"¿Mamá…? ¿Qué estás haciendo…?"
Mi sangre se heló al instante, un sentimiento que ya había olvidado se hacía presente en ese momento. Una sensación como eres un niño y haces algo terriblemente mal y tu madre está viéndote con las manos en la masa, ese mismo sentimiento estaba apareciendo en mi pecho ¿Cómo reaccionarias si vieras a tu mamá, que no has visto desde hace más de 6 años, con una caja repleta de tus juguetes sexuales? Bueno, ese miedo me consumía, ya estaba segura de que, tras 6 años, está primera impresión no era la mejor que digamos. Habría estado bien si hubiera escogido caminar un rato.
Me levanté del suelo, aún con la caja en mano, y mire a Sara con temor.
"Eh ¡Sara! Hola… Cómo ¿Cómo has estado?" Estaba nerviosa, muy nerviosa en ese momento, sabía lo vergonzoso que era que tu mamá descubra aquello con lo que te das placer, me pasó hace mucho y en ese momento me morí de vergüenza, tanto que me enoje mucho con mi mamá. Pero ahí estaba Sara, sin decir ni una palabra, no había ni una pizca de vergüenza en su rostro que pudiera reconocer, más bien era como confusión, como si intentará reconocerme después de mucho tiempo, esperando ver algo que le confirmara que realmente yo era Helen, su mamá.
Mire la caja que tenía en mis manos y lo primero que pensé fue en dejarlo en la cama con cuidado.
"Eso… Mira, no sabía que tenías tus juguetes sexuales debajo de tu cama, en serio, fue totalmente un error" ¿Para qué me disculpo? Soy su madre, más bien debería estarle preguntando por qué diablos tenía tantos juguetes sexuales, porque en serio, son demasiados, aunque en su mayoría son vibradores de diferentes tamaños, y los dildos no tienen esa típica forma de pene sino unas más… Extrañas, únicas y llamativas, pero extrañas al fin y al cabo.
Sara me miró con aún más confusión en su rostro, eso me extraño pero lo que si no pude creer en lo más mínimo fue lo siguiente que dijo "¿Juguetes sexuales? ¿De qué hablas…?"
La mire sin poder creerlo, esperaba que fuera una broma o algo así pero en ningún momento vi un rastro de que realmente esto le causará gracia. "Pues de tus juguetes" dije "Esos juguetes que tienes en la caja" y confundida apunte a la caja sobre la cama.
*¡Ah, ya! No sabía que se llamaban así jajaja" dijo sentándose en la cama con cuidado y tomando la caja y poniéndola sobre sus piernas, que por cierto, eran impresionantes, en especial en esas medias negras. Ahora que lo pienso, la apariencia de mi hija no es para nada a como era antes. Ella antes usaba ropa increíblemente colorida, teniendo peinados extravagantes y extraños y todo el tiempo con maquillaje, accesorios y detalles que en lo personal me parecían demasiado. Siempre sacaba las ideas de sus atuendos de antiguas revistas que teníamos en casa, unas revistas de los años 80's y 90's que ni recordaba que existían, por eso su fascinación por vestirse de esa forma. Pero ahora, su ropa me hacía verla de una forma más madura, con una camisa blanca, una falda corta negra entubada de lo creo que es cuero, medias negras y ligeramente traslucidas, botas de cuero altas con tacón y su cabello estaba recogido en una coleta, parecía algo así como una empresaria responsable y madura y a su vez ¡Increíblemente sexy y deseable! Seguramente tendría muchos pretendientes.
Sara le quitó la tapa a la caja revelando nuevamente aquellos juguetes perfectamente organizados "Siempre los había llamado 'Frutas de Olor'" me dijo sonriendo.
"¿Frutas… de olor?" Le pregunté aún sin creerlo, tenía ganas de reírme pero Sara parecía hablar en serio "No puede ser que esté hablando en serio, Sara"
"¿De qué hablas?"
"¡Me refiero a esto! ¿Por qué los llamaste de esa forma?"
"Pues… Por su olor, parece como si fueran de frutas ¿No? Además ¡No sabía que se llamaban de esa forma! Aunque, ahora que lo dices… Si en verdad son 'juguetes' o algo así ¿Cómo se juega con ellos?"
