caderas, atrapándome y sin dejarme salir (ni ganas que tenía).

En ese momento comencé a morder el cuello de Cedrine cuando ella me susurro sugerentemente:

– "Haz conmigo lo que quieras…"

Agarrando bien su culo, la acomode cerca de mi pene. Podía sentir que estaba en la entrada de su útero. Quería hacerlo bien lento, poco a poco fui apretando su culo presionando contra mis caderas.

Cedrine tenía cara de entrar en trance, y yo igual, sentía primero la presión en mi punta empujando a entrar, luego un calor intenso que la envolvía para poco a poco ese calor ir desplazándose por todo mi pene.

Parecía una diosa, esa pedazo de mujer, con esa piel tostada del sol, abierta de piernas mientras la penetraba, empecé a hacer movimientos lentos mientras la presionaba bien contra mí para meterle el máximo de mi pene dentro…

Agarre bien el culo de Cedrine y comencé a darle fuertes embestidas. Cada embestida, intentaba penetrarla más y más adentro…

Veía las tetas firmes moverse arriba y abajo. Ella gemía mientras cerraba los ojos…

Cuando me iba a ir se lo comuniqué a Cedrine, y ella reaccionó apretando fuertemente sus piernas contra mi diciendo:

– “¡Lléname con tu esperma!”

Yo automáticamente comencé a correrme cuando mi polla esta bien dentro de ella.

Por unos segundos, seguí embistiendo a Cedrine, para entregarle hasta la última gota, mientras ella no relajaba y me exprimía el pene con los músculos de su útero.

Mientras nos besábamos, ella relajaba su presión y yo lentamente sacaba mi pene.

Cedrine me dijo:

– “¡Gracias por el creampie!, eres de los poco a los que les he dejado hacer esto…”

Exhaustos, salimos del agua y Cedrine me muestra el semen saliendo y bajando por sus piernas. Lo recoge con sus dedos, lo vuelve a meter dentro y mientras se metía el dedo en la boca para limpiarse me dice alégreme:

– “¡todo para mí!”

Camino del vestuario, nos despedimos diciéndome:

– “Te atreverás ahora a venir a disfrutar de mis masajes?”

Al entrar en el vestuario, me ducho y junto a mis cosas veo un papel con un número de teléfono.

Pensando que era Cedrine, otra mujer contesta diciéndome: “Quiero que me folles como has hecho hoy en la piscina”.

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