Para el sexo anal satisfactorio hace falta un grado de excitación por encima de lo que normalmente pasa en una relación. Te relataré de la forma más breve mi experiencia, y así podéis experimentar.
Pasaría mi lengua por tu pelvis mientras te toco las piernas, con mis labios tocaría tus senos y los mordería mientras te paso la mano por el clítoris, te miro a los ojos y beso tu boca, lentamente bajaría deslizando mi lengua por tu pecho y tu cintura al mismo tiempo de que acaricio tus manos, llego al lugar más excitante en la faz de la tierra, chupo tu clítoris suavemente, como si fuera algo delicado que no se puede romper, te tiemblan las piernas lo sé por eso mi lengua se desplaza lentamente de abajo hacia arriba haciendo mover tus labios inferiores como cuando besas una boca, mis dedos extrañan tocar tu interior, me pides que les de ese placer, introduzco uno, lentamente froto la parte superior que me queda a media pulgada, eso te da placer en introduzco dos, me pides que los meta más profundo y eso hago, mientras te chupo los labios y mis dedos juegan con tu interior, puedo mirar en el espejo el reflejo de excitación de tus ojos, es el momento de cambiar el juego.
Saco mis dedos y le paso la lengua como niño a un helado, me deleito del sabor de tu gemidos, con la misma lubricación que desprende tu cuerpo te introduzco un dedo en el orificio anal, lo voy abriendo suavemente mientras te aprieto las piernas, te pongo de espaldas y te lleno de besos, muerdo tu cintura, una nalga, te hablo al oído y te digo que eres mía, quiero chupar tu culo y mis deseos son cumplidos por mi lengua mientras te estímulo lentamente el clítoris, noto algo muy hermoso en mis dedos, es un flujo que mis ojos han de mirar con deseo y placer, me pongo de rodillas y tú en cuatro aguantada del espaldar de la cama sientes como entra lentamente, estás muy excitada y me pide que te lo meta por el culo, y sin pensarlo mucho eso hice, nací para complacerte.
Después de varios momentos de placer tus gemidos colman mis oídos al punto que llegamos juntos al orgasmo, tus piernas tiemblan mientras me leche corre por tu interior, me quedo parado por segundos y nos miramos en el espejo mientras suspiramos para volverlo hacer.