En la universidad era grato el ambiente entre los compañeros de carrera, Ingeniería no es fácil, muchos quedaron en el camino y pocos fueron los que conmigo empezaron y terminaron, por eso nos ayudábamos en todo. Uno de mis mejores compañeros era José, siempre ayudando a todos, era un tipo buena pinta e inteligente, muy esforzado ya que estaba casado desde primer año con su novia de siempre, Ruby, con la que se casó apenas ella cumplía 18.
Ella era algo extraña, pero de belleza impresionante, pelirroja, con pecas y grandes ojos azules, yo le decía “country girl” por su apariencia de campesina gringa. Su coquetería a veces inocente o no, trataba de pasar ciertos límites, y no solo conmigo sino con todos los amigos y compañeros de José. Pero no había ninguno que le siguiera el juego o tomara en serio sus palabras o sus miradas coquetas. Nadie se atrevía a seguirle el juego por respeto a nuestro querido compañero.
Pasaron los años, muchos egresamos y titulamos, las ofertas de trabajo llegaron y cada uno de los compañeros tomo su rumbo. Habían pasado unos diez años de que había dejado de ver a José, hasta que lo encontré el hall del aeropuerto de la capital. Iba acompañado de otra mujer, bonita y joven, me saludo con cordialidad y afecto de un buen amigo. En un momento en que quedamos solos le pregunte:
– ¿Y qué paso con Ruby?
– No quiero hablar sobre ella, solo te diré que hace un par de años nos separamos, mis hijos se quedaron con ella, es lo único bueno que saque de ella ¡
Sus palabras eran duras y tristes, no quise continuar con el tema. Esperando mi vuelo hablamos de muchas cosas, él tenía una gran empresa de proyectos eléctricos y rehacía su vida con su nueva pareja. Una voz de parlante avisaba mi vuelo, así que me despedí de mi amigo.
Me fui pensando que podía haberles pasado durante todo el vuelo. Al llegar a mi ciudad y reintegrarme a mi trabajo olvide lo de Ruby y José. Las relaciones de parejas suelen complicarse, como a mí con mi ex y también con mi ex ex.
Era sábado y temprano me llama Oscar, él siempre me consigue algunas mujeres para salir, siempre bonitas, pero sin trascendencia.
– ¿Quiere satisfacer a una mujer en un gangbang? – me pregunta-.
Tu sabes que me gusta salir con mujeres, pero eso de compartirlas no va mucho conmigo- le dije-.
– Ayúdame, por esta vez ¡¡¡ las que te he enviado siempre se maravillan de ti por la gran verga que tienes y la mujer que quiere la fiesta está buscando hombres así, ella pidió 12 y me falta uno.
Ok, está bien, la verdad es que no tenía planeado nada para hoy, así que ok, envíame la dirección, será excitante ver eso – le dije-.
Descansé en la tarde, una buena ducha y con una buena pinta partí a la dirección que me había dado Oscar. Al llegar a la casa la reconocí de inmediato, era la casa de los padres de Ruby.
Al tocar a la puerta me abrió una señora, que al parecer era la empleada, me hizo pasar y me indico que debía ponerme la máscara que ella me ofrecía, obedecí y me hizo pasar a un salón grande, ahí había 11 hombres conversando alegremente en una penumbra sobrecargada de humo de cigarro, el salón tenía una cama redonda en el centro. Me puse a conversar con los invitados, ellos nada sabían de nuestra anfitriona. Yo estaba imaginando quien eran, iba juntando piezas y el azar me volvía a juntar con esa extraña y bella joven.
De repente una puerta se abre, apenas se ve la silueta de una mujer, ella se dirige a la cama redonda, se sube a ella y empieza a bailar suavemente, acompañada de una música sensual, lleva una bata negra, su pelo es largo y ondulado, nada se ve de su rostro ni de su cuerpo que está a contraluz en esa penumbra.
A medida que baila, va abriendo su bata, su cuerpo es de una mujer perfecta, aun dudo que sea Ruby. Todos nos acercamos como hipnotizados. Ya casi en el borde de la cama veo mejor su cuerpo, lleva medias negras y portaligas, sus senos sin brassier se ven grandes y firmes, sus caderas amplias, su bellos púbico se ve claro y fino. Deja caer su bata y todos exclaman con asombro, no veo su cara, ya que como todos lleva mascara.
Ella se arrodilla sobre la cama, abriendo las piernas, nos muestra su vulva abierta y húmeda, muy húmeda ya que caen hilos de espeso liquido sobre la cama y sus muslos, nos llama con sus manos y muchos ya se sacan sus penes y se desnudan, me acerco de los primeros y tomos sus muslos y llego a su vulva, fuente de su intensa humedad. Otras manos acompañan a la mía en esa exploración, toco su clítoris duro, se siente grande al tacto de mis dedos, sus pelos que corona la entrada es suave y fino. Beso sus senos con muchas pecas y con unos pezones erectos y grandes.