"No puede ser…" ¿Cómo es posible que Sara, una mujer de un aspecto tan maduro, no sepa lo que son los juguetes sexuales y mucho menos para que sirven? Parece irreal, estoy confundida. Si, sé que le había prohibido los celulares y el uso de computadores cuando era más joven pero ¿En serio que ella, en ningún momento, se le ocurrió investigar un poco? Además, al tener tantos en algún momento tuvo que ir obligatoriamente a un Sex Shop, eso quiere decir que habrá oído a personas y parejas hablar de estos juguetes ¿No? O ¿Cómo los habrá conseguido? ¿Por internet? ¡Esto es tan contradictorio y confuso! "Ehh Sara… No me puedes decir que en serio no se te ocurrió en ningún momento presionar alguno de esos botones que tienen esos vibradores ¿O si?"
"¿Vibradores…? ¿De qué hablas? ¿Hablas de estos…?" Saco de la caja un vibrador con una forma redonda y en seguida se lo acerco al rostro y lo olió y dijo "Vaya, no recordaba que oliera así" para luego acercarlo a mí "Toma, huele rico"
Ya no sabía que decir ni que hacer en esa situación ¡¿Cómo puede ser posible algo así?!
"Ja… Jaja no, esto debe ser una broma ¿Cierto? Sara ¡Por favor! Yo cuando tenía tu edad ya sabía a la perfección para que servían… Pero supongo que tú no… ¿Acaso nunca has visto porno?"
"¿Qué? No, creo que no ¿Qué es? Su nombre no parece muy… Evidente…" dijo como si estuviera pensando, tratando de descifrar el enigma.
"Ok… Ya entendí" suspiré y me acerque a Sara, sentándose a su lado "Sara, dime ¿En serio no sabes lo que son estos?" Dije apuntando a los juguetes en la caja.
"Pues… No exactamente, siempre escuchaba cosas raras en esa tienda pero en general no encontraba un sentido aparente"
"Así que ya has ido a un Sex shop ¿No?"
"Pues si, allí se encontraban cosas raras como disfraces raros y otras cosas, pero no me detenía mucho a ver qué tenían la verdad jajaja solo estaba allí por lo que iba"
"Si, muchas personas hacen eso pero terminan llevando más de lo que esperaban…" dije con sinceridad, al menos a mí si me ha pasado.
"Uhmm… No, no siempre tienen lo que busco. En su mayoría es muy difícil encontrar unas frutas de olor"
"Aún no me acostumbro a que los llames así o sea ¿En qué parte ves esto como a una fruta?" Le dije mostrándole un dildo con una apariencia que no podría describir, aunque si tenía un olor curioso, como dulce, tal vez lo escogió por eso.
"Uhmm a ese lo escogí por su olor" Lo sabía "en su mayoría los escojo por eso nada más"
"Ehm claro… Pero en serio me estás diciendo que en ningún momento oíste hablar a alguien con respecto a lo que sirven?"
Vi como mi hija frunció el ceño y luego me volteo a ver "A ver mamá ¿Que tienen estás cosas para que estés así? ¿O es que siempre eres así? Sea lo que sea ¿Hay algo que debería saber, uhm?"
"Es que, bueno… Es un poco vergonzoso"
"Mamá… Mira, me alegra que estés aquí, en serio ¡Fue una gran sorpresa! Pero… Después de 6 años me cuestionas por mi colección, como todos. Ni siquiera te interesas ni nada por el estilo, solo me miras raro… Ahora te pregunto ¿Hay algo que debería saber, mamá? ¡Por qué estoy cansada que todos los que ven mi colección o se avergüenzan o me miran como si estuviera loca!"
"Sara… Ehh…" No sé que decir, realmente no tiene ni idea y al parecer nadie se molestó en explicarle… ¿Debería decirle? Sería muy incómodo, tal vez no explique bien o no me entienda. No, debo decirle, es mi deber como madre explicarle este tipo de cosas a mi hija… Pero ¿Cómo lo hago? "Ehm Sara, mira… No sé cómo decirte esto, tal vez resulte incómodo pero… Estos juguetes sexuales se usan para… Bueno, satisfacerte cuando estás sola…". La mire avergonzada, esperando una reacción, pero si todo hasta ahora me había resultado irreal ¡Lo siguiente me hizo pensar que yo era la que estaba loca!
"¿Satisfacerme cuando estoy sola? O sea ¿Cómo? ¿Su olor? Porque si es así, bueno, si es agradable pero no tan así…"
"Ah, no… No me refiero a eso, me refiero a cuando te… t-te… Te tocas" dije avergonzada pero realmente me pregunté si no había sido tan clara.
"¿Ah? ¿Cómo así? O sea, ¿Tocarme en qué sentido…? ¿Masajes…?"
