Como les he relatado anteriormente: ¡Quiero que una verga me haga sentir un orgasmo! -con Yessenia hemos cogido en tres ocasiones. Desde la primera vez hasta la última han sido faenas sexuales espectaculares, pues esta chica sí disfruta del sexo en su máxima expresión. Lo que sí había aceptado a su novio o si tenía novio nunca se lo pregunté o volví a recordar. Si ella estaba cogiendo conmigo, eso era lo que importaba y para qué traer a terceras personas a la cama. Por lo menos eso era como yo lo pensaba, pero en esta ocasión que me hablaba acerca de su amiga Kiara, nunca imaginé que ella estaba intentando traer a una tercera persona a la cama.
Con Kiara su amiga pasamos follando por un tiempo de tres horas y esta chica había gozado de varios orgasmos y yo me había corrido en tres ocasiones, pero como dije en el relato anterior, para un hombre de 56 años, es lo suficiente para levantar bandera y dar el día por terminado. Yessenia tenía otros planes y antes de que saliera de la habitación del hotel me pidió que le prometiera que regresaría esa misma noche y quedamos en un segundo encuentro con ambas a eso de las 9 de la noche. Me fui con el pensamiento que ya para las 9, seis horas después debería alcanzarme para otro palo más. Me fui a tomar algo de comer e hidratarme bien y al igual de tomar una prolongada siesta para estar a la altura.
Como dije en el relato anterior, Yessenia quería que su amiga con quien habíamos follado en horas tempranas de la tarde la viera follar conmigo, era como su fantasía ser observada. En mi caso a mi no me gusta ser observado, pero en este caso dado que horas antes me había follado a esta chica como que no me importaba en absoluto y sí estaba la curiosidad si se creaba el morbo suficiente por ver si la bella Kiara quisiera participar en un trio, cosa que me parecía que no era parte de esta chica. No me la imaginaba participando en un trio.
Llegué a tiempo como de costumbre. Llegué con diferente ropa deportiva y ya con la idea que se podría dar un trio, pues por texto Yessenia me decía que Kiara hubiese querido tener un oral ella sentada sobre mi cara, como montándome la cara. Yessenia me decía que eso le gustaría hacer, pero por el momento no era nada concreto, era cuestión si esta chica se atrevía. Yessenia me recibió con un beso y parecía que se acababan de bañar, pues me contaban que habían estado en la alberca del hotel. Ambas semi desnudas con esa confianza ya establecida pues ambas me habían entregado a placer sus partes más íntimas, las conocía de a primera mano.
Yessenia solo vestía un bikini de líneas gruesas horizontales de colores azul, rojo y blanco como la bandera de USA y Kiara vestía una tanga color beige y con solo una toalla blanca sobre sus hombros sin cubrir sus dos ricos meloncitos. Me senté contra el espaldar de la cama y aun el televisor seguía encendido y Yessenia destapó una botella de tequila y comenzó a preparar algunos cocteles y me ofreció uno. Tomábamos y los primeros minutos se concentraron en hablar de la experiencia que Kiara y yo habíamos vivido en horas tempranas. Yessenia le hacía bromas a su amiga, diciendo que ya había hasta considerado no casarse, pues quería vivir experiencias como la que habíamos vivido. En esa plática estábamos cuando Yessenia me comenzó a quitar los zapatos y luego me desabrochó el pantalón y me los comenzó a quitar. Finalmente, solo me dejó con mi bóxer, pues hasta los calcetines me había quitado. Hablábamos y Yessenia se acostó entre mis piernas que estaban abiertas como tijera y con su pequeña mano me comenzó a masajear detenidamente el falo por sobre la tela del bóxer. Kiara solo observaba desde la otra cama sentada al igual contra el espaldar de la cama. Yessenia me comenzó a besar las entrepiernas y fue entonces que mi verga comenzó a ganar volumen y a segregar liquido preseminal.
Quizá pasamos hablando así por una media hora y ya para esos instantes mi verga estaba al aire libre y Yessenia con la obvia intención de chupármela. Tomó un último sorbo del coctel que tomábamos y sentí lo frío de su boca cuando se metió mi glande y comenzaba a chuparlo como si de un caramelo se trataba. Su mirada era la de una putita perversa y me sonreía como cómplice pues creo que al igual que yo, esperaba la reacción de su amiga quien solo observaba desde la otra cama. Kiara solo nos miraba y era extraño ver a esta chica a quien me había cogido horas antes ser solo una observadora en el momento. Yessenia fue la que la invitaba haciendo una pausa a la felación: -¿No quieres más paletita Kiara? ¿Fue esta la que te hizo gritar de placer esta tarde? ¿Quieres más… se te antoja más? – Eran la erótica invitación de Yessenia. Luego agregó: -Kiara, te lo comparto… del ombligo para abajo es todo mío, del ombligo para arriba es todo tuyo. -le dijo.
