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Sexo para mis nervios
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Tiempo de lectura: 3 minutos

¿Y por qué no compartir con ustedes parte de una “rica” experiencia?

Cuando digo rica hago referencia en todo el sentido de la palabra, debido a que todo lo que me ofrece esté hombre es perfecto, único y placentero. Es un hombre unos años mayor de mí, pero no ha sido ningún impedimento para que podamos compartir de buenos planes, viajes, cenas y además realizar algunas fantasías sexuales.

Este hombre tiene una verga que deleita, su tamaño es perfecto… además que practica un sexo oral fabuloso… Me ha ofrecido los mejores episodios de sexo, la manera en que toca y acaricia cada parte de mi cuerpo hace que me erice y me excite… Sin más preámbulo les voy a contar uno de esos momentos íntimos, espero lo disfruten:

Hace unos meses tenía un viaje sola al exterior; por el cual estaba muy nerviosa, sin embargo, él me acompañó y me brindó su seguridad hasta el último instante en el aeropuerto. Pero por supuesto que no me podía ir a ese viaje sin una buena follada de su parte. Desde que llegué a su apartamento tenía muchas ganas de sentirlo dentro de mí…

Sin embargo, con lo especial que es, tenía para mí una rica cena y un vino para brindar por mi viaje, pusimos buena música para amenizar el momento, empezó a sonar una salsa la cual animo mi cuerpo, empecé a seducirlo en medio de mi baile y se animó a bailar conmigo, al principio fueron risas por nuestros movimientos, en medio de esos roces logré percibir su excitación, su verga ya estaba dura y lista para mí, así que empecé a besarlo apasionadamente, nos encontrábamos en el comedor y no nos importó empezar a desnudarnos ahí (comparte el apartamento con un hermano), nos acariciábamos y nos besábamos, nuestros cuerpos se pusieron muy calientes…

La parte que más goza de mí son mis enormes tetas, y lo dejo disfrutar de ellas, quita mi brasier de forma apresurada, salen y él las toma con propiedad entre sus manos y su boca, lamiéndolas y pegándole unos pequeños mordiscos, logrando que mi excitación aumente… después de un rato de estarnos tocando, decidí empezar a practicarle un rico oral y ver como disfruta de cada lamida que le pego a su verga y a sus bolas (sí que disfruta que lo haga) después de un buen rato decide ponerme de pie, me gira y pone de espalda, apoyada con mis manos en la mesa, empieza con sus movimientos un poco lentos, en forma circular pero bien profundos…

Disfruta tanto verme en esa pose, me da un par de nalgadas, goza de ver como mis nalgas se enrojecen y se mueven con el ritmo en que me penetra…

Luego de un buen rato así decide subirme en la mesa, tenerme de frente, me penetra nuevamente, sigue con esos movimientos deliciosos que demuestran las ganas que me tiene, entre los nervios y emoción que genera hacerlo allí, porque su hermano llegue y nos encuentre en pleno acto, mi excitación era tan inmensa que no aguanté mucho tiempo para llegar al clímax (no pasó lo que pensaba, pero la sensación placentera).

Después de esto me lleva a la habitación, me pone en cuatro, así que me dispuse para recibir nuevamente su verga, empezó de nuevo con esas embestidas, me fascina sentir como acelera su respiración, disfruto observar sus gestos los cuales demuestran lo mucho que goza de mí y del momento.

Se detiene, me mira con ese morbo que suele hacerlo, aprieta mis nalgas, las abre, se inclina y empieza a practicarme un rico oral, pasa su lengua por toda mi vagina con su lengua separa mis labios y la introduce lentamente, me estremezco, la saca, la introduce, repite ese movimiento varias veces, lentamente, me calienta, siento como se humedece mi sexo, lleva su lengua a mi clítoris, hace movimientos lentos y luego rápidos, mi excitación está en aumento, introduce un dedo en mi vagina, luego otro, hace movimientos circulares, lentos, rápidos, aprieta y suelda, con ritmo un, dos, tres, repite una y otra vez mientras mi respiración se acelera y me caliento más y más.

Se detiene, toma su verga y vuelve a penetrarme, primero lento, suave, una y otra vez, va aumentando la fuerza de sus envestidas, cada vez más rápido, fuerte y rápido, que delicia, escucho como deja salir un gemido y me dice “me fascinas”, continúa con sus ricos movimientos, disfruto como entra y sale su deliciosa verga, se mueve más rápido, me penetra con más fuerza, emito gemido, siento como me caliento, humedezco y aumenta mi excitación, mientras aprieta mi cadera y penetra con más fuerza, llego nuevamente a uno de esos deliciosos orgasmo que me provoca, saca su verga la toma con sus manos se masturba rápidamente y eyacula sobre mis nalgas, lo miro, me mira, sonríe y me dice “feliz viaje”.

Después de un momento, abrazados, nos levantamos, bañamos y nos dirigimos al aeropuerto. A mi regreso tuvimos otros encuentros los cuales espero poder compartir más adelante.

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