Los otros copian mi avance, la beso antes de que se pongan a chupar otros penes, ella se recuesta y abre las piernas e inmediatamente uno de los hombres se sube encima de ella y la empieza a penetrar. Dejo de besarla y se inclina sobre el hombre que tiene a su otro lado, agarra su pene con fuerza y se lo hecha en la boca con ansiedad.
Ya la orgia está comenzando, el que tiene arriba la penetra suavemente, ella alterna sus chupadas entre el pene que tiene a su lado y el mío, su trabajo de lengua es exquisito, desde mi lugar veo que la verga del que tiene arriba es descomunal, ella empieza a gemir con fuerza y desesperación, pero no se opone y levanta sus caderas para poseer dentro de ella la tremenda pieza.
Su agitación es mayor, se estremece y grita de placer su cuerpo se dobla hacia atrás y adelante y estertores de placer lo acompañan, sus jadeos son cada vez más fuerte, la penetración aumenta su frecuencia y ella grita de placer con fuertes tiritones en sus piernas y cuerpo, llega su primer orgasmo.
El hombre también acaba y ella con un grito dice:
– Otro arriba rápido… – se sube un tipo grande y la penetra de inmediato con fuerza ella grita: – Mas, mas
Sigue pidiendo más y más ….el grandote termina rápido con un grito de placer que lo arquea, saca su pene y continua eyaculando sobre ella, sobre sus tetas y abdomen.
– Tu aquí -me dice a mí
Me pone acostado y se sube sobre mi comenzando una cabalgata de placer, ella sabe moverse, hacia adelante y hacia atrás, mientras toma y chupa los pene de los dos que tiene al costado, siento que mi pene llega al fondo de su canal vaginal, muy al fondo, eso la hace temblar de placer y siento sus estertores en mi pene con su vagina comprimiéndose en forma pausada, esto me pone más caliente aun, trato de no terminar, pero sus gemidos y convulsiones de placer me hacen eyacular con mucha fuerza, ella siente mi chorro y su orgasmo se vuelve más fuerte gritando como loca.
No saco mi pene, aun lo tengo duro, pero otro la braza por detrás y empieza a penetrar su ano, ella no se resiste y se inclina sobre mí para facilitar la penetración, un pequeño grito de dolor placer acompañado de un estremecimiento, hace que continúe pidiendo más y más.
Yo la inclino hacia un costado dejándola sobre el otro, inmediatamente ocupan mi lugar. Este la empieza penetrar con violencia haciendo un doble espectacular. Otros eyaculan sobre su cara y sus pechos, a veces eyaculan en su boca y limpia con su lengua todo el semen que sale de ellos.
Otro grito de placer y temblores en sus piernas y cuerpo indican otro orgasmo. Los dos hombres que la poseían se retiran satisfechos, otro la pone en cuatro y empieza a penetrarla con fuerza alternando entre su ano y vagina cada metida.
El hombre termina eyaculando en exceso su líquido blanco sobre su espalda a la vez que da un grito de placer y triunfo.
La orgia continua, yo vuelvo a la carga ella está ahora sobre un tipo cabalgando jadeando y gimiendo, yo voy por detrás y la penetro analmente con todo el largo de mi verga, ella se convulsiona aún más y nuevamente termina en un orgasmo muy movido y yo con ella.
Descanso para ver como continúa siendo penetrada por los hombres, ella sigue disfrutando las penetraciones teniendo más orgasmos y haciendo disfrutar a todos. Ya hay varios rendidos y algunos se van retirando, ya casi amanece y la noche ha sido larga. Yo voy por ella una vez más, me subo arriba de ella, esta resbalosa, completamente mojada de semen y sudor. La penetro suavemente y lentamente acelero la penetración, mi pene chapotea en su vagina, siento como como en cada sacada salen los líquidos de su interior. Siento que los últimos hombres se van y cierran la puerta. Al fin estoy solo con ella. Le saco su máscara y me saco la mía y la saludo:
Hola Ruby veo que ya no eres la jovencita tierna.
Ella algo sorprendida me dice: – eras tú… sabía que me eras conocido… que agradable sorpresa, pero por favor continua… algo me queda de energía y quiero un poquito más…
Yo continuo, trato de hacer mi mejor esfuerzo, lo logro y ella llega a otro orgasmo estertóreo…
Después en la conversación, me cuenta que trato de ocultar sus deseos de poseer a muchos hombres y que no quería hacer daño a José ya que era de una moral estricta y no soportaría que las fantasías de ella se volvieran realidad.
Ella me contaba de que a pesar de que él era buen amante, después de tener relaciones con José, sentía que estar con un solo hombre no era suficiente. Finalmente, José la pillo infraganti con todo el equipo de futbol de un club cercano donde vivían.
Me pidió ser “caballero de su cama redonda” pero rechace su invitación, todo esto había sido interesante pero no era lo mío. Aunque le dije que la llamaría si cambiaba de opinión.