"¿Qué? ¡No!" Imposible que no me hubiera entendido con eso ¿O si? "Me refiero a cuando te… Masturbas"
Hubo un silencio incómodo, no podía verle la cara aunque quisiera, realmente jamás me esperaba tener una conversación así en mi vida. Mi madre jamás me había hablado de esto antes, yo había aprendido por medio de mis amigas, de mis novios, etc. Jamás de una conversación tan incomoda con mi mamá. Pero entonces, todo ese nerviosismo se fue para dar paso a la mayor confusión que he tenido en mi vida.
"¿Masturbarme…? No me suena esa palabra…"
¡No me jodas! ¡¿Sara realmente no sabe lo que es masturbarse?! ¡¿Quien diablos no conoce la masturbación hoy en día?! O quizá soy yo que piensa eso y estoy idealizando todo…
"Sara ¿En serio no sabes lo que es la masturbación?"
"Creo que no ¿Qué es?"
¿Debería decirle? ¿Quiero decirle? No si quiero… ¿Y si no le digo…?
"Otra vez… Con esa mirada" dijo Sara, ahora viéndome con la mirada perdida en un punto lejano, sus puños apretaban su falda con frustración y yo me quedé allí sin entender "Todos los que conozco me ven de la misma forma… Una mirada juzgadora como si yo estuviera comiendo un error"
"¡No, no lo haces! Ehh… mira Sara si es extraño que no sepas algunas cosas pero ¿Sabes algo? Eso te hace especial. Tener tanta inocencia aún a tu edad algo maravilloso" le dije, tratando de reconfortarla y poniendo una mano en su hombro, sin embargo a cambio recibí una manotazo que apartó mi mano de ella.
"No lo entiendes, no quiero ser especial ni única, quiero encajar… Todos me ven de esa manera todo el tiempo, juzgándome, pensando que estoy loca o qué me falta algo importante… No quiero sentirme así, es horrible. Quiero entenderlo ¿Por qué diablos todos a los que conozco me miran de esa forma? ¡Ellos saben lo que significa esto!" Exclamó, notablemente frustrada por su voz temblorosa, señalando la caja "Ellos saben… Tú sabes ¡Pero por alguna razón no quieren decirme!"
"No es que no quiera decirte, Sara, es que es… Complicado, además ¡Tampoco es que necesites saberlo! No es algo indispensable…"
Sara se levantó de golpe, dejando la caja a un lado. "¡Es eso no lo siempre he estado oyendo! 'No hace falta que sepas', 'No es importante' ¡Ya estoy cansada! Es como… ¡Es como si quisieran protegerme de algo, como si fuera una niña! ¡Yo ya no soy una niña, tengo 20 años, mamá!" Su mirada era de frustración y súplica, sus ojos vidriosos, el temblor en sus manos, su voz quejumbrosa… Nunca había visto a nadie así y mucho menos a mi hija, me estrujó el corazón "Por favor mamá, dime… Quiero saber. Quiero saber que significa esto, quiero saber que eso de la masturbación ¡Quiero saber que son estás cosas que guardo! ¿Acaso es algo malo? Porque si no ¡¿Por qué no quieren decirme, eh?! Mamá, cuando te vi aquí en mi cuarto viendo mi colección en verdad tuve la esperanza de que alguien por fin podría decirme todo esto, esperaba que me lo explicarás ya que eso es lo que hace una madre ¿No? Pero… Pero ahora, me vez como todo el mundo, me dices lo mismo que todo el mundo ¡Me tratas como todo el mundo! Cómo si fuera una niña pequeña… Ya no quiero esto… Quiero ser normal"
"¡Sara, tú eres normal!"
"¡¿Entonces por qué todos actúan como si no lo fuera?!" Sus lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, sus puños apretados en su falda, realmente estaba desesperada y me dolía verla así. "Mamá… Tengo cosas que hacer…" me dijo de forma débil antes de dirigirse hacia la puerta "Bienvenida mamá… Pero hubiera preferido que no vinieras…"
Eso me golpeó como una bala en el pecho, sentí un dolor increíble al escuchar esas palabras, sentí unas ganas terribles de llorar. Tanto que espere para poder tener un día tranquilo y poder ver a Sara otra vez, compartir con ella, hablar con ella… Todo eso se esfumó con una simple frase. La veía irse lentamente de la habitación, dándome la espalda ¿Qué había pasado? ¿Cómo llegamos a esto? No lo quería, no lo deseaba así… Debo hacer algo, antes de que se vaya y pierda mi oportunidad, debo hacerlo…
"¡Sara, espera!" Casi le grite levantándome de la cama de un salto.
"Prepararé la cena, no te preocupes"
"No, Sara, eso no" luego la tome de la mano e hice que me voltear a ver "Te… Te enseñaré todo lo que quieras saber"
Continuará…