"¡Hola, buenas tardes! Soy Helen, seré hoy su- Ah… Me colgó… Otra vez" Es algo rutinario en mi vida desde que mi esposo murió hace varios años. Su muerte no fue importante para mí, y no es que haya sido interesada en su dinero ya que claramente no nos heredó nada cuando murió. Mi esposo no era la mejor persona: Mujeriego alcohólico y drogadicto que utilizaba una faceta de "hombre perfecto" para atraer a mujeres jóvenes. Un hombre así ¿Cómo pudo casarse? Bueno, por insistencia de sus padres y los míos… Pero aquello es otra historia.
Mi trabajo es bastante difícil, al menos lo es en esta compañía. Vender productos y servicios, hablar con clientes tanto de forma presencial como por llamada, organizar reuniones, ayudar a mi jefa… Bueno, mi trabajo es un tanto confuso. Se supone que soy una vendedora ¡Y hago mi trabajo como es debido! Pero hago más trabajos de secretaria y asistente que la propia secretaria de mi jefa. Ella me dice que es porque soy más capacitada para ser una asistente al igual que una vendedora, pero realmente no me dice nada claro, es en parte por eso que mi trabajo es tan difícil. Si fuera solo una vendedora normal, mi turno acabaría mucho antes, pero no, mi jefa decidió darme un trabajo de asistente tras acabar mi turno y me quedo hasta que la jefa se va, muy tarde en la noche.
Cuando llegó a casa, sencillamente me voy a dormir sin pensar en nada más. Cuando despierto por la mañana, el desayuno que mi hija preparó siempre me recibe y siempre se lo agradezco, pero siempre me hace sentir… Mi hija solo debería preocuparse por estudiar, no por ser ama de casa o algo así… Que haga eso es tanto reconfortante como lastimero. Me voy al trabajo tras alistarme, todos los días con la misma esperanza de que ese día sería el día en que me iría temprano a casa, pero luego mi jefa me pide que me quede un rato más después de acabar mi turno y luego me quedo hasta que ella se va. Regreso a casa y me voy a dormir. Todos los días era así hasta que, un día, todo cambio.
Ese día había comenzado de forma normal, me levanté, comí el desayuno de mi hija y me fui a trabajar pero cuando acabe mi turno y me quedé sentada en mi escritorio, resignada a quedarme, una compañera mía se acercó a mí y me dio una noticia que casi me hace saltar de mi escritorio "La jefa no vino ya que se enfermó, así que puedes irte a casa" Eso me dio una emoción que no puedo explicar, y con dejándome llevar por mi sentimiento fue hacia mi hogar corriendo, esperanzada en ver a mi hija y poder prepararle finalmente una comida, pero cuando llegue no había nadie.
Puede que no esté en casa todo el día, pero se cual es el horario de mi hija en la escuela "Salió con sus amigos" pensé, así que, por toda la vitalidad que sentía en mi interior, me puse a buscar que hacer pero… Los platos, todos estaban limpios, la casa ordenada y todo en general se veía impecable. Sara seguro lo hizo, pero ¿Mi pequeña hija siempre había sido así de organizada? Al ver que el oficio no era una opción ya no sabía que hacer ¿Veo una película, camino por la calle? No lo sabía, tanto tiempo, tantos días en los que me quede a ayudar en múltiples tareas a mi jefa me afectó realmente, ya no sabía que hacer en mi tiempo libre.
Subí al segundo piso, iba a ir a mi habitación pero entonces vi el cuarto de mi hija al frente del mío, con la puerta ligeramente abierta. Sentí curiosidad, hace mucho que no entraba en la habitación de mi hija y tampoco había hablado con ella en mucho tiempo. Entre en su habitación con cuidado y la observé con atención. Según recuerdo, ella antes tenía múltiples posters de cantantes de Pop Cursi, estanterías llenas de juegos y un desorden que no te creas, pero eso fue hace tanto que cuando vi la habitación ahora como estaba no lo podía creer. Una habitación organizada, con estanterías repletas de libros, un escritorio perfectamente organizado, una cama tendida como si fuera la de un militar y ni una sola ropa en el suelo.
Mis recuerdos y la realidad chocaban con gran fuerza ¿Cuándo fue que mi hija Sara cambio tanto? Esa habitación no parecía la de una adolescente, sino la de una adulta responsable ¿Cuándo pasó? Me puse a observar con más cuidado. El armario de mi hija estaba cerrado así que lo abrí y lo que vi me dejó con la boca abierta: su ropa estaba organizada de una forma tan pulcra e impecable que me dejó sin aliento ¡Yo nunca había sido así en la vida, ni siquiera en mi edad adulta! O sea, si… Mi hija tiene… Espera ¿Cuántos años tiene mi hija? ¿15, 16? No espera ¡Claro! Debería tener al menos 20 años ya… Vaya, 20 años… ¿En serio ya han pasado 6 años? Perdí la noción del tiempo hace mucho…
Me puse a revisar con más cuidado, los tonos grises sinceramente eran algo deprimentes pero extrañamente modernos, pero no había rastro de aquella chica que recuerdo y eso me asustaba ¿Y si Sara ya no era mi Sara? En qué estoy pensando ¡Claro que lo es…! Debe serlo… Si no…
Me puse a revisar un poco más la habitación y es como dicen "La curiosidad mató al gato" y es que lo que encontré me dejó atónita: En una caja debajo de la cama, limpia totalmente, había varios juguetes sexuales, y lo que me sorprendió no fue que los tuviera, ya que todos tenemos aquellas necesidades, o que hubiera tal cantidad, sino que, al igual que todo en ese cuarto, estaban perfectamente ordenados por tamaño y color. No era como si mi hija los tuviera para satisfacerse, sino más bien como si fuera una colección… Rara pero así parecía.
Es más, algo que me extrañó bastante fue su olor, no es como si hubieran sido utilizados ¡Para nada! La gran mayoría tenían olores (¡Ni siquiera sabían que existía algo así!) y todos lo conservaban a la perfección. Como dije, no parecían haber sido usados en ninguna ocasión y eso ya me pareció extraño ¿Acaso mi hija tenía un extraño fetiche en coleccionar juguetes sexuales y no usarlos por placer? En serio, esto no cabe en la cabeza ¡Parece tan surrealista y contradictorio! Cuando ya estaba dejando de lado esa caja con esos juguetes tan perfectamente organizados, escuché una voz desde la puerta.
"¿Mamá…? ¿Qué estás haciendo…?"
Continuará…