De repente Yessenia se levantó e hizo que me acostara sobre mis espaldas y ella comenzó a montarme a la inversa dejándome ver su redondo culo que, si no es tan voluminoso como el de Kiara, pero tiene un bonito culo igual. Se lo metió lentamente, como disfrutando cada centímetro de mi falo. Era Yessenia la que hacía todo el trabajo y quise comenzar con masajear sus nalgas desde ese ángulo y ella me dijo: -Recuerde que del ombligo para abajo usted es todo mío, lo demás es de Kiara. -Dijo con una sonrisa y se le salía un gemido cuando se hundía mi verga bien al fondo. Miraba su panochita bien depilada y como se abría lentamente en ese movimiento pausado de Yessenia.
Yessenia quien me conoce, sabía que podía disfrutar de mi verga con tranquilidad, pues sabe de mi vigor y especialmente que tenía el conocimiento que ya le había dejado ir unos cuantos polvos a su amiga. Quizá habían pasado unos doce minutos en ese mete y saca lentamente donde Yessenia disfrutaba sobre mi verga y podía verse en ese accionar por los espejos al lado de las paredes y el que tenía en frente del tocador. Entonces entre gemido y suspiro le decía a su amiga lo siguiente: -Kiara Ven… recuerda, esta es tu oportunidad de vivir esto conmigo… ¿Esto solo queda entre nosotras… recuerdas? Ven y móntate en la cara de Tony, él está esperando que lo hagas, él sabe que es una de tus fantasías. Kiara nos miraba a ambos follar y luego se levantó de su cama y ante mi mirada se bajaba esa tanga beige que ya mostraba sus signos de humedad. Mientras Yessenia se clavaba mi verga una y otra vez a la inversa, esta chica se me acercó y me dio un pequeño beso en los labios y me dijo: -Quiero cogerme su carita… ¿Puedo?
Se subió a la cama y ya Yessenia me había acomodado desde el principio un poco retirado del espaldar de la cama y lo único que Kiara hizo fue sobrepasar una de sus piernas sobre mi cara y me ponía su conchita sobre mi cara. Ahora tenía un olor a frutas, algo así como el coctel que habíamos tomado minutos antes. La tomé de sus dos hermosas nalgas cuando me acercó su conchita y comencé a saborearla delicadamente y ella se agarraba del espaldar de la cama y me la acercó lo suficiente para poder sentir mi lengua plenamente en su hueco. Ahora ambas gemían, pues Yesenia seguía dándose sentones sobre mi verga y había acelerado bastante el ritmo, mientras Kiara hacía un lento vaivén sobre mi boca y a veces hacía un movimiento para sentir mi lengua llegar a su culo.
Luego sentí que Yessenia cambió de posición y se ponía frente a nosotros, como queriendo ver de primera mano y no por el reflejo de los espejos como me comía la concha de su amiga. Pude sentir que también había cambiado de agujero, pues se tomó el tiempo para lubricarse y apuntar mi glande a su culo, pues sentí lo apretado de su ojete cuando me lo atrapó. Dio un gemido profundo y solo dijo: ¡Qué rico! – y comenzó con un vaivén también lento como el que llevaba Kiara, quien lentamente restregaba con presión su panochita contra mi boca y nariz que a veces se me hacía difícil respirar. Se oían los gemidos de ambas al unísono, el cacheteo del golpe de las nalgas de Yessenia sobre mi pelvis y chasquido húmedo del vaivén de Kiara en mi cara. Aquello se volvió más intenso lo de Kiara cuando le comencé a apretar y halar los pezones y podía escuchar y ver de vez en cuando en ese vaivén por los espejos como Yessenia se chaqueteaba su conchita mientras se enterraba hasta al fondo de su redondo culo mis 21 centímetros de verga. Sentí esos espasmos que me anunciaban que el cielo estaba cerca, pero afortunadamente no era solo yo, también Kiara comenzó con sus gemidos escandalosos anunciando un nuevo orgasmo, pues lo sabía por la experiencia con ella a solas horas antes.
Me aguanté en lo que pude, pues una vez me corría descoordinaría a toda esa orquesta de sonidos eróticos producidos en este cuarto de hotel. Por suerte Kiara no me defraudo, esta chica logra orgasmos fácilmente y aquello que era una de sus fantasías en 7 o 8 minutos la estaban contraminando a un potente orgasmo y ella comenzó a mover más sus caderas y solo exclamó de repente: -¡Por Dios… que puta… me vengo, me vengo… uuuh! – Yo la tomé de sus ricas nalgas y le hundía y paseaba mi lengua con violencia en su hueco y podía sentir ese temblor en sus nalgas y Kiara parecía que lloraba. Pude escuchar como Yessenia también aceleró sus sentones y su cacheteo era más violento que se oía a decibeles más elevados y sus gemidos la acompañaban y grito igual: -Me vengo, me vengo… me corro Tony… sacúdame la verga en el culo, me vengo ay me corro….
