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Tiempo de lectura: 3 minutos

Luego de la visita de mi vecina a su departamento y del sexo oral que me dio traté de no cruzarme con ella ni su esposo y lo había logrado hasta esta mañana que salí a trabajar y como estaban limpiando las escaleras tuve que usar el ascensor. Cuando salgo de mi apartamento veo que ellos suben al ascensor y lo detienen para que yo suba, los saludo con un simple ‘Hola’ y miro mi celular. El ascensor llegó rápido a la planta baja y bajé rápidamente, ellos iban tras de mi cuando salimos a la calle. Ella me agarró el brazo y me dijo ‘hoy a la noche te esperamos’ sonrió y se fue.

Todo el día pensé en eso. A la noche me duché, me puse mi juego de ropa interior favorito y mi vestido rojo muy ajustado con un escote grande y largo que marca muy bien mi figura. Agarré una botella de vino y crucé el pasillo al departamento de mis vecinos, toqué timbre y él me abrió la puerta, me miró boca abierta y dijo ‘sos hermosa’. No supe que responder, me invitó a pasar, le di el vino y pregunté por su esposa, él sonrió y dijo ‘está en el cuarto, pasa’.

Entré y ella estaba completamente desnuda en la cama sobre sábanas blancas, su piel brillante era hermosa, me miró, sonrió y dijo ‘que elegante estás, pasa’. Entré y ella se levantó y me besó, su esposo llegó por detrás completamente desnudo. Su pene era pequeño, grueso, pero pequeño, me besó el cuello mientras su esposa me besaba la boca, me desprendió el vestido y sacó los zapatos, quedé solo con mi ropa interior, él sacó una cámara y me dijo ‘te importa si grabó?’.

Eso me excita mucho, a lo que le dije ‘no importa graba’. Puso la cámara para grabar mientras su esposa ponía música alta para que nadie escuche según me dijo, nuestro juego. Sentí a su esposo sacar algo de un placar, era una valija con juguetes sexuales. Yo solo quería coger con ella, me encanta el sexo con hombres, pero ella me dejo muy caliente.

Ella me besó las tetas y yo las de ella, su esposo tomó un consolador fino y largo y me dijo si quería jugar. Dije ‘si quiero’, él me besó y puso su pene en mi boca, me dijo ‘es pequeño pero lo uso muy bien’. Lo chupé hasta tragarlo todo, también sus huevos entraron en mi boca mientras su esposa me chupaba la concha. Yo moría de placer, él se acabó en mi boca y tomé su semen todo, todito, rico, caliente. Ella dejó de chupar mi concha, se paró al lado de la cama y me golpeó muy fuerte en la cara, me sorprendí y ella me dijo ‘no querías jugar?’.

Él me tomó con mucha fuerza y me dio la vuelta, me puso la mano en la nuca y ella me metió un consolador por el culo, grité de placer y dolor, era uno de esos dobles, ella se lo metía por la concha y a mi por el culo. Fue tal el placer que terminé orinando. Él sonrió y me dijo ‘que cerda’. Ella me cogía de una forma brutal, yo gritaba pidiendo más, cuando ambas acabamos, ella me chupó el culo metiendo su lengua, yo morí de placer. Él solo miraba.

Cuando ella se cansó me pidió ‘ahora pegame’, quedé sin saber cómo y ella me dijo ‘dame un golpe en la cara’, lo hice y ella gritaba pidiendo más, lo hice y él me tomó fuerte del cuello y me dijo ‘ahora vas a ser mi puta’. Yo moría de caliente, nunca una situación de esas, me había puesto tan caliente, él me llevó en brazos a una silla y me ató las manos por detrás, me vendó los ojos y me ató las piernas a las patas de la silla. Ella me decía ‘te gusta puta?’. Sí que me gustaba, sí que quería más, sí que estaba caliente.

Él se arrodilló y levantó mi cadera para chupar mi conchita, ella puso sus tetas a mi alcance y se las chupé. De pronto sentí que alguien entró al cuarto y me puse en alerta, pregunté quien era y solo obtuve un golpe de respuesta y un dedo en mi culo, gemí y sentí como un hombre distinto me penetró, era un pene enorme, grité de placer y sentí la voz de ella que me decía ‘te voy a destapar los ojos puta y vas a ver quién es, solo que vas a dejar que él te coja y disfruta’. Me sacó la venda y vi que era mi casero, un hombre de unos 60 años, grande, muy cuidado, que me cogía como loco, me encantó ya que yo tenía ganas de eso hacía mucho tiempo. Él me dio por la conchita mientras yo no podía moverme, estaba por acabar cuando él ordenó que paráramos, yo pedí ‘no por favor’, él me golpeó.

Mi casero me dijo ‘quiero que tú decidas a quien me cojo’ y me soltó las manos y los pies, me paré y lo besé. Él me dijo ‘no, dime a quien, a él o ella’. Cuando me di vuelta los vi a él y a ella en cuatro en la cama esperando. Me acerqué y le metí un dedo a él y uno a ella y dije ’a él’. Mi casero fue y de una lo penetró, él gritó y dijo ‘gracias, esto quería’. Ella me miró aún en cuatro y yo entendí, hundí mi cara en su culo, la penetré con mi lengua y chupé también su concha. Mi casero y él acababan a chorros, los dos se tiraron en la cama agotados. Nosotras comenzamos a chuparnos las conchitas en un rico 69 hasta acabar y quedar rendidas.

Nos acostamos junto a ellos, pero no termina ahí la historia, luego la sigo, en este momento tengo a mi casero esperando que se la chupe…

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