Yo tampoco pude soportar y, aunque ya me había corrido tres veces antes, ese descanso de 6 horas me dio lo suficiente para que mis huevos se fruncieran y expulsaran algo de semen, aunque no fue abundante. Mas sin embargo fue un orgasmo rico de mi parte que yo muy pocas veces gimo, pero me salió un quejido de placer que sentí me sacaban las tripas del abdomen. Fue tan potente la corrida que hasta me temblaron las piernas y esa sensación se expandió quizá por todo un minuto. Todos nos quedamos mirando el uno al otro y es de esta manera que estas dos amigas vivían su primer trío, lo cual para mi era como un quinto si bien recuerdo. Los tres nos fuimos a bañar juntos a la regadera y donde comencé a comerme las tetas de ambas chicas y ambas me restregaron el pito esperando que este reaccionara a un nuevo asalto.
En esta ocasión nos secamos y nos fuimos a preparar otra bebida. Estuvimos hablando de esta misma experiencia y Kiara más que todo no daba crédito a lo que acaba de vivir. Nunca lo había imagina y especialmente que ocurriera con su mejor amiga y en ese mismo día que decidió serle infiel a su novio y futuro esposo. Fue ahí que me di cuenta de que la boda de Kiara es para la primera semana de junio y ya estábamos programando otro encuentro a finales de mayo para su despedida de soltera. Dudo que sea el ultimo, pues hasta entonces me di cuenta lo frustrada que sexualmente su futuro novio tenía a esta linda chica. Platicando, platicando nos fue dando cansancio, pues de hecho yo me acuesto temprano y soy más mañanero, Yessenia había pasado caminando por muchas horas en las tiendas que aquel orgasmo a las diez de la noche la llevó a bostezar y acomodarse rendida al sueño. Kiara también se fue acomodando y yo igual quedaba entre ellas en una misma cama todos desnudos. Ambas me tomaban de los testículos y la verga a placer como dándole masajes y quizá por primera vez duermo en medio de dos chicas.
A las tres de la mañana me levanté a orinar y me costó hacerlo pues estábamos cobijados los tres y yo en medio. No me quedó otra que despertarlas. Estaba orinando sentado cuando llegó Kiara totalmente desnuda también con la necesidad de orinar. Me sacudí la verga, me levanté, pero mi verga había reaccionado al ver el cuerpo exquisito de Kiara. Me lavaba las manos cuando esta comenzó a levantarse para asombro de Kiara. Ella solo estaba a unos pies de distancia y me la tomó con sus manos y me la haló y me puso frente a ella cuando todavía se escuchaba sus meados caer. Me dijo: ¡Que hermosa verga tiene don Antonio! Como quisiera tener una así todos los días y que me diera con ganas, como lo ha hecho hoy. -Me la comenzó a mamar de esa manera, ella sentada en el inodoro para luego después de cinco minutos ponerla en contra del lavamanos y puso un pie sobre el filo de la regadera para abrir sus piernas y darme una vista exquisita y le volvía a hundir centímetro a centímetro la verga de nuevo. Ella ya estaba lubricada y mi verga igual producía mucho liquido que en minutos se oía el chasquido de un mete y saca incesante. Creo que Kiara se masajeaba el clítoris y yo con mi pulgar le masajeaba y le abría ese precioso culo. En minutos se estaba corriendo e intento no elevar los gemidos, aunque para esta chica es algo imposible.
Me preguntó si me podía venir o si me quería venir y yo le dije que si me daba el culo de seguro me correría. Ya se lo había cogido dos veces este día, pero es que ese culo de esa chica es realmente precioso y se lo pasaría chupando el tiempo que ella quisiese. Ya bien lubricado de sus jugos vaginales pase a hundírselo de nuevo y de solo recordarlo como se siente y se miraba mi verga en ese rico culo se me vuelve a erizar la piel y comienzo con unos embates bestiales que se oía el chaqueteo de mi pelvis pegando en sus nalgas. Pensé que no me iba a venir y hasta pensaba fingir una corrida, pero Kiara me sacó de la pena estimulándome con sus gemidos que me anunciaban otra corrida. No sé si se masturba la conchita, pero me dijo así: Dame duro, me vas a hacer correr… si así, dame más que me corro. – Quizá estuvo así diciéndome eso de una manera para no despertar a todos en el hotel y aulló como una loba y se corrió de nuevo y fue ahí que me llegó el quinto orgasmo a las 3:30 de la mañana. Me lavé rápidamente la verga en la regadera y Kiara me la secó y nos fuimos a dormir pensando que Yessenia seguía dormida.
-Kiara, te volviste toda una puta… No que no… ¿que no querías?
-Duérmete, que también a ti esa verga te ha tenido como ha querido. –le respondió.
-Solo déjame un palo para en la mañana… deja descansar a Tony.
Nos quedamos dormidos hasta a eso de las diez y si hubo un mañanero con Yessenia mientras nos bañábamos. Me dio una mamada, cinco minutos en la panocha y se corrió dándole por el culo que creo que es lo que le fascina a Yessenia. Nos despedimos todos con un beso y con la promesa de que esto es nuestro secreto y de repetirlo el último fin de semana de